Desaparecido II

Capitulo 10

By Subaru

Kaede era un zombi, acompañaba a su primo por obligación, eso Kaneda lo sabia. Pero también sabia que si el pelirrojo seguía con ellos, estaría en peligro, habían pasado tres días.

Akira estaba preocupado, no sabia nada de Hanamichi, ni siquiera había asistido a las ultimas clases de la Universidad. Encontró a sus amigos, Yukito y Touya, en la confitería donde trabaja este.

- Disculpen, mi nombre es Akira, soy primo de Kaede – se acerco donde estaban sentados

- Mucho gusto – dijo Yukito, Touya solo lo observo.

- Perdón por molestarlos, pero estoy buscando a Hanamichi.

- Tengo una cita con el doctor, si nos disculpan – Touya lo corto de una, estaba enojado, se puso de pie y salió del local seguido por un Yukito muy preocupado, cuando llego a la esquina se detuvo de repente.

- Touya?? – pregunto Yukito, pero cuando dirigió su vista donde su koi observaba, se encontró a Hanamichi siendo introducido en un auto negro – Hanamichi?? – Sendo los seguía y lo vio.

- Hanamichi!!!!! – grito, pero cuando el pelirrojo se dio vuelta, los hombres lo metieron al auto a la fuerza – HANAMICHI!!!!!!!!!!! -  grito mas fuerte Akira, corrió tratando de acercársela auto pero fue tarde, el auto salió a toda prisa, solo pudo distinguir el  símbolo dela familia Acosta tres ondas sobre un infinito ( se entiende el símbolo verdad??).

- Esto es toda su culpa!!! – le grito Touya a Akira – sino hubieran  venido, ellos dos estarían juntos – estaba exaltado, Yukito lo tomo del brazo

- Llamemos a la policía, Touya. Hay que rescatar a Hanamichi.

- No, nosotros lo salvaremos – Akira les dijo seriamente, no había sonrisa, ni luz en sus ojos, estaba enojado – Nosotros arreglaremos este asunto

- Si claro, como lo hicieron conmigo – mostrando su pecho vendado Touya – Si le pasa algo te juro que haré lo imposible para hacerles pagar – Yukito solo lo abrazo, lloraba, nunca vio a su koi tan furioso.

- Te lo prometo.

Akira salió del lugar en dirección de la mansión Acosta, mientras les contaba por teléfono lo sucedido a sus primos. De seguro que Kaede se volvería loco, capaz de cualquier cosa.

Y no se equivoco, Kaede estaba furioso, como podría ser que Julián se haya llevado a Hanamichi, eso era imperdonable. Llego a la estancia de los Acosta, ignorando las advertencias de los guardias, iba seguido por Kaneda y Akira. Se dirigió al estudio de Julián, entro azotando las puertas.

- D"NDE ESTA?!?!? MALDITO!! D"NDE TE LO LLEVASTE?!! CONTESTA!!! – Kaede estaba desquiciado, Julián se encontraba sentado en un gran sofá, con un cigarrillo, muy tranquilo

- Valla, por fin nos conocemos, tu debe ser Kaede Rukawa, el menor de la familia – Kaede se abalanzo sobre Julián y lo levanto del sofá con furia en sus ojos

- No vine para que nos presentemos, dime maldito, donde esta Hanamichi, por que te juro que te matare aquí mismo si  no me lo dices – Kaede estaba furioso, sus ojos eran los de un demonio, descontrolado. Kaneda y Akira se habían quedado en la puerta, en guardia para que los hombres de seguridad no los interrumpieran.

- No sé que me estas hablando – dijo seriamente Julián, Kaede lo golpeo de tal forma en el rostro que lo tiro un par de metros del lugar de donde se encontraba, cuando se disponía a levantarlo para seguir golpeándolo, sintió un filo en su cuello. Julián se levanto muy despacio, tambaleándose por el golpe, lo miro a los ojos a Kaneda y luego a Yang que estaba a punto de cortarle el cuello – Detente!!!!, No lo mates!!! – grito Julián – No lo hagas – Pero Yang apoyo mas aun su kodachi al cuello.

- Hanamichi....- fue el susurro de Kaede, con un rápido movimiento pudo sacarle la kodachi, y con un giro derribar a Yang de una patada.

Yang se incorporo, se fue acercando lentamente a Kaede, que estaba en posición de defensa. Lentamente Yang se saco la gabardina, dejando ver la estructura de su cuerpo. Vestía todo de negro, camisa, pantalón, guantes, un pañuelo en su cabeza y un tul que cubría su rostro, sostenido por una gorra hacia atrás. Se preparo en forma de ataque, lanzo el primer golpe a la cara, esquivándolo Kaede, pero no espero que lo barriera con la pierna izquierda. Kaede callo al suelo, golpeándose la cabeza en una mesa, sentía como la sangre corría por su rostro, dolía como el demonio, al abrir los ojos observo a Yang que le hacia seña que se levantara. Al incorporarse recibió una patada en las costillas tirandolo cerca de la puerta, a los pies de sus dos primos. Akira miraba sorprendido, nunca imagino que Kaede fuera tratado como un trapo de piso, nadie lo había vencido salvo ...... en ese momento cuando levanto la vista, vio como Yang le lanzaba una cadena, agarrandolo por el cuello, asfixiándolo, tirandolo al suelo, al  lado de Kaede. Cuando Kaneda quiso ayudarlos, sintió algo que lo pinchaba en la nuca, miro por sobre su hombro, Ying lo apuntaba con su ballesta.

