Capítulo 5: Iguales pero Diferentes

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Fanelia.  Kaoru caminaba al lado de Aska por todo el palacio.  El rumor sobre la hermana de esta acababa de llegar a la región, y por si fuera poco, por la mano de los comerciantes.  Folken no estaba muy contento con estos rumores, tanto que le reclamó a su padre lo sucedido.  Una visión llego a la mente de Aska: un chico, no era Kaede, era otro, parecido a ella, a su padre; su mirada se parecía un poco a la suya.  Ese chico era envuelto por una gran luz, luego, una pluma.  Aska no soportaba las visiones, los ojos se le pusieron en blanco y cayo al suelo, frente a Kaoru.

- ¡Princesa!

Al grito de Kaoru acudieron Sutton y Zircon, además de Merle, que llevaron a Aska a su habitación y la tendieron en la cama.  La chica comenzó a expulsar un sudor húmedo y frío que le recorría todo el cuerpo.  La reina entró desesperada a la habitación en cuanto se entero de lo sucedido, y no podía creer lo que veía: a su hija menor sumida en un sudor delirante, mencionando a un chico con la luz de la Luna Fantasma.  La reina cubrió su rostro con sus manos y salió de la habitación, en el camino mandó llamar a Megnon, el soldado de confianza del rey.

- Manda a buscar al príncipe Fassa, Kaede Fassa, dile que se solicita su presencia urgentemente en Fanelia.

- Como usted diga, Su Alteza.

La reina encontró a su esposo entrenando a su hijo en la arena de duelos.  Al rey le sorprendió que su esposa apareciera por ahí, así que bajo inmediatamente, al igual que Folken.

- ¿Pasa algo Hitomi?

- Es Aska, creo que… ya lo sabe…

- Entonces creo que ya es hora de que todo salga a la luz - mencionó el rey - y cuando digo todo, es que es absolutamente TODO.

- ¿Que es lo que tiene que salir a la luz papá? - interrumpió el hijo.

- Esperemos a que llegue tu hermana Stella, hablaremos todos en la habitación de Aska.

Aska se había estabilizado momentos antes de que llegara su hermana.  Sus padres y su hermano estaban allí también, esperando a Stella, la cual llegaba desde Astoria con una cara que no le habían conocido antes, como de sufrimiento.

- Creo que es hora de decirles la verdad - mencionó la reina Hitomi - se que después tendrán muchas dudas, pero tarde o temprano tendrían que saber la verdad…

- Las visiones de Aska tienen una explicación - menciono el rey Van, ante la mirada atónita de sus hijos - ella simplemente se esta conectando con su hermano gemelo.

Los tres hijos observaron a sus padres con detenimiento pero sin atreverse a decir nada, ni una sola palabra.  La confusión que tenían en esos momentos era demasiada como para entablar palabra con sus padres.

- Así es, así como Folken y Stella son gemelos, Aska y Chris también son gemelos, con la pequeña diferencia de que Aska nació primero.  Los separamos al nacer debido a la amenaza de Zaiback contra Fanelia, así que lo mandamos a la Luna Fantasma - mencionó Van - pero creo que ya es hora de traerlo, pase lo que pase, sino, lo mas seguro es que Aska seguirá teniendo esas visiones debido a la conexión con su hermano...

- ¿Y él ya lo sabe? - pregunto Aska.

- Se lo he dicho en sus sueños - menciono Hitomi - solo tenemos que ir por él…

- Folken no puede ir porque todavía no ha terminado su entrenamiento - interrumpió el rey Van, hablando con mucha seriedad - y Stella no puede ir porque Ispano creería que la estamos ocultando…

- Yo puedo ir papá - mencionó Aska, interrumpiendo a su padre - es mi hermano, tengo la obligación.  Solo quisiera despedirme de Kaede…

- Ya lo mandé llamar, no te preocupes hija.

- además, tenemos otro asunto de que hablar - menciono la reina Hitomi - es sobre ti, Stella…

Stella salió de la habitación, sin dejar que su madre terminara de hablar.  Sinceramente le valió haber escuchado la noticia de otro hermano, ya que no había sido tomada en cuenta sin saber por qué, además de que todo lo que tenía que saber, ella ya lo sabía, bueno, eso creía ella.  Ahora que había otro hermano menos la tomarían en cuenta.  No lo soportó.  Se encerró en su cuarto un tiempo, Aska pensó que era para meditar un poco la situación, pero cuando entró para preguntarle, no encontró a nadie, solo las puertas del balcón estaban abiertas de par en par, y decenas de plumas blancas tiradas por toda la habitación.  Stella estaba volando por las montañas Floresta, pero de repente su hermano Folken se le atravesó de la misma forma, era la primera vez que la chica veía a su hermano utilizar sus alas.

- ¿Qué es lo que crees que haces? - le dijo Folken, atrapando a su hermana con sus manos.  Estaban en el aire aún - ¡No puedes viajar ahorita! El asunto de Aska…

- ¡Lo de Aska me vale un comino Folken! - interrumpió a su hermano - ¡Solo tengo menos de un mes de vida y no voy a desperdiciarlo en una búsqueda que no tiene sentido alguno!

