Entre lunas y estrellas

Por: Ayesha

Miembro de la Orden Severusiana

Groups.yahoo.com/group/Reino_Ayesha

Título = Entre lunas y estrellas (14/?)

Autor = Ayesha

E-mail = lg_100309@hotmail.com

Clasificación = R

Parejas = Sirius/Remus

Disclaimer =Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.

Advertencia: Escenilla fuerte entre Bellatrix y Voldie (Esto es para ti, Jade :K)

THX a Moy por ser mi beta reader.

Capítulo 14 Verano

"Nobody on the road / nadie en el camino

Nobody on the beach / nadie en la playa

I feel it in the air / lo siento en el aire

The summer's out of reach / el verano está fuera de alcance

Empty lake, empty streets / lago vacío, calles vacías

The sun goes down alone / el sol se oculta solo

I'm drivin' by your house / estoy conduciendo por tu casa

Though I know you're not at home / aunque sé que no estás"

Boys of Summer – Don Henley

*

Remus pasó el inicio del verano bastante melancólico, y no sólo a causa de la luna. Extrañaba muchísimo a sus amigos.

Sus padres estaban muy complacidos con la noticia de que su hijo había ganado el campeonato de Duelo, y más aún, porque sabían que gracias a ello, el lobo estaba siendo dominado y los estallidos de malhumor eran menos frecuentes.

Por eso, cuando James Potter lo invitó a pasar dos semanas en la playa, aceptaron al instante y Remus partió lleno de ilusión a lo que serían sus primeras vacaciones sin vigilancia.

Los padres de James habían alquilado un bungalow en una playa muggle, en un balneario no demasiado concurrido. Esto obedecía a que el padre de James deseaba estar en contacto discreto con los muggles. Theodore Potter, auror retirado por propia voluntad, se dedicaba ahora a trabajar como consultor en Psicología Muggle y era llamado con frecuencia para resolver casos difíciles, como último recurso antes de aplicar el peligroso hechizo Obliviate, que era el equivalente a una lobotomía muggle.

Los chicos estaban encantados, aunque Peter se mostraba algo nervioso. Theo Potter les había traído ropas muggles variadas y comenzaron a elegir las que usarían. Remus se veía muy delgado con los holgados shorts azules que vestía y una polera verde loro con la imagen de Taz, el demonio de Tasmania, que se le antojó parecido a Moony.

Sirius prefirió unos shorts negros y una polera sin mangas, negra también. Las prácticas de duelo y de Quidditch habían hecho que sus brazos lucieran firmes músculos, y su cabello largo, que él se empeñaba en no atar, le daban un aspecto sexy y exótico.

James se decidió por unos shorts celestes y una polera blanca con un león que le recordó a su amado Gryffindor, y Peter usó unos enormes shorts a rayas azules y blancas y una camisa hawaiana, que tenía la virtud de esconder su prominente estómago mejor que una polera.

EL bungalow era amplio y tenían una habitación para los cuatro, con dos camarotes. Sirius y James se acomodaron inmediatamente arriba, y Remus escogió la cama debajo de la de Sirius, dejándole a Peter la de James. La única precaución que Theo tomó con ellos fue quitarles las varitas, y lo hizo porque, conocedor de la fama de su hijo y de Sirius, no deseaba arriesgarse a que se metieran en problemas.

El primer día, pasearon por la amplia avenida que llevaba a la playa y fueron a tomar helados. Sirius llamaba mucho la atención femenina y Remus arrancó más de un suspiro a causa de sus ojos dorados.

Charlaban distraídamente, puntualizando las diferencias entre los helados muggles y mágicos, mientras James y Sirius coqueteaban con la joven mesera. De pronto, James dejó caer la cuchara.

Lily Evans había entrado, con una pequeña faldita blanca y una polera que permitía ver su ombligo. A su lado, una joven flaca, vestida con una falda larga, se quedó mirando a Sirius.

- "Oh, no. Petunia, será mejor irnos. No quiero ver a personas indeseables", dijo Lily, lo suficientemente alto para que James la oyera. Pero la otra chica susurró algo a su oído.

En ese momento, Remus agitó la mano, sonriente.

- "¡Hola, Lily!"

- "¡Remsie!", dijo ella y se acercó haciendo una breve presentación. "Mi hermana Petunia, Remus Lupin, Peter Pettigrew, Sirius Black y James Potter".

Luego de los saludos, Remus les pidió sentarse con ellos, y Lily lo hizo, lo más lejos posible de James, mientras hablaba con Remus y Peter.

