Gryffindor Blood

Capitulo 8: Plantas, Caballos y Pociones peligrosas

Por: Mei Ikaruga

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Mireia, Lidia y Nina llegaron al salón de Herbologia, el salón estaba rodeado por plantas por todos lados, plantas caían del techo, en el suelo e inclusive en las paredes, pero había plantas hermosas con flores de diferentes colores, moradas, rojas, rosas inclusive azules, de pronto una brujita regordeta salió detrás de una cortina hecha de plantas, su sombrero puntiagudo y su vestido color verde la hacían ver como una pequeña planta que caminaba hacia ellos, les dijo que la siguieran y tras guiarlos poco más que al trote frente a unas grandes cespederas les enseñó a reconocer y recoger fácilmente ruda, menta, tomillo, toronjil y salvia, así como a cuidarlas y atenderlas, y cómo se plantaban y para qué servían con una cancioncita:

La salvia para los riñones se planta en la primavera

La ruda en el verano para curar la ceguera

El tomillo y la menta arreglan la influenza

Se plantan en el verano junto con hierba gatera

Y el toronjil con ella cura migrañas y alergias.

-Que linda canción – dijo Mireia acabando de cantarla

-No tengo nada contra ustedes, plantitas, pero no se ensañen conmigo, si? -les susurró James con tristeza a las plantas

-¿Les estás hablando a las plantas? -le preguntó Nina con una sonrisa, que luchaba para no convertir en carcajada.

-Eh… si. -admitió James, y sonrió ante lo ridículo de su súplica -Bueno, en realidad sería capaz de ponerme a bailar con una palmera con tal de no tener que cursar esta materia.-

-¿Por qué? -preguntó Mireia -Tu no tienes problema en "ensuciarte tu ropa cara y romperte tus hermosas uñas" ¿verdad? -añadió señalando con la cabeza a Lidia, que no había tocado ni una hoja y no paraba de protestar y declarar que ella no iba a hacer ese trabajo de sirvientes.

-No, no es eso -respondió James -Es que… Se que suena estúpido, pero soy un inútil con todo esto. Prefiero tener una hora de Álgebra y no tener que cuidar una planta -dijo aplastando torpemente la tierra con una palita.

-No debes preocuparte, es una materia fácil… Yo diría que la más fácil de todas -comentó Nina manejando sus plantitas sin dificultad, claro que para ella era fácil ya que al ser un hada tenia mejor contacto con la naturaleza

-Si, pero para mi es una tortura, créeme.- gruño James

-No te preocupes, nosotras te ayudaremos -le dijo Mireia con una sonrisa

-Gracias -respondió James ensuciándose la cara con barro sin darse cuenta, al retirarse un mechoncito de pelo del rostro.

Mireia rió y se voltio hacia donde estaba Lidia, camino hacia ella –quieres que te ayude?- pregunto viendo como sufría la niña en ver si metía o no las manos en la tierra

- Si por favor- contesto rápidamente escondiendo sus manos detrás de su espalda, Mireia comenzó a hacer el trabajo que les habían dejada –como puedes hacer eso, no te importa que tus uñas se lastimen y se ensucien?- pregunto con una mueca en la cara

- No – contesto Mireia –porque tengo alguien que me las puede arreglar – añadió Mireia sonriéndole mientras acababa el trabajo, Lidia solo sonrió pero no dijo nada

La profesora les asignó luego una tarea para buscar las utilidades, modo de cuidado y recolección del césped listado, y los dejó irse temprano, sucios de tierra pero descansados

Los cuatro niños salieron del jardín, James se había unido a ellas en esa clase, James era el único niño que había quedado en Gryffindor y aparte de que les había tocado con Slytherin en esa clase y James parecía que no hacia amigos de otras casas decidió seguir a las niñas (aparte de que parecía gustarle Mireia)

-Cual es la siguiente clase?- Pregunto Nina bostezando

-Cuidado de Criaturas Magicas- contesto Lidia sacando su horaria al que había decorado con corazones, estrellitas y algunos garabatos

-QUE BIEN!!!-contestó Mireia juntando sus manos

Al llegar a la pequeña cabaña que estaba cerca del bosque Mireia y Lidia quedaron maravilladas ante lo que vieron, se hubieran podido desmayar ya que vieron dos cosas maravillosas casi a la vez, la promesa que les había hecho Nina la noche anterior ahora se había vuelto realidad, una elfo estaba parada junto a ellas, su pelo azul volaba al compás del viento y su hermosa sonrisa los recibía y pararse frente a ella, Mireia no podía hablar de lo emocionada que estaba ya que ahora conocía a un elfo pero justo detrás de la señora se encontraba u  hermoso caballo blanco, un caballo alado.

-Buenos días- dijo la hermosa dama amarrando su corto cabello en una coleta mal hecha –Soy Liath y seré su maestra de Cuidado de Criaturas Magicas este año, se que es su primer año y esta es su primera clase por lo que les decidí mostrar algo que les parecerá maravilloso a algunos, hoy veremos a los Pegasos- añadió con una sonrisa, de pronto vio a Nina y su sonrisa se amplio mas sin embargo camino hacia el hermoso caballo y le acaricio la melena –Su nombre es Kimono y ha sido mi compañera durante muchos años, ha sido una muy buena y leal compañera y hoy Kimono nos dará un regalo que solo la vida nos ofrece-

-Que regalo es ese Maestra?- pregunto Mireia acercándose a la reja donde estaba el caballo

-Hoy mi niña, Kimono nos mostrara un nacimiento-

-Como?-

La maestra rió levemente –Quiero decir que Kimono va a ser madre-

-HOY!?-

-Si hoy, y solo para ustedes pequeñines-

-Tiene que ser una broma -dijo Lidia retrocediendo unos pasos.

-¿Qué, no te gustan los pegasos?-

-Me encantan pero no… No tenemos que ver… "eso", verdad?-

-¿El parto? _preguntó Mireia entusiasmada _¡Claro que si! Será increíble. -

-Ah, no. Lo lamento, pero no veré "eso"-

-Es algo natural.-

-Es repulsivo _respondió Lidia frunciendo el gesto

Todos estuvieron impresionados y maravillados ante el parto del pequeño animalito, todo excepto lidia quien se había recercado junto a un árbol y rara vez volteaba a donde se encontraba el animal.

-Es hermoso- comento Mireia con sus manos sobre su cara

-Si...casi tan hermoso como tu- contesto James mirando al caballo

-QUE!?-

-Jajaja nada..continua viendo-

Mireia regreso su mirada al pegaso pero quedo impactada por las palabras del chico, las habría oído bien?

- Leer sobre los pegasos.- fue la única tarea que les encomendaron. Ya que el parto había durado toda la clase

Siguió la clase de Transformaciones de forma casi automática, copiando y haciendo lo que la profesora McGonagall decía

v: valor del material amplificador de la varita

V: valor del núcleo de la varita

m: grado de magia del mago ejecutor.

M: grado de la magia a ejecutar.

A: magia en el ambiente

D: Alteraciones al hechizo original.

Siendo

m + A (v x V) = M x D

Mireia no tenia idea de que se trataba eso, tantas letras, tantos números, no comprendía nada, y parecía como si todos los demás si lo supieran que se sintió tan mal que azoto su cabeza contra el escritorio, después la profesora les dejo una tarea que confundió aun mas a Mireia con estas letras y números

Flitwick era mucho más entretenido, y tras enseñarles a todos a atrapar una varita en el aire, a diferenciar sus varitas con los ojos cerrados y a hacerlas saltar a sus manos de forma muy Jedi (no todos captaron la referencia) les enseñó a leer una tabla de encantamientos. Les explicó que los hechizos normalmente eran más impredecibles que las transfiguraciones, ya que en vez de buscar cambiar las propiedades físicas de un objeto, se trataba de darle una propiedad nueva, y cómo era más fácil hacer a algo levitar que hacerlo levitar, cambiar color y cantar a la vez. Explicó que aprenderían a alterar primero cualidades de peso, tamaño y color antes de entrar en las más complejas, y les pidió que leyeran tres hojas del libro sobre encantamientos antes del próximo lunes. Era una clase muy relajante.

