Entre lunas y estrellas
Por: Ayesha
Miembro de la Orden Siriusana
Miembro de la Orden Severusiana
Título = Entre lunas y estrellas (11/?)
Autor = Ayesha
E-mail = lg_100309@hotmail.com
Clasificación = R
Parejas = Sirius/Remus
Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
Además, los hechizos "Destrucio" son propiedad de Fox Lady, de quien soy una fan más.
A/N = Este fic es el inicio de "El anillo y la Orden del Fénix", para quienes lo están leyendo, las cosas que suceden aquí tendrán mayor sentido.
Invito a las interesadas a unirse a mi grupo : Groups.yahoo.com/group/Reino_Ayesha, donde hay muchos fics y dibujitos slasheros.
Capítulo 11: Herido
"Feel the heat below my feet / siento el calor bajo mis pies
I have to go, no time to sleep / tengo que irme, no hay tiempo de dormir
Can't believe the things you say / no puedo creer las cosas que dices
I turn my head and walk away / volteo la cabeza y me voy
You make me sick – you make me nervous/ me pones enfermo, me pones nervioso"
In my life – The Rasmus
*
Ese verano, la madre de Sirius insistió en llevar a sus hijos de vacaciones a la Riviera Francesa, y aunque Sirius no quería ir, lo obligaron. Una vez allí, se enamoró de la playa y de los centros de diversión y se entretuvo mucho convirtiéndose en perro para poner a su hermano Regulus en aprietos porque aún no le perdonaba lo que dijo de Remus.
Pero pesar de todo, seguía extrañando muchísimo a sus amigos y añoraba poder compartir esos momentos con ellos. Las travesuras las hacía pensando en lo que diría James, en cómo reiría Peter y en el rostro preocupado de Remus. En una de tantas travesuras, el comunicador que usaba para hablarle a Remus en las noches, cayó al mar y fue imposible recuperarlo.
Además, para molestar a su madre que no se cansaba de mortificarlo hablando mal de sus amigos, Sirius se comenzó a dejar el cabello largo, como había visto hacer a varios chicos franceses, claro que con eso, su madre ya no lo dejaba en paz, pero esa la única forma de abierta rebeldía que se atrevía a hacer.
Se sentía miserable.
Casi al final del verano, en la villa francesa donde vivían, recibieron la visita de Bellatrix y Rodolphus, luego de que anunciaran su compromiso a la Comunidad Mágica de Londres. Y la madre de Sirius se puso tan contenta que los invitó a cenar.
Durante la cena, Sirius apenas hablaba, pero Regulus y su madre parecían fascinados con la noticia y la señora Black no se cansaba de repetir que la familia Lestrange era una familia tan respetada como los Black o los Malfoy y que Rodolphus había hecho una excelente elección. Luego hubo varias preguntas sobre la Universidad de Altos Estudios Mágicos y el famoso Tom Ryddle y Sirius se enteró de que Lucius Malfoy, Walden Mc Nair y Ewan Rosier habían sido admitidos allí junto con un joven húngaro de apellido Karkarov, y el resto de la cena transcurrió entre reproches de la madre de Sirius porque sólo los Slytherin iban a la Universidad de Ryddle y él, para vergüenza de la familia, estaba en Gryffindor.
Sirius optó por no replicar, no quería que su madre lo avergonzara más delante del cretino de Rodolphus, ni que lo gritara como a un crío delante de Bellatrix, pero decidió irse al sentir la mano de Bellatrix en su entrepierna. Una vez en su habitación, Sirius golpeó con fuerza la pared y sólo se calmó pensando en que pronto vería a sus amigos.
Al día siguiente, vagando por la playa, conoció a una chica francesa de quince años y antes de que pasara una semana, se hicieron novios. Se llamaba Antoinnette d'Enneris y era de una familia tan aristocrática que a su madre se le olvidó importunarlo durante el resto del verano, tolerando incluso su cabello largo.
Antoinnette tenía el cabello castaño corto y unos bellos ojos color miel, que Sirius contemplaba por horas en los largos paseos que daban en la playa y por algunos días dejó de sentirse miserable y de echar de menos a sus amigos.
*
Remus se decepcionó un poco al no lograr comunicarse con Sirius, pero se mantenía en constante contacto con Peter y James y casi al final del verano recibió una invitación de David para visitar Edimburgo por un par de semanas antes de iniciar de nuevo las clases. Remus aceptó encantado.
Los padres de David eran amables y lo trataron muy bien. Esto sorprendió un poco a Remus porque eran aristócratas, aunque su experiencia con la aristocracia se limitaba a Lucius Malfoy y la familia de Sirius. El padre de David era juez en delitos de muggles contra magos y era un miembro muy respetado de la Comunidad Mágica en Edimburgo y su madre era medibruja y trabajaba en una fundación de magos para curar muggles indigentes.
Los Balfour vivían en un castillo y eso explicaba la habilidad natural de David para orientarse en Hogwarts. Remus pasó dos semanas maravillosas explorando el castillo con David y revisando la vieja biblioteca.
También conversaban interminablemente, y en una de tantas charlas, surgió el tema de Campbell.
- "¡Ese sujeto es odioso! No tiene derecho a maltratarte", dijo con firmeza Remus.
- "No lo odio en realidad", replicó suavemente David.
- "¿NO LO ODIAS?", Remus estaba sorprendido.
- "No. Es el mejor maestro de Pociones que podemos tener"
- "¡Pero es un abusivo, un maniático! ¡Mira lo que les hace a tus manos!", casi gritó Remus señalando las manos de David, donde aún se veían las cicatrices de los cardos.
David sonrió con dulzura.
- "Nuestros clanes se han odiado por siglos. Es el modo en que se espera que se comporte—"
- "Tú no te comportas así—"
- "Yo pienso que no podemos vivir siempre con ese odio, pero entiendo a Campbell. No puedo odiarlo, Remus", explicó con calma David.
Remus sonrió. No entendía pero tampoco quería juzgar a su amigo y sólo le pidió tener mucho cuidado con el profesor de Pociones.
Las vacaciones terminaron y Remus viajó junto con David a Londres, pero su amigo se quedó con James a causa de las transformaciones. Cuando Remus volvió a su casa, saltó de alegría al leer la carta de Hogwarts que le avisaba que había sido elegido prefecto. Sus padres estaban orgullosos y él no veía la hora de ponerse su insignia y de contarles a sus amigos la noticia, al día siguiente que los vería en el Callejón Diagon.
*
Sirius los encontró en el Callejón Diagon, como ya se les había hecho costumbre. Le pareció un poco extraño encontrar a David con sus tres amigos, pero los saludó amistosamente a todos.
- "¡Hola Moony!", dijo cuando llegó el turno de saludar a Remus, y le revolvió el cabello porque adoraba ver cómo los ojos dorados lanzaban chispas.
Pero Remus no le reclamó, sino que lo miró asombrado.
- "¿Qué le pasó a tu cabello?"
Sirius, que no se había cortado el cabello en todo el verano, lo tenía un poco largo, y atado con una tira de cuero, con cabellos sueltos cayéndole sobre el rostro dándole un efecto decididamente sexy.
- "Mi madre me atormenta con eso, Moony. No hagas tú lo mismo", fue la respuesta.
- "¡Soy prefecto!", exclamó de pronto Remus con alegría. James y Peter ya lo habían felicitado y se habían puesto muy contentos aunque ellos no fueron elegidos, por eso le sorprendió la reacción de Sirius.