Resultó que Lily veraneaba allí también, en una casita cercana al bungalow de ellos con su familia, y Remus quedó con ella para ir a bañarse en alguna ocasión. James había enmudecido de pronto y así continuó hasta que las chicas se despidieron.

- "Tienes suerte, Prongs", dijo sonriente Remus, "ahora es tu oportunidad"

- "..."

*

"But I can see you- / pero puedo verte

Your brown skin shinin' in the sun / tu piel morena brillando en el sol

You got your hair combed back / tienes tu cabello peinado hacia atrás

and your sunglasses on, baby / y tus lentes puestos

And I can tell you my love for you / y puedo decirte que mi amor por ti

will still be strong / seguirá siendo fuerte

After the boys of summer have gone / luedo de que se hayan ido los chicos del verano"

Remus se estiró perezosamente en el sol. Su piel estaba tostada, gracias a la poción bronceadora que prepararon Peter y James, y sentía la laxitud que suele invadir a quienes están mucho tiempo en la playa. De hecho, en los diez días que llevaban allí, no se había alejado de la orilla más que para comer y dormir.

Sirius se tumbó a su lado, alejándose por un momento de su corte de admiradoras para estar unos momentos con su amigo. Él también estaba muy bronceado y su cabello ondeaba con la brisa de la playa. Había sido inevitable que Sirius tenga éxito con las chicas, y eso les había generado problemas con los ex chicos populares del lugar, tres muggles de diecisiete años, altos y musculosos y con un ego mayor (si esto era posible) que el del mismo Sirius.

- "¿Qué lees?", preguntó el animago, asomándose a la toalla donde estaba recostado su amigo.

- "Poesía medieval", respondió Remus. Sirius hizo una mueca de desprecio. "Ya sabes que leo eso, ¿para qué me preguntas?"

- "Para hacerte enfadar, lobito", dijo Sirius y le alborotó el cabello. Remus le echó arena en la cabeza.

- "Hey, mis fans te matarán", protestó Sirius sacudiéndose. "¿Tienes más de esa poción de Wormtail?"

- "Aca hay", dijo despreocupadamente Remus, alargándole un frasco.

Sirius se estiró mostrando la espalda y echó su cabello para atrás.

- "¿Me echas?", preguntó conciliador.

Remus suspiró resignado, y se arrodilló junto a su amigo, echando un poco del líquido en la bien formada espalda de Sirius. Luego comenzó a esparcirlo desde el cuello, siguiendo por su columna vertebral, hasta llegar al diminuto bañador azul que Sirius usaba. Contuvo el aliento.

No pensaría en Malfoy ni en Snape. No pensaría en Sirius.

- "¿Te dormiste?", preguntó Sirius volteando a mirarlo.

Remus se puso rojo y se cubrió con la toalla mientras seguía untando, tratando desesperadamente de poner la mente en blanco.

- "Heyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy", gritó James cayendo de pronto sobre Sirius.

- "¡Prongs! ¡Me llenas de arena!", gritó Sirius a su vez y Remus aprovechó para hacerse a un lado, con la toalla sobre la cintura tratando de ocultar la protuberancia de su entrepierna.

- "Lily aceptó salir conmigo", exclamó triunfalmente James.

- "Ohh, ¿en serio?", Sirius lo miraba incrédulo.

- "Sí", James lo miró dudoso, "pero hay una condición—"

- "Ahh, no. Eso no—"

- "¡Padfoot! ¿No lo harías por un amigo?"

- "No"

- "Moony, dile que lo haga", imploró James.

- "¿Hacer qué?", preguntó intrigado Remus.

- "Salir con Petunia. Sólo así me acompañará Lily"

Remus rió divertido.

- "Creo que debes hacerlo, Padfoot. Acuérdate la última vez que James te cubrió con Filch, y la vez que Campbell casi te sorprende echándole grillos a la poción de Snape, y cuando White preguntó quién había sido el que puso pegamento en el asiento de Snape, y—"

- "¡BASTA!", gritó Sirius cubriéndose los oídos, "Está bien", se rindió, "Todos están en contra mía. ¿Cuándo es el sacrificio?"

- "Mañana por la noche", respondió James radiante de felicidad. "Gracias Padfoot"

Remus sonrió mientras los veía alejarse, y volvió a recostarse en el sol. No notó la mirada de un hombre, fija sobre su cuerpo. Una mirada lujuriosa.

