Entre lunas y estrellas

Por: Ayesha

Miembro de la Orden Severusiana

Groups.yahoo.com/group/Reino_Ayesha

Título = Entre lunas y estrellas (13/?)

Autor = Ayesha

E-mail = lg_100309@hotmail.com

Clasificación = R

Parejas = Sirius/Remus

Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.

A/N = LEMON doble. Están advertidas. Capítulo de cierto voltaje, menores abstenerse.

Capítulo 13 Pasión

"Finally recover and the mood is right / finalmente recuperado y de buen humor

looking up into a neon sky / mirando hacia un cielo neón

child in me takes over, / el niño en mi toma su lugar

guess it's been too long / creo que ha pasado demasiado tiempo

since the last time that i tried to fly / desde la última vez que traté de volar"

Body Crumbles – Dry Cell

*

Al día siguiente muy temprano, James despertó a Remus, que se revolvió perezozo en la cama, pero se sentó al ver la expresión de su amigo.

- "Tengo algo que decirles", dijo James muy serio, "Ayer en mi detención dejé olvidado un libro en el despacho de White, y regresé allí como a las doce, luego de que Moony volvió con mi capa y –"

- "¿Moony salió?", saltó Sirius.

- "Sí, Padfoot. Déjame hablar primero, es importante", respondió James. Sirius asintió, "El caso es que tomé la capa y la navaja de Sirius y me fui al despacho de White. Entré sin dificultad, estaba vacío, pero había luz y sus cosas estaban aún sobre el escritorio. Tomé mi libro y me disponía a salir cuando llegó White y se puso a buscar algo frenéticamente. Por dos veces estuvo a punto de atropellarme. Luego, metió la cabeza por la chimenea y llamó a Stoker, que no tardó en aparecer. Hablaron de algo que White había traído de su viaje y que se había perdido. White decía que al fin y al cabo no era más que un arbusto marchito, pero Stoker dijo que era muy peligroso, pues provenía de una zona donde cayó un meteorito. Conversaron en voz baja y luego, White dijo que deberían ir a decírselo a Dumbledore y allí se fueron. Aproveché para escaparme", James hizo una pausa para tomar aire, "Esto no me gusta, debieron ver la cara de Stoker, estaba muy asustado".

- "¿Asustado por una planta perdida?", Sirius estaba incrédulo.

- "Por lo que dijo, era algo más que una simple planta perdida", insistió James.

- "¿Dónde esconder un arbusto perdido? ¡En un bosque!", exclamó Peter en son de burla, pero James exclamó:

- "¡Eso es! Está en el bosque. Sólo hay que buscar---"

- "¿ESTAS LOCO? Debe haber varios millones de plantas allí y ni siquiera sabes qué aspecto tiene", dijo Sirius.

- "Bien. Puede no interesarles, pero yo investigaré", dijo James con determinación.

Remus suspiró. Cuando a James se le metía una idea entre ceja y ceja, no la dejaba fácilmente. Sólo esperó no meterse en más problemas.

- "¿A dónde fuiste anoche, Moony?", la pregunta lo pilló de sorpresa.

- "A ver a Genévieve", respondió Remus, poniéndose rojo al recordar el beso y su sueño.

Sirius lo miró con suspicacia y luego salió dando un portazo.

*

Había gran expectativa en torno al club de duelo. Dumbledore había dispuesto un enorme salón vacío para que funcionara allí. Las paredes estaban cubiertas de elegantes tapices representando duelos de magos, y también se exhibían allí los escudos y espadas de las cuatro casas de Hogwarts.

El piso estaba alfombrado, con una alfombra rojo oscuro, como la sangre. Y en el centro del salón, se alzaba un estrado circular bastante amplio, tapizado de rojo también. En ese lugar se llevarían a cabo las demostraciones y los duelos.

- "Bienvenidos al Club de Duelo", dijo Marius White, vestido con una túnica diferente, larga y blanca, que hacía que sus cabellos lanzaran destellos plateados.

Majestuoso.

Esa fue la primera palabra que se le ocurrió a Remus apenas lo vio.

