Eternos Guardianes

por Lourdes Ariki

Disclaimer: los personajes de CCS pertenecen a Clamp y Kodansha Imp., así que no me demanden. El resto es mío!!

Capítulo Dos: ~*Aviso de..¿¡Amistad?!*~

Se veía el hermoso jardín de vuelta, y la misma silueta... pero le veía algo conocido a ella, como si ya la hubiera visto antes...aparte, ahora se sentía totalmente segura a su lado, pero sentía un punzón en el pecho que iba aumentando cada ves más. Cuando vio la figura moverse, se sintió saltar; la iba a ver...pero...

-¡¡SAKURAAAAA!!!!-la susodicha sí que saltó al escuchar semejante grito, a la ves que volvía a ver donde se encontraban. Un momento, ¿En qué momento había cerrado los ojos?-hay chica!! Me pegaste un susto de muerte!! Yo tranquilamente hablándote de mi familia, y  cuando me volteo, tú ahí andando como zombi papando moscas T.T

-Oye! ¬¬ Mira que la más abriboca eres tú, ya te chocaste con 10.000 postes en el camino a mi depto.

-No tengo la culpa de que vivas en medio de un laberinto de columnas de electricidad!!!

Desde que Ying Fa hubiera encontrado a Sakura en medio del bosque, la muchacha se había convertido en, prácticamente, el salvavidas de la chica Kinomoto. En las horas de clase que faltaban, Sakura rezaba y rogaba porque tocara la campana, para volver a encontrarse con su nueva amiga. Y es que era una experiencia que hacía tanto había olvidado... sin exagerar se podía decir que Sakurita estaba como con una Navidad encima, y aún no había abierto sus nuevos regalos, entre los cuales se encontraba una china muy agradable, aunque algo excéntrica y loca, pero agradable al fin y al cabo.

Al final de clases, una "fuerza superior" a la frialdad de la oji-verde le hizo preguntar a Ying Fa si quería acompañarla a su departamento, a lo cual la joven aceptó muy gustosa..claro, hasta que empezó a chocarse con todo lo que tuviese por delante. Se notaba que Ying Fa no tenía muy buenos reflejos, y menos orientación aún, por lo cual Sakura se encontraba casi en un papel de madre enseñando a su hija.

-Ya, pero así es el centro de Tokio. Y a todo esto, donde vives?

-Te lo he dicho como mil veces -0-..Vivo en las afueras, en una vieja casa de familia.

-Ahhh...y cómo haces para no perderte? O para no romperte la nariz de tantos árboles con los que te tropieces?- Ying sólo la miró con ganas de matarla, y mascullando en voz baja pues, a decir verdad, ni ella misma sabía cómo era posible.

-Ya llegamos- anunció Sakura, parándose a la entrada de un gran edificio. Sacó un llavero de su portafolios, y abrió. Adentro Ying Fa contempló, asombrada, que la entrada parecía como un museo de arte...algo estrambótico- guarda tus comentarios, créeme, ya muchos se han querido suicidar por vivir con esta vergüenza.

-Quién decoró así?-soltó, con una mueca de asco.

-Una española dada vuelta (N/A: que conste, no tengo nada en contra de los españoles, sólo relato la entrada de mi edificio)- contestó, mirando las baldosas que tenían flores talladas, o el cuadro de unos cusntos sacerdotes en misa griega que más parecía una reunión judía o satánica (N/A: no porque se parezcan, si no por los turbantes y el aspecto gótico en general xD), Todas las paredes estaban echas de vidrio, y había una misteriosa puerta que, si no llevaba a alguna cámara de tortura, era supuestamente la del ascensor.

-Valla...-Ying Fa se acercó a un estúpido florero que más parecía echo de trompetas

-Cuidad...

CRRRYYYYYYSSSSHHHHHHHH. Cuadro presentado: un montón de cosas raras que querían parecer flores arriba de cierta china que tenía espirales en los ojos.

Sakura sólo suspiró, para dirigirse a uno de los tantos espejos.- Cuando termines de jugar a la estampida, ven aquí- "Aunque.. a mí me pasó eso unas cuantas veces ;P "pensó, divertida.

-Ajaja.. @_@-respondió  la joven, aún mareada- veo vaquitas....

Sakura sólo suspiró, divertida, yendo a ayudar a su nueva amiga. Cuando le sacó toda la carga de encima, y la acomodó precariamente de forma que pareciera que el  florero hacía equilibrio. Fue hacia uno de los espejos que tapizaban la entrada, y lo empujó, revelando unas escaleras.

-Esto parece un castillo de la Edad Media..-comentó bajito Ying Fa, mirando la humedecida escalera. Sakura sólo rió, comenzando a subir- lo era?