Esa noche, mientras James, Sirius y Peter miraban la televisión, Remus se dirigió a la solitaria orilla del mar y se sentó allí, oyendo el golpear de las olas. Una suave brisa ondeaba sus cabellos castaños y sus manos jugaban distraídamente con la arena.

Le gustaba estar allí.

Amaba el mar, su sonido a veces calmado, como en esos momentos, pero que podría transformarse en un estruendoso fragor de masas de agua golpeándose contra las rocas, tratando de atravesarlas. A veces, él se sentía así también, cuando el lobo trataba de salir y él luchaba por contenerlo.

Estaba descalzo, y vestido con unos shorts. Sus pies se mojaban en el agua, fría a esa hora de la noche mientras él pensaba. Se sorprendió a sí mismo escribiendo en la arena las iniciales "S.B.", que borró de inmediato, ruborizándose.

- "Hola", dijo una voz desconocida, detrás suyo.

Remus volteó de pronto, asustado, y encontró a un hombre joven, de unos veinticinco años, con cabello rubio y ojos tan verdes como los de Lily Evans. Vestía como él, un sencillo short azul marino y una polera celeste. Le pareció conocido, lo había visto vagando solitario por la playa durante los últimos días.

- "Soy Alan Breck, disculpa si te asusté", dijo el desconocido, sentándose junto a él.

- "Remus J. Lupin", respondió maquinalmente.

- "¿Remus? Es un extraño nombre", observó Alan, "y la J ¿qué significa?"

- "Jerome. Es por mi abuelo", dijo Remus, "era francés", añadió a manera de explicación.

- "Ya veo", le sonrió Alan. "He estado observándote. Parece que nunca te despegas de tus amigos, ¿qué pasó ahora? ¿Se pelearon?"

- "No", respondió Remus un poco incómodo. "Ven televisión m—", iba a decir muggle, pero se contuvo, recordando que su interlocutor era muggle también. "A mí no me gusta"

- "Lo sé. Te he visto leer en la playa. Poesía, ¿verdad?"

- "Sí. Tennyson", dijo Remus relajándose un poco.

- "Ustedes no son de por aca, ¿cierto? No los había visto nunca"

- "No, vivimos lejos. Este verano el padre de James alquiló un bungalow y nos invitó. Estudiamos en el mismo colegio"

- "¿Qué colegio es?", preguntó Alan con curiosidad.

- "Hogwarts"

- "¿Hogwarts? Nunca oí de él, ¿cómo es?", los ojos de Alan lo miraron inquisidores.

- "Es—es un colegio antiguo, tipo internado. No muchos van allí, creo que no es muy conocido en algunos círculos", dijo Remus tratando de explicar sin comprometerse, "Pero a mi me gusta estudiar allí. Y Lily Evans también estudia con nosotros", añadió algo desafiante.

- "Está bien, está bien. No te enfades", continuó Alan mirándolo sonriente. "Son pocos los chicos que dicen que les gusta su escuela. Por cierto que ustedes han causado cierto revuelo por aquí, sobre todo tu amigo el greñudo"

- "Se llama Sirius", dijo Remus con firmeza.

- "¿Sirius? ¿Cómo la estrella?", preguntó Alan tratando de bromear para aligerar la situación.

- "Sí", respondió Remus, "como la estrella. Así es Sirius"

- "Veo que lo estimas mucho. Mira, Remus, no quiero molestarte, sólo deseo ser tu amigo. Por eso te daré un consejo: diles a tus amigos que se cuiden, he oído que la pandilla de Jason Pressman quiere darles una lección por quitarles a sus admiradoras. Y que será mañana por la noche"

- "¿Mañana?", ese día era la cita de James y Lily y de Sirius y Petunia.

- "Sí", confirmó Alan.

Remus lo miró con un poco más de simpatía. Alan era atractivo, sin llegar a ser guapo como Lucius Malfoy o como el mismo Sirius, pero tenía algo.

- "Soy ingeniero electrónico, y trabajo en una gran corporación. Estas son mis primeras vacaciones y vine aquí porque adoro la playa. Me apasiona el movimiento del mar, tan quieto a veces, y tan enfurecido también. A veces me identifico con él", dijo Alan y Remus sonrió, él sentía lo mismo y no lo hubiera descrito mejor.

- "Quisiera vivir en la playa", suspiró Remus, mirando al cielo, hacia la estrella con el nombre de su amigo.