Junto a él, apareció Nigel Campbell, que por una vez había dejado su eterna túnica escocesa, para lucir vestimenta similar a la de White, pero en color negro. Era casi tan alto como White y se veía imponente.

- "Hoy haremos una exhibición de un duelo de magos", continuó White, "por eso he pedido al profesor Campbell que me ayude. Las clases prácticas comenzarán pasado mañana"

El salón estaba lleno, incluso algunos alumnos de tercer y cuarto año se habían acercado a mirar y White les permitió pasar.

- "En un duelo de magos, los oponentes deben hacer gala de destreza física y mental, al lanzar, esquivar y bloquear hechizos", intervino Campbell. "Antes se practicaban con espadas además de varitas, como pueden ver en los tapices que adornan las paredes"

- "Vamos a empezar", dijo White, subiendo ágilmente al estrado. "Lo primero es el saludo. Luego, a la cuenta de tres, el duelo empieza"

Y uniendo la acción con la palabra, se inclinó ceremoniosamente, siendo imitado por Campbell, y a una señal, ambos desenfundaron las varitas.

- "¡Expelliarmus!", gritó Campbell, pero White fue más veloz y esquivó el hechizo.

- "¡Stupefy!", gritó a su vez White y Campbell se agachó justo a tiempo, haciendo que el hechizo golpeara en la pared.

Continuaron lanzando y esquivando hechizos por largo rato, haciendo una pausa para despojarse de sus túnicas. Alguien junto a Remus contuvo el aliento al ver a Campbell en un ceñido traje de duelista color negro.

David.

David tenía una mirada extraña y no apartaba los ojos de Campbell que se movía con la agilidad de una pantera, contrastando contra White, que, vestido de blanco y con el cabello suelto y brillante, parecía un ángel vengador.

Luz y oscuridad, fue lo que pensó Remus, y apretó los puños al ver a Campbell atontar a White con un Stupefy que lo arrojó al suelo. Pero White se puso de pie velozmente y lanzó un Impedimenta, que no pudo ser bloqueado a tiempo por Campbell, que quedó momentáneamente paralizado. Luego White le lanzó un Expelliarmus y cazó la varita de su oponente en el aire.

El vencedor se inclinó ante el público que aplaudía rabiosamente y devolvió la varita a Campbell que, derrotado, tenía una cara de muy pocos amigos.

Ambos se inclinaron de nuevo.

- "Esta demostración usó hechizos básicos. En un duelo real, hay otros hechizos más peligrosos que deberán aprender a bloquear", dijo White, arrancando más exclamaciones de asombro. "El profesor Campbell era uno de los mejores duelistas en sus años de estudiante. Y debo reconocer que aún lo es"

Campbell le dedicó una sonrisa seca.

Más murmullos intrigados y luego la clase finalizó. Sólo David se quedó parado mirando el estrado, en el cual imaginaba aún a los dos duelistas.

*

Esa noche, la cita de los tres amigos no pudo ir mejor. Al final de la velada, Remus tenía a su primera novia y Sirius, que intentaba aparentar normalidad, casi se pone frenético cuando vio a Karen y Remus besarse en un apartado oscuro de "Las tres escobas".

Y Remus no parecía en absoluto inexperto.

- "Padfoot, cierra la boca", dijo James dándole un codazo, "parece que Moony aprende de prisa"

- "Sí", respondió el aludido, y no parecía complacido con este descubrimiento, pero Lydia le estaba diciendo algo acerca de su cabello largo y su atención se desvió hacia su acompañante, aunque no dejaba de dar miradas furtivas a Remus, que había preferido una mesa privada donde poder charlar tranquilamente con Karen, y eso era lo que estaba haciendo, mientras la tomaba de la mano.

Pero sus ojos vagaban ocasionalmente hacia la mesa de Sirius y James.

Sus amigos parecían estar en su elemento. Unas cervezas de mantequilla, muchas bromas y conversación insustancial, como de qué color sería la ropa interior de Snivellus o si sería cierto que cuando nació, su madre lo arrojó a la chimenea, por feo, y por eso le quedó así la nariz. Las chicas reían y poco a poco iban entrando en más confianza, hasta que luego venían las agarraditas de mano y las caricias en el rostro. Y después, los besos.

