Entre lunas y estrellas

Por: Andyiory & LG
Miembros de la Orden Siriusana

Título = Entre lunas y estrellas (1/?)

Autor = Andyiory & LG

E-mail = andyiory@hotmail.com, lg_100309@hotmail.com

Clasificación = R

Parejas = Sirius/Remus

Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
A/N = Este fic es el inicio de "El anillo y la Orden del Fénix", donde se explica la historia de los Merodeadores, contada por Andyiory y por mí.
 
Aquí tratamos de explicar un poco la vida de esos niños en Hogwarts. Tengan en cuenta que aún son chiquitos, no pueden portarse "demasiado mal".

Gracias a Jun y Anna por revisarlo. Un beso a las dos.

***

Capítulo 2: La primera transformación

"When the night takes a deep breath
And the daylight has no air
If I crawl, if I come crawling home
WiIl you be there?"

In a little while – U2

- "¡Sirius, date prisa! ¡Llevas allí media hora!", gritó James una vez más, aporreando la puerta del cuarto de baño.

Remus abrió los ojos, soñoliento. Le había parecido un sueño, pero era realidad. ¡Estaba en Hogwarts!

La puerta del baño se abrió en ese momento y salió Sirius, chorreando agua y envuelto en una toalla. James entró al baño y cerró la puerta.

- "¡Remus! ¡Despierta!", dijo Sirius. Remus, todavía reacio a despertar por completo no le hacía caso, sólo se acurrucaba en su cama.

- "¡Remuuuuus!", lo despertó Sirius de una sacudida, "duermes como piedra , hace rato estamos despiertos", dijo alegremente, mientras se secaba el cabello con otra toalla.

Remus sonrió avergonzado. Sus padres siempre le decían que tenía el sueño profundo.

- "Hola", respondió. "¿Y Peter?"

- "No deseaba perderse el desayuno, el muy cerdo no se esperó a que estuviéramos listos", respondió Sirius, vistiéndose con el uniforme del colegio.

Remus se levantó y empezó a buscar su ropa mientras Sirius leía en voz alta el horario de clases que estaba pegado en la puerta. Ese día, tendrían Defensa Contra las Artes Oscuras (DAO), con el profesor White, luego, Pociones con Campbell. Al día siguiente les tocaba Encantamientos, con Flitwick, Historia de la Magia, con Binns y Transformaciones con Mc Gonagall. Los demás días tendrían Herbología con Sprout y vuelo, con Hooch, para continuar con DAO y Transformaciones. Sonaba agotador.

Al poco rato, salió James del baño y se vistió a prisa. Cuando estuviero listos, bajaron al Gran Salón. Peter los esperaba allí y los cuatro desayunaron a prisa. Luego salieron corriendo, pues tenían su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, y el profesor tenía fama de estricto y severo. Alguien con quien uno no quiere tener problemas el primer día.

El Aula de DAA se encontraba llena y el profesor ya estaba allí. Cuando entraron, los miró desaprobadoramente por su retraso.

- "Mala forma de comenzar el día", les comentó, y les indicó sus lugares. Sirius se sentaría junto a Remus y atrás de ellos irían James y Peter.

El profesor Marius Whiteera muy alto y delgado, de cabello rubio entrecano y con el rostro joven surcado por diminutas arrugas. Sus ojos eran grises y cuando miraba a alguien, parecía capaz de leerle los pensamientos.

Comenzó a hablarles de las artes oscuras, y de las criaturas malignas que existían aún en el mundo mágico.

- "Los estudiantes de primer año únicamente analizarán el comportamiento de criaturas mágicas malignas, y cómo deshacerse de ellas. Luego, conforme avancen en Hogwarts, verán hechizos que invocarán entidades malignas o benignas, e incluso, estudiarán maldiciones y cómo defenderse contra ellas. Hoy empezaremos con los boggarts, y...¡Señor Black!"

Sirius se preguntó cómo sabría su nombre. Había estado diciéndole a Remus que su sótano estaba lleno de boggarts y que era sencillo deshacerse de ellos.

- "Dígame, señor Black, ¿qué es un boggart?", preguntó maliciosamente White.

- "Es un ser que cambia de forma, profesor", respondió tranquilamente Sirius, "toma la forma de lo que más tememos"

White hizo una mueca de disgusto.

- "¿Cómo te enfrentarías a un boggart, Black?"

- "Con un hechizo, y además, utilizando la risa para ridiculizarlo cuando se transforma, de modo que no pueda asustar", respondió Sirius. La clase lo miraba con admiración.

White dijo secamente.