El almuerzo continuo después de esta clase de la que muchos niños salieron comentando las clases que ya habían tenido y muchos  quejándose de cómo había sido su primer día.

-Hay que horror, este no ha sido mi mejor día- comento Lidia arreglándose el cabello –Primero usamos plantas y luego tenemos que ver el parto de ese caballo..que mas puede pasar?-

-Vamos Lidia, no estuvo tan malo, veamos, esas plantas sirven para muchas cosas y ese "caballo" era un Pegaso, uno de los animales míticos mas bellos, solo deja de quejarte si?- Nina miro a la niña con descontento

-Si, el día ha estado súper bien, solo que presiento que no me ira muy bien en Transfiguración- las tres niñas rieron

-Herbó logia es mucho mas difícil- comento James cruzándose de brazos, Mireia sonrió dulcemente

-Bueno, Nina y yo iremos a la biblioteca vienen?-

-No, yo iré con Hermione y los demás- comento Mireia viendo a Hermione acercarse por una de las puertas

-James?-

-No, yo acompañare a Mireia-

-Bueeeeno, entonces nos vemos después-

-Si, cuídense- Mireia sonrió y ella y James corrieron hacia donde estaban Hermione y los demás que ya se habían sentado en el pasto justo debajo de un árbol

Draco miro a su hermana y le grito sin ningún éxito, la niña había llegado con esa –Sangre Sucia- y se veía feliz de estar con ella, Draco opto por darse media vuelta para no vomitar, según el, sin embargo tanta rabia corría por sus venas que hubiera podido ir a golpear a la muggle para recuperar a su hermana, podía ser que esa mujer le estaba robando a su hermana? Seria que Mireia dentro de poco no le hablara y no recordara que era su hermano? Estos pensamientos inundaron la mente de Draco haciendo que golpeara al niño mas cercano a el y se retirara a su sala común acompañado por Crabe y Goyle.

-Mireia, hola- Hermione levanto la vista y sonrió

-Hola- saludo Harry dulcemente, Ron solo la saludo con la mano pero no dijo nada

-Podemos estar con ustedes?- Mireia se oía un poco insegura en la pregunta

-Claro! Siéntense- Hermione se hizo a un ladito y James y Mireia se sentaron (juntos) junto a Hermione –Como ha estado su día?-

-Bien-

-Mal-

-Jajajaj ya veo, algunos lo disfrutaran algunos otros no, no es así?-

Mireia y James asintieron y rieron

-Una Prefecta no debería estar con una Malfoy- una voz llego desde atrás y todos voltearon para quedar cara a cara con Ginny

-Ginny, no digas eso, por que eres tan grosera?- pregunto Hermione levantándose

-Lo hago por tu bien Hermione-

-QUE?-

-Estar con una Malfoy hará que te acerques a su Hermano..aparte eso dañara tu reputación...esa niña te esta usando para algo Hermione-

-Ginny, no seas tonta es solo una niña-

-Creo que no eres tan Sabelotodo- Ginny fulmino con la mirada a Mireia y se aparto del lugar, dejando tanto a Hermione como a Mireia desconcertadas, a Mireia le había surgido una idea en su cabeza y a Hermione un temor en su corazón. Las dos se miraron sin decirse nada

-No podría ser- pensó Hermione

-Seria perfecto- Penso Mireia

La clase de Pociones empezó después del recreo y muchos niños no estaban muy felices ya que habían sido advertidos de que el Profesor Snape no era una gente fácil, y que contestaran a 'Si Profesor' o 'No profesor' o 'No se Profesor' a todo lo que el les pidiera, pero muchos niños quedaron impactados por que no sabían que el Profesor, el temible Profesro Snape fuera.....mujer.

