Desaparecido II
Capitulo 5
By Subaru
Día lunes, temprano en la universidad, Hanamichi ya estaba harto de las clases, había tenido dos horas de filosofía y una de sociología, realmente era desesperante, pero para su suerte tendría una hora libre antes de su próxima clase, Análisis matemático, por suerte esa clase la compartía con Touya y Yukito. Se había acomodado debajo de un árbol cuando sintió que lo llamaban.
- Hanamichi!!!
- Hola, Yuki, Touya, como están?
- Bien – respondió Yuki – saliendo de historia, y Kaede?
- No vino – Hanamichi bajo la vista – y no creo que venga por lo menos hasta que se valla su primo.
- Todo bien?? – pregunto Touya mientras se sentaba a su lado
- Si – le dijo mientras fingía una sonrisa – es que Kaneda tiene asuntos muy importantes y necesita la ayuda de Kaede, y realmente lo extraño ya que pasa la mayor parte con él. Eso es todo
- Si necesitas algo, ya sabes que puedes contar con nosotros, Verdad Touya? – Yuki se agachaba para mirar a los ojos y regalarle una sonrisa
- No dudes en llamarnos, OK! – mientras Touya le daba pequeñas palmaditas en su espalda
- OK!!, no se preocupen, soy el Tensai!! JAJAJJAJAJA – dijo ruidosamente, Touya y Yukito solo lo miraron y unas grandes gotas de sudor resbalaban por sus cabezas
- Ya se recupero
- Si, se nota.
Después de las clases, cuando iban saliendo los tres, alguien les grito.
- HANNYYY!!!!! HANNYY!!!!! – los chicos se dieron vuelta, y más fue la sorpresa cuando vieron una muchacha colgándose del cuello de Hanamichi y besarlo con mucha ternura. Cuando rompieron el beso, el pelirrojo, la miro a los ojos y la abrazo con mucha fuerza, él estaba llorando, pero de alegría.
Touya y Yukito los miraban sin entender, parecía que Hanamichi se había olvidado de donde estaban y con quien.
- No!!! – balbuceaba de la felicidad – dime que no eres un sueño, dime que eres tu, Aika, hermana – y volvía a abrazarla.
- Soy real, hermanito, soy real – decía la muchacha, realmente los amigos encontraban el parecido entre ellos, tenia ojos marrones, media 1.75, su pelo era rojo oscuro, color vino, largo hasta la cintura. Era una muchacha delgada, de muy buena figura, y muy atractiva, llevaba puesto una remera pegada al cuerpo, amarilla, una pollera de jean azul oscuro, y zapatillas blancas, con una pequeña mochila en su espalda negra – Si, soy yo, Aika. Quería encontrarte, saber de ti, no sabes como te he extrañado, Hany!!
- Hany?? – fue el comentario de Touya, Hanamichi se acordó que sus amigos lo acompañaban, y con un tono colorado de vergüenza en sus mejillas, sonrió mientras se robaba la cabeza.
- Touya, Yuki, les presento a mi hermana Aika – señalándolos y luego a ella – Aika, te presento a mis amigos, Touya y Yukito.
- Mucho gusto!!! – decía Aika mientras estiraba su mano.
- Gusto es mío – respondió Yukito mientras le daba la mano
- Mucho Gusto – dijo secamente Touya, realmente no sabia porque se comportaba así, pero había algo que no le gustaba de esa muchacha.
- Touya, no sea descortés – lo reprendió Yukito
- Lo lamento, es que tengo que ir a trabajar, y se me hace tarde, con permiso - hizo una reverencia y se alejo.
- Yo también me retiro, buenas tardes, y me alegro saber que Hanamichi tiene una hermana – hizo una reverencia con su típica sonrisa, y salió tras los pasos de Touya, le tendría que dar una buena explicación.
Hanamichi miraba confundido como se alejaban sus amigos. Miro a su hermana y vio como unos ojos color miel le sonreían.