- "Ahh, felicidades", dijo palmeándole el hombro con poco entusiasmo y la sonrisa se marchitó en los labios de Remus, "¡Les tengo novedades! Tengo una novia francesa y a ella le encanta como soy yo", anunció triunfalmente.
Al instante fue interrogado por James y Peter mientras se dirigían a Florean&Fortescue. Remus permanecía callado y ni siquiera lo animó el helado de chocolate que Peter le compró. Se sentaron en una de las mesas mientras Sirius seguía contando lo bella que era Antoinnette, lo hermoso de sus ojos y su cabello. Sacó una fotografía, que fue examinada por James, que alzó las cejas asombrado.
- "Se parece a Moony", fue todo lo que dijo al devolverla.
Peter y David estallaron en carcajadas y Remus miró a otro lado mientras Sirius se ponía de un rojo intenso.
- "¡Ehh, Remus!", exclamó alegremente Lily Evans, acercándose de la mano de su novio. "Los nuevos prefectos estamos celebrando en aquella mesa, tú, David y Peter están invitados", dijo mirando a James por encima del hombro.
Remus dudó un poco, pero Peter y David lo arrastraron hacia la alegre y bulliciosa mesa. Sirius y James se quedaron aparentando indiferencia, pero no podían evitar mirar hacia la otra mesa, buscando a Remus y a Lily que reían alegremente.
*
El viaje en el expreso fue muy distinto a los otros viajes, porque Remus se fue al vagón de prefectos con Lily, y sus tres amigos se quedaron con David.
- "Bien, supongo que somos demasiado traviesos para ser candidatos a prefecto, ¿eh, Prongs?", dijo Sirius con algo de amargura en la voz.
- "Supongo que sí", respondió James que en ese momento tenía cosas más importantes en la que pensar, como por ejemplo, cómo deshacerse del novio de Lily Evans, que era también prefecto.
- "Remus se lo merece, estudió mucho el año pasado", dijo Peter con calor.
- "Pero Prongs y yo somos los mejores de Hogwarts, y además Remus tuvo muchos problemas de conducta, ya sabes—", replicó Sirius.
- "¡Tú no actúas como si fueras su amigo! ¡Parece que estuvieras envidioso de que él sea prefecto y tú no!", estalló David, sorprendiéndolos a todos.
Se hizo un tenso silencio. Finalmente, Sirius habló.
- "Creo que sí. Mi madre pondrá el grito en el cielo cuando se entere de que no soy prefecto", suspiró y salió a tomar un poco de aire.
- "No le hagas caso, Dave. Él es así, ya se le pasará", dijo Peter y la conversación transcurrió más tranquilamente, con las aventuras de las vacaciones.
*
Durante la cena, Sirius y Remus aún no se hablaban mucho, pero todos notaron al instante que faltaba un profesor en la mesa principal y no pudieron dejar de comentarlo en medio de la Ceremonia de Selección.
- "¿Qué le habrá pasado a White?", quiso saber James.
- "Lo habrán echado", respondió tranquilamente Sirius.
- "¿Echado? Eso no, es el mejor en DCAO", exclamó Remus.
- "Quizá se fue también a la Universidad de Ryddle", aventuró Peter.
La Universidad de Altos Estudios Mágicos estaba funcionando normalmente, a pesar de que existía una gran presión por parte de las autoridades del Ministerio de Magia para cerrarla, aunque la influencia de Phobos Malfoy era tanta que esto no se logró. Un fuerte rumor corría acerca de que la universidad era en realidad un campo de entrenamiento de asesinos, que formarían un ejército para Ryddle y pondrían en práctica sus planes de exterminio de muggles.
- "Dumbledore tiene mucha influencia también", dijo Peter, que estaba bien enterado de esos asuntos, "gracias a él se verá el asunto en el consejo que se celebrará dentro de tres meses, y allí se decidirá si se cierra o no ese lugar"
Minerva Mc Gonagall anunció el tradicional discurso del director, y Dumbledore se puso de pie.
- "Buenas noches. Quisiera dar la bienvenida a los alumnos de primer año y recordarles a todos que está estrictamente prohibido acercarse al Bosque, a menos que quieran sufrir una muerte horrible", esta frase siempre tenía impacto en los alumnos de primero, "Asimismo, el señor Filch ha incrementado la lista de objetos prohibidos, que se encuentra pegada en la puerta de su despacho"
Filch sonrió, amenazador como siempre, atemorizando a los estudiantes de primer año.
- "Y además, quisiera comunicarles que nuestro profesor de DCAO, Marius White, se encuentra de permiso temporal por tres meses, periodo en el cual será reemplazado por el profesor Nigel Campbell que ha accedido gentilmente a ayudarnos", un murmullo de desaprobación saludó las palabras del director, "Slytherin y Gryffindor seguirán compartiendo esas clases, al igual que Hufflepuff y Ravenclaw. Los horarios se encuentran en la pizarra principal. Los entreamientos de Quidditch seguirán en el horario normal. Es todo", dijo el anciano, tomando asiento al tiempo que los platos de todos se llenaban de comida.
- "¿Por qué comes eso?", exclamó Remus asombrado. En el plato de Peter había aparecido una pierna de pollo hervida y ensalada de verduras.
- "Estoy a dieta. ¡Maldición! Pensé que mi madre lo había olvidado", respondió Peter mirando nostálgico el plato de Remus, lleno de los manjares más variados.
Minerva Mc Gonagall pidió la palabra y se dirigió a ellos nuevamente.
- "Este año y para mayor comodidad de los prefectos, les hemos instalado dormitorios individuales, al final del pasillo donde están los dormitorios normales. Las cosas de todos han sido ya trasladadas y sus nombres se encuentran en la puerta"
Exclamaciones de alegría saludaron este anuncio, salvo en el caso de Remus, cuyo rostro mostraba todo menos felicidad.
- "¡Felicidades, Moony! Ya no tendrás que oír a Peter roncar", exclamó James sonriendo.
- "Y nosotros ya no tendremos que despertar a un dormilón", agregó Sirius con una falsa sonrisa que no le produjo ninguna alegría a Remus.
Luego de la cena, Remus corrió al Bosque Prohibido y llamó a Genévieve con el silbato. Había esperado todo el verano para verla, pero nadie acudió a su llamada.
Se internó hacia el sitio de los mallorns, llamándola a gritos, pero ella no apareció. Estuvo una hora esperando sentado en el bosque, hasta que se dio cuenta de lo inútil de su espera. Ella no acudiría.
Penosamente, volvió al castillo y se detuvo un momento cuando pasó por su antiguo dormitorio, donde se oían las risas de James y Peter y la voz molesta de Sirius. Estuvo tentado a entrar, pero recordó la frialdad con la que lo había tratado Sirius y caminó tristemente a su nuevo dormitorio.
*
"Times had come when you would say / los tiempos vinieron cuando dijiste
This is the one and sees the day / este es el único y mira el día
Times had come for honesty / los tiempos vinieron por honestidad
My victory is your defeat / mi victoria es tu derrota
Can't you see you've been mistaken / no puedes ver que te has equivocado?"
Sirius daba vueltas en la cama. Hacía rato que James y Peter se habían quedado dormidos, pero él no podía. A su lado, la cama vacía de Remus le recordaba lo injusto que había sido con su amigo. En vano miraba la fotografía de Antoinnette, sus ojos color miel le recordaban a Remus.
