Los personajes y los lugares pertenecen a Squaresoft y a Final Fantasy, y yo aun no consigo tener el money necesario para tenerlos… U_U

2)  Una comida muy especial.

Era una mañana soleada. Todo el mundo está disfrutando del aire libre y de la agradable temperatura del ambiente. Todo el mundo, excepto Rinoa Heartilly, quien está metida en una cocina del comedor. Preparando una comida, para alguien muy especial.

- Rinoa: Seguro que le encantará. "Además, lo he hecho con todo mí cariño" Además, seguro que caerá a mis pies cuando lo pruebe. Ya se sabe, a un hombre se le conquista por el estómago, y él está casi conquistado por completo. Seguro que se muere por probar esto.

En realidad Rinoa se ha esforzado mucho para hacer bien esa comida tan especial, incluso durante la preparación de la comida se había hecho unos cuantos cortes en los dedos. Con lo que lleva la mitad de la mano con tiritas. Poco a poco va terminando todos los detalles. Los pinchos con un corazón, los bastones con corazones tallados en la madera, la colocación de la comida… Todo para que sea perfecto. Finalmente, y ya todo acabado, levanta la bandeja sonriendo abiertamente.

- Rinoa: Ja, ja, ja… ¡Terminado! Seguro que le encantará. Estoy segura de ello. Seguro que me dirá (haciendo la voz de Squall) Rinoa, esto está de muerte, te quiero. (Volviendo al estado normal) ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay…. ¡qué nervios! Seguro que me agarra y me besa apasionadamente *^.^*

Teniendo todos esos sueños despierta, casi no se da cuenta de que la señora del comedor la está mirando con una mirada muy extraña (¬¬…). Sin darse cuenta de la mirada, Rinoa vuelve a prestar atención a la comida que le dará el éxito seguro con Squall. Envolviéndola cuidadosamente con un pañuelo azul, con dibujos como si fueran olas del mar en un azul más oscuro. Pasan un par de minutos hasta que Rinoa consigue hacer un lazo perfecto. Una vez terminado, Rinoa coge el paquete con delicadeza y sale del comedor con una sonrisa de oreja a oreja. Sabiendo perfectamente que es ya la hora de comer y que seguro que Squall aun se encuentra en el patio disfrutando del sol y del aire. Ciertamente Squall se encontraba tranquilamente sentado en un banco, completamente solo. Allí disfrutando del silencio, del aire fresco, del agradable sol y de la perfecta temperatura. Nada podía hacer más perfecto ese momento.

- Squall: *Suspiro* Esto es vida… ojalá me pudiera pasar los días así…. Aquí… *suspiro* que tranquilidad… "lo único que te falta, Squall, es que Rinoa esté a tú lado."… "Sí, es verdad."

Manteniendo ese pensamiento, cierra lentamente los ojos. Afinando sus oídos, para poder incluso llegar a escuchar como se mueven las hojas al viento. De repente una voz lo despierta de su concentración.

- Rinoa: ¡Squall! ¡Squall!

- Squall: ¿? (despierta del trance completamente)… Rinoa…

- Rinoa: Hola. Squall, ¿has comido ya algo?

- Squall: ¿Eh? No… aun no he comido nada. ¿Por qué?

De repente Rinoa se ríe suavemente, mientras lo mira. De repente saca de su espalda la cajita que tendía escondida en su espalda, para que Squall no lo viera. Al momento le coloca la cajita en las manos.

- Rinoa: Ten.

- Squall: ¿? ¿Qué… qué es?

- Rinoa: Tú comida, tonto.

- Squall: Ehh…… "¿Rinoa, cocinar? Nunca la he visto cocinar… no sé si sería prudente. Aunque…" (la mira a la cara y ve que ella está muy ilusionada) "pero si le digo que no… puede llegar a empezar a llorar aquí mismo. Podría ser horrible. O también me podría odiar para siempre."

- Rinoa: Venga, Squall. ¿Qué ocurre? Ah, ya entiendo. No te preocupes, los bastones están dentro de la caja. Venga, ábrela… quiero que me des tu opinión.

- Squall: "Vamos, Squall… no podrá ser tan terrible." De acuerdo, a ver que me has preparado.

- Rinoa: Espero que te guste.

- Squall: "Se amable" Estoy seguro de ello. "No me lo creo ni yo…"

Poco a poco y con delicadeza, deshace el lazo que había hecho Rinoa. Después de unos segundos de inseguridad, decide, finalmente abrir la caja. Allí se encuentra con la cruda realidad. Rinoa le había preparado unos cuantos makis de atún, dos sushis de salmón y atún, en el otro compartimiento un arroz un poco sospechoso… unos pinchos de carne con un… ¿corazón? En el extremo. Todo ello acompañado de lo que pretendía ser una salsa de soja, pero Squall aun no estaba seguro de lo que era eso. Entre tanto, Rinoa parece que no se da cuenta de la expresión de circunstancias que pone Squall.

- Rinoa: Venga, Squall, adelante… no te cortes.

- Squall: "¿Tengo que comerme esto?...... Pero si tiene una pinta horrorosa…" Je, je, je…. Ya, ya voy… dentro de poco… "Aunque quizá el aspecto engañe…...... Vamos, Squall, reúne todo tu valor y coraje… porque lo vas a necesitar para ponerte esto en la boca"

Una vez ha invocado todo su valor, coge los palillos con los corazones tallados, los coloca bien, coge aire y coge un sushi de salmón. Deseando con todas sus fuerzas que esté bien. Mientras tanto, Rinoa lo mira todo esperanzada de que a él le guste. Nada los había preparado a ambos para lo que iba a suceder. Squall finalmente se coloca la comida en la boca. Pero al instante, y por el shock, deja caer los palillos al suelo. Al ver esa reacción Rinoa no sabe que pensar, pero al momento lo entiende cuando Squall sigue el mismo camino que los palillos que queda tendido en el suelo.  Al fijarse mejor en la cara, se puede ver como Squall se estaba poniendo de un color un poco sospechoso. Preocupada por él, Rinoa se tira al suelo para ver como se encuentra, ya que casi ni se mueve.

- Rinoa: ¡Squall! ¡Squall! ¡Contesta, por favor! ¡Squall!

- Squall: (casi sin voz)…… Pupa… estomaguito… mucha pupa… ay, ay, ay… Rinoa… mucha pupa, duele…... mucho… Ayuda…

- Rinoa: "¿He hecho yo esto?"…..…

Incrédula de que Squall se encuentre en ese estado solo por haber probado su comida. Al poco rato después, se le hizo un lavado de estómago a Squall para remediar ese dolor.

Fin. XDD