- Todavía no puedo creer que estas aqu
- Si, hermanito estoy aquí, dime, me extrañaste?? – poniendo su vista de cachorrito
- SI!!!, ni te imaginas, pero tu ya sabes, no puedo ir a verlos – termino diciéndolo tristemente
- De eso quería hablarte, por eso te busque por todos lados.
- Sobre que?
- Vallamos a un lugar tranquilo, es una historia muy larga.
- Te llevare a casa, esta a orillas de la playa
- SUGOI!!!! Playa, mar, novia, hijos, perro!!! Seguro que tienes una linda casa con una maravillosa esposa, verdad??? – dijo pícaramente mientras que Hanamichi se sonrojaba
- Novio, tengo novio – mientras sus mejillas se sonrojaban a un más
- ........... – Aika se había quedado muda
- Ven, te explicare todo en casa mientras te sirvo un te de hierbas.
- ..........
Hanamichi la tomo de la mano, la lleva donde estaba su moto Honda, y partieron hacia la playa.
Ya en la casa, después que se repusiera su hermana gracias al te de hierbas. Le contó que su madre, lo había mandado a buscar.
- Mamá?!! – dijo sorprendido – Porque??
- Ella quiere que regreses con ella, realmente te extraña, y cuando supo de la muerte de papá, se preocupo mucho. Hizo lo imposible para que volvieras a la familia, hasta se peleo con la abuela, ya que ella fue quien ordeno que papá te llevara con él – Hanamichi estaba helado, su propia madre lo mandaba a buscar, sentía angustia
- Y porque no hizo algo mientras papá aun vivía?? – dijo con rencor – Papá aun la amaba cuando murió, el seguí esperando que ella volviera a su lado, que rompiera las barreras de la familia, ver por ultimo su rostro. Yo mismo espere que viniera a verlo, aunque sea a su tumba, pero ella no apareció. Ella sabia que estaba enfermo, lo sabia, pero no hizo nada – de sus ojos caían pequeñas lagrimas, pero era de rencor que de tristeza
- Hermano – se le acerco y lo abrazo – lo lamento tanto, ella fue a buscarte pero tu ya te habías mudado, ya no vivías en Kanagawa.
- Eso fue un año después que murió papá – se levanto del sillón en el cual se encontraba sentado, dejando a Aika arrodillada en el piso – UN AÑO DESPUÉS – dijo levantando la vos – no vengas a decirme que estaba preocupada, Aika, dime que hizo ella en todo ese tiempo
- Mando a construir un " botsuban" – dijo prácticamente en un murmullo.
- Que... dijiste??? – Hanamichi la miraba sorprendido
- Construyo un botsuban, a las afuera de Tokio – Hanamichi no se movió de su lugar – Fue en contra de la voluntad de la abuela, por eso tardo un año, quería que cuando volvieras a su lado, vieras cuanto amo a nuestro padre – Aika estaba llorando, Hanamichi se acerco y la abrazo, no sabia que decir.
Después de un rato, de llorar cada uno en los brazos del otro, Hanamichi pudo contarle su vida.
- Novio... – fue lo único que pudo articular Aika
- Si, novio, cuantas veces vas a repetirlo? – decía exasperado, pero a la vez sonrojado
- Es que........ no te veía compartiendo tu vida al lado de otro hombre.
- Bueno, ya lo se, cuando supe que el kitsune me gustaba, no sabia como reaccionar, que decir, nada - hizo una pausa, recordaba que fue Kaede el que lo beso primero.
- Kitsune??? – lo miro intrigada
- Cuándo lo veas sabrás por que – le dijo con una mirada maliciosa - y dime tu ya tienes novio, amante, esposo, hijos, perro?? – dijo burlándose
- NO NADA DE ESO!!! - dijo exaltándose nerviosamente
- Pero tienes a alguien, verdad?? Por algo te pondrás nerviosa!!! – la miro acusándola, Aika estaba roja como un tomate
- HANNY!!!!
