Capítulo 12: Nuevas Preocupaciones

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       Unas horas después de que se terminó la batalla, se organizo una junta en el salón principal.  Allí se encontraban los representantes de las naciones mas importantes; Dryden Fassa de Astoria, Cehris Ofir Escia de Basram, en representación de Egzardia se encontraba Cathera, la hermana de Cehris y sobrina de la reina, además de Van Slanzar de Fanel, lógico que de Fanelia; Chid Zar Freid, de Freid, y además los de Daedalus, Chezario y Salace.  Estaban todos ellos ahí, además de Folken.

- Tenemos que ver la manera de cómo enfrentar la nueva amenaza de Zaibach – mencionó el soberano de Daedalus – la batalla de hoy solo significa que hay guerra, y si apenas Freid pudo contenerlo, no veo como podrán los demás...

- Si nos unimos todos, podremos con la amenaza – se refirió la Dama Cathera.

- Pero no sabemos que tan poderoso se volvió Zaibach en estos años – mencionó Cehris, el hermano de Cathera – porque mientras nosotros estábamos todos felices y contentos restaurando nuestros reinos, Zaibach no se quedo con las ganas de acabar con todos nosotros...

- Tienes razón – mencionó Folken – además, no solo acabaran con nosotros... – y luego pensó – "y quien sabe que podrán hacerle a Kaoru..."

- Además secuestraron a la chica de la luna fantasma – mencionó Van – quien sabe y la utilicen para alguno de sus rituales...

Por otro lado, la reina Hitomi había regañado a su hija mayor mas fuerte que la ultima vez, ya que ¿Cómo era posible que una reina saliera al campo de batalla dejando su reino solo? Eso jamás lo hubiera imaginado de su hija mayor, y por otro lado había que ver que pasaba con lo de Kaoru.  Se sentía algo culpable, ya que la había descuidado y por eso paso lo que paso.  Pero primero tenían que ver que era lo que reunía el consejo.

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Por su parte, Kaoru estaba algo asustada, se encontraba en una celda oscura, sin ventanas, solo con un pequeño agujero por donde entraba un pequeño halo de luz.  Sus ojos se encontraban cansados de tanto llorar, aunque ella sabía que no tenía caso, ya que llorar no resolvía nada.  En eso se abrió la puerta, dejando pasar a dos sujetos, un joven pelirrojo y uno con finta de sacerdote.  Era obvio que eran el Demonio de la Mirada de Fuego y Zerg,

- ¿Qué haremos con ella jefe? – le dijo Zerg al Demonio de la Mirada de Fuego.

- El plan es este: la cambiaremos por el ángel, así de sencillo.  Los amenazaremos de muerte si no lo hacen, así que ellos no tendrán mas remedio que darnos al ángel, en cuanto lo tengamos, el sacrificio se llevará a cabo, entonces, el clan Ispano morirá, y el caos por fin reinará en Gaea... ¿Y quién podrá restaurarlo? Solo Zaibach... - le lanzó una mirada amenazadora a Kaoru – pero por mientras... será divertido entretenernos con ella...

Kaoru comenzaba a pensar lo peor, pero entonces los dos sujetos salieron de la celda y la volvieron a encerrar, al parecer tenían pensado otra cosa con ella.  Comenzó a intentar invocar a Folken por medio de sus sueños, como antes, pero ya no se podía dormir, y mucho menos soñar despierta.  Técnicamente no podía hacer nada.

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Chris entro al palacio sigilosamente, nadie debía de haber notado su ausencia, sabía que era tiempo de guerra y que no podía estar seguro allá afuera, mas sin embargo salió, y que noche pasó.  En eso pensaba, cuando una mano le jalo fuertemente, y se encontró con su hermana menor, algo enojada, pero se notaba que también estaba triste por algo, eso podía deducirlo.

- ¿Fue divertido Chris?

- ¡Aska! ¿No se a que te refieres?

- Soy tu hermana, nacimos casi al mismo tiempo, recuerda que tengo conexión contigo...

- Entonces ya sabes lo que me pasó, así que no tengo porque decírtelo...

- ¡Chris!

El chico se alejó de su hermana.  Había quedado algo impresionado por lo que pasó esa noche, ver a todos esos jóvenes bailar alrededor de la fogata, ver a esa chