CAPÍTULO 2

Este capítulo está dedicado a Minue y a Nicol-Aru por haberme escrito review. Es mi primer fic, así que los suyos son mis primeros reviews ( espero que no los últimos) y no os podéis hacer una idea de la ilusión que me han hecho. Muchísimas, muchísimas, muchísimas gracias, espero que sigáis leyéndolo.

Este capítulo me ha salido sosete ¡ lo siento!, pero quería publicarlo ya para no haceros esperar. Espero que no os aburra. Besos

Después de clase de pociones, el día después de que Snape les anunciara la buena nueva de los trabajos, Hermione paró a Draco.

- Malfoy, creo que deberíamos quedar ya, cuanto antes empecemos antes acabaremos.

- No sabía que estuvieras tan deseosa de quedar conmigo, Granger – Draco le medio sonrió – aunque claro, es lógico. No obstante, me veo en el deber de informarte que estoy por encima de tus posibilidades ( tenía el día graciosillo el niño )

Hermione levantó una ceja sin dejar de mirarle - ¿ Y bien?

Draco se puso serio – sí, bien, cuanto antes terminemos con esto mejor. Esta tarde a las siete en la biblioteca – dicho esto se largó hacia su siguiente clase sin despedirse de Hermione.

- A sus órdenes – murmuró irónicamente Hermione, pero Draco ya estaba demasiado lejos para oírla.

- Ese con el que hablabas era Malfoy ¿ no? – Admie todavía estaba un poco perdida con la gente, pero era normal, demasiadas caras y nombres para un par de días – Es igualito a su padre – al ver la mueca de asco de Hermione agregó – por lo menos podrás alegrarte la vista, porque el chico está de buen ver...

- ¿ MALFOY?, Malfoy el prepotente, al engreído, creído...

- Sí Hermione, "ese" Malfoy. Te caerá como una patada en las narices pero tienes que reconocer que físicamente está muy bien, para hacerle un favor.

- Por lo que veo te tenía que haber tocado a ti con él – Hermione miró inquisitivamente a Admie que negó con la cabeza – No te confundas Herm, me parece muy guapo pero no es para nada mi tipo. Ni se acerca. Y.... El que sí que se acerca es Harry.

- ¡¡¡¿ Harry?!!!

- Aquí estoy,  ¡ Hola chicas! – Harry agarró a Hermione por el hombro y ésta pegó un brinco - ¡ Harry! ¡ Qué susto me has dado!

- Pero si ya te dije que venía hacia acá – contestó Admie

- Oh! Ya, entendí otra cosa... Harry, ¿ has hablado ya con Bulstrode?

- Sí y dentro de lo que cabe parece una persona normal.

- Afortunado tú entre todos nosotros.

- Habla por ti reina, que yo con Mollyton estoy satisfecha.

¿ Satisfecha? ¿ Qué quiere decir con "satisfecha"? – pensó Harry.

- Planeta tierra llamando a Harry ...– la voz de Hermione le sacó de sus pensamientos ( si es que se pueden llamar así)

- Errr...¿ Vamos al comedor?. Ron está ya allí esperándonos, tenía mucha hambre y no quería llegar tarde a comer.

- Lo de Ron con la comida está empezando a ser preocupante ¿ ni siquiera ha podido esperar dos minutos a que termináramos?

- Bueno, también ha influido que Parkinson le estuviera buscando para quedar con él. ¡ Qué pena que no le hayáis visto! ¡ Ni que hubiera visto a una de las "mascotitas" de Hagrid!.

- ¿ "mascotitas"? – Admie no entendía a qué se referían.

- Ya lo verás por ti misma, ya – Harry y Hermione se rieron mientras Admie los miraba frunciendo el entrecejo. Por la cara que ponían y lo que había conocido de Hagrid, no debía de ser nada bueno.

A las siete de la tarde en la biblioteca.....

- Bien Granger, creo que lo mejor es ser claros. Necesito sacar la mejor nota con este trabajo y supongo que tú también buscas lo mismo. Tenemos que buscar una forma en la que poder trabajar juntos sin echar a perder el trabajo – Malfoy estaba hablando en serio. Parecía tener verdadero interés en que hacerlo bien.