- "Bien, Black. Cinco puntos para Gryffindor por saber las respuestas", hubo un murmullo de aprobación, "y diez puntos menos para Gryffindor por estar interrumpiendo mi clase".

Hubo un silencio total, hasta que todos captaron lo que había sucedido.

- "¡Es injusto!", dijo James indignado.

- "Señor Potter, ¿verdad? ¿Qué es lo que ha dicho?", preguntó White.

- "Dije que es injusto, profesor", repitió James.

- "Injusto, ¿eh? Y dígame, señor Potter, ¿es justo entonces interrumpir una clase y pretender saberlo todo? ¿no es una falta de respeto hacia los compañeros que vienen aquí deseosos de aprender? La vanidad no es buena, señor Potter. Otros cinco puntos menos para Gryffindor", murmullo de desaprobación, "¿Hay alguien más que me considere injusto?"

Nadie dijo nada, pero Sirius apretaba los labios. La clase continuó con una explicación de White acerca de los boggarts, que era básicamente lo mismo que había dicho Sirius, pero adornado con muchas anécdotas del mismo White enfrentándose a varios boggarts en circunstancias especialmente difíciles.

Al finalizar la clase, salieron comentando lo injusto que había sido el profesor y se dirigieron a su clase de Pociones, en los calabozos del castillo. Lily Evans pasó rápidamente junto a ellos, adelantándose, y dirigió una mirada de desprecio a James. Éste sólo le sacó la lengua en señal de burla.

La clase de Pociones se desarrollaba junto con Slytherin, y los estudiantes de esa casa ya se encontraban en el aula. Los alumnos de Gryffindor se acomodaron en los altos bancos y esperaron la llegada de Nigel Campbell, el profesor de Pociones y director de la Casa Slytherin.

Campbell era escocés, proveniente de una de las familias más antiguas de ese país, y se le consideraba un experto en pociones. Cuando hizo su entrada, todos se sorprendieron, pues usaba una túnica de tela escocesa, con los colores de su clan: rojo, naranja y verde. Era alto y musculoso, de cabello lacio de un rojo intenso y tenía una voz profunda, capaz de dominar a sus alumnos sin esfuerzo aparente.

Les explicó brevemente el arte de hacer pociones y dio comienzo a su clase, en la cual deberían preparar una poción restauradora, utilizando ajenjo. Las instrucciones aparecieron en el pizarrón, y comenzó a pasearse entre los bancos y a hacer preguntas, las cuales fueron respondidas por Severus Snape y por Sirius, generándose una nueva rivalidad entre ambos estudiantes; sin embargo, los conocimientos de Snape sobre pociones parecían inagotables, para satisfacción de Campbell que no dejaba de aumentar puntos para Slytherin por cada respuesta correcta.

Severus destacó también en la elaboración de pociones, y fue felicitado por Campbell por haber terminado primero y haber logrado el resultado esperado, adicionando diez puntos más a Slytherin, para envidia de Sirius y James.

Al salir de la clase, Sirius y James desaparecieron, y al poco rato, Remus los pudo ver hablando con un chico de cuarto año, pelirrojo como Campbell. Se trataba de Arthur Weasley, conocido por las bromas que solía gastar a sus compañeros.

No tenían más clases por ese día, pero sí una gran cantidad de deberes que hacer, de modo que pasaron parte de la tarde en la Biblioteca y el resto del tiempo en la Sala Común de Gryffindor, terminando un ensayo acerca de los boggarts y una descripción de las propiedades de las piel de dragón para la elaboración de pociones curativas.

Sirius no dejaba de bromear mientras hacía sus deberes, y Remus se preguntó cómo podría concentrarse en tantas cosas sin descuidar lo que escribía. Al finalizar, James revisó los ensayos de todos e hizo algunas correcciones.

Luego subieron cansados a su dormitorio y se quedaron dormidos casi al instante, pero Sirius fue despertado por un fuerte trueno. Afuera había una tormenta y los rayos iluminaban a intervalos la habitación. Remus de pronto empezó a gritar y sollozar en sueños. Sirius llegó a su lado en un instante, descorrió la cortina de la cama y lo despertó suavemente.

Remus se abrazó a él, pensando en su madre, pero lo apartó con brusquedad cuando notó que era su amigo.

- "Lo siento", dijo muy avergonzado. "Es que las tormentas no me gustan"

Lo cierto era que las tormentas lo aterraban, pues en la noche que lo mordió el hombre lobo había también una fuerte tormenta y desde entonces le producían pesadillas.