Con Remus no había sucedido así. En parte porque no le parecía correcto burlarse de ese modo de Severus, y en parte porque se sentía un poco incómodo con Sirius a su lado. De modo que cuando Karen propuso ir a "un lugar más privado", aceptó encantado y se cambiaron de mesa.

Cuando Karen lo besó, lo tomó un poco por sorpresa, pero Remus recordó luego el beso de Genévieve y simplemente se dejó llevar, para tomar luego el control lentamente y luego más apasionadamente. Sólo hizo lo que su instinto le dictaba y cuando se apartaron jadeantes, notó con cierto placer la mirada asombrada de Sirius.

La velada transcurrió todo lo tranquilamente que se podía en ese lugar, entre besos y risas, hasta que fue hora de volver al castillo. Remus caminaba delante, con Karen tomada de la mano, y Sirius cerraba la marcha, contestando con monosílabos a la animada Lydia que no dejaba de hablarle.

Luego, en la habitación, Sirius se acostó sin decir palabra, mientras James felicitaba a Remus y un soñoliento Peter les pedía que se callaran. Remus se sentía un poco extraño, pero solo hasta entonces se dio cuenta de que había necesitado desde mucho antes que alguien le diera ese cariño.

Y se sentía bien.

Esa Navidad, la pasaron cada uno en su casa, excepto Sirius que fue invitado por los padres de James, que lo querían como a un hijo. Remus volvió a Lupin Lodge y recibió de regalo un enorme corazón de chocolate que duró unas pocas horas. Se lo había enviado Karen, y Genévieve le envió también una preciosa bufanda con los colores de Gryffindor.

*

Luego de las vacaciones de Navidad, les quedaba muy poco tiempo para los estudios, de modo que Karen y Remus se veían poco, para alegría de Sirius. Además, Remus siempre se daba tiempo para ir al bosque y buscar a Genévieve.

Siguiendo los consejos de su amiga, Remus puso mucho empeño a las clases de duelo, y pronto fue evidente que sería uno de los mejores. Tenía una destreza natural en los movimientos, tanto de ataque como de defensa. Actuaba instintivamente y con sorprendentes reflejos y derrotaba fácilmente a sus compañeros de clase.

Los profesores habían organizado un campeonato entre las casas, y Remus era uno de los favoritos. Sirius actuaba de suplente y era la única actividad en la que se había conformado con un segundo lugar, pues se sentía muy orgulloso de Remus, y disfrutaba mucho viendo sus ágiles movimientos, cuando, vestido con un ceñido traje de duelista color azul marino, se defendía de los ataques de White.

Y no era el único en haber notado los movimientos de Remus.

Un hombre no se perdía las clases de duelo, saboreando con el conocimiento de un experto, cada una de las maniobras del joven licántropo. El mismo hombre que descubriera su secreto años antes. El momento de recoger el premio se acercaba.

Los entrenamientos en el Club de Duelo eran intensivos y casi tan exigentes como el Quidditch y Remus descubrió que esa era su válvula de escape cuando el lobo quería salirse de control. Practicaba intensamente y para febrero fue seleccionado como representante de Gryffindor.

Y cosa extraña, el favorito de Slytherin era Severus Snape.

Si la habilidad de Remus había sorprendido a muchos, la destreza de Snape los dejó pasmados. Severus era ágil y certero en sus ataques. Y no tenía piedad; una vez que su oponente caía, lo terminaba de atontar lanzándole un "Stupefy", con un tono que hubiera servido fácilmente para echarle un cruciatus.

"Letal", lo definió Campbell con orgullo. Y no dejaba de tener razón.

Pero en cuanto a movimientos, Remus era aún más rápido, de modo que una tarde, Campbell les anunció que había obtenido permiso para traer un asistente que ayudaría a Severus en el entrenamiento, ya que debido a lo recargado de sus actividades, él mismo no lo podía supervisar. Este anuncio no fue bien acogido por los Gryffindor, pero White no puso objeción, él en persona entrenaba a Remus y a Frank Longbottom, favorito de Hufflepuff.