-No...pero creo que sí el pensamiento del arquitecto- le comentó, mientras tiraba de una argolla para abajo, que hizo que se prendieran las luces- lo bueno es que yo vino en uno de los pisos bajos. Subirse al ascensor puede atentar tu sistema nervioso, porque va dando "saltitos"- la amiga no quiso ni imaginarse a qué se referiría.

Sakura abrió una puerta, ya más normal, en el segundo piso. Salieron a una plataforma abierta, por donde se podía ver la calle los edificios. Se rió de la expresión de asombro de su amiga.

-Pero.. no se puede caer alguien por aquí?- preguntó, mirando temerosa el límite.

-No.. si tienes cuidado- le dijo la joven, corriendo unas puertas de vidrio.- hasta la tarde está bien, porque corre aire, pero a la noche es peligroso. Murciélagos- agregó, al ver la cara de la chica china.

-Ah.- vio como Sakura sacaba unas llaves, abriendo una de las cuatro puertas. Había seis, pero supuso que dos correspondían a los ascensores.  Siguió a su amiga hacia el interior del departamento- tienes buen gusto..- Sakura se sonrojó.- ah!!! Que bonito!!- la chica corrió hasta un muñequito amarillo, que estaba sentado en el sillón de la sala. A la Card Master se le escurrió una gotita por la cabeza, mientras la expresión en el rostro de Kero era más o menos la misma- desde cuando lo tienes?! Porque está en perfectas condiciones...

-Ah...eh...desde pequeña, creo- pensó, demasiado nerviosa.

-Increíble!!...Sabes, a mí me encantan estos peluches, no importa que ya sea grande, nunca me dejarán de gustar...- tanto Sakura como Kero se prepararon para una larga tarde, aunque la castaña no podía evitar sentir un pequeño calor en el cuerpo. Una pequeña sonrisa la acompañó por el resto del día.

°*°

Suspiró por undécima ves aquél día. Luego de la "charlita" que había tenido con los miembros del consejo de la familia, y los problemas de Oriente en general, el joven mago se había encerrado en la biblioteca, de muy mal humor. No era la primera ves que se encerraba en ese sitio, últimamente andaba de mal carácter..peor que el acostumbrado.

Y es que tenía un mal presentimiento. Un muy (con "m" mayúscula) mal presentimiento. Se sentía inquieto, taciturno...Bufó. En eso escuchó que la puerta se abría, y sonrió débilmente. Oh si, sabía quién era el idiota que se atrevía a entrar en un momento como ese en la misma habitación donde estuviera Li.

-Cómo has estado, Xiao? le preguntó una voz simpática. El jefe del clan Li le devolvió una sonrisa, dejando los papeles por un rato.

-Cómo crees que puedo estar, Jeff?

Jeff O'Neil había llegado a China como un embajador del Concilio de Oriente, pero después de conocer a Xiao Lang había pedido unas "vacaciones". En realidad, estaba más cómodo trabajando para su amigo, que para los "histéricos americanos", como él les llamaba. Y es que a pesar del nombre, Jeff había nacido en oriente, y por eso siempre había habido un roce entre sus jefes y él. Era muy informal, y ya le había dado más de un paro a la Sra. Li. Era morochos con tintes azulados, y le gustaba dejarse el cabello hasta los hombros, de forma que se lo ataba en una coleta baja. Sus ojos eran azul eléctrico, y llevaba un arete de metal en la oreja izquierda.

-Mal, supongo..-dijo chistando con la lengua, y sentándose con toda la tranquilidad en el asiento al frente de Shaoran- primero te quieren enchufar novia, y luego te cargan con kilos de trabajo..Yo ya hubiera muerto ahogado..-le comentó como si nada.

-Me alegro de ver que sigues apoyando tanto a la gente..-comentó irónico-pero no creo que vengas aquí sólo para darme el pésame, no es cierto?

-Cierto-el rostro de Jeff se endureció- hemos notado.. "cantidades" de poder extra.

-Qué clase de poder extra?- preguntó Shaoran, entornando los ojos.

-Oscuro-terminó su amigo. Parecía que estaba pensando algo, pues un brillo un tanto divertido bailaba en sus ojos. Shaoran bufó.

-A veces odio tu amor por el peligro-comentó. Suspiró, volviendo al tema- en dónde fue notado el poder?

-Ah! Eso es lo gracioso..-colocó una sonrisa cómplice- verás, querido amigo, a veces hablas en sueños...- la mirada fulminante de Shaoran lo hizo estremecerse- ok, ok, al grano. Japón

Fue un baldazo de agua fría para Xiao Lang, que miró a Jeff primero como si se hubiera vuelto loco, pero luego de analizar los hechos, y pasarse reiteradamente las manos por la cabellera, terminó posando sus ojos suplicantes por una negativa en el rostro de su amigo, que, sabiendo sus reacciones, lo observaba con pena, negando débilmente.