Un rayo sonó a lo lejos. Se avecinaba una tormenta.
Pero no iría a buscar a Remus, después de todo, él había preferido irse a su dormitorio de prefectos. No lo iría a buscar, quizás el dormitorio de prefectos era a prueba de tormentas. O quizás el ser prefecto lo hacía ahora inmune a las tormentas. No, no lo iría a buscar.
Diez segundos después, Sirius, en bata, se dirigía resueltamente a la habitación con el letrero "Remus J. Lupin". Abrió suavemente la puerta, y encontró el dormitorio vacío y la cama sin deshacer.
- "Claro, yo preocupándome y él seguramente está en el bosque, jugando a las escondidas con Genévieve", pensó, sintiéndose un completo idiota, mientras sus pasos lo llevaban hacia la Sala Común, porque ya no quería volver al dormitorio.
La sala estaba oscura, y Sirius tuvo que mirar bien para notar un bulto encogido en el sillón, frente al fuego apagado.
Remus.
Remus con los ojos cerrados. Temblando. Algunas lágrimas caían de sus mejillas mientras él se abrazaba las rodillas con los brazos, completamente encogido, como un bultito miserable, en el enorme sillón.
- "Moony", dijo Sirius dulcemente.
Los ojos dorados lo miraron con tristeza.
- "Ella no está en el bosque, Sirius. Y hay tormenta—", dijo con un hilo de voz.
- "Lo sé, Moony. Fui a buscarte", dijo Sirius soltando suavemente las manos que Remus mantenía obstinadamente apretando sus rodillas. "Lo siento, me porté como un idiota. No sabes el infierno que ha sido este verano con mi madre, y tenía la esperanza de que por mis calificaciones me eligieran prefecto para que me dejara en paz. Pero parece que me he metido en muchos líos y no lo merezco—", continuó con pesar.
La mano de Remus le acarició tiernamente la mejilla y apartó el cabello que le cubría la frente.
- "No digas eso, te metiste en todos esos líos por ayudarme. Yo no pedí ser prefecto, no quiero serlo si tengo que estar lejos de ustedes", dijo con dulzura.
Un fuerte trueno hizo que Remus se estremeciera.
- "Vamos a nuestro dormitorio", le pidió Sirius tomándolo de la mano para levantarlo. "no le diremos a nadie que dormirás allí, señor prefecto", y ambos se dirigieron al dormitorio.
Al día siguiente, James se encontró con sus amigos durmiendo abrazados, mejilla con mejilla. Meneó la cabeza sonriendo y volteó la foto de Antoinnette de la mesa de noche de Sirius. Luego corrió las cortinas de la cama y despertó a Peter.
*
Al terminar la clase de Transformaciones, Remus les dijo a sus amigos que los alcanzaría en el aula de DCAO y se demoró bastante en guardar sus plumas y pergaminos, hasta que no quedó nadie en el aula. La profesora Mc Gonagall lo miró intrigada.
- "Señor Lupin, ¿necesita algo?"
- "Sí, profesora. De hecho, quisiera saber si tiene unos momentos", pidió Remus algo inseguro.
Momentos después, se encontraba en le despacho de la profesora Mc Gonagall, muy pulcro y ordenado, con hermosos adornos de cristal representando animales que cambiaban de colores. Los estuvo contemplando mientras la profesora le preparaba un té y lo miraba con simpatía.
- "Dígame, señor Lupin, ¿en qué lo puedo ayudar?"
- "Estoy muy feliz de que me hayan elegido prefecto, en verdad. No me lo esperaba ni mis amigos tampoco y no quiero que me tome por ingrato por lo que voy a decirle", dijo Remus de un tirón como si hubiera estado la mitad de la noche repasando las palabras. De hecho, había pasado toda la noche repitiéndolas, incluso en sueños.
La profesora Mc Gonagall lo miró intrigada.
- "También estoy muy feliz de que hayan decidido que cada prefecto tenga su propio dormitorio, eso es muy bueno en verdad para la mayoría de prefectos", continúo Remus en el mismo tono, "el caso es que---el caso es que deben haberse equivocado conmigo, porque yo no quiero ser prefecto más".
Listo, lo había dicho. Remus respiró hondo y esperó su sentencia de muerte.
La profesora Mc Gonagall alzó las cejas.
- "Señor Lupin, su pedido es algo extraordinario, nunca antes un estudiante rechazó el cargo de prefecto. ¿Debo entender que su renuncia se debe al uso del dormitorio individual?"
Remus enrojeció violentamente.
- "Sí, profesora", respondió muy despacito, pero ella lo oyó.
- "Señor Lupin, si eso es todo, no creo que haya ningún problema. Seguirá siendo prefecto y volverá al dormitorio con sus amigos. Y si eso es también la razón de que estuviera distraído en mi clase, espero que con este arreglo, tal situación no vuelva a repetirse".
Remus no podía creerlo.
- "¿En serio? ¿Lo dice en serio?"
- "Claro, desde luego que es en serio. Vaya ahora a sus clases y pediré a los elfos domésticos que trasladen sus cosas", respondió ella sonriéndole.
Y Remus partió a toda prisa al aula de DCAO, pero llegó demasiado tarde, la puerta estaba cerrada. Llamó tímidamente.
- "Ahh, señor Lupin. Llega usted tarde. Diez puntos menos para Gryffindor, y cinco más por ser usted prefecto. Los prefectos deben dar el ejemplo y usted no es la excepción", dijo agriamente el profesor, pero a Remus no le importó, estaba muy feliz por la conversación con la profesora Mc Gonagall.
- "Vamos a practicar algunas maldiciones", explicó Campbell, "primero serán maldiciones simples, como la Maldición de Conjuntivitis, pero luego, conforme avance el curso, practicaremos algunas otras, incluidas las Maldiciones Imperdonales"
Sirius alzó la mano.
- "Profesor, tengo entendido que las maldiciones imperdonables se encuentran prohibidas", dijo con mucho aplomo, dándole a Remus una mirada triunfal que quería decir "Lo he cogido"
- "Señor Black, su sapiencia me deja admirado, debo admitirlo. Sin embargo, creo mi deber enseñar estas maldiciones ya que están en el plan de estudios aprobado por el Ministerio de Magia, debido a que está prohibido aplicarlas, mas no estudiarlas", continuó serenamente Campbell entre las risas de todos.
Al final de la clase, era claro que Campbell no les haría las cosas fáciles, y también que sabía tanto como White de Artes Oscuras. Y Sirius no le agradaba.
Severus Snape andaba solo nuevamente. Sus amigos habían terminado la escuela y sólo le quedaba Rabastan Lestrange, un año mayor que él. Severus continuaba tan taciturno como antes, desquitándose muchas veces con los chicos de años inferiores, que le tenían franco temor. Alguien observaba muy atentamente sus actitudes y movimientos, muy complacido, como cuando se espera a que un fruto madure antes de tomarlo del árbol.
Aunque a Sirius y James esto no parecía molestarles en lo más mínimo y se burlaban de él a la menor oportunidad, de modo que Severus aparecía lo menos posible en lugares públicos.