El día que el nuevo entrenador llegó, un murmullo de inquietud se levantó entre los chicos de Gryffindor que veían entrenar a Frank y a Remus. Éste último se abrió paso entre el grupo para ver al nuevo y se quedó de una pieza.

Lucius Malfoy.

- "Lupin, no te quedes allí parado. ¡Ven a saludarme!", le dijo con la desfachatez que lo caracterizaba.

Remus estaba lívido y sólo atinó a estrecharle la mano por mera cortesía.

Porque ese Lucius no se parecía en nada al Lucius que vio el año pasado.

Lucius Malfoy siempre fue atractivo y era cosa normal que atrajera muchas miradas. Pero ahora era distinto. "Irresistible", se dijo Remus, y no pudo encontrar palabra más exacta. Lucius estaba vestido con un ceñido traje negro y cubierto con una capa plateada, su cabello ondeaba libre de los lazos que estaba obligado a usar cuando era estudiante. El traje dejaba ver los firmes músculos que se habían formado, adivinando su fuerza.

Los estudiantes se abrieron en una hilera dejándole paso e incluso White se le quedó mirando, hasta que llegó al estrado, donde se paró insolente y hermoso, eclipsando por completo a los que estaban allí.

- "Vine a entrenar a Severus", informó.

- "Señor Malfoy, me complace verlo de nuevo", dijo White algo fríamente, "y déjeme recordarle que a pesar de que no sea un estudiante, se encuentra aquí en calidad de entrenador, invitado al Club de Duelo que YO dirijo. De modo que no debe perder sus modales", Lucius lo miró sin perder su aplomo, "Respecto al señor Snape, hoy no es su día de entrenamiento y puede usted encontrarlo en los calabozos"

Lucius agradeció la información con un movimiento de cabeza.

- "De acuerdo, profesor. Pero debo decirle que requeriré entrenamiento diario. Permiso", y se retiró con elegancia, sin voltear ni una sola vez hasta que desapareció por la puerta del salón.

*

Esa noche en la Sala Común, los Merodeadores intentaban estudiar, pero Lucius Malfoy era el tema de conversación inevitable.

- "¡No puede venir aquí! El estudió en la Universidad de Ryddle, traerá aquí sus artes oscuras", dijo Sirius furioso.

- "¿Artes oscuras en un duelo de magos? ¿Frente a todos? ¡Padfoot, por favor! Creo que exageras", exclamó Remus.

- "A ti no parece molestarte en lo más mínimo, ¿verdad Moony?", demandó Sirius.

- "¿Qué?"

- "Ya cállense. Trato de concentrarme en Astronomía y no puedo hacer cálculos con ustedes dos hablando", pidió James, levantando los ojos de su pergamino.

- "Pero Malfoy es uno de los asesinos de Ryddle---", insistió Sirius.

- "¿Cómo lo sabes?", preguntó Remus, escéptico.

- "Mi padre dice que tienen una marca en el brazo", intervino Peter, "la llaman el Morsmorde y tiene la forma de una calavera con una serpiente saliendo de la boca"

- "Entonces sólo hay que pedirle a Malfoy que se quite la túnica—", trató de bromear Remus.

- "¡Eso es algo que a ti te gustaría mucho, ¿no?!", estalló Sirius y salió azotando la puerta.

- "¿Qué dije?", preguntó Remus.

- "Nada, Moony. Déjalo. Ya se le pasará", dijo James con aire entendido.

Luego, volvieron a los estudios.

*

"Finally i find when i lose control / finalmente encuentro cuándo pierdo el control

inside my body crumbles / dentro mi cuerpo se desmorona

it's like therapy for my broken soul / es como terapia para mi alma rota

inside my body crumbles / dentro mi cuerpo se desmorona"

Conforme se acercaba el campeonato, el nerviosismo de Remus aumentaba, y como el campeonato de Quidditch estaba en su mejor momento, Sirius y James volvían tarde de los entrenamientos, a los cuales eran acompañados por Peter.