-Y sabes lo que tu deber como Jefe del Concilio representa...-susurró bajito. Hubo un momento de silencio, y luego, se escuchó la frase que desde el principio sabían que tendría que emitir.

-Está bien. Viajaré a Japón.

*°*

La noche estrellada brillaba en el firmamento. Una mujer salió tranquilamente hacia el balcón. Detrás, los ruidos de discusión y fiesta se escuchaba. Una fiesta en su honor. Suspiró.

Desde que recordaba se había aficionado por su actual trabajo. Todo aquél que la conocía había terminado llamándola "Niña Prodigio", por tener tantas aspirantes. Excelente cantante, modista... Y su carrera: guionista y directora de filmación. Pero, en realidad, no era más que eso. Un "nombre".

Su madre, o al menos eso creía, le había dicho que había sufrido un accidente de auto, y consecuencia a ello, perdido la memoria. Los médicos se habían mostrado optimistas a una recuperación rápida, pero  había sucedido todo lo contrario: cada ves que se encontraba con objetos (sobretodo fotos) de su pasado, se le bajaba la presión o se desmayaba, y terminaron recurriendo a desalojar todo. Incluso, se habían mudado de sitio. A Inglaterra, específicamente. Ahí, según le dijo su madre, ella empezó a hacer cosas que hacía antes. También lo tomaron como un signo de mejora, pero nada. No siguió avanzando.

Y, a sus 23 años, ya tenía toda su vida planificada. Esa misma noche, sospechaba que un compañero de trabajo le pediría matrimonio. Y qué? Lo aceptaría. En realidad, a partir del "accidente", se sentía vacía. Como si el propósito de su vida se hubiera perdido, junto a sus recuerdos. Y dolía tanto..

-Tomoyo?- preguntó una voz masculina detrás suyo. Ella se volvió confundida, y vio a un hombre de cabellos negros y tintes azulados, con unos profundos ojos que en la noche parecían negros, detrás a unos anteojos. La miraba asombrado. Ella se emocionó. Él la conocería...?

-Disculpe, le conozco..?-preguntó, educada.

-Qué haces aquí?-hizo un mohín de disgusto, y siguió hablando como con un viejo conocido.- realmente no tenía mucha intención de venir a esta fiesta, la noche es hermosa como para estar metido en un sitio con millones de personas desconocidas. Pero ya sabes, protocolo...

-Eh...en serio, quién es usted?- le dijo, pensando que sería un poco irrespetuoso seguir escuchando sin decirle que no lo conocía. Pero por dentro estaba nerviosa. Sus sentimientos habían reaccionado peculiarmente, parecido a los sentimientos de cariño que sentía hacia su madre, desde el instante en que la vio. El joven parecía sorprendido.

-No me reconoces? Soy yo, Eriol! Íbamos a la secundaria juntos, recuerdas?- le dijo, sonriendo divertido- el que se unía a las bromas de Yamasaki...

Si...aquellos nombres le sonaban...se emocionó. Hasta ahora, a la única persona de su pasado que conocía era a su madre. Y, secretamente, ella siempre había ansiado saber quién era. Fuera de todo lo que le dijera su madre, ella sentía que sólo sabría su identidad hasta conocer su pasado.

-No, no le conozco...ah, y esta fiesta es mía- le dijo divertida. Normalmente esperaría que su acompañante se sonrojara por su atrevimiento, pero el chico alzó una ceja.

-Tú eres la gran directora de cine, "Ann Parry"?-entonces, cayó en algo, y ahí si se sonrojó- oh, disculpe señorita...creo que la confundí con alguien más.- estaba deprimido. Por un minuto pensó que la vería de vuelta...Se dio vuelta, dispuesto a volver a la aburrida fiesta, o mejor, marcharse, cuando sintió un suave contacto en el brazo. Se volvió, sorprendido, y notó a la joven algo cohibida.

-No se valla, espere..-tomó aire- mi verdadero nombre es Tomoyo, vengo de Japón...usted me conoce, realmente? Porque si es así, me encantaría hablar con usted...-Eriol abrió mucho los ojos. Qué insinuaba?- es que...mi madre me contó que sufrí un accidente...y...bueno, pérdida de memoria-dijo algo sonrojada. Cuando levantó la vista, vio a su acompañante con una mirada de comprensión, que fue reemplazada por una sonrisa.

-Así que amnesia...tengo mis razones para creer que tu madre no debe haberte contado mucho sobre tu pasado, no?

-No, no lo hizo..es que yo sufría fuertes impresiones con fotografías, así que no quiso decirme nada. Pero quiero saber sobre cómo era antes...digo, vivía en Japón, no es así?