También había otras cosas de qué preocuparse. Ese año debían tomar los OWLS para ver si estaban preparados para niveles más avanzados. Sirius y James deseaban ser Aurores, Remus también pero sabía que su condición de licántropo haría imposible que lo admitieran en el Ministerio de Magia, de modo que su segunda opción era ser profesor. Y Peter quería ser Medimago, algo para lo cual necesitaba también un alto puntaje.
James diseñó un intenso programa de estudios, que incluía también las prácticas de Quidditch a las cuales los acompañaban Peter y Remus y se dedicaron a estudiar como locos, usando libros adicionales que sacaban de la Biblioteca.
Para el cumpleaños de Sirius, estaban todos estresados de tanto estudiar, de modo que James se vio obligado a incluir algunas actividades recreativas a riesgo de volverse locos. E incluyó también visitas al Bosque Prohibido. Pero para decepción de Remus, Genévieve no volvió a aparecer por mucho que la buscaron.
Sirius había recibido como regalo de Antoinnette una cadena de oro con un dije que tenía la forma de corazón partido, con el nombre de ella, y la tarjeta musical que le había enviado decía que ella tenía uno igual, con el nombre de Sirius. Y Sirius, como era natural, se la pasó una semana presumiendo en el colegio con su regalo, pero después lo olvidó y lo dejó en la ventana del baño por varios días, hasta que Remus lo encontró y lo guardó en su baúl.
*
Cuando llegó la primera transformación de Remus, los tres animagos se dispusieron a ir a Hogsmeade, pero Moony se separó de ellos y se fue rápidamente al bosque. Buscaba a la loba blanca.
Los demás lo siguieron, pero el lobo era rápido y les llevaba la delantera. Se internó en la parte del bosque que Genévieve les había prohibido por ser peligrosa, y corrió veloz, guiado por su instinto, hasta llegar a un claro.
Tres figuras de negro y con máscaras se detuvieron en seco al oír que algo se aproximaba. La figura más alta volteó en dirección al peligro blandiendo la varita.
El lobo llegó hasta ellos gruñendo amenazadoramente mientras les enseñaba los afilados colmillos.
- "Un asqueroso licántropo", dijo la figura más alta, que parecía ser el líder. La máscara le deformaba la voz.
Los otros se pusieron en posición de defensa y Moony los miró alternativamente. Luego, volvió a mirar al líder.
- "Stupefy", el hechizo lo golpeó en la cabeza y Moony voló por el aire, estrellándose contra unos arbustos, pero se recuperó enseguida y con furia redoblada se lanzó contra su atacante.
- "¡Destrucio!", un rayo rojo impactó en su pata delantera, en el punto donde ésta se unía con el tronco, y Moony lanzó un aullido de dolor.
- "Verán que este hechizo, bien empleado, es capaz de detener incluso a un licántropo enfurecido", explicó el encapuchado y apuntó de nuevo a Moony que volvía a ponerse de pie.
- "Des—", pero antes de que pudiera completar el hechizo, un enorme ciervo blanco se le echó encima, dándole una coz en el hombro que lo arrojó al suelo, mientras que un perrazo negro se paraba desafiante delante de Moony, protegiéndolo.
Uno de los acompañantes del caído avanzó.
- "Avada---¡Ahhhh!", una pequeña rata le había mordido la mano, haciendo que arroje la varita.
Y Moony, herido, corrió hacia el límite del bosque que había marcado como sus dominios. Sus amigos lo siguieron.
El encapuchado se levantó.
- "¡Vámonos!", dijo, "no podemos perder el tiempo"; y apresuradamente desaparecieron entre los árboles.
Moony llegó a una cueva, donde entró, cojeando aún y aullando bajito. Se tumbó al fondo, lamiendo su profunda herida. Prongs y Padfoot llegaron siguiendo el rastro de sangre, con Wormtail en la grupa del ciervo, pero Moony no los dejó entrar. Les gruñó amenazadoramente a cada intento de avance que hacían y continuó lamiéndose la herida.
Sus amigos esperaron a la entrada de la cueva, alertas por si se producía un nuevo ataque, y el amanecer sorprendió a los tres de pie, vigilando.
Padfoot fue el primero en recobrar su forma humana.
- "Remus", dijo entrando a la cueva y ahogó una exclamación al ver a su amigo hecho un ovillo en el piso, sobre un charco de sangre.
- "¡Oh, no!", exclamó James moviendo suavemente al herido, "perdió mucha sangre, está desmayado"
Sirius comenzó a rasgar su túnica para vendar la herida y Peter le sostuvo el cuerpo a Remus para facilitar la tarea y detener la hemorragia. El corte era tan profundo que la clavícula de Remus estaba visible.
- "Maldito el que hizo esto", exclamó con ira Sirius alzando el inconsciente cuerpo con mucho cuidado para no lastimarlo más.
El camino de vuelta fue penoso, pero Sirius no permitió que nadie más llevara a Remus. Esperaron a la entrada del bosque a que Peter trajera la capa de invisibilidad y luego llegaron a su habitación, aliviados de no haberse topado con nadie en el camino.
Sirius acostó a Remus y le quitó la venda improvisada mientras Peter ponía agua a hervir y buscaba pociones para desinfectar la herida.
Además del corte en el hobmro, agrandado con el esfuerzo de la transformación, Remus tenía una fea contusión en la frente.
- "Esto tiene muy mal aspecto, no sé si podré curarlo", dijo Peter muy preocupado mientras limpiaba la herida sin que Remus reaccionara.
- "¿Y ahora qué haremos?", preguntó Sirius, preocupado también.
- "Creo que debemos ir con la señora Pomfrey, Padfoot", dijo gravemente James, "esta herida es profunda y Remus perdió mucha sangre"
- "Pero eso significaría la expulsión", intervino Peter, "debe haber otra manera"
- "Genévieve sabría que hacer", dijo James apesadumbrado.
- "¿Y si Genévieve—y si ella hubiera sido atacada y—y—", Peter calló apenado.
- "¡No puede ser! Si a ella le pasó algo, él no lo soportaría", exclamó Sirius, "Diré que estuvo conmigo, no me importa si me expulsan, pero no lo dejaré así"
- "Todos lo diremos", dijo decididamente James y Peter asintió.
- "Bien", dijo Sirius dirigiéndose a la puerta, pero un suave gemido lo hizo volar a la cama de Remus, tocándole la frente, "tiene fiebre"
- "Ve de una vez", pidió James, "nosotros trataremos de limpiar la herida mientras traes ayuda"
Y con una última mirada a su amigo inconsciente, Sirius salió apresurado a buscar a la señora Pomfrey.
TBC
Nesimelle
Jijiji, a Sirius si que le pasan cosas...ya tiene nueva novia. Y Lucius viene con fuerza en el siguiente capítulo.
Mirmallen
David lo pasará aún peor. Y Sirius ha caido en las garras de su mamita, y ya la conocemos, poor Paddy.
Ruth
Las haditas estaban con los ojos cuadrados de ver a tantos hombres en cueros, ji ji ji…
Snapy y los demás en el próximo.
Maggie
Gracias por leer y por los ánimos.
Snivelly
En este fic no habrá trio con Sirius y Remus, pero en "El Anillo" sí que lo habrá.
Tsubasa Lupin de Black
Sipi, Genévieve es licántropa. Y David…pues ya cambiará su vida.
Me alegra que te guste "El Anillo".
Akhasa
Oops no me había dado cuenta de ese "detallito" del apellido. Luego lo corrijo.
Y me cuentas el libro de Marius, snifff, yo aun sigo con el de Armand.