- "Está bien", dijo Sirius tratando de animarlo, "todos tenemos miedo a algo"

 Remus se preguntó a qué podría temerle Sirius, ¡Parecía tan valiente! Otro trueno lo hizo temblar y abrazó con fuerza su almohada, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

- "¿Quieres que me quede aquí?", preguntó Sirius y el otro chico asintió.

Sirius apartó las mantas y se echó junto a Remus, contándole que él temía también a los demonios sobre los que había leído mucho, y que no le gustaría encontrarse jamás con uno.

- "¿Sirius?", preguntó suavemente Remus

- "¿Sí?"

- "No le digas a nadie que me dan miedo las tormentas, por favor"

- "No lo haré", prometió Sirius.

Poco a poco Remus se quedó dormido y Sirius volvió silenciosamente a su cama.

Al día siguiente, Sirius y James parecían muy interesados en llegar temprano a desayunar e hicieron salir a los otros a toda prisa. En el comedor, aguardaban expectantes la llegada de los Slytherin.

Severus Snape llegó solo, como de costumbre, y tomó asiento en un lugar apartado. Leía algo mientras tomaba distraído su leche, cuando de pronto, sonó un chasquido y Snape se vio envuelto en una nube rosa. Cuando esta se disipó, lo mostró con un vestidito rojo y con coletas, ante la carcajada general. Snape salió corriendo y cubriéndose el rostro, mientras Sirius y James lloraban de risa.

Lily Evans trató de detenerlo en la puerta, pero Snape la apartó y la chica caminó furiosa hasta ponerse frente a Sirius y James, reclamándoles su proceder. Antes de que alguno pudiera responder, apareció la profesora Mc Gonagall, directora de Gryffindor, preguntando quien había sido el autor de la bromita.

Nadie dijo nada, ni siquiera Lily, de modo que Mc Gonagall únicamente los miró furiosa y amenazó con retirar a Gryffindor de la competencia de las casas, si se volvía a producir alguna de esas bromas.

Sirius y James estaban muy satisfechos del resultado de su broma. Explicaron orgullosos a los incrédulos Remus y Peter que se trataba de un hechizo de proyección, y que realmente Snape no tenía vestido ni coletas. El hechizo proyectaba una imagen mental de ellos hacia su "víctima", la cual sólo tenía que beber unas pocas gotas de la poción Illusionata, que Weasley había robado del despacho de Campbell. Luego, sólo había sido necesario pedirle a un elfo doméstico que colocara las gotas en la taza de Snape.

- "¡Ustedes dos están locos!", declaró Remus, aunque los ojos le brillaban de alegría.

Pasaron varios días, en los cuales Snape los evitaba. Solo se le veía hablando con Lucius Malfoy, un chico rubio y guapo de cuarto año de Slytherin, que le había ayudado en el momento de la broma a deshacerse de los efectos de la poción.

Finalmente llegó el diez de setiembre, cumpleaños de Sirius, y éste se levantó ansioso para ver los regalos que le habían enviado por correo esa misma mañana. Su madre le había enviado una cámara fotográfica mágica y un álbum de fotos, que mostraba a Sirius de bebé. James se desternilló de risa con una foto donde Sirius estaba en su camita desnudo abrazado a un puffenki.

- "Que dulceeeee"- dijo sarcásicamente James mostrándole la foto a Remus para después atarse de risa

- "Que lindo niño, que pena que creció, mira en lo que se convirtió" le dijo Remus a James.

- "¡Envidiosos! Ya quisieran ser como yo", dijo Sirius medio con arrogancia medio con burla.

- "arrogante, engreído" canturreó Peter.

Sirius les quitó la foto.

- "Están celosos", dijo abrazando su álbum, "pero  aquí tengo el testimonio de mi hermosura. Esperen a que lo vean mis amigas", continuó, tratando de sonar serio sin éxito para después soltarse a reír con sus amigos.

Bajaron al comedor, donde varias chicas de primer curso,  y algunas de cursos superiores, se acercaron a saludar a Sirius, que resplandecía de felicidad.

- "Parece un globo de gas", susurró James a Remus.

Se sentaron en sus lugares y de pronto apareció volando una lechuza blanca, y se dirigió directamente hacia Sirius.

- "¡Tiene un paquetito atado a la pata!", exclamó Peter, "ábrelo, Sirius"

Sirius tomó el paquete y la nota de la pata de la lechuza y abrió esta última. El papel era perfumado y sólo tenía escrito "Feliz cumpleaños, mi amor".

- "¡Oye! Qué guardadito te lo tenías…y yo sin saber", dijo James.

- "Abre el regalo, queremos ver", insistía Peter.

Sirius, sonriendo aún, abrió el paquete y en él había un corazón de chocolate.

