Desaparecido II
Capitulo 4
By Subaru
Nota1: contiene lemon.
Hanamichi había salido de la casa en dirección al centro, a una cafetería donde trabajaba To-ya, se encontraría con Yukito, para buscar un regalo especial. Ambos habían tenido la misma idea de los regalos, pero seria un secreto para sus koi, o por lo menos hasta el aniversario de cada uno. Lo más insólito era que cumplían el mismo día y los mismo años. Realmente se sentía bien, pero a veces su mente recordaba lo sucedido la noche anterior. Kaneda, su Kaede, la familia, todo realmente era insólito, y pensar que años atrás, sus padres se habían separado por algo parecido, su propia familia lo había desterrado a su padre, llevándolo con él.
Llego a la cafetería, Yukito ya se encontraba en el lugar. Tomaron algo, y salieron despidiéndose de To-ya. Estuvieron toda la mañana recorriendo tiendas, joyerías, y puestos de flores. Realmente lo que tenían planeado iba ser en grande. Ya todo arreglado, ambos chicos decidieron almorzar en un pequeño restaurante del centro.
- Buenas días, que les sirvo? – pregunto el mesero
- Yo quisiera una porción de ramen – dijo Hanamichi
- Yo solo quiero una ensalada – dijo Yukito
- De acuerdo, enseguida les traigo la orden – y se retiro hacia el mostrador
- Una ensalada?? – lo miro Hanamichi con cara de asco
- Si, me gusta y además es sana – le contesto con una sonría.
- Realmente To-ya y tu se parecen, ambos tienen gustos iguales
- Si!! – contesto con una sonrisa mas grande – es que ambos nos queremos tanto que tenemos prácticamente los mismos gustos, y sabemos todo sobre del otro, comida, música, ropa, prácticamente no hay secretos entre nosotros.
- Que suerte...... – fue el susurro de Hanamichi, su mirada estaba triste.
- Que sucede?? – pregunto preocupado Yuki.
- ............ – Hanamichi observaba la gente pasar por la calle, sus ojos estaban vidriosos – Dime, que harías si descubrieras que To-ya tiene un gran secreto? – Yukito lo miro seriamente.
- Hanamichi – hizo una pausa y lo miro a los ojos, esta ves fue Hana el que lo miro preocupado sus ojos habían cambiado – Te diré que hace mucho, yo tenia un gran secreto, nadie lo sabia, ni siquiera To-ya. Cuando estuve en una situación muy critica, To-ya vino a mi y me dijo que sabia lo que ocultaba – dijo seriamente, Hanamichi se sorprendió una ves mas, de sus ojos salían pequeñas lagrimas, pero con una leve sonrisa – Casi pude haber muerto si To-ya no me hubiera ayudado, yo estaba angustiado porque creía que si se enteraba de lo que me pasaba se pondría muy triste y yo no quería que el perdiera ese carisma, esa sonrisa que yo siempre ame – secándose las lagrimas – Cuando me recupere, el estaba agotado, se quedaba dormido en todos lados. Pero así mismo, ambos pudimos vivir tranquilos y felices, sin secretos, prometimos que si algo nos pasaba, preocupaba, o cualquier cosa siempre contaríamos con el otro
- Yuki.....
- Sea lo que sea, lo que te esta atormentando, debes decírselo. Sino cuando sea demasiado tarde, no sabes como puede ser la situación – mirándolo seriamente – Tuve suerte en que las cosas salieron bien, pero para ello yo casi pierdo la vida – Y con una sonrisa pequeña, pero alentadora – Kaede y tu son el uno para el otro, he visto los ojos con que te ve, y se que eres lo mas importante para él, como él para vos – Hanamichi se había quedado sorprendido por la confesión de su amigo, jamás pensó que esos dos habían tenido problemas, y mas con sus propias vidas.
- Señores, su pedido – interrumpió el mozo, que traía la comida – que lo disfruten – y se retiro.
Ambos chicos se habían quedado callado.
- Yuki... yo...
- Hanamichi – interrumpió Yukito – no te preguntare cual es el secreto, y yo no te diré que fue lo que nos paso a To-ya y a mí.
- Yo.....
- Espera, no he terminado – interrumpió de nuevo – Cuando creas que estés listo en contarme ese secreto, y que Kaede este de acuerdo de tu decisión, To-ya y yo les contaremos nuestro secreto. De acuerdo?!?!? – le dijo con una gran sonrisa.
- De acuerdo – Hanamichi contesto con una leve sonrisa de alivio.
- Me encantan las ensaladas – fue su comentario para cambiar de tema.
- Pareces conejo comiendo tanta verdura – Hanamichi dijo sarcásticamente
- Doy honor a mi nombre – ambos chicos reían.
Ya era las 7:30 PM cuando Kaneda y Kaede llegaron. Encontraron a Hanamichi en la cocina, estaba preparando la cena, carne al horno con papas, unos de los gustos de Kaede ( si ya se, siempre los gusto de Kaede, que quieren que haga, el amor es el amor ^Ö^ ).