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Por: Ayesha
Miembro de la Orden Siriusana
Miembro de la Orden Severusiana
Título = Entre lunas y estrellas (11/?)
Autor = Ayesha
E-mail = lg_100309@hotmail.com
Clasificación = R
Parejas = Sirius/Remus
Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
Además, los hechizos "Destrucio" son propiedad de Fox Lady, de quien soy una fan más.
A/N = Este fic es el inicio de "El anillo y la Orden del Fénix", para quienes lo están leyendo, las cosas que suceden aquí tendrán mayor sentido.
Invito a las interesadas a unirse a mi grupo : Groups.yahoo.com/group/Reino_Ayesha, donde hay muchos fics y dibujitos slasheros.
Capítulo 11: Herido
"Feel the heat below my feet / siento el calor bajo mis pies
I have to go, no time to sleep / tengo que irme, no hay tiempo de dormir
Can't believe the things you say / no puedo creer las cosas que dices
I turn my head and walk away / volteo la cabeza y me voy
You make me sick – you make me nervous/ me pones enfermo, me pones nervioso"
In my life – The Rasmus
*
Ese verano, la madre de Sirius insistió en llevar a sus hijos de vacaciones a la Riviera Francesa, y aunque Sirius no quería ir, lo obligaron. Una vez allí, se enamoró de la playa y de los centros de diversión y se entretuvo mucho convirtiéndose en perro para poner a su hermano Regulus en aprietos porque aún no le perdonaba lo que dijo de Remus.
Pero pesar de todo, seguía extrañando muchísimo a sus amigos y añoraba poder compartir esos momentos con ellos. Las travesuras las hacía pensando en lo que diría James, en cómo reiría Peter y en el rostro preocupado de Remus. En una de tantas travesuras, el comunicador que usaba para hablarle a Remus en las noches, cayó al mar y fue imposible recuperarlo.
Además, para molestar a su madre que no se cansaba de mortificarlo hablando mal de sus amigos, Sirius se comenzó a dejar el cabello largo, como había visto hacer a varios chicos franceses, claro que con eso, su madre ya no lo dejaba en paz, pero esa la única forma de abierta rebeldía que se atrevía a hacer.
Se sentía miserable.
Casi al final del verano, en la villa francesa donde vivían, recibieron la visita de Bellatrix y Rodolphus, luego de que anunciaran su compromiso a la Comunidad Mágica de Londres. Y la madre de Sirius se puso tan contenta que los invitó a cenar.
Durante la cena, Sirius apenas hablaba, pero Regulus y su madre parecían fascinados con la noticia y la señora Black no se cansaba de repetir que la familia Lestrange era una familia tan respetada como los Black o los Malfoy y que Rodolphus había hecho una excelente elección. Luego hubo varias preguntas sobre la Universidad de Altos Estudios Mágicos y el famoso Tom Ryddle y Sirius se enteró de que Lucius Malfoy, Walden Mc Nair y Ewan Rosier habían sido admitidos allí junto con un joven húngaro de apellido Karkarov, y el resto de la cena transcurrió entre reproches de la madre de Sirius porque sólo los Slytherin iban a la Universidad de Ryddle y él, para vergüenza de la familia, estaba en Gryffindor.
Sirius optó por no replicar, no quería que su madre lo avergonzara más delante del cretino de Rodolphus, ni que lo gritara como a un crío delante de Bellatrix, pero decidió irse al sentir la mano de Bellatrix en su entrepierna. Una vez en su habitación, Sirius golpeó con fuerza la pared y sólo se calmó pensando en que pronto vería a sus amigos.
Al día siguiente, vagando por la playa, conoció a una chica francesa de quince años y antes de que pasara una semana, se hicieron novios. Se llamaba Antoinnette d'Enneris y era de una familia tan aristocrática que a su madre se le olvidó importunarlo durante el resto del verano, tolerando incluso su cabello largo.
Antoinnette tenía el cabello castaño corto y unos bellos ojos color miel, que Sirius contemplaba por horas en los largos paseos que daban en la playa y por algunos días dejó de sentirse miserable y de echar de menos a sus amigos.
*
Remus se decepcionó un poco al no lograr comunicarse con Sirius, pero se mantenía en constante contacto con Peter y James y casi al final del verano recibió una invitación de David para visitar Edimburgo por un par de semanas antes de iniciar de nuevo las clases. Remus aceptó encantado.
Los padres de David eran amables y lo trataron muy bien. Esto sorprendió un poco a Remus porque eran aristócratas, aunque su experiencia con la aristocracia se limitaba a Lucius Malfoy y la familia de Sirius. El padre de David era juez en delitos de muggles contra magos y era un miembro muy respetado de la Comunidad Mágica en Edimburgo y su madre era medibruja y trabajaba en una fundación de magos para curar muggles indigentes.
Los Balfour vivían en un castillo y eso explicaba la habilidad natural de David para orientarse en Hogwarts. Remus pasó dos semanas maravillosas explorando el castillo con David y revisando la vieja biblioteca.
También conversaban interminablemente, y en una de tantas charlas, surgió el tema de Campbell.
- "¡Ese sujeto es odioso! No tiene derecho a maltratarte", dijo con firmeza Remus.
- "No lo odio en realidad", replicó suavemente David.
- "¿NO LO ODIAS?", Remus estaba sorprendido.
- "No. Es el mejor maestro de Pociones que podemos tener"
- "¡Pero es un abusivo, un maniático! ¡Mira lo que les hace a tus manos!", casi gritó Remus señalando las manos de David, donde aún se veían las cicatrices de los cardos.
David sonrió con dulzura.
- "Nuestros clanes se han odiado por siglos. Es el modo en que se espera que se comporte—"
- "Tú no te comportas así—"
- "Yo pienso que no podemos vivir siempre con ese odio, pero entiendo a Campbell. No puedo odiarlo, Remus", explicó con calma David.
Remus sonrió. No entendía pero tampoco quería juzgar a su amigo y sólo le pidió tener mucho cuidado con el profesor de Pociones.
Las vacaciones terminaron y Remus viajó junto con David a Londres, pero su amigo se quedó con James a causa de las transformaciones. Cuando Remus volvió a su casa, saltó de alegría al leer la carta de Hogwarts que le avisaba que había sido elegido prefecto. Sus padres estaban orgullosos y él no veía la hora de ponerse su insignia y de contarles a sus amigos la noticia, al día siguiente que los vería en el Callejón Diagon.
*
Sirius los encontró en el Callejón Diagon, como ya se les había hecho costumbre. Le pareció un poco extraño encontrar a David con sus tres amigos, pero los saludó amistosamente a todos.
- "¡Hola Moony!", dijo cuando llegó el turno de saludar a Remus, y le revolvió el cabello porque adoraba ver cómo los ojos dorados lanzaban chispas.
Pero Remus no le reclamó, sino que lo miró asombrado.
- "¿Qué le pasó a tu cabello?"
Sirius, que no se había cortado el cabello en todo el verano, lo tenía un poco largo, y atado con una tira de cuero, con cabellos sueltos cayéndole sobre el rostro dándole un efecto decididamente sexy.
- "Mi madre me atormenta con eso, Moony. No hagas tú lo mismo", fue la respuesta.
- "¡Soy prefecto!", exclamó de pronto Remus con alegría. James y Peter ya lo habían felicitado y se habían puesto muy contentos aunque ellos no fueron elegidos, por eso le sorprendió la reacción de Sirius.
- "Ahh, felicidades", dijo palmeándole el hombro con poco entusiasmo y la sonrisa se marchitó en los labios de Remus, "¡Les tengo novedades! Tengo una novia francesa y a ella le encanta como soy yo", anunció triunfalmente.
Al instante fue interrogado por James y Peter mientras se dirigían a Florean&Fortescue. Remus permanecía callado y ni siquiera lo animó el helado de chocolate que Peter le compró. Se sentaron en una de las mesas mientras Sirius seguía contando lo bella que era Antoinnette, lo hermoso de sus ojos y su cabello. Sacó una fotografía, que fue examinada por James, que alzó las cejas asombrado.
- "Se parece a Moony", fue todo lo que dijo al devolverla.
Peter y David estallaron en carcajadas y Remus miró a otro lado mientras Sirius se ponía de un rojo intenso.
- "¡Ehh, Remus!", exclamó alegremente Lily Evans, acercándose de la mano de su novio. "Los nuevos prefectos estamos celebrando en aquella mesa, tú, David y Peter están invitados", dijo mirando a James por encima del hombro.
Remus dudó un poco, pero Peter y David lo arrastraron hacia la alegre y bulliciosa mesa. Sirius y James se quedaron aparentando indiferencia, pero no podían evitar mirar hacia la otra mesa, buscando a Remus y a Lily que reían alegremente.
*
El viaje en el expreso fue muy distinto a los otros viajes, porque Remus se fue al vagón de prefectos con Lily, y sus tres amigos se quedaron con David.
- "Bien, supongo que somos demasiado traviesos para ser candidatos a prefecto, ¿eh, Prongs?", dijo Sirius con algo de amargura en la voz.
- "Supongo que sí", respondió James que en ese momento tenía cosas más importantes en la que pensar, como por ejemplo, cómo deshacerse del novio de Lily Evans, que era también prefecto.
- "Remus se lo merece, estudió mucho el año pasado", dijo Peter con calor.
- "Pero Prongs y yo somos los mejores de Hogwarts, y además Remus tuvo muchos problemas de conducta, ya sabes—", replicó Sirius.
- "¡Tú no actúas como si fueras su amigo! ¡Parece que estuvieras envidioso de que él sea prefecto y tú no!", estalló David, sorprendiéndolos a todos.
Se hizo un tenso silencio. Finalmente, Sirius habló.
- "Creo que sí. Mi madre pondrá el grito en el cielo cuando se entere de que no soy prefecto", suspiró y salió a tomar un poco de aire.
- "No le hagas caso, Dave. Él es así, ya se le pasará", dijo Peter y la conversación transcurrió más tranquilamente, con las aventuras de las vacaciones.
*
Durante la cena, Sirius y Remus aún no se hablaban mucho, pero todos notaron al instante que faltaba un profesor en la mesa principal y no pudieron dejar de comentarlo en medio de la Ceremonia de Selección.
- "¿Qué le habrá pasado a White?", quiso saber James.
- "Lo habrán echado", respondió tranquilamente Sirius.
- "¿Echado? Eso no, es el mejor en DCAO", exclamó Remus.
- "Quizá se fue también a la Universidad de Ryddle", aventuró Peter.
La Universidad de Altos Estudios Mágicos estaba funcionando normalmente, a pesar de que existía una gran presión por parte de las autoridades del Ministerio de Magia para cerrarla, aunque la influencia de Phobos Malfoy era tanta que esto no se logró. Un fuerte rumor corría acerca de que la universidad era en realidad un campo de entrenamiento de asesinos, que formarían un ejército para Ryddle y pondrían en práctica sus planes de exterminio de muggles.
- "Dumbledore tiene mucha influencia también", dijo Peter, que estaba bien enterado de esos asuntos, "gracias a él se verá el asunto en el consejo que se celebrará dentro de tres meses, y allí se decidirá si se cierra o no ese lugar"
Minerva Mc Gonagall anunció el tradicional discurso del director, y Dumbledore se puso de pie.
- "Buenas noches. Quisiera dar la bienvenida a los alumnos de primer año y recordarles a todos que está estrictamente prohibido acercarse al Bosque, a menos que quieran sufrir una muerte horrible", esta frase siempre tenía impacto en los alumnos de primero, "Asimismo, el señor Filch ha incrementado la lista de objetos prohibidos, que se encuentra pegada en la puerta de su despacho"
Filch sonrió, amenazador como siempre, atemorizando a los estudiantes de primer año.
- "Y además, quisiera comunicarles que nuestro profesor de DCAO, Marius White, se encuentra de permiso temporal por tres meses, periodo en el cual será reemplazado por el profesor Nigel Campbell que ha accedido gentilmente a ayudarnos", un murmullo de desaprobación saludó las palabras del director, "Slytherin y Gryffindor seguirán compartiendo esas clases, al igual que Hufflepuff y Ravenclaw. Los horarios se encuentran en la pizarra principal. Los entreamientos de Quidditch seguirán en el horario normal. Es todo", dijo el anciano, tomando asiento al tiempo que los platos de todos se llenaban de comida.
- "¿Por qué comes eso?", exclamó Remus asombrado. En el plato de Peter había aparecido una pierna de pollo hervida y ensalada de verduras.
- "Estoy a dieta. ¡Maldición! Pensé que mi madre lo había olvidado", respondió Peter mirando nostálgico el plato de Remus, lleno de los manjares más variados.
Minerva Mc Gonagall pidió la palabra y se dirigió a ellos nuevamente.
- "Este año y para mayor comodidad de los prefectos, les hemos instalado dormitorios individuales, al final del pasillo donde están los dormitorios normales. Las cosas de todos han sido ya trasladadas y sus nombres se encuentran en la puerta"
Exclamaciones de alegría saludaron este anuncio, salvo en el caso de Remus, cuyo rostro mostraba todo menos felicidad.
- "¡Felicidades, Moony! Ya no tendrás que oír a Peter roncar", exclamó James sonriendo.
- "Y nosotros ya no tendremos que despertar a un dormilón", agregó Sirius con una falsa sonrisa que no le produjo ninguna alegría a Remus.
Luego de la cena, Remus corrió al Bosque Prohibido y llamó a Genévieve con el silbato. Había esperado todo el verano para verla, pero nadie acudió a su llamada.
Se internó hacia el sitio de los mallorns, llamándola a gritos, pero ella no apareció. Estuvo una hora esperando sentado en el bosque, hasta que se dio cuenta de lo inútil de su espera. Ella no acudiría.
Penosamente, volvió al castillo y se detuvo un momento cuando pasó por su antiguo dormitorio, donde se oían las risas de James y Peter y la voz molesta de Sirius. Estuvo tentado a entrar, pero recordó la frialdad con la que lo había tratado Sirius y caminó tristemente a su nuevo dormitorio.
*
"Times had come when you would say / los tiempos vinieron cuando dijiste
This is the one and sees the day / este es el único y mira el día
Times had come for honesty / los tiempos vinieron por honestidad
My victory is your defeat / mi victoria es tu derrota
Can't you see you've been mistaken / no puedes ver que te has equivocado?"
Sirius daba vueltas en la cama. Hacía rato que James y Peter se habían quedado dormidos, pero él no podía. A su lado, la cama vacía de Remus le recordaba lo injusto que había sido con su amigo. En vano miraba la fotografía de Antoinnette, sus ojos color miel le recordaban a Remus.
Un rayo sonó a lo lejos. Se avecinaba una tormenta.
Pero no iría a buscar a Remus, después de todo, él había preferido irse a su dormitorio de prefectos. No lo iría a buscar, quizás el dormitorio de prefectos era a prueba de tormentas. O quizás el ser prefecto lo hacía ahora inmune a las tormentas. No, no lo iría a buscar.
Diez segundos después, Sirius, en bata, se dirigía resueltamente a la habitación con el letrero "Remus J. Lupin". Abrió suavemente la puerta, y encontró el dormitorio vacío y la cama sin deshacer.
- "Claro, yo preocupándome y él seguramente está en el bosque, jugando a las escondidas con Genévieve", pensó, sintiéndose un completo idiota, mientras sus pasos lo llevaban hacia la Sala Común, porque ya no quería volver al dormitorio.
La sala estaba oscura, y Sirius tuvo que mirar bien para notar un bulto encogido en el sillón, frente al fuego apagado.
Remus.
Remus con los ojos cerrados. Temblando. Algunas lágrimas caían de sus mejillas mientras él se abrazaba las rodillas con los brazos, completamente encogido, como un bultito miserable, en el enorme sillón.
- "Moony", dijo Sirius dulcemente.
Los ojos dorados lo miraron con tristeza.
- "Ella no está en el bosque, Sirius. Y hay tormenta—", dijo con un hilo de voz.
- "Lo sé, Moony. Fui a buscarte", dijo Sirius soltando suavemente las manos que Remus mantenía obstinadamente apretando sus rodillas. "Lo siento, me porté como un idiota. No sabes el infierno que ha sido este verano con mi madre, y tenía la esperanza de que por mis calificaciones me eligieran prefecto para que me dejara en paz. Pero parece que me he metido en muchos líos y no lo merezco—", continuó con pesar.
La mano de Remus le acarició tiernamente la mejilla y apartó el cabello que le cubría la frente.
- "No digas eso, te metiste en todos esos líos por ayudarme. Yo no pedí ser prefecto, no quiero serlo si tengo que estar lejos de ustedes", dijo con dulzura.
Un fuerte trueno hizo que Remus se estremeciera.
- "Vamos a nuestro dormitorio", le pidió Sirius tomándolo de la mano para levantarlo. "no le diremos a nadie que dormirás allí, señor prefecto", y ambos se dirigieron al dormitorio.
Al día siguiente, James se encontró con sus amigos durmiendo abrazados, mejilla con mejilla. Meneó la cabeza sonriendo y volteó la foto de Antoinnette de la mesa de noche de Sirius. Luego corrió las cortinas de la cama y despertó a Peter.
*
Al terminar la clase de Transformaciones, Remus les dijo a sus amigos que los alcanzaría en el aula de DCAO y se demoró bastante en guardar sus plumas y pergaminos, hasta que no quedó nadie en el aula. La profesora Mc Gonagall lo miró intrigada.
- "Señor Lupin, ¿necesita algo?"
- "Sí, profesora. De hecho, quisiera saber si tiene unos momentos", pidió Remus algo inseguro.
Momentos después, se encontraba en le despacho de la profesora Mc Gonagall, muy pulcro y ordenado, con hermosos adornos de cristal representando animales que cambiaban de colores. Los estuvo contemplando mientras la profesora le preparaba un té y lo miraba con simpatía.
- "Dígame, señor Lupin, ¿en qué lo puedo ayudar?"
- "Estoy muy feliz de que me hayan elegido prefecto, en verdad. No me lo esperaba ni mis amigos tampoco y no quiero que me tome por ingrato por lo que voy a decirle", dijo Remus de un tirón como si hubiera estado la mitad de la noche repasando las palabras. De hecho, había pasado toda la noche repitiéndolas, incluso en sueños.
La profesora Mc Gonagall lo miró intrigada.
- "También estoy muy feliz de que hayan decidido que cada prefecto tenga su propio dormitorio, eso es muy bueno en verdad para la mayoría de prefectos", continúo Remus en el mismo tono, "el caso es que---el caso es que deben haberse equivocado conmigo, porque yo no quiero ser prefecto más".
Listo, lo había dicho. Remus respiró hondo y esperó su sentencia de muerte.
La profesora Mc Gonagall alzó las cejas.
- "Señor Lupin, su pedido es algo extraordinario, nunca antes un estudiante rechazó el cargo de prefecto. ¿Debo entender que su renuncia se debe al uso del dormitorio individual?"
Remus enrojeció violentamente.
- "Sí, profesora", respondió muy despacito, pero ella lo oyó.
- "Señor Lupin, si eso es todo, no creo que haya ningún problema. Seguirá siendo prefecto y volverá al dormitorio con sus amigos. Y si eso es también la razón de que estuviera distraído en mi clase, espero que con este arreglo, tal situación no vuelva a repetirse".
Remus no podía creerlo.
- "¿En serio? ¿Lo dice en serio?"
- "Claro, desde luego que es en serio. Vaya ahora a sus clases y pediré a los elfos domésticos que trasladen sus cosas", respondió ella sonriéndole.
Y Remus partió a toda prisa al aula de DCAO, pero llegó demasiado tarde, la puerta estaba cerrada. Llamó tímidamente.
- "Ahh, señor Lupin. Llega usted tarde. Diez puntos menos para Gryffindor, y cinco más por ser usted prefecto. Los prefectos deben dar el ejemplo y usted no es la excepción", dijo agriamente el profesor, pero a Remus no le importó, estaba muy feliz por la conversación con la profesora Mc Gonagall.
- "Vamos a practicar algunas maldiciones", explicó Campbell, "primero serán maldiciones simples, como la Maldición de Conjuntivitis, pero luego, conforme avance el curso, practicaremos algunas otras, incluidas las Maldiciones Imperdonales"
Sirius alzó la mano.
- "Profesor, tengo entendido que las maldiciones imperdonables se encuentran prohibidas", dijo con mucho aplomo, dándole a Remus una mirada triunfal que quería decir "Lo he cogido"
- "Señor Black, su sapiencia me deja admirado, debo admitirlo. Sin embargo, creo mi deber enseñar estas maldiciones ya que están en el plan de estudios aprobado por el Ministerio de Magia, debido a que está prohibido aplicarlas, mas no estudiarlas", continuó serenamente Campbell entre las risas de todos.
Al final de la clase, era claro que Campbell no les haría las cosas fáciles, y también que sabía tanto como White de Artes Oscuras. Y Sirius no le agradaba.
Severus Snape andaba solo nuevamente. Sus amigos habían terminado la escuela y sólo le quedaba Rabastan Lestrange, un año mayor que él. Severus continuaba tan taciturno como antes, desquitándose muchas veces con los chicos de años inferiores, que le tenían franco temor. Alguien observaba muy atentamente sus actitudes y movimientos, muy complacido, como cuando se espera a que un fruto madure antes de tomarlo del árbol.
Aunque a Sirius y James esto no parecía molestarles en lo más mínimo y se burlaban de él a la menor oportunidad, de modo que Severus aparecía lo menos posible en lugares públicos.
También había otras cosas de qué preocuparse. Ese año debían tomar los OWLS para ver si estaban preparados para niveles más avanzados. Sirius y James deseaban ser Aurores, Remus también pero sabía que su condición de licántropo haría imposible que lo admitieran en el Ministerio de Magia, de modo que su segunda opción era ser profesor. Y Peter quería ser Medimago, algo para lo cual necesitaba también un alto puntaje.