- "Podríamos—", insinuó Alan, "nunca vi una persona con ojos como los tuyos, no son color miel, son dorados", dijo acercando su rostro al de Remus, que retrocedió un poco, "son hermosos—"

- "¡Moony! ¿Vas a estar allí toda la noche?", se oyó la clara voz de Sirius y el chico apareció de pronto, "¿Quién es éste?", preguntó con hostilidad.

Remus se puso de pie, como si lo hubieran pillado en falta. El rubor encendía sus mejillas.

- "Es Alan, lo acabo de conocer", dijo, "Alan, éste es Sirius. Mi amigo", explicó Remus.

Los dos se dieron un saludo tenso y Sirius dijo que necesitaban a Remus en la casa. Mientras se alejaban de la orilla, le reclamó severamente.

- "Moony, no debes relacionarte con cualquier muggle. Recuerda lo que dijo el padre de James acerca de ellos"

- "Yo no lo busqué. Él vino a hablar conmigo", aclaró Remus, "además, me ha dicho que esos otros muggles, los que siempre los miran enfurecidos, planean darles una lección mañana a ti y a James"

- "Yo no correré de ningún muggle—"

- "Está bien. Y no digas que no te lo advertí", repuso Remus, sin entender el enojo de su amigo.

Esa noche, en su cama, Remus se rompía la cabeza pensando en el por qué de las mariposas que sintió en el estómago cuando Alan se le acercó, pero no era por que le gustara el hombre. No era eso, era una especie de nostalgia por sentir una caricia, pero una caricia masculina. Ya había aceptado que no era como los demás, y luego de ver a Lucius y Severus, sintió algo de alivio porque no era el único. Pero aún le daba mucho miedo y no se lo había dicho a nadie. Porque él anhelaba algo que no estaba a su alcance. O al menos, eso creía.

Y Sirius se recriminaba no haber bajado antes a la orilla y hacía una nota mental para no dejar a ese muggle acercarse a Remus, porque podría hacerle daño. Olvidó completamente que Remus era el campeón de duelo de Hogwarts y un mago muy valiente. Para él era sólo su Moony y sentía que debía proteger a su amigo de cualquier extraño.

*

La noche de la cita, James y Sirius acudieron solos, pues ambos le dieron poca importancia a la advertencia de Remus. Llevaron a las hermanas Evans a tomar helados y luego irían a una discoteca muggle, llamada Cats Nook. Sirius hablaba poco y trataba de no mirar a su acompañante. Y de no mirar a las chicas que lo veían con "esa" acompañante.

Se sentía molesto porque Petunia no le agradaba, ni como amiga ni como nada. La veía envidiosa de Lily, siempre criticándola y mirándola por encima del hombro. De algún modo le recordó a su madre.

Pero el colmo fue cuando Petunia le contó a James sobre la primera vez que Lily usó minifalda, a escondidas de sus padres, en una fiesta, y lo incómoda que se sentía con todos mirándole las piernas. Sirius notó que ese "anécdota" no era del agrado de Lily y arrastró a James al baño para permitirles a las dos hermanas tener una charla.

- "Hey, Padfoot, ¿qué haces? Yo no quiero ir al baño, y me estaba divirtiendo", protestó James.

- "¿Divirtiendo a costa de Lily? ¿Y así quieres que no te odie?", Sirius se encargó de hacer entender a su amigo la situación y volvieron a la mesa, donde el clima era ya menos tenso, aunque Lily parecía resentida con James por haberse reído, y sólo hablaba con Sirius.

A la hora que fueron a la discoteca, las parejas iniciales se habían cambiado. James entró con Petunia y Sirius con Lily. Los dos chicos se encargaron de buscar un lugar lo suficientemente apartado, con dos propósitos: darle a James un poco de espacio con Lily y ocultar al mundo que Sirius tuvo que ir con Petunia.

Luego de las primeras cervezas, Sirius se sintió algo mareado. No acostumbraba a tomar licor muggle y se le subió un poco a la cabeza. En ese momento tocaban una canción de un grupo llamado U2, que ellos habían visto en la televisión. La canción era "Desire", y pronto Sirius se encontró bailando en la pista, como había visto hacer a los muggles.

Sus movimientos eran sensuales por naturaleza. Movía las caderas en círculos mientras sus brazos se alzaban y su cabello ondeaba libre. Cerró los ojos y se entregó por completo a la música embriagante, pensando inconscientemente en el Club de Duelo y en el modo en que Remus se movía también, con una gracia tal que parecía que flotaba en el aire. Sus manos se acariciaron el pecho mientras echaba hacia atrás la cabeza, y al volverla a levantar, se encontró con el rostro de una chica rubia, que pegó sus caderas inmediatamente contra las suyas.