Kaede se le acerco, lo tomo por la cintura, y sin importar que estuviera su primo, beso a Hanamichi hasta dejarlo sin aire, el pelirrojo estaba como un tomate, no por la escena sino por el publico. Oculto su rostro en el pecho de Kaede de la vergüenza, este solo lo abrazo con fuerza, como no queriendo que se alejara de él. Cuando Hanamichi levanto su rostro se encontró con los ojos azules mas hermosos.
- Tengo hambre, podría comer cualquier cosa en este momento – comento Kaede mientras empezaba a recorrer el cuello de su koi con pequeños besos, haciendo que Hanamichi se estremeciera. Busco con la vista a Kaneda, pero ya no se encontraba en la cocina.
- Si . .. me dejas .... terminar...... con lo que....... te estoy preparando....... pronto comerás – dijo entrecortado, realmente su zorro lo esta excitando – Kitsune...... por favor...... no estamos solos........
- Mmmmmmffff..... – fue el comentario de Kaede, cuando Hanamichi se pudo deshacer de sus brazos y continuar con la cena - ...... promete que me dejaras comer cualquier cosa después – le dijo al oído, mientras le mordía el lóbulo y luego se alejaba a la habitación.
- ................. – un escalofrió recorrió todo su cuerpo, menos mal que se encontraba solo en la cocina y de frente a la mesada por que si realmente lo hubiera visto en que estado lo dejo Kaede, lo habría violado en ese momento, sin importar que Kaneda se encontraba en la casa.
- Sakuragui – la voz de Kaneda lo saco de sus pensamientos – Debí avisarte antes, no podré quedarme a cenar esta noche, tengo un compromiso.
- Esta bien.... – Hanamichi lo miro a los ojos, y vio pena y a la vez consuelo, no eran los ojos fríos y vacíos de la noche anterior - .... no hay problema – Kaneda hizo una reverencia y salió de la casa.
- "...... son tan parecidos, pero a la vez desiguales.... " – pensó Hanamichi
La cena fue normal, hablaron poco, lo necesario, ambos estaban con sus propios pensamientos; Kaede por volver a ser una sombra, volver a matar, volver a vivir en una mentira; Hanamichi en decirle de lo que había visto y escuchado la noche anterior. Al terminar, el pelirrojo empezó a levantar los platos y llevarlos a la cocina, cuando se disponía a lavarlos unos brazos lo agarraron por la cintura.
Kaede empezó a recorrer su cuello con la lengua, mientras que una mano se encontraba apoyada en la masculinidad de Hanamichi y con la otra trataba de desabrochar la camisa que este llevaba puesta.
- Kitsune......- gimió – ........viniste excitado, verdad??
- No te gusta? – Kaede lo dio media vuelta para besarlo con pasión.
Entre besos y caricias llegaron al dormitorio. Kaede le quito la camisa mientras besaba los pezones ya erectos, bajo un poco mas hasta llegar el ombligo e introducir su lengua, sus manos amasaban los glúteos del pelirrojo y este gemía. Su excitación era notoria, sus pantalones clamaban liberación. Kaede recostó a su koi en la cama, sin dejar de fastidiar de nuevo sus pezones, volvió al ombligo pero esta ves su meta era la entrepierna de Hanamichi. Quito los pantalones con slip y todo, la masculinidad del pelirrojo era un dulce preciado, estaba erecto por causa de las caricias, lo introdujo a su boca, empezó a degustarlo, mientras su amante gemía cada vez mas fuerte, sus manos se posaban en la cabeza del kitsune, revolviendo sus cabellos azabaches. Kaede dejo de fastidiar un poco su dulce, recorrió todo el cuerpo con su lengua, Hanamichi tenia cerrado sus ojos hasta que sintió algo frió en su pecho.
- Que demonios........Kaede... que es esto?? ....– preguntaba mientras probaba con el dedo aquel liquido que tenia sobre su pecho - ... miel....
- Shhhhh......... prometiste que comería cualquier cosa después de la cena – dijo melosamente mientras lo besaba, luego de dejar sus labios empezó a lamer la miel. El pelirrojo gemía de nuevo, estaba totalmente relajado. Kaede empezó a succionar los pezones, tomo la miel y la unto en el cuello para luego lamerla hasta dejar colorada la zona, beso sus labios de nuevo dejando un sabor dulce, bajo hasta su pene, y lo unto un poco en la cabeza, para luego chuparla lentamente, provocando que el pelirrojo prácticamente gritara de la desesperación. Levanto su vista y sonrió, verdaderamente estaba excitado. Lo dio vuelta, levanto un poco las caderas y unto un poco en el ano del pelirrojo, abrió un poco las nalgas y introdujo su lengua caliente. Hanamichi estaba totalmente perdido en la excitación, tuvo que agarrar su pene y empezarlo a masturbar. Kaede le retiro la mano – No se vale, todavía no termino – le dijo apoyándose sobre su amante.
