CAPÍTULO 3: NUEVAS SENSACIONES Y EMOCIONES

Ginny jugaba en el puesto de cazadora en el equipo de Gryffindor, estaba entrenando ella sola (a pesar de que le habían dicho más de un millón de veces que no hiciera eso) y en medio de la ira, envió la quaffle al bosque prohibido por intentar desahogarse en los lanzamientos. Fue a buscarlas y cuando iba a salir, una lechuza le paso rozando la mejilla haciendo que la chica se asustase aún más y cayese al suelo rompiéndose una pierna, el dolor era insoportable, pero aún así consiguió llegar arrastrándose lo más cerca que le era posible de los terrenos de Hogwarts. En ese momento unas nubes negras inundaron el cielo de Hogwarts. [Oh no... ahora se pone a llover... por favor... no... que venga alguien aunque sea Filch...] Eran las 22:00, noche cerrada y con la lluvia, nadie saldría a los terrenos, ella lo sabía y estaba totalmente aterrada. Draco Malfoy esperaba a Hermione Granger en el baño de prefectos, la cual llegó con la capa invisible y con Crookshanks el cual bufó y se revolvió al ver al chico rubio. -Toma Draco... -dijo Hermione dándole la capa- sujétala tú que parece que no le caes bien a Crookshanks. -La capa lo entiendo-dijo Draco-pero el gato... -¡Calla y no preguntes!-dijo Hermione con un gesto de superioridad muy cómico. Los dos salieron a fuera, ya no había solo lluvia, sino que había estallado una tormenta, la lluvia azotaba fuertemente el castillo y a los dos amigos y los truenos resonaban a su alrededor, fue por ello por lo que no pudieron oír los gritos de Ginny, la cual pedía auxilio desesperadamente. Draco y Hermione llegaron al sauce boxeador, ella soltó a Crookshanks para que le diera al nudo que inmovilizaba al árbol, en cuanto lo hizo, tomó a Draco de la mano y corrió para dentro del pasadizo, allí sin soltar la mano del chico le dijo al gato: -Ya puedes volver. -¿Te entiende?-preguntó fascinado Draco. El ver como Crookshanks se iba de nuevo, fue lo único que necesitaba de respuesta, estaba mirando como se iba cuando el gato se dio media vuelta y lo miro con cara de ¿odio?. Empezaron a andar y como Draco no hacía ademán de soltarle la mano a Hermione, ella tampoco se la soltó. De camino a la mansión de los gritos, le contó que como ese lugar quedaba fuera de los terrenos de Hogwarts, no correrían el riesgo de ser descubiertos, puesto que el uso de ese hechizo estaba terminantemente prohibido en Hogwarts. También le contó lo pasado en tercer curso con Lupín, Sirius y Scabbers. Cuando llegaron allí, los dos se sentaron en la cama con dosel. -¿Estás seguro de esto?-preguntó Hermione- Piensa que puedo saber cualquier cosa... -Sí, estoy seguro... -dijo Draco-Cualquier cosa para que vuelvas a confiar en mí. Hay que ver lo que se hace por amistad[y por amor] pensó el chico. -Pues entonces vamos allá-dijo Hermione, se concentró apuntó con su varita a Draco y dijo-verdáritas...
- Por primera vez desde la muerte de su enemigo Lord Voldermort, Harry Potter sentía verdadero miedo, no encontraba a Ginny por ningún lado y nadie la había visto, de pronto cayó en la cuenta del mapa del merodeador, lo cogió y dijo: -Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas. El mapa se accionó y pudo ver a Ginny en los límites del bosque más dentro que fuera. Harry cogió una capa de piel impermeable y salió en busca de la chica. Antes de salir del castillo hechizó sus gafas con el hechizo "impervius" que le había enseñado Hermione en 3º curso. Cuando llegó a junto de Ginny, la pobre estaba histérica y llorando. -Oh Harry-decía la chica-¿eres tú de verdad? -Si Ginny-dijo Harry-Soy yo, espérame aquí con la capa que voy a buscar ayuda. Iba a quitarse la capa cuando Ginny lo abrazó y le dijo al oído: -No me dejes sola, por favor, quédate conmigo. -¡Férula!-dijo Harry apuntando a la pierna de Ginny-No te dejaré sola. -Gracias Harry-dijo Ginny echando sus manos la pecho de Harry- ya me encuentro mejor. Los dos estaban tapados por la capa y muy juntos. -Estás muy guapa-dijo Harry sonriendo y mirándola a la cara aparentando tranquilidad. -Gracias...-dijo Ginny- Pero por favor... no digas cosas que no piensas. Harry impulsado por ese momento y la cercanía acercó su rostro al de Ginny, ya no tenía enfrente de él a la niña pequeña de pecas, sino a una hermosa joven, los labios de Harry se posaron en los de Ginny y los besaron, en un primer momento, Ginny no correspondió al beso por la sorpresa, pero lentamente sus ojos se fueron cerrando y ese beso fue recíproco, pero Harry se separó de pronto. -Lo siento... -le dijo a la chica- Me estoy aprovechando de la sit... Ginny, la cual llevaba 6 años esperando ese momento, no pensaba dejar que se escapara, puso una mano en la nuca de Harry y lo atrajo hacía si, se besaron de nuevo y Harry le pasó la manos por la cintura abrazándola como no había abrazado a nadie. A Ginny le daba igual el dolor de la pierna, lo único que le importaba era ese beso. Los constituían una bonita escena bajo la lluvia y los truenos.
- -¿Por qué quieres mi amistad?-preguntó Hermione a Draco. -Por el placer de tu compañía-respondió Draco. -¿Por qué odias a Ron?-siguió preguntando Hermione. -Por dos razones-respondió Draco. -¿Cuáles son esas razones?-preguntó Hermione. -La primera es por lo mismo que odio a Potter -dijo Draco- y la segunda es por ti. -¿Por qué odias a Harry?-preguntó Hermione extrañada. -Por que tiene el amor de la familia Weasley y tú le quieres. A mi no me quiere nadie, no siquiera un poco, me conformaría con que una persona me quisiese como amigo, de la misma manera que tú a él. -¿A que te refieres con que odias a Ron por mi?-preguntó Hermione con el corazón latiéndole a toda velocidad en el pecho. -A que estuviste dos años enamorada de él y no te hizo ningún caso, todo el colegio sabía esto y el muy... -Draco tomó aire-te dejó escapar... y además te hizo sufrir. -¿Por qué te importan esto tanto?- Preguntó Hermione. -Por que te quiero-respondió Draco mirándola a los ojos. Hermione se levantó de donde estaba y murmuró: -Finite incanten-lo miró y añadió-¿Estás seguro? -Es de lo único que estoy seguro-respondió el chico. Hermione corrió hacía él y lo abrazó al tiempo que decía: -Yo también te quiero Draco. El chico cogió el rostro de Hermione entre sus manos y lo besó. Se les olvidó todo, solo importaban ellos. Lentamente Draco se separó y dijo: -Lamentablemente tenemos que ir a hacer la ronda. -Maldita sea... -dijo Hermione enterrando el rostro en el pecho de Draco. Los dos abrazados se dirigieron a fuera.