James diseñó un intenso programa de estudios, que incluía también las prácticas de Quidditch a las cuales los acompañaban Peter y Remus y se dedicaron a estudiar como locos, usando libros adicionales que sacaban de la Biblioteca.
Para el cumpleaños de Sirius, estaban todos estresados de tanto estudiar, de modo que James se vio obligado a incluir algunas actividades recreativas a riesgo de volverse locos. E incluyó también visitas al Bosque Prohibido. Pero para decepción de Remus, Genévieve no volvió a aparecer por mucho que la buscaron.
Sirius había recibido como regalo de Antoinnette una cadena de oro con un dije que tenía la forma de corazón partido, con el nombre de ella, y la tarjeta musical que le había enviado decía que ella tenía uno igual, con el nombre de Sirius. Y Sirius, como era natural, se la pasó una semana presumiendo en el colegio con su regalo, pero después lo olvidó y lo dejó en la ventana del baño por varios días, hasta que Remus lo encontró y lo guardó en su baúl.
*
Cuando llegó la primera transformación de Remus, los tres animagos se dispusieron a ir a Hogsmeade, pero Moony se separó de ellos y se fue rápidamente al bosque. Buscaba a la loba blanca.
Los demás lo siguieron, pero el lobo era rápido y les llevaba la delantera. Se internó en la parte del bosque que Genévieve les había prohibido por ser peligrosa, y corrió veloz, guiado por su instinto, hasta llegar a un claro.
Tres figuras de negro y con máscaras se detuvieron en seco al oír que algo se aproximaba. La figura más alta volteó en dirección al peligro blandiendo la varita.
El lobo llegó hasta ellos gruñendo amenazadoramente mientras les enseñaba los afilados colmillos.
- "Un asqueroso licántropo", dijo la figura más alta, que parecía ser el líder. La máscara le deformaba la voz.
Los otros se pusieron en posición de defensa y Moony los miró alternativamente. Luego, volvió a mirar al líder.
- "Stupefy", el hechizo lo golpeó en la cabeza y Moony voló por el aire, estrellándose contra unos arbustos, pero se recuperó enseguida y con furia redoblada se lanzó contra su atacante.
- "¡Destrucio!", un rayo rojo impactó en su pata delantera, en el punto donde ésta se unía con el tronco, y Moony lanzó un aullido de dolor.
- "Verán que este hechizo, bien empleado, es capaz de detener incluso a un licántropo enfurecido", explicó el encapuchado y apuntó de nuevo a Moony que volvía a ponerse de pie.
- "Des—", pero antes de que pudiera completar el hechizo, un enorme ciervo blanco se le echó encima, dándole una coz en el hombro que lo arrojó al suelo, mientras que un perrazo negro se paraba desafiante delante de Moony, protegiéndolo.
Uno de los acompañantes del caído avanzó.
- "Avada---¡Ahhhh!", una pequeña rata le había mordido la mano, haciendo que arroje la varita.
Y Moony, herido, corrió hacia el límite del bosque que había marcado como sus dominios. Sus amigos lo siguieron.
El encapuchado se levantó.
- "¡Vámonos!", dijo, "no podemos perder el tiempo"; y apresuradamente desaparecieron entre los árboles.
Moony llegó a una cueva, donde entró, cojeando aún y aullando bajito. Se tumbó al fondo, lamiendo su profunda herida. Prongs y Padfoot llegaron siguiendo el rastro de sangre, con Wormtail en la grupa del ciervo, pero Moony no los dejó entrar. Les gruñó amenazadoramente a cada intento de avance que hacían y continuó lamiéndose la herida.
Sus amigos esperaron a la entrada de la cueva, alertas por si se producía un nuevo ataque, y el amanecer sorprendió a los tres de pie, vigilando.
Padfoot fue el primero en recobrar su forma humana.
- "Remus", dijo entrando a la cueva y ahogó una exclamación al ver a su amigo hecho un ovillo en el piso, sobre un charco de sangre.
- "¡Oh, no!", exclamó James moviendo suavemente al herido, "perdió mucha sangre, está desmayado"
Sirius comenzó a rasgar su túnica para vendar la herida y Peter le sostuvo el cuerpo a Remus para facilitar la tarea y detener la hemorragia. El corte era tan profundo que la clavícula de Remus estaba visible.
- "Maldito el que hizo esto", exclamó con ira Sirius alzando el inconsciente cuerpo con mucho cuidado para no lastimarlo más.
El camino de vuelta fue penoso, pero Sirius no permitió que nadie más llevara a Remus. Esperaron a la entrada del bosque a que Peter trajera la capa de invisibilidad y luego llegaron a su habitación, aliviados de no haberse topado con nadie en el camino.
Sirius acostó a Remus y le quitó la venda improvisada mientras Peter ponía agua a hervir y buscaba pociones para desinfectar la herida.
Además del corte en el hobmro, agrandado con el esfuerzo de la transformación, Remus tenía una fea contusión en la frente.
- "Esto tiene muy mal aspecto, no sé si podré curarlo", dijo Peter muy preocupado mientras limpiaba la herida sin que Remus reaccionara.
- "¿Y ahora qué haremos?", preguntó Sirius, preocupado también.
- "Creo que debemos ir con la señora Pomfrey, Padfoot", dijo gravemente James, "esta herida es profunda y Remus perdió mucha sangre"
- "Pero eso significaría la expulsión", intervino Peter, "debe haber otra manera"
- "Genévieve sabría que hacer", dijo James apesadumbrado.
- "¿Y si Genévieve—y si ella hubiera sido atacada y—y—", Peter calló apenado.
- "¡No puede ser! Si a ella le pasó algo, él no lo soportaría", exclamó Sirius, "Diré que estuvo conmigo, no me importa si me expulsan, pero no lo dejaré así"
- "Todos lo diremos", dijo decididamente James y Peter asintió.
- "Bien", dijo Sirius dirigiéndose a la puerta, pero un suave gemido lo hizo volar a la cama de Remus, tocándole la frente, "tiene fiebre"
- "Ve de una vez", pidió James, "nosotros trataremos de limpiar la herida mientras traes ayuda"
Y con una última mirada a su amigo inconsciente, Sirius salió apresurado a buscar a la señora Pomfrey.
TBC
Nesimelle
Jijiji, a Sirius si que le pasan cosas...ya tiene nueva novia. Y Lucius viene con fuerza en el siguiente capítulo.
Mirmallen
David lo pasará aún peor. Y Sirius ha caido en las garras de su mamita, y ya la conocemos, poor Paddy.
Ruth
Las haditas estaban con los ojos cuadrados de ver a tantos hombres en cueros, ji ji ji…
Snapy y los demás en el próximo.
Maggie
Gracias por leer y por los ánimos.
Snivelly
En este fic no habrá trio con Sirius y Remus, pero en "El Anillo" sí que lo habrá.
Tsubasa Lupin de Black
Sipi, Genévieve es licántropa. Y David…pues ya cambiará su vida.
Me alegra que te guste "El Anillo".
Akhasa
Oops no me había dado cuenta de ese "detallito" del apellido. Luego lo corrijo.
Y me cuentas el libro de Marius, snifff, yo aun sigo con el de Armand.
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