Se besaron apasionadamente sin dejar de bailar, y las manos de Sirius bajaron a la cintura de la chica. Se sentía excitado de estar haciendo eso en público y pensó que las discotecas muggle eran maravillosas. Ella lo atrajo más y le susurró al oído:

- "Bailemos un poco más, y luego vayamos a un lugar más privado", y le mordió el lóbulo de la oreja, lanzando un gemidito que hizo que el resto del cuerpo de Sirius despertara.

Luego, ella le acarició el trasero, y metió las manos en los bolsillos de los jeans negros que usaba Sirius, hasta llegar a su erección. El animago pegó sus caderas a las de ella y sus manos se metieron en la ajustada blusita que usaba, palpando sus senos.

- "¡Padfoot!", sintió que alguien lo tiraba del brazo. James lo miraba con espanto, "¡Arruinaste mi cita! ¡Lily se está yendo!", dijo desesperado.

- "Arruinó más que eso", exclamó la chica algo asustada, "allí está mi novio", y señaló a Jason Pressman que acababa de entrar con sus dos amigos.

La chica desapareció, arreglándose la blusa y fue al encuentro de su novio, mientras James arrastraba a Sirius a la salida, sin dejar de increparle su proceder.

- "Ahora me odiará más, y Petunia te odia también, dijeron que eres un degenerado. ¡Diablos!", ellas estaban en la acera, a punto de tomar un taxi.

- "Eh, Lily, ¡Detente, por favor!", pidió Sirius, corriendo a su encuentro, "lo siento mucho, me descontrolé un poco"

- "¿Un poco? ¡Sirius Black, lo hiciste delante de todos! Si le dicen a mi madre que tengo esta clase de amigos, no me dejará salir jamás a una discoteca", respondió Lily mientras avanzaba por la calle, seguida por Petunia.

- "Lo siento, Lily. ¿Has oído hablar de las hormonas masculinas? Ellas se descontrolan a veces", explicaba Sirius mientras trataba de seguirle el paso a Lily. James caminaba también, mirando el piso.

Ninguno de los cuatro se dio cuenta de que eran seguidos por tres airados chicos: Jason Pressman y su grupo no les perdonarían jamás la escena que vieron apenas entraron a la discoteca. En especial Jason, porque Sirius estaba manoseando a su novia delante de todos.

Siguieron más explicaciones, pero las hermanas Evans continuaban caminando. Para librarse de Sirius, Lily dio la vuelta y entró a una calle poco iluminada, y al tratar de volver, se equivocó y se metió a la entrada de un oscuro callejón. Allí se detuvo, frustrada, y tuvo que oír más explicaciones de Sirius que se había arrodillado a sus pies suplicando perdón.

- "Padfoot, levántate, estás borracho", pidió James zarandeándolo.

- "Déjame, James. Sólo digo la verdad. Yo no quería salir con ella, tú me obligaste porque te gusta Lily, pero no soy de piedra—"

- "¿Qué dijiste?", preguntó Lily asombrada.

Pero Sirius no pudo responder porque recibió un fuerte empujón que lo arrojó al piso.

- "¡Maldito bastardo!", gritó Jason y levantó la pierna para patear al caído, pero Sirius se movió rápidamente.

- "¿Estás loco? ¿Qué diablos te pasa?", increpó el animago poniéndose de pie, con los efectos de la borrachera casi acabados por efecto de la adrenalina.

- "Bailaste con mi novia, bastardo", dijo Jason avanzando peligrosamente mientras sus amigos les cerraban el paso, acorralándolos en el callejón.

James se puso instintivamente delante de Lily y de Petunia.

- "Ella se me acercó. ¿Será que tú no le das lo que necesita?", respondió Sirius con sorna y James sintió deseos de patearle el trasero. Eran tres contra dos, y sin usar magia.

- "Yo te enseñaré modales, greñudo", amenazó Jason y algo brilló en sus manos.

Una navaja.

James contuvo el aliento. ¡Y ni siquiera tenían sus varitas! Un sollozo a sus espaldas lo hizo voltear para ver a Petunia abrazarse de Lily. Pero ese descuido fue aprovechado por John Taylor, uno de los amigos de Jason, para darle una patada en los testículos que lo envió al suelo. Luego, John lo levantó y le puso otra navaja en la garganta.