- Hanny!?? – preguntaba Kaede, mientras pasaba a la cocina donde se encontraban los hermanos, seguido por Kaneda
- Kaede!! Hola te presento a......... – Aika interrumpi
- Mucho gusto en conocerte Kaede – extendiendo su mano – Soy Aika, tu cuñada – Kaede solo la miró, no se movió, luego de verla detenidamente extendió su mano
- Mucho gusto – saludo cortes, dirigiendo la mirada al pelirrojo – Que yo sepa no tienes hermanas. D´aho – Hanamichi estaba mudo por la actitud de su hermana.
- Problemas de familia – apresuro a decir Aika, mientras aun sostenía la mano de Kaede – No lo culpes por no decirlo, nuestra familia es estricta con las tradiciones, y con sus castigos – dijo seriamente – No tiene permiso de hablar de ella – Ambos muchachos de pelo azabache se le quedaron mirando. Vieron es sus ojos melancolía y felicidad, pero eran sinceros.
- Mucho gusto, mi nombre es Kaneda – tomando la mano que aun sostenía su primo, se inclino y le dio un beso – Aika, verdad, bonito nombre
- Gracias, uno de mis primos me lo puso
- Primo?!?! – fue el comentario acusador de Hanamichi – Le dices primo......
- YA HANNY!!! – arrojándole una cuchara que estaba a mano.
La cena fue divertida, ver a esos hermanos pelearse era un espectáculo. Cuando Aika tuvo que marcharse, Kaneda se ofreció en llevarla, ella se le prendió del brazo, y prácticamente lo arrastro hasta el auto.
Cuando quedaron solos, Kaede lo abrazo, con ternura.
- Nunca me dijiste de tu hermana – Hanmichi suspiro
- No puedo hablar de la familia, como le dijo Aika
- Porque? – pregunto mientas lo besaba
- Kaede no se vale ...... estas haciendo trampa – se alejo un poco para quedar frente a frente – No puedo hablar de eso, no me es permitido. Además tu también tienes tus secretos, verdad?? – solo lo miro, se separo un poco
- Kaneda me dijo lo que paso ante noche – bajo su vista – No puedo decirte mas de lo que pudiste escuchar, demasiado, diría yo, pero no te culpo. Si yo preguntaba sobre tu familia, era justo que yo te digiera de la mía. Siempre admire que no preguntaras de ella, pero no me imagine que tu tuvieras una familia estricta también.
- Es gracioso – Hanamichi comento con una gran sonrisa – Hace cuatro años éramos rivales, nos odiábamos, después fuimos compañeros, novios y amantes, ahora nuestro pasado se presenta y nos pide cosas que ambos pensábamos que ya no escucharíamos – sus ojos parecían quebrarse – Tú volver a trabajar para tu familia, y Yo volver al lado de la persona que me alejo de ella – lo abrazo con fuerza, llorando dijo – Yo te amo Kaede Rukawa, no importa quien seas, y que seas, solo prométeme que siempre estarás a mi lado, que nunca me dejaras. Promételo!!
- Lo prometo!! Hanamichi, lo prometo!!! – lo abrazo, también lloraba – ""...... prometo siempre estar en tu corazón, pero no puedo jurar que siempre estaré a tu lado, en algún momento de este viaje tendré que dejarte, no podría perdonarme si algo te sucediera......." – pensaba mientras lo besaba, guiándolo a la habitación.
Mientras, en las sombras, una figura se escabullía entre las rocas de la playa. Llego hasta un automóvil, tomo el teléfono y espero.
- Lo encontré!....... de acuerdo... esperare sus ordenes – y colgó. El hombre encendió un cigarrillo, en su rostro se formo una sonrisa malévola y lujuriosa.
Nota : soy todo oídos subaru@ubbi.com.ar
Botsuban : es un altar que es común entre las familias japonesas y en ello guardas los recuerdos de algún familiar ya fallecido.