Stella se alejó de su hermano y siguió su camino, pero ahora descendió y se fue corriendo sin rumbo, resentida no nada mas con su familia, sino con ella misma.  Por otro lado, las puertas del hangar de Fanelia se abrieron, indicando la llegada de Kaede Fassa al castillo Fanel, que fue corriendo a ver a Aska; nada mas recibió el recado y dejo todo por ir con ella, los negocios principalmente;  le importaba su prometida y no la iba a dejar en momentos como ese.  En cuanto entró a la habitación de la chica fue hacia ella y la estrecho fuertemente en sus brazos, y aunque ella ya estaba mejor, no pudo evitar que se le saliera una lágrima de la preocupación.

- ¡Aska! - mencionó el chico, mientras abrazaba a su prometida - Sentí que te perdía, no vuelvas a darme un susto así, no quiero perderte...

- Ya estoy bien, pero tienes que saber algo.  Algo que podría cambiar nuestras vidas… para siempre…

Conforme le iba contando, el príncipe Fassa no cabía de asombro por lo que le había contado su prometida.  Sus padres la mandarían a la Luna Fantasma por su hermano gemelo, cosa que parecía difícil de creer.

- ¿Y qué piensas hacer Aska? ¿Me dejarás solo?

- Jamás te dejaré solo, solo serán unos días, regresare en cuanto encuentre a mi hermano - tomó sus manos en las suyas - tal vez no esté contigo físicamente, pero mi alma estará contigo siempre.

- En ese caso no te vayas a tardar… no quiero que me hagas esperar…

- No lo haré, te lo prometo - pauso un momento, pero enseguida mencionó - pero quiero que me hagas un favor, antes de que me vaya quiero que me prometas que cuidarás de mi hermana.

- Eso tenlo por seguro, ¿Por qué?

- Tu sabes que tengo visiones, y una de ellas se relaciona con mi hermana y tu primo…

Kaede asintió, tenía que hacerlo para no preocupar a su prometida, que estaba por partir.  El rey Van estaba enojado por la decisión de su hija mayor, así que volvió a mandar sus mensajes a toda Gaea, pero fue interrumpido por su esposa.

- No lo hagas Van - mencionó la reina Hitomi - tengo el presentimiento de que se fue a Freid.

- ¿A Freid? ¿Por qué no a Astoria?

- Solo es un presentimiento… ya me conoces como soy con respecto a los presentimientos…

El rey salió caminado hacia la biblioteca a escribir una carta, a la vez que sacó de un rincón oculto de su escritorio un pergamino algo viejo.  En eso estaba cuando apareció Aska por la puerta, con su actitud de despedida.  Y si era eso, su despedida, pero prometió que regresaría lo mas pronto posible, ya que no deseaba que su padre tuviera mas preocupaciones de las que ya tenía con su hermana.  Aska miró el pergamino, pero solo alcanzó a distinguir unas cuantas palabras, pero no mencionó nada para no mortificar mas a su padre.  Se fue antes de que le pudiera contestar, dispuesta a transportarse a la Luna Fantasma.  Fue a su habitación, se quedo sola, se cambio de ropa y se puso la que era de su madre en la juventud, aunque le quedaba un poco grande.  Se paró en el balcón que daba hacia el jardín, junto sus manos y susurró algo al viento.

- Hermana, se que mi mensaje llegara a ti tarde o temprano, ahora se que si tienes destino, no debes de mortificarte más.  Kaede, volveré pronto…

Una luz bajo del cielo envolviendo a Aska, que desapareció de la faz de Gaea.  La reina Hitomi corrió a la habitación de su hija en cuanto vio la luz, descubriendo su salida hacia el planeta de sus orígenes.

- Te llevaste mi viejo uniforme… no importa, se que lo lograrás Aska, lograrás ser feliz, al igual que tu hermana Stella…

Kaoru se acerco a la reina, dándole a entender que contaba con su apoyo en esos momentos, ahora la reina estaba quedándose poco a poco sin hijos, aunque estos regresarían para luego irse de sus manos, como las palomas cuando vuelan hacia el cielo.

***

El Demonio de la Mirada de Fuego, como se le conocía al chico de los ojos rojos en Zaibach, había llegado al mercado de Astoria, pero aún tenía que poner en práctica el plan trazado.  El otro sujeto que venía con él, era un sacerdote muy reconocido de Astoria, y jamás podrían haber pensado que los traicionaría por estar de otro lado.

- Ahora solo hay que esperar un poco más - menciono el Demonio de la Mirada de Fuego - todo se está movilizando poco a poco en Zaibach, así no le daremos sospechas a las demás naciones.

- En cuanto estemos listos, empezaremos la marcha - menciono el otro sujeto.

- No te preocupes Zerg, todo estará listo, ya veras que podremos atacar en la fecha prevista…

- Si, el sacrificio del descendiente de Atlantis se acerca poco a poco, cada vez está mas cerca…

Se dirigieron a una taberna a beber un poco, aunque ambos estaban conscientes de no pasarse de copas para no soltar información alguna sobre el ataque, aunque ambos no decían nada ni aunque hubiesen bebido unas quince botellas del mejor vino de la ciudad.

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Notas de la autora: ¿Quién se iba a imaginar que eran cuatro los hijos gemelos/mellizos? Nadie, solo yo,  y como vemos, el villano tiene complice, y aquí empiezan los conflictos.  Saludos a todos y no olviden escribirme a darkangelorochi@hotmail.com asi que escríbanme.  Atte. Dark Angel.