-P...profesor Snape?- uno de los niños de hasta delante pregunto con timidez y con miedo

La señora rió levemente –No mi pequeño, no soy el Profesor Snape, mi nombre es Aisling Huntington, o Profesora Huntington para ustedes pequeñines, Snape no podrá estar con nosotros este año debido a cosas personales del Profesor así que he decidido tomar su lugar este año, y debido a que no lo conocen no lo extrañaran- la sonrisa de la maestra era dulce y gentil haciendo a todos los niños sonreír con ella y sentirse seguros de que los rumores del tal conocido Profesor Snape no los conocerían hasta el próximo año si es que regresaba –Muy bien entonces empecemos, alguien conoce algún tipo de Poción que les gustaría hacer?- Ninguna mano se levanto y no había ni un solo ruido en todo el salón –Nadie? Bueno, que les parece si empezamos el curso con una poción que es muy poderosa y muy peligrosa, esta se podría considerar una poción imperdonable, han oído de las maldiciones imperdonables?- Una pequeña mano se levanto en el frente del salón

-Las maldiciones imperdonables, son esas que usa El que no debe ser nombrado y sus mortifagos para matar o torturar a la gente-

-Perfecto- la maestra sonrió de manera extraña ante la mención de aquel que no debe ser nombrado sin embargo continuo con la clase –Estas pociones podrían servir para lo mismo, estas pociones podrían matar a un individuo con tan solo dos segundos después de haber sido tomada o simplemente podrían torturar a alguien con ella y causarles gran, gran dolor en su interior, claro que también hay otras pociones con las que puedes manipular a las personas..-

-Como el hechizo Imperius?-

-Exactamente pequeñín, exactamente como ese, les parecería bien si intentamos esta poción el día de hoy, aquel que la logre hacer bien recibirá puntos para su casa- Muchos niños dijeron que si pero había niños que no estaban seguros si eso estaría bien ya que prepararían esas pociones imperdonables –Perfecto- Aisling saco su varita y los ingredientes aparecieron en el pisaron –Recuerden que tienen que ser la cantidad exacta o todo saldrá mal, por favor sigan las instrucciones al pie de la letra- La maestra caminaba alrededor del salón mientras ellos hacían la poción imperdonable

-Maestra, por que hacemos esto?- Pregunto Mireia cuando la maestra paso junto a ella, ella se inclino hacia ella y le sonrió dulcemente

-Pensé que les gustaría hacer algo difícil e interesante para su primea clase- volvió a sonreír –de todas maneras yo pregunte y ustedes estuvieron de acuerdo-

-Pero...-

-Vamos pequeña Malfoy, no le tienes miedo a una poción imperdonable o si?-

-No..pero...-

-Pero nada, ahora a trabajar-

La clase concluyo cuando la maestra había recolectado frascos de todos para ser probados y así poder decidir a que casas les tocarían puntos –La próxima clase les daré sus resultados, de tarea quiero que me hagan un ensayo sobre las pociones imperdonables, cuales son? Y cuales son sus usos, muy bien pequeños, pueden retirarse-

Los niños salieron de la clase y fueron directo al comedor ya que Pociones había sido su ultima clase

-Estuvo genial este día- comento Mireia comiendo un poco...-Bueno..casi todo-

-Genial, ya quiero que sea mañana- dijo Nina con una sonrisa

-Ay no si todos los días vamos a hacer esto- Lidia se miro las manos con tristeza

-Vamos..a pesar de todo no estuvo tan mal- contesto James sentándose junto a Mireia

-Veo que les fue bien- Hermione llego por atrás y les sonrió Mireia la abrazo

-Si estuvo genial-

-Y...la maestra de Pociones no es nada como la habían pintado-

-Maestra?- pregunto Hermione viendo a Ron y a Harry

-Si es una maestra, su nombre es Aisling Huntington-

-Huntington?-

-Aha, es muy buena onda y nos ha enseñado cosas divertidas-

-Ya veo- dijo sonriendo –Entonces el Profesor Snape no esta?-

-No-

-Hmmmm entiendo bueno a comer niños que se tienen que ir a dormir-

Al acabar el banquete Draco iba a despedirse de su hermana, pero otra vez estaba con esa mujer

-Como puede ser que la haya preferido a ella que a mi?- dijo cerrando los puños

-No lo se Draco-

-Callate Goyle-

Draco miraba con maldad y enojo a Hermione y decidió ponerse las pilas y arreglar todo eso.

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