- Deberíamos poner reglas

Malfoy levantó una ceja - ¿ Reglas? Te afecta demasiado ser prefecta.

- Sí, una especie de "normas de convivencia" o algo parecido

- Oh! Bueno. ¿ Cómo qué?

- Nada de "sangre sucia", "sabelotodo" y demás variantes.

 -Pero para eso tú deberías olvidarte de tus comentarios tipo "soy la mejor porque lo sé todo aunque no soy más que una pequeña sangre sucia".

- Hermione hacía esfuerzos por controlar su mala leche – Entonces te agradecería que tú me ahorraras tus comentarios tipo "soy el mejor porque soy sangre limpia y tengo dinero a raudales y eso es lo único que importa".

- Bueno, es que eso se acerca bastante a la realidad.

- Pues hazme un favor: cómprate el bosque prohibido y piérdete en él.

- Uy!!! ¡ Qué ocurrente Granger ! ¿ Se te ha ocurrido a ti solita o le has pedido ayuda al cara rajada? Porque al pobretón seguro que no, no le da el cerebro para tanto. Sus células cerebrales están en la lista de especies en extinción.

- Podríamos estar así eternamente, y no sé tú pero yo tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo que perderlo aquí contigo. ¿ Te parece si dejamos el intercambio de lindezas y hacemos algo de provecho?

- Puedes creer que tengo mejores formas de pasar el rato, bastante mejores – esto último lo dijo pensando en su nueva conquista, una ravenclaw de 5º. Precisamente una de las últimas veces que había estado con ella les pilló Snape en una situación un tanto "comprometida". Suponía que esa era la razón de que le hubiera emparejado en pociones con Granger. Un castigo muy al estilo de Snape: sutil pero contundente.

Después de esto empezaron a trabajar en silencio, buscando en los libros de la biblioteca alguna posible idea, sin dirigirse la palabra más que lo estrictamente necesario.

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- ¿ Vamos a desayunar ? – Admie no perdía su buen humor ni aún quedando tan sólo una semana para presentar la primera parte del trabajo a Snape.

- Claro, os estábamos esperando –  respondió Ron. Era uno de los más afectados por el trabajo de pociones y sus continuos roces con Pansy le estaban volviendo un poco misógino, por lo que Harry no se extrañó al escucharle murmurar – no sé que #?$!º## hacéis vosotras dos para tardar tanto en bajar todos los días ¡¡¡mujeres!!!

- Pues yo sí sé porque tú tardas tan poco – Hermione dijo esto mirándole de arriba abajo lentamente. Ante este comentario Ron sólo gruñó, se le estaba poniendo un humor de perros trabajando con la Parkinson.

Entraron al comedor y se sentaron en sus sitios habituales. Admie y Hermione estaban hablando de las clases que les tocaban. Realmente habían congeniado muy bien y Harry se alegraba doblemente. A Hermione se la veía más feliz y despreocupada lo que le venía haciendo buena falta. Aunque siempre habían estado juntos los tres Harry se daba cuenta de que realmente Ron y él estaban más unidos entre ellos que con Hermione y eso ella debía notarlo. Por otra parte que fueran tan amigas hacía que Admie pasara la mayor parte del tiempo con ellos y esa era la mejor parte.

- Ron, supongo que mejor ni te pregunto qué tal " lo " llevas – ese " lo " sólo podía referirse al trabajo de pociones porque era el tema del 70% de conversaciones en esos últimos días ya que, siguiendo la consabida máxima de " para qué hacerlo hoy si lo puedes dejar para mañana ", a todos les habían entrado de repente los agobios de última hora y los " no me da tiempo" eran el pan nuestro de cada día. 

- Mññsñldd

- Ya veo

- ¿ Pero Ron no me dijiste ayer que ya teníais una idea? – le preguntó Harry

- Másmenos – se notaba a tres leguas y media que Ron no quería hablar del tema así que Hermione aprovechó para seguir metiendo el dedo en la llaga - ¿ Y cuál es esa idea?

Ron aparentó estar demasiado concentrado en sus cereales como para escucharla pero Hermione no se rindió – Que digo Ron, ¿ cuál es esa fantástica idea?