Remus prefería practicar sólo. No era exhibicionista como Frank Longbottom o el mismo Sirius, que disfrutaban practicando duelo delante de las chicas. Por el contrario, Remus buscaba horas en las que el salón de duelo estuviera vacío.

Fue idea de Campbell que el campeonato se hiciera con espadas, para seguir la antigua tradición, y encargó varias espadas com la empuñadura tallada con el símbolo de cada casa. El entrenamiento con espadas era más duro aún, porque se debía alternar entre varita y espada. Y Remus sentía que debía practicar más si quería ganar. Y sí que quería.

Una noche, luego de estudiar Encantamientos, y aprovechando que sus compañeros estaban en el campo de Quidditch, Remus decidió ir al Salón de Duelo a practicar. Tomó la capa de invisibilidad y se deslizó silencioso. Una vez dentro, descorrió las cortinas y dejó entrar la luz de la luna en cuarto creciente; y con el salón iluminado apenas, se dispuso a practicar. Pero un ruido en la puerta lo hizo ocultarse bajo la capa, esperando para ver quién era el intruso.

Severus Snape.

El Slytherin entró sigiloso y encendió las lámparas de las columnas, cerrando las cortinas. El salón, iluminado así, tenía un aspecto casi fantasmal. Severus se despojó de su túnica, dejando al descubierto su delgado cuerpo en la malla de duelista, que lo hacía parecer más alto y delgado a causa del color negro.

Remus se encogió aún más, con la esperanza de que Severus cambiara de idea y se fuera, pero el otro chico había cogido la espada de su casa, con una serpiente en la empuñadura; y daba algunos giros con ella, y Remus decidió que al menos aprovecharía en observar la técnica de Severus.

Estaba tan absorto como el mismo duelista, al punto que pegó un brinco al oír a alguien aplaudir a sus espaldas.

Lucius.

- "Excelente, Severus", dijo sonriente, dejando caer su capa plateada, para revelar un perfecto cuerpo ataviado con una malla blanca.

Lucius sacó su propia espada, de plata, magníficamente tallada y adornada con rubíes, con una serpiente de ojos amarillos en la empuñadura. El joven mago saltó ágilmente al estrado.

Severus lo imitó y pronto estuvieron enfrascados en un duelo en el cual Lucius esquivaba ágilmente los ataques de Severus, bloqueándolos con tal fuerza que las espadas despedían chispas.

Remus contemplaba fascinado, oyendo sólo el sonido de metal contra metal y los jadeos de los dos rivales, hasta que Lucius acabó grácilmente con la espada en el pecho de Severus. Ambos estaban cubiertos de sudor.

- "Has mejorado notablemente, Sev. Por poco me vences esta vez", dijo Lucius haciéndole una graciosa reverencia, "vamos ahora a perfeccionar tus movimientos"

Se quitó la parte superior del traje, dejando su torso desnudo. Remus se sorprendió a sí mismo apreciando los firmes músculos de su espalda. Al instante, Severus lo imitó y su delgado cuerpo reveló unos brazos musculosos y nervudos y unos bien formados pectorales.

Severus alzó su espada según indicaciones de Lucius, que se le puso detrás, guiándolo para corregir su postura. Luego le indicó avanzar y los dos ejecutaron varios pasos y lances, sin despegar sus cuerpos en una especie de danza que a Remus se le antojó muy sensual. Su respiración comenzó a agitarse.

De pronto, Severus se liberó y avanzó apuntando a Lucius en el pecho y el rubio lo miró sonriendo pícaramente.

- "Accio espada", dijo, y su espada voló a sus manos.

Empezaron otra vez la lucha. Lucius, ágil como un gato, esquivaba los lances de Severus, que, aparentemente enardecido, lo perseguía implacable por todo el estrado. Sus movimientos eran precisos. Letales. Sensuales.

Remus pensó que él jamás se podría mover con tanta sensualidad.