- No los maten!!!! – Julián hablo serenamente – No todavía – levantándose y dirigiéndose a Kaede – Te lo diré una ves mas, no se de que estas hablando, no conozco a nadie con el nombre de Hanamichi – volteándose a Yang – Ya déjalos, que los guardias los acompañen a la puerta – Yang lo miro, apretó mas la cadena – BASTA!!! DEJALOS MALDICI"N!!! – grito Julián, vio el rostro de Akira ponerse azul por falta de aire. De un solo movimiento, la cadena cedió y volvió a las manos de Yang. Recogió su abrigo y salió de la habitación – Maldición !!!!! – le volvio a gritar Julian a Yang.

- Hanamichi ..... – fue el susurro de Kaede antes de quedar inconsciente.

Yang salió de la casa, hacia el jardín donde se encontraban Inabikari y Kaminari.

- Sabes, nunca pude saber que es lo que real mente pasa por tu cabeza – dijo Inabikari

- Consiguieron la información? – Yang les pregunto secamente

- Si – Kaminari, saco unos papeles – Según los datos que pudimos sacar, el almacén donde nos retenían, era un deposito de armas, y droga del Señor Masato Rukawa, pero cuando se fue de Tokio, todos sus bienes fueron vendidos, el deposito fue lo único que no fue comprado, por lo cual no tiene dueño.

- Pero algo estamos seguro – interrumpió Inabikari – Observamos una sombra, muy ágil, muy astuta, sabia de nuestras intenciones, fue el que nos tendió la trampa. Seguro sabia que vendrías a rescatarnos – ambos se miraron – Antes que tu llegaras, el Sr. Masato se fue por un asunto que había surgido en el momento. De seguro sabia que eran los Rukawa, que lo rescatarían a Kaede y a su amigo.

- Yo no fui a rescatarlos ....  – Yang sonaba molesto – ....... Solo fui a buscar la información que necesitaba

- Lo que tu digas – dijeron ambos

- Que haremos ahora? – Inabikari pregunto

- Esperar – Yang se dio vuelta y se estaba marchando cuando Kaminari pregunto

- Porque te empeñas en hacer sufrir a ese muchacho Rukawa? – Yang solo se detuvo en el lugar y sin darse vuelta

- Sangre – fue su única respuesta, se fue de la mansión en un auto negro, un jaguar deportivo, con vidrios polarizados – "...... porque .....  no lo se ..... venganza........ talvez..... " – pensó mientras se sacaba el pañuelo que le cubría el rostro. Se miro en el espejo y sonrió desganado. Sus ojos estaban vacíos.

**********

En la casa de la playa, Kaede cuando despertó se encontraba en su cama, miro a la ventana, ya era de noche. Cuando se incorporo, un pequeño gemido salió de su boca, su costado derecho dolía, estaba vendado.

- Kaede, te encuentras bien?? – escucho la vos de Akira, se encontraba en un rincón de la habitación

- Si ...... – lo miro a los ojos, y se quebró, estaba llorando. Akira solo atino a abrazarlo, a consolarlo

- No te preocupes lo encontraremos

- Akira...... lo perdí..... fue mi culpa........ Hanamichi......  – Lo abrazo mas fuerte, no sabia como había permitido que se fuera, no se lo perdonaba, dejar así a su pelirrojo.

Kaneda entro a la habitación, los observo un momento.

- Llego una nota – ambos chicos lo miraron – Alguien nos invita  a una de las bodegas cerca del muelle, a las afueras de Tomoeda – acercando el papel a Akira – Quien quiera que sea quiere que vallamos los tres.

- Es una trampa – dijo Akira – sea quien sea nos quiere allí para matarnos – mirando a Kaede – De seguro es nuestro Tío, ya te encontró y no parara hasta tenerte de nuevo – Kaede temblaba con solo pensar en su Tío.

- Eso no es todo – señalando la nota Kaneda – Lee el final

- " No falten , les advertí que si seguían molestando a los Acosta, perderían lo mas preciado...." – Akira y Kaede palidecieron.

- Hanamichi – dijeron al mismo tiempo

- Mañana por la noche, a las 23 horas, en la bodega 115 – hablo Kaneda – Trae a tu sombra, necesitaremos ayuda – le dijo a Akira mientras salía de la habitación – No te preocupes, nadie te hará daño de nuevo ....... lograremos salvarlo a tiempo para la boda – fue el susurro, pero lo bastante audible para los dos muchachos. Kaneda salió de la casa, tenia que arreglar ciertos asuntos, antes de mañana – "..... te ganaste el corazón de esos dos ..... no me perdonaría si ambos no volvieran a sonreír......" – pensaba mientras iba rumbo a Kanagawa.

En la casa, tanto Kaede como Akira se quedaron sorprendidos por la reacción de su primo. El preocupado por Hanamichi. Ambos muchachos se prepararon para la proxima noche, Akira aviso a su sombra, y Kaede verifico todas sus armas.

Kaneda llego al otro día, como a las seis de la tarde. Todo estaba listo, solo quedaba esperar.

Nota: a su disposición subaru@ubbi.com.ar