- Una poción de belleza – susurró casi inaudiblemente Ron, cuyas mejillas estaban rosaditas

- ¡¡¡¿ Qué?!!! – Hermione no se lo podía creer. Miró a Harry que estaba intentando poner cara de circunstancias y que parecía que ya lo sabía. A su lado, Admie no paraba de temblar apretando los labios, pero no importaba porque Ron aún no había apartado la vista de su desayuno.

- Eso, una poción de belleza – esta vez lo dijo más alto y aunque estaba como un tomate se atrevió a levantar la mirada hacia sus amigos.

- Ja jajajjjja – Admie no aguantó ( era de risa fácil y, para desgracia de Ron, contagiosa ). En seguida los demás se echaron a reir igual que ella. Ron al principio hizo el amago de levantarse bruscamente pero al mirar más a sus amigos no pudo enfadarse y se limitó a refunfuñar hasta que pararon de reir.

- Lo siento Ron, es que no te pega mucho que digamos – Admie al final había conseguido calmarse y le empezaba a dar pena de Ron

- Ha sido todo cosa de esa maldita Parkinson

- Pero no entiendo porque vas a hacerlo sino quieres – Hermione también había dejado de reir.

- Claro, eso es muy fácil de decir cuando no eres tú la que la aguanta. Es insoportable. No para de hablar y hablar con esa vocecita chillona, no hay forma de hacerla callar y me aturulla. No me deja razonar, sólo puedo oírla a ella con esa voz insufrible y al final acepté sólo para que me dejara un rato tranquilo.

- Pero tienes que mirar el lado bueno, si os sale bien tú también podrás utilizarla – Admie dijo esto con una sonrisita picarona – Eso nos vendría muy bien Herm, porque así tendría que contratarnos para que le alejáramos a todas las moscardonas y a cambio él tendría que pagarnos haciéndonos los deberes

- Pues que quieres que te diga bonita, pero yo antes muerta que dejar que Ron le ponga una mano encima a mis deberes – Hermione puso cara de repulsión mientras decía esto – aunque creo que hay una chica a la que no querría que espantásemos ¿ verdad Ron?

- Pues no sé a quién te refieres, y es mejor que vayamos yendo a clase si no queremos llegar tarde – Ron dijo esto levantándose y los demás lo siguieron porque lo cierto es que tenía razón.

Cuando llegaron al aula de transformaciones Admie aprovechó para preguntarle en susurros a Hermione - ¿ A quién te referías con eso último que le dijiste a Ron?

- Te doy tres intentos – Hermione le sonrió – a ver si pensamos lo mismo

Después de pensarlo un momento Admie señaló con la cabeza hacia una chica unos grandes pendientes de margaritas doradas ( ¿ en que estabas pensando Lavender? ). Hermione afirmó con un movimiento de cabeza y ambas se sonrieron un segundo antes de volver a prestar atención a McGonagall y su explicación sobre cómo transformar una piedra vulgar y corriente en un portarretratos.

Después de la teoría vino la práctica y a Hermione como era de esperar le salió un muy correcto portarretratos rectangular de plata lo que valió una mirada aprobadora de McGonagall. Admie consiguió uno precioso de azabache con unos grabados sinuosos que asemejaban serpientes. A Harry y a Ron les salieron con motivos de quidditch ( seguramente porque llevaban toda la clase hablando del equipo de Gryfindor y las posibilidades que tenían este año, en cuanto escapaban del campo de visión de McGonagall ). El de Harry estaba adornado con snitchs doradas sobre un fondo granate ( muy Gryfindor él, no pueden decirle que no siente los colores ). El de Ron en cambio no tenía ninguna " pelotita " de adorno, sino la cara de Víctor Krum con su eterno entrecejo fruncido y moviéndose por todo el marco intentando ver mejor a Hermione, que se sentaba detrás de Ron y estaba inclinada hacia delante observándolo. Al final Ron se cansó y lo tiró dentro de la mochila con intención de tirarlo por el váter en cuanto fuera al servicio.

Al día siguiente cuando las chicas bajaron de su habitación en la sala común no estaban ni Harry ni Ron así que preguntaron a Neville si sabía si todavía estaban en su habitación. Neville les había visto salir a desayunar así que fueron los tres juntos al gran comedor. Allí estaban y se sentaron al lado.