"All i need's a moment, / todo lo que necesito es un momento

chance to get away / una oportunidad de alejarme

from the stressfulness of every day / del estrés de todos los días

know if i don't question and i never doubt / entiende si no pregunto y nunca dudo

everything is gonna be okay / todo va a estar bien"

Finalmente, Severus venció. O así se lo pareció a Remus, pues ambos cayeron al suelo y Severus estaba sobre Lucius.

Pero el rubio cambió posiciones rápidamente.

Remus debió aprovechar ese momento para escapar discretamente, pero no podía hacerlo. Sobre todo porque acababa de descubrir que ese encuentro era más que un simple duelo.

De hecho, Lucius estaba besando a Severus.

Pero, por lo que pudo ver, a éste no le agradaba la situación, porque se debatía debajo de Lucius.

- "Sev, no te resistas a mí", pidió el rubio con voz sensual, "hace mucho tiempo que deseo esto", y su boca aprisionó de nuevo la de Severus.

Remus contuvo el aliento. Estaba seguro de que Malfoy no apreciaba su vida y que sería expulsado por los aires en cualquier momento.

Estaba equivocado.

Con manos torpes al principio, Severus lo abrazó, recorriendo su espalda sudorosa con las yemas de los dedos, mientras le permitía entrada a su boca. Lucius no desaprovechó esa oportunidad y lo besó largamente, atrayendo su cabeza con ambas manos, acariciando el cabello negrísimo de Severus.

Se separaron brevemente para recuperar el aliento y Severus echó la cabeza hacia atrás, siendo esto aprovechado por Lucius para atacar vorazmente su cuello, succionando y mordiendo.

Un ronco gemido escapó de la garganta de Severus.

- "Lucius, ¡no!", imploró débilmente, pero ya el rubio estaba succionando uno de sus pezones mientras sus dedos pellizcaban expertamente el otro.

- "¿No?", preguntó travieso Lucius mientras hundía las manos en la entrepierna de Severus y su boca bajaba peligrosamente por su ombligo.

- "¡Ahhhhhh!", gimió Severus y Remus sintió que su propia erección crecía ante la vista de Lucius desnudando por completo a su jadeante amigo, para tomar de un bocado su palpitante excitación.

Las caderas de Severus se agitaban desesperadamente en el aire, tratando de adentrarse más en la boca de Lucius, que de pronto, lo tomó firmemente de las nalgas y lo empujó, llenando su boca por completo.

Luego, lo liberó, arrancándole un gemido de impotencia al impedirle culminar, y lo miró con lujuria, para lanzarse de nuevo entre sus muslos, esta vez elevando sus caderas con las manos, hasta dejarlo expuesto.

Y comenzó a prepararlo ávidamente.

- "No, no quiero eso—", jadeó Severus, tratando de cerrar las piernas, pero la cabeza del rubio se lo impedía, y cuando su lengua rozó un lugar que nadie había osado profanar jamás, sus fuerzas lo abandonaron y se entregó con un gemido bastante audible.

- "Siempre quise verte así, Sev", susurró Lucius y retiró sus dedos, para reemplazarlos por su erección, con la que arremetió a Severus sin piedad.

Un grito ahogado escapó de la garganta de Severus mientras Lucius comenzó a masturbarlo, poniendo las piernas de su ahora amante sobre sus hombros.

Jadeos.

Gritos

Y el sonido de la carne que invadía, que pedía más.

Remus jadeaba también, y aunque se sintió sucio por ello, sus manos tocaron febrilmente su entrepierna y liberaron su propio miembro, aprisionado por la ajustada malla.

Lucius gritó una y otra vez el nombre de Severus, mientras se hundía cada vez más en su cuerpo, y Remus creyó ver brillar algo en las mejillas de éste. ¿Lágrimas? El rubio estaba teniendo un salvaje orgasmo, a juzgar por sus gritos y por la violencia de sus acometidas, y Severus gritaba con él mientras se abría para él derramando su escencia en las manos de su amante.

Y Lucius acabó también, cayendo agotado sobre su Severus, jadeando aún.