Sirius había retrocedido hacia la pared, mientras Henry Bowers, el otro chico, sacaba unas cadenas y las hacía girar en el aire, amenazándolo.

Jason avanzó hacia Lily y la cogió del brazo, pero ella le dio una patada. El chico le tiró los cabellos y avanzó con ella hacia Sirius.

- "Mira, idiota", dijo y metió sus manos debajo de la falda de Lily que intentaba resistirse.

James, fuera de sí, golpeó entonces a John en los testículos con el puño y se agachó antes de que el otro chico tratara de golpearlo. No en vano llevaba años de práctica esquivando las bludger. Luego golpeó a Jason en la espalda y le arrancó a Lily de los brazos, para ponerla detrás suyo mientras encaraba a los dos chicos.

- "¡Cobardes!", gritó alguien y Henry vio con espanto que en el aire surgía la cabeza de Remus y le pateaba el estómago.

Remus arrojó lejos la capa de invisibilidad y se puso junto a Sirius.

- "Ahora somos tres contra tres", agregó, furioso.

Pero de todos modos, la pelea era desigual. Jason y sus amigos estaban armados y eran más fornidos.

Henry avanzó hacia Remus blandiendo las cadenas, pero fue sorprendido por la agilidad del chico que lo esquivó hábilmente, mientras Sirius recogía un par de tablones del piso y le arrojaba uno a James.

La navaja de John se incrustó en el tablón que Sirius usaba como defensa y fue rápidamente desarmado por el animago, que continuó la pelea a puño limpio. Remus por su parte continuaba esquivando las cadenas sin dar señales de cansancio, al contrario de su atacante que estaba cubierto en sudor y jadeaba.

James usó el tablón para bloquear los ataques de Jason y proteger a Lily y a Petunia que gimoteaba encogida en el suelo. Por un momento, la navaja le rozó el brazo y Lily lanzó un grito de terror. Esto fue suficiente para que James cobrara más valor y se arrojó de cabeza contra el estómago de Jason, haciéndolo volar contra la pared, para luego quitarle la navaja de una patada.

En ese momento, Remus había logrado coger el tablón que Sirius dejara caer, y usándolo a manera de espada, logró enrollar en él la cadena con la que lo atacaban, revirtiendo la situación inmediatamente.

Ahora eran los Merodeadores quienes tenían acorralados a los chicos muggles, y también tenían sus armas.

- "¡Lárguense antes de que nos arrepintamos de dejarlos ir!", gritó Sirius.

Ellos no se lo hicieron repetir y salieron a toda prisa.

- "¡James, estás herido!", exclamó Lily corriendo hacia él.

- "No es nada", respondió James, a quien esas palabras bastaron para que el dolor desapareciera, "¿tú estás bien?"

Remus se inclinó a ayudar a Petunia y los cinco volvieron a su casa.

Luego de dejar a las chicas, Sirius abrazó a James y a Remus y emprendieron el regreso, felicitando a James por el beso que le dio Lily en la mejilla al despedirse.

Pero el incidente no pasó desapercibido y los chicos muggles hicieron un escándalo que originó que las vacaciones de los chicos terminaran dos días antes. Sirius estaba de mal humor porque ahora lo culpaban a él de la pelea, y a pesar de que dio su versión, el padre de James no estaba muy satisfecho de su hazaña con la novia de Jason.

*

Los padres de Remus habían viajado con él a Birmingham, a visitar a unos parientes. El chico se quedó algo preocupado por Sirius, debido a que su amigo estaba bastante afectado con la boda de Bellatrix y Rodolphus, a pesar de que insistía en decir que no le importaba.

Esa misma tarde, Sirius discutía con su madre.

- "No quiero ir a esa boda. No me siento a gusto con los amigos de Bellatrix", trataba de explicar Sirius.

- "Claro, pero sí te gusta pasearte en balnearios muggles con los andrajosos de tus amigos. Deberías aprender de tu hermano—", espetó la señora Black.

- "Sí, claro. El perfecto Regulus es de Slytherin y amigo de los Malfoy y los Lestrange", dijo Sirius con amargura.

- "Podrías aprender un poco de él. Ya es suficiente con tener que soportar que mis amistades me pregunten qué haces en Gryffindor, para tener ahora que dar explicaciones de por qué no vas a la boda más importante del año en el Mundo Mágico"

- "Tengo mis razones", declaró Sirius.