- Kae..... no aguanto mas........por favor ............... – suplicaba
No dijo nada, unto su pene con miel mientras le metía un dedo por aquel orificio dulce ( con tanto dulce me empalague, gomen ±¸±), Hanamichi se arqueo de placer, y fue mas cuando un segundo dedo entraba.
- Seguro....... no aguantas.... – jadeaba Kaede, se encontraba en el mismo estado que su amante
- Siiiii........ kitsuneee.... por favor.... AAAHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!! – Kaede lo había embestido se una. Lo sostenía por la cintura, estaba tratando que Hanamichi recuperara un poco el aliento, empezó a moverse lentamente, pero la excitación era tanta que no resistió mucho. Aumento las embestidas, mientras que lo masturbaba, provocando que ambos llegaran al final nombrando cada unos sus nombres. Kaede cayo sobre Hanamichi, cuando sus corazones se calmaron, el kitsune fue saliendo lentamente de su d´aho. Hanamichi se dio vuelta y lo abrazo.
- Te amo.... – fueron las palabras de Kaede.
- Yo también – lo beso, y luego se acomodo en su pecho, para quedar dormido.
Kaede esta ves no tenia ganas de dormir, miraba por la ventana, y observaba la luna que se asomaba por lo lejos. Escucho como un juego de llaves abría la puerta, Kaneda había vuelto, seguro que mañana no podría ir a al universidad. Tendría que acompañarlo a una de esas reuniones. Solo esperaba que todo terminara pronto para volver a su vida normal. Escucho como la puerta del dormitorio de huéspedes se cerraba. Cerro sus ojos, y después de un rato también se durmió.
****
A lo lejos, por las calles de Tomoeda, un joven de ojos verdes, había salido a dar un paseo por la ciudad en su auto, un jaguar verde. Quería alejarse de su casa, su padre se había vuelto insoportable luego de lo ocurrido en el almuerzo. No solo estaba enojado con la seguridad de la casa, por dejar que un simple muchacho lograra entrar a la mansión, y haya intentado matar a unos de sus invitados, sino el resto de los invitados también tenían armas, por lo cual la seguridad no era eficiente en su trabajo: "" ....... Cómo quieres que me calme Marcos, si en mi propia casa no estoy seguro.... – gritaba mientras tomaba un tranquilizante - ...... No solo quisieron matar a Kaneda, sino que muchos de los invitados tenían sus propias armas, COMO PUEDES EXPLICARME ESO!!!!!, se supone que te pago para que contrates buenos hombres, PARA QUE DEMONIOS SIRVE LAS CAMARAS DE SEGURIDAD!!!!!!!!!!!, Marcos, respóndeme eso!!!
- Señor Acosta no se altere
- COMO QUE NO ME ALTERE, SI ENTRA CUALQUIERA A MI CASA E INTENTA MATAR A MIS INVITADOS, aunque no hubiera sido una desgracia – dijo mas calmado – Kaneda Rukawa, unos de los mejores jefes de familia que he visto, claro después de Masato Rukawa, Sea quien sea el autor de tal atraco, realmente no se que pensar – se levanto de su silla y camino hacia la ventana – Puede ser que alguien quiera matar a Rukawa ,y / o acusarme a mi. Pero estoy seguro que alguien quiere terminar con la organización.
- Pero señor, quien podría ser?
- No lo se Marcos, no lo se......... ""
Esa había sido la conversación de su padre, si estaba de acuerdo, alguien quería matar a Rukawa y culpar a su familia de eso, pero no conocía a nadie que odiara tanto a ambas familias.
El celular empezó a sonar.
- Diga – contesto, escucho atentamente la vos del otro lado - ... en serio, seguro...........Aja!!..... tienes su dirección.......... espera un momento.... – se estaciono a un lado del camino, saco una pequeña libreta – Dime......aja........si........lo tengo.........No esta solo????........en serio....... Ya me parecía .......si no hay problema........ dime........... Ok!, tu arreglas todo, pero con una condición. No digas nada a mi padre, ni a Marcos, aunque te lo ordenen o lleguen a obligarte, sabes bien que pasara si se enteran que encontraste a Yang........... si de acuerdo...... si......... hasta luego..... Chao....... espera, Yin...... cuídate si?!.......... – y luego colgó.
Por lo menos sus asuntos estaban casi todos listos, seria una semana agitada, y necesitaba a sus mejores hombres, para poder averiguar los pequeños accidentes de varios miembros de la organización, mucho no sabia, pero los rumores corrían como el viento. Y lo sucedido en el almuerzo, era uno de ellos.
- "...... Yang, amigo, tanto tiempo sin verte....... espero que aun conserves tus habilidades, yo por lo menos te necesito. Pero mi padre....... no habrá problema si te mantengo en las sombras...... si seguro que será una semana muy agitada......." – el joven Julián pensaba mientras volvía al camino
Nota2: soy todo oídos subaru@ubbi.com.ar
Autocrítica: la escena de la miel no salió como quería, pero mis pobres neuronas a la 3 de la mañana ya no dan más, les confesare que quería terminarlo, sino soñaría con la escena eternamente, @x@
Besos y abrazos. Subaru