Remus se tocaba, mirando a las dos figuras abrazadas en el estrado. Nunca imaginó que se podía sentir tanto placer, pero pronto vio que estaba equivocado.

Severus apartó suavemente al rubio, que, con los ojos semicerrados se le acurrucó en el hombro, mirándolo satisfecho. Era hermoso, desnudo y perfecto. Y sería suyo.

Porque Severus no estaba satisfecho en absoluto.

Se incorporó para apreciar el cuerpo de Lucius y de pronto lo tomó de las muñecas, arrojándose sobre él con avidez. Severus besaba cada centímetro de piel, mordía, succionaba, exploraba. Su boca ansiosa mordió una y otra vez los erectos pezones del rubio, que sorprendido al principio, opuso una débil resistencia que fue anulada por un dedo insertado en su entrada virgen.

Y Lucius, que siempre había sido el dominante en una relación, se dejó llevar por el volcán que acababa de descubrir. Volcán que acabó devorándolo con avidez, mordiendo suavemente la punta de su miembro, nuevamente erecto, para luego saborearlo todo y recorrerlo de arriba hacia abajo con la lengua.

Remus sentía en su propio miembro las caricias que había recibido de Sirius, mientras sus manos lo estimulaban hasta convertirse en una deliciosa tortura que necesitaba alivio.

Entonces, Severus obligó a Lucius a ponerse de bruces y elevó sus caderas, abriéndole las nalgas. Su boca comenzó a explorar la espalda de su amante, bajando lentamente por el surco que marcaba el lugar de su mayor placer, y lamió hasta arrancar súplicas de la boca de Lucius.

Era delicioso oír a un Malfoy suplicando.

Pero no podía torturarlo más, sin sufrir él mismo.

Lo empaló lenta, deliciosamente. Lucius se movía desesperado, buscando mayor contacto con su amante. Y no fue decepcionado.

Severus le sujetó las caderas y se retiró de su cuerpo un poco, para luego arremeter con fuerza una y otra vez, mientras estrujaba el miembro del rubio que ahora se retorcía de desesperación y se abría totalmente a ese nuevo placer.

Y fue inundado con la tibieza de Severus, que se liberó por segunda vez, siendo seguido por Lucius que gemía inarticuladamente mientras el líquido fluía empapando las manos de Severus.

Se quedaron inmóviles, exhaustos.

Remus se masturbaba furiosamente, deseando ardientemente estar en el lugar de Lucius, deseando ser poseído. Pero no por Severus. No.

Por Sirius.

Cerró los ojos sintiendo sus manos inundarse de su tibio líquido y evocó nuevamente el rostro de su amigo. Fue en ese momento que la capa debió deslizarse, lo siguiente que vio al abrir los ojos fue a Lucius desnudo frente a él, tirando de la capa para dejar al descubierto su vergüenza.

- "Hola Lupin. ¿vienes a la fiesta?"

Y Remus sólo atinó a correr.

Corrió con todas sus fuerzas, recordando inconscientemente llevar la capa, o James lo mataría, y avanzó desesperado por los pasillos. Aún sonaban en sus oídos los gritos de placer que había escuchado, y la risa burlona de Lucius.

- "Te gustó, Lupin. Admítelo"

Y era cierto.

Le había gustado.

Entró aún temblado a su habitación, donde ya todos dormían y se metió en la ducha, sin quitarse el traje de duelista. Sus lágrimas tibias se mezclaron con el agua de la ducha mientras sus manos arrancaban el traje y lavaban su cuerpo, para expulsar así ese recuerdo.

Pero no pudo.

"I don't know if i'll be alright / no sé si estaré bien

is it okay to be myself / ¿está bien ser yo mismo?

why do we always have to fight / ¿por qué siempre tenemos que pelear?

now i know it's alright / ahora sé que está bien"

Exhausto, se arrojó a la cama, desnudo y mojado y cayó en un sueño intranquilo, para luego despertar antes que todos y abandonar silenciosamente la habitación.

Tenía algo que hacer.