-Así es...-le echó una mirada al lugar, y luego con una sonrisa divertida, le tendió un brazo y dijo- si la dama se aburre aquí, como presiento, podríamos salir a dar una vuelta...No creo que quiera que ciertas orejas indiscretas se enteren de su pasado, no?-  Tomoyo se rió, aceptando el brazo que le ofrecía.

-A menos que fuera de la mafia... pero es cierto, este sitio es un poco ahogante, no?- Eriol asintió, y diestramente salieron del edificio sin que nadie los viera.

Estaban en un café, ambos relajados. Eriol le había contado unas cuantas anécdotas de su pasado (sin nada que se refiriera a las cartas, por si la chica no recobrara la memoria nunca), y se habían reído bastante. Sobretodo, cuando el joven inglés le relataba situaciones vergonzosas entre un par de amigos suyos, cuando aún no se habían declarado. La chica se lamentó de que su madre hubiera guardado lejos de ella todas las fotos y videos, porque quería saber de esa época. La época en que la gente le quería por ser quien era.

-Y dime Eriol, cómo es que estás en Inglaterra? Porque sobre lo que me cuentas, estábamos en Japón, no es así?- le preguntó, luego de tomar un sorbo de té.

-Así es...-sonreía- pero mis padres son ingleses, y yo también. Fui a Japón por unos asuntos que ahora no vale la pena mencionar..- notó algo incómodo una mirada perforadora de la mujer. A pesar de  haber perdido la memoria, parecía haber rescatado ciertos hábitos, y sabía que, si no llegaba a recordar su pasado, Tomoyo no descansaría hasta saber qué habían sido esos asuntos. En ese momento, él agradeció que la chica nunca fuera muy directa con sus dudas. Al menos le daría tiempo para planear una coartada. Hubo un silencio tranquilo.

-Quiero ir a Japón- expuso ella. Al joven, a decisión lo pilló por sorpresa. Se quedó mirando asombrado a Tomoyo, pero la chica estaba hablando decidida- quiero ir a donde vivía antes, conocer a las personas con las que convivía....quiero recordar mi pasado, Eriol. No importa que me cueste- terminó, mirándolo a los ojos. La sorpresa de él se fue esfumando lentamente de los ojos. Comprendía lo que sentía su amiga. Sonrió francamente.

-Está bien. Pero tendrás que dejarme acompañarte. Yo no seré de allí, pero al menos recuerdo algo. Si tú no recuerdas nada, será muy difícil. A parte...-sonrió misteriosamente, mirando por la vidriera de la cafetería, hacia las oscuras calles de Londres- creo que ya ha pasado mucho tiempo desde que pisé Oriente por última ves....

°*°

Sakura se recostó suavemente es su cama. Cerró los ojos, sonriendo furtivamente. Ese día había sido muy feliz, como no lo era desde hacía tiempo. Se sentía como si recién saliera de una gripe muy mala. Y sabía qué había sido el remedio: Ying Fa. Cuando ella se había ido, Kero le había comentado asombrado el carácter de la chica. Sakura, por su parte, colocó música, y se propuso hacer una de sus mejores comidas para la cena. Y muchos dulces para que Kero se entretuviera a la tarde, mientras no estaba. Sentía un enorme peso fuera de ella.

-Sakurita?-preguntó una voz chillona a su lado. La chica sonrió.

-Si Kero?

-Te veo muy feliz...-se callaron. No había nada que decir; ambos se sentían bien- buenas noches...

-Buenas Noches, Kerito...

La chica se fue durmiendo, y mientras Morfeo la acunaba, pensó que, si tenía aquél sueño, ya no tendría tantas ganas de irse.

To Be Continue...

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Notas de la Autora: Holaaaaaaaaaaaaa!!! Después de tanto tiempooooo.... les gustó? A mi sí n_n. Un plus para los fans de T/E!!! Claro, aún no avanzan mucho, pero no esperarán gran cosa de una chica amnésica y un chico que no la ve desde hace un montón de tiempo, no? No se preocupen, que yo soy fan de ellos al 100%. Ahora, a lo que me importa...r/r!!!

Undine: gracias ^^. Siento la tardanza, estaba un poco bloqueada.

Luna-kotori: gracias ^//^. No, no lo voy a dejar.. incluso estoy pensando una precuela para cuando lo termine (o cuando vaya por la mitad, depende mis ansias XD), para los que les interese más el pasado...Aquí tienes otro cap!

Celina: gracias ^^¡. Aquí tienes el sig. Cap, espero que te haya gustado.

Bien, ahora... nos leemos!!!! Dejen r/r , que son gratis y nos hacen muy feliz!!!!

Ciao...