- "¡No y no! Sirius Black, irás a esa boda, y te cortarás el cabello, te vestirás decentemente y harás lo posible para acercarte a Lucius Malfoy y Rabastan Lestrange. ¡Es una vergüenza que ni siquiera pudieras destacar en el Club de Duelo! ¡Permitiste que te ganara ese pobretón de Lupin! ¡Y encima de todo, es prefecto! Eso sí que es denigrante para un Black"

Para Sirius fue demasiado oír insultar a Remus. Simplemente no pudo soportarlo.

- "¡No hables así de mis amigos! ¡Remus era mejor que todos en Duelo! Merecía ser el campeón—"

¡SPLAT!

Su madre lo abofeteó violentamente.

- "¡Eres una vergüenza para la Casa Black y para mí! No quiero un hijo así, no haces sino traernos desgracias, ¡Lárgate de aquí y no nos obligues a tolerar tu presencia!", gritó la señora Black fuera de sí.

Sirius corrió escaleras arriba. No quería oír nunca más a su madre criticarlo. No quería oírla criticando a sus amigos y a todo lo que él había aprendido a querer, sólo porque no era lo suficientemente fino para un Black. Ardientes lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras colocaba en un pequeño baúl sus pertenencias más preciadas y abandonaba la casa Black para no volver jamás.

*

- "Bella, querida, luces radiante", Lord Voldemort rodeó a Bellatrix, que vestía de novia, con el cabello recogido en un alto moño.

- "Gracias, señor", respondió ella. Su señor le había pedido verla así, horas antes de la boda, porque él no podría asistir. Ella lo complació, a pesar de la histeria que había generado en su madre al desaparecer de repente de la casa.

Estaban en la habitación de su señor, donde había una enorme cama con dosel y sábanas negras, en la cual estaba Nagini, con su lengua bífida siseando.

Bella sabía que hablaba en Pársel con su señor, pero no sabía que era sobre ella. Esperó en silencio, pues a Voldemort no le gustaba ser interrumpido.

- "¡Desnúdate!", exigió el Señor Oscuro de pronto.

Ella obedeció sin replicar, con un placentero recuerdo de la vez que, hacía casi un año, Voldemort la había poseído en la mesa de piedra de su escondite, en el Bosque Mágico.

Bajó el cierre del costoso vestido sin mangas, y se lo deslizó, dejando al descubierto sus senos. Voldemort la miró complacido y recorrió su espalda con la yema de su dedo índice.

Ella dejó caer el vestido al suelo y se quedó tan solo con las braguitas de encaje y las medias de seda, con ligueros de encaje también. Hizo un intento de quitárselas, pero la firme mano de su señor la detuvo.

- "Quédate así", dijo con firmeza. "A la cama"

Bella obedeció, echándose seductoramente. Su blanco cuerpo hacía contraste con las sábanas negras y ella se sentía bien así. Pero Voldemort tenía otra cosa en mente, la puso de bruces y murmuró un hechizo. Al instante, unas cadenas aparecieron y le aprisionaron muñecas y tobillos contra los postes de la cama. Se sintió indefensa, pero eso no fue nada como lo que sintió al oír la risa de su señor y el siseo de Nagini.

- "Nagini dice que no es justo que Rodolphus se lleve una virgen", dijo Voldemort junto a su oído.

- "¿Virgen, señor?", preguntó Bellatrix con genuina sorpresa. Ciertamente su señor sabía muy bien que ella no era virgen.

- "Así es. Y creo que tiene razón. Debes ofrecerte a tu señor antes que a él", dijo Voldemort. "¿Aceptas?"

- "S-sí, señor", murmuró Bellatrix insegura de cómo proceder.

Pero cuando sintió los dedos largos de Voldemort explorando su último rincón puro, entendió. Y se mordió los labios para no gritar cuando lo sintió invadiéndola, al tiempo que sus dedos la frotaban de una forma que hizo que pronto olvidara el dolor y gritara de verdadero placer. La serpiente los miraba mientras ambos llegaban al clímax y Bella proclamaba a gritos su lealtad al Señor Oscuro.

- "Ahora puedes casarte", dijo Voldemort retirándose de su cuerpo, "vete"

*

Peter y Remus miraron una vez más el andén, pero fue inútil. Sirius y James aún no aparecían y el expreso estaba a punto de partir. Remus acababa de llegar de su viaje y sólo sabía que Sirius había huído de su casa para ir a vivir con James.