- "¡Chocolate!", exclamó Remus sin poderse contener. Todos lo miraron, "es que me encanta el chocolate", explicó.

- "Entonces tómalo", le dijo Sirius alargándole el chocolate, "en realidad no me apetece ahora"

Remus dudó un momento, pero luego aceptó. Mordió con gusto el chocolate, saboréandolo, cuando se produjo un chasquido y Remus se vio envuelto en una nube blanca. De pronto, el cabello le comenzó a crecer y a ondulársele en forma de ricitos, ante las miradas asombradas de sus amigos.

- "¡Eh! ¡Miren a Lupin! Se ha convertido en una niñita", exclamó Lucius Malfoy desde la mesa de Slytherin, y Remus salió corriendo del comedor tratando de esconder su cabello, siendo seguido por sus amigos

Antes de salir, Sirius notó una sonrisa de satisfacción en el rostro de Severus Snape y prometió vengarse. El joven Slytherin le había dado de su propia medicina.

La  guerra se había declarado.

***

Luego del incidente del chocolate, la profesora Mc Gonagall pidió a los prefectos redoblar la vigilancia en los cuatro chicos, y Campbell hizo lo mismo con los prefectos de Slytherin para que vigilaran  a Snape, aunque no tenían idea de quién podría hablerlo ayudado.

La profesora Mc Gonagall también se puso más exigente con ellos en las clases de Transformaciones, aunque Sirius y James eran alumnos brillantes. Llegó a exigirles transformar una pluma en un ave, tarea de la cual nació una lechuza pequeñita y sin alas, y un cernícalo sin cabeza.

- "Finite incantem", exclamó la profesora, devolviendo las plumas a su estado original, "señores, tienen una semana para lograrlo. Quiero ver que sus habilidades se desarrollen en algo más que en hacer bromas"

Eso mantuvo ocupados a Sirius y James por la siguiente semana, hasta que lo lograron.

- "Veinte puntos para Gryffindor por cada uno", sonrió la profesora Mc Gonagall llena de orgullo.

**

Se acercaba el fin del primer mes de clases, cuando Dumbledore mandó llamar a Remus a su despacho.

Remus fue conducido hacia allí por la profesora Mc Gonagall, quien lo dejó solo con el director. Estaba muy nervioso y miraba con aprehensión hacia todos lados, menos al rostro de Dumbledore.

- "Remus, me alegra saber que te adaptas bien a la escuela y que tienes buenas calificaciones", le dijo el director sonriendo y Remus se atrevió a mirarlo. "sabes que se esta noche es luna llena, y debemos tomar las precauciones correspondientes. Prepara algunas cosas y ve a buscar a la Señora Pomfrey en la enfermería, ella te llevará al lugar que hemos preparado y te atenderá luego de la transformación", continuó el director.

- "¿Y los deberes? ¿Y qué les digo a mis amigos?", preguntó Remus, preocupado.

- "Les diremos que fuiste a ver a tu madre que está enferma. Hoy es jueves. El sábado debes estar restablecido, la Señora Pomfrey es muy competente", dijo Dumbledore, "el domingo puedes descansar en tu propio dormitorio y el lunes volverás a clases. He hablado también con los profesores  y te dispensarán de los deberes por esos días. Pero tendrás que estudiar esos temas para los exámenes"

- "Lo haré.  ¡Gracias!", contestó Remus sonriendo y se dirigió a buscar sus cosas.

La Señora Pomfrey lo condujo hacia el sauce boxeador, y presionó una rama baja, abriendo la entrada a un pasaje. Estaba oscuro, pero ella hizo aparecer fuego en la punta de su varita y avanzaron. Llegaron a lo que parecía ser una casa abandonada y bajaron las mohosas escaleras de madera hasta llegar al sótano, donde había una gran cama y algunos muebles.

- "Te quedarás aquí hasta mañana, y vendré a buscarte. No te preocupes, esta casa está lo suficientemente alejada de todo, y la puerta del sótano es bastante sólida", explicó la Señora Pomfrey al notar la mirada de preocupación de Remus. Luego se retiró.

Remus se quedó solo, lo cual no era novedad para él, pues siempre estaba solo durante sus transformaciones. Hacía tiempo que había aprendido que era mejor quitarse la ropa, para evitar que el lobo la desgarre, de modo que hizo eso,doblándola cuidadosamente y poniéndola en el único lugar que parecía seguro: debajo de la enorme cama.