Esperó a que Karen saliera de la torre de Ravenclaw para ir a desayunar y la llamó. Cuando terminaron de hablar, ella tenía lágrimas en los ojos y Remus luchaba por contener las suyas.

Corrió de nuevo a su habitación y se arrojó a la cama, llorando.

Sirius lo abrazó sin palabras y lo meció hasta que se quedó dormido.

*

El campeonato de Quidditch culminó con Ravenclaw de vencedor. La razón fue que James perdió de vista la snitch cuando vio que el antiguo novio de Lily se acercaba a ella y la abrazaba. Estaba frenético al terminar el partido y se fue a encerrar en su habitación.

Pero Remus ganó el campeonato de Duelo. Mientras luchaba con Severus imitó inconscientemente los movimientos de Lucius, había notado los puntos débiles de su oponente y lanzó un hechizo aturdidor que dio en el blanco, al tiempo que con su espada desarmaba a su rival.

Una enorme ovación saludó su triunfo, que ponía nuevamente a Gryffindor a la cabeza de la competencia de las casas.

Los OWLS vinieron la siguiente semana, durante la cual casi no durmieron y sólo vivían para estudiar. Sirius y James estaban de muy buen humor porque salieron bien en todos los exámenes, Peter estaba preocupado por los resultados y Remus estaba ya más tranquilo respecto a todo.

Ese año había sido terrible, pero no había contado a nadie lo que vio esa noche en el Salón de Duelo. Ni siquiera a Genévieve que se había convertido en su confidente, para desesperación de Sirius.

Y pasarían muchos años antes de que se lo contara a alguien.

TBC

Ufff, este capítulo me ha dejado agotada. Espero que les haya gustado y por favor, déjenme reviews y háganme saber si el lemon estuvo bien….tengo la mala costumbre de hacerlos explícitos y nada líricos.

Aura

No plis, no me echen!!! *Ayesha suplica* Yo sólo me guío del esquema de Rowling, y ella hizo que en quinto año le subieran la túnica a Seve dejando que todo el mundo vea su ropa interior (encima sucia) y luego se disponían a bajársela.

Mi tarantallegra es un ángel con aureola y alitas al lado de ESA maldad.

Creo que Seve está más que reinvindicado, jiji…

Tsubasa Lupin de Black

Sorry… pero Sirius tuvo la primicia del "Primer blowjob"…y no era justo que el lobito no tuviera lo suyo. Las chicas tampoco son ciegas, jiji

Ruth

Sorry, sorry que yo solo respeto lo que dice Rowling. ¿La de hoy es suficiente recompensa? *Ayesha mira con cara de lobito apaleado*

Mirmallen

Oops, tú no debiste leer cierta escena. Y lamento decepcionarte, pero sí fue Severus el que quis echar el Avada Kedavra… el chico es ya un aprendiz de mortífago.

Jade

Me alegro mucho que te gustara…ya completé el numero!! I am happy, so happy.

Bella aparecerá luego, que me gasto...jiji, en el proximo Sirius ya se escapa de casita.

Sev malo, muy malo. Y fue largamente recompensado.

Snivelly

Sipi, era Seve el del Avada Kedavra.—el adulto que los acompañaba, llamémosle X, pero es alguien que debes conocer. Y no digo más.

Espero que este lemon haya colmado las expectativas.

Remus no tuvo algo con Nigel, fue David, pero eso aún no sucede, el chico tiene 14 años y eso fue a los 16. Paciencia, porfis :D

Akhasa

Creo que Genévieve se ha dado cuenta el "potencial" de Seve como mortífago, y eso es mucho decir. Seve pasa por momentos difíciles.

El lobito hace mucho más que confraternizar, pero solo son besitos.

¿Marius y Genévieve? Pues eso es algo que no voy a responder públicamente. Luego se irán desenredando las cosas.

Velia

A Remus le queda poco de ser inocente, y por culpa de Sirius, que ahora es el principal arrepentido, se enredará con una novia, jijiji…

Sirius sufre! Sufre! Y eso me agrada, ya le tocaba sufrir

A mi también me da pena David, es un cielo el chico, espera que se enamore de Campbell.

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