No podía entenderlo, él mismo no imaginaba vivir lejos de sus padres, alejado de su familia, aunque si la madre de Sirius era como su amigo les contaba, quizás haya sido mejor así. Aunque Remus en el fondo no podía creer que una madre tratara tan mal a su hijo.

En los círculos mágicos se comentaba que la familia Black había expulsado a Sirius y que si no hubiera sido por que su padre le entregó su herencia antes de morir, su amigo se habría quedado sin dinero. Aunque al ser menor de edad, no podía disponer de él hasta cumplir los dieciocho.

El corazón de Remus dolía por su amigo y hubiera deseado estar allí para consolarlo, pero sabía que los padres de James lo querían como a un hijo y que estaría bien con ellos. Los padres de Remus seguían sin confiar mucho en Sirius, aunque se solidarizaron con lo que le sucedió. Ellos jamás habrían tratado así a su hijo, a pesar de que era un licántropo.

Durante el viaje, se les unió David en el vagón. Había crecido mucho y era casi tan alto como Remus. Les contó de sus vacaciones en Irlanda y ellos le contaron sobre la playa.

- "Conocimos algunos duendes. Ellos dicen que ese tal Voldemort se ha unido a demonios antiguos, que vienen de otro mundo", explicaba David, pero Remus no le prestaba mucha atención.

Peter y David se enfrascaron en una discusión sobre los últimos movimientos de Voldemort, que había fundado un diario llamado "Anarquía", donde proclamaba la existencia de un ejército de mortífagos.

Pero Remus miraba constantemente hacia la ventana, aún inquieto por Sirius.

Cuando llegaron a Hogwarts, el rostro de Remus mostraba una franca desilusión. Él había esperado ver a sus amigos en cualquier momento en el expreso, pero esto no había sucedido. Avanzó silencioso mirando al piso, y entonces las exclamaciones de asombro de todos lo hicieron voltear.

Se quedó sin habla.

Sirius se acercaba volando en una enorme motocicleta plateada, vestido de cuero negro, con el cabello suelto ondeando al viento y lentes de sol, a pesar de que era noche. Detrás de él, James saludaba a todos agitando la mano.

El corazón de Remus galopó a toda velocidad. Nunca soñó con ver a Sirius así, y saltó de alegría cuando su amigo lo saludó agitando la mano. Pero la alegría se disipó cuando escucharon la voz de Filch tronar amenazadora.

- "¡Sirius Black!"

TBC

Mirmallen

Si, fue Seve. Es que anda ya con los mortífagos, aunque todavía no ha sido iniciado.

La novia de Moony, jijiji…pues él ya no le da importancia.

Ron Malfoy

Siiiiiiiiii, el lobito ya sabe que ama a Sirius. Ahora sólo nos falta hacerle entender al cabezota ese que es recíproco.

Ruth Malfoy

Siii, Seve se lo merece, definitivamente. Y también Lucius.

Velia

Jijiji, eso de que Remus los descubriera tiene un noble propósito, ahora el lobito ya sabe de que pie cojea… me diste ideas malvadillas, pero sorry, en este fic no podrá ser o me arruinará la trama.

David será de Campbell, paciencia *Ayesha Evil*

Sevi es un volcán…y ya lo enciendieron, agárrate Lucius, muejeje!!!

Y claro que el lobito no podia dañar a Karen, es un lobito muy decentito.

Nessimelle

Jajaja, me alegra que te gustara Lucius. Sirius está celoso del lobito, pero igual aun no admitirá que lo ama. Lily ahora tendrá un motivo para querer a James.

Snivelly

Lucius es un pervertidillo y él hace tiempo se ha ddo cuenta de la debilidad del lobito. Y bueno, era virgen ya sabemos de donde *Ayesha ruborizada*

Ya hice huir a Siri-Boy, el lobito debe consolarlo.

David viene en el proximo capitulo. Esque este es un "extra" que me pidieron.

Akhasa

Que alegria que te haya gustado… es que quería hacer felices a esos dos. Y Remus los tenia que pillar para que acepte lo de Sirius. Espero que este cap te guste también.

Tsubasa Lupin de Black

Siii, el lobito tendrá sueños humedos con Seve/Lucius, pero el estará con Sirius a los 17. Paciencia plis!!

Sirius on top, Remus on bottom, porque en el Anillo se explica la razón.

Eruve

Me salvé, me salvé… pero Seve estuvo feliz!!!

Lo siento, pero está escrito que David se enamorará de Campbell, pero descuida, lo hará feliz porque Nigel lo ama en verdad.

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