Luego, se  sentó sobre la cama y aguardó. Su cuerpo se puso tenso y un dolor conocido, pero igualmente insoportable se apoderó de sus miembros, mientras sus  huesos se estiraban y su piel se cubría de pelo. El chico gritó de dolor mientras su rostro  se alargaba y su boca formaba un hocico con afilados dientes. En un instante, la transformación estuvo completa y el lobo aulló tratando de escapar. Pero, como siempre, fue en vano. Estaba encerrado.

Presa de su furia habitual, el lobo arremetió contra los pocos muebles, produciéndose heridas, pero no le importó.  Aullaba y ladraba con fuerza, y en su desesperación, se mordía a sí mismo. Pero su suplicio duraría toda esa noche, y en vano se golpeaba contra la puerta, de sólido roble, y asegurada con fuertes cadenas.

Al día siguiente, la Señora Pomfrey abrió la puerta y encontró a Remus desnudo en un rincón, semi inconsciente y temblando de frío, cubierto de horribles heridas y golpes. Movió tristemente la cabeza y se apresuró a acercarse y despertarlo, para ayudarlo a vestirse y conducirlo a la enfermería, donde lo atendió lo mejor posible.

Sus amigos se preguntaron dónde estaría Remus, pero la profesora Mc  Gonagall les explicó que su madre estaba enferma y se tuvo que ausentar a cuidarla. No tuvieron mucho tiempo para pensar en ello, porque tenían muchos deberes, y estuvieron  ocupados hasta muy entrada la noche del domingo.

Sirius terminó primero y decidió irse a acostar. James aún estaba revisando la tarea de  Peter y ambos dijeron que subirían luego. Apenas entró en la habitación, Sirius notó algo extraño. Las cosas  de Remus estaban sobre  una silla.

Se acercó a la  cama de su amigo y abrió suavemente una cortina. Remus estaba medio dormido y abrió mucho los ojos cuando lo vio.

- "Hola"; susurró con la voz cansada.

- "Hola", respondió Sirius, mirándolo con asombro, "¿estás bien?"

Remus lucía mortalmente pálido y cansado, aunque ya no tenía señales de las heridas, gracias a la habilidad de la señora Pomfrey, pero se le veía muy débil y ojeroso.

- "Sí", respondió sonriendo, "tuve que viajar a ver a mi mamá y no he dormido mucho. Pero estoy bien", explicó.

- "¿Seguro? Puedo llevarte a la enfermería si deseas"

- "No es necesario. Solo quiero dormir", pidió Remus bostezando.

- "Está bien. Buenas noches", respondió Sirius cerrando la cortina y preparándose para dormir.

James y Peter llegaron luego.

- "¿Ha vuelto Remus?", preguntó Peter señalando la ropa sobre la silla.

- "Sí", respondió Sirius, "está dormido. Parece enfermo"

- "¿Enfermo? ¿Su madre no era la enferma?", preguntó James.

- "Míralo", dijo Sirius acercándose a la cama de Remus y descorriendo la cortina un poco.

- "¡Oh!", exclamaron James y Peter al ver el rostro pálido y cansado de Remus, profundamente dormido.

-  "Hay algo raro en todo esto", dijo Sirius, volviendo a correr las cortinas. "no hagan ruido, déjenlo descansar"

TBC

Gracias por sus reviews!

Jun

Gracias por revisarlo, por publicarlo y enviarme los reviews...trataremos de acortar la parte de los nenes y hacerlos crecer pronto, para ver aventuras más interesantes.

Elithil

Me alegro que te haya gustado. Aun no podemos hacerlos mayorcitos, porque tienen que descubrir muchas cosas, como el secreto de Remus, los pasajes secretos y muchas cosas más, pero ya hay escenas slasheadas.

La Orden Siriusana es un grupo de fanáticas de Sirius de la comunidad PotterCia.

Nessimelle

Me alegro que te guste, esta será una historia larga.

A proposito, aun sigo esperando que me envies la tuya por mail

Ddz008

¡Que nick tan raro!

Trataremos de hacerlo interesante y de paso explicar cosas de la historia de estos chicos.

Aura4

A nosotras también nos encanta Remus, y es tiernito el pobre, porque tiene once añitos.

Uyyy, aca le hacemos algo malvadito a Seve, pero él se desquitará. Las bromitas son asi porque los nenes son chiquitos.

Aliska

Me alegro de que te guste. Es poco lo que se sabe de los merodeadores y pretendemos contarlo a nuestro modo.

Stefi

Remus es lindo y Sirius más. Ya los verás en acción.

Akhasa

A Lily no le caen bien ellos porque molestan a Severus, pero ya se harán amigos, cuando hagan algo noble por ella.

Lucius se pondrá en acción en el próximo capítulo.