- ¿ Cómo es que no nos habéis esperado? – Hermione les preguntó una vez que se sentó frente a Ron.

- Sois un par de tardonas y tenía hambre – Ron estaba untando unas tostadas.

- ¡ Eso sí que es una novedad !

- ¡ Estoy en edad de crecer! Tengo que alimentarme.

- Ya, claro. Como sigas creciendo te van a tener que hacer una cama nueva porque seguro que en la que tienes ya entras justo.

- Harry, tienes mala cara, ¿ qué te pasa? – Admie parecía realmente preocupada, Harry estaba pálido y tenía unas ojeras bastante pronunciadas.

Harry miró a su derecha, donde se había sentado Admie que le puso la mano en el brazo mientras le volvía a preguntar - ¿ te encuentras mal? – Harry se estremeció al ver esos enormes fijos en él – Sí, sí, es sólo que ayer se alargó el entrenamiento y estoy muy cansado. Oliver está más obsesionado que nunca y si sigue a este paso va a acabar con nosotros.

- Ah!! Claro, se me había olvidado que tenías entrenamiento – Admie sonrió aliviada

- Ya, ya me di cuenta – la miró apenado – ayer te estuve buscando, como dijiste que querías venir a verlo... – intentó sonar despreocupado pero sus ojos lo delataban, aunque como Admie no le estaba mirando no pareció darse cuenta. Sólo Ron lo notó.

- Uyyyyy!!!!! Pero si es verdad. Se me había olvidado. Es que estuve con Bramton toda la tarde.

! Genial ¡ Con Bramton tenía que ser, cómo no – Harry no pudo evitar pensarlo. Ese era en parte el motivo de su careto de esa mañana. Es verdad que Oliver estaba hiperactivo y más dictatorial que nunca, pero a pesar de haber llegado muy cansado por el entrenamiento no se había podido dormir porque no había podido dejar de pensar en Admie. Al volver del entrenamiento venía despotricando con Angelina de Oliver cuando vieron una pareja sentada en el prado. Aunque estaban lejos él reconocería a la chica en cualquier lugar. Era Admie, "su" Admie, sentada riéndose con Bramton Mollyton. No parecía que estuvieran trabajando precisamente. Bramton y ella se llevaban genial y quedaban más que el resto de parejas pociones. Tenía que reconocer que el chico parecía simpático y no sólo con ella, sino que también era agradable con ellos mismos, no sabía si por su propia voluntad o por no molestar a Admie. Estuvo dándole vueltas al asunto durante un par de horas hasta que al fin consiguió dormirse.   

- ¿ Cuándo tenéis el próximo entrenamiento? – Ron 

- Hoy mismo, el partido con Ravenclaw es en 10 días y Oliver no nos va a dejar en paz. No sé qué desayunará para llegar con esa energía a los entrenamientos, pero desde luego no lo mismo que yo – Harry sonaba cansado.

- Bien, pues el entrenamiento de hoy no me lo pierdo, así podré animarte que te hace buena falta – Admie le sonrió - ¿ De qué color prefieres los pompones?

- Granate y dorado, por supuesto – Harry le siguió la gracia sonriendo y quedándose con las ganas de pedirle una minifalda que hiciera honor a lo de "mini". Bueno, odiaba a Mollyton por pasar tanto tiempo con Admie, pero era con Harry, Ron y Hermione con los que pasaba más tiempo. ¡ Hay que ser positivo!

De repente llegaron las lechuzas con el correo y se oyó un tumulto proveniente de Slytherin. A Parkinson le había mandado un howler su hermana por haberle cogido su vestido favorito sin permiso. La cara de Parkinson no tenía desperdicio y Ron no paró hasta encontrar a Colin ( que como siempre llevaba la cámara colgando ) para que le sacara una foto. Las carcajadas de Malfoy resonaban por todo el comedor, se le veía disfrutando de lo lindo ( casi igual que Ron ) y es que Parkinson llevaba unos días especialmente pesada con él.

Hermione no pudo evitar pensar que realizar el trabajo con Malfoy no estaba  resultando tan mala experiencia como había pensado...

Sé que hay poco D/Hr pero entendedlo, por ahora se odian. Creo que el siguiente capítulo va a estar más centrado en ellos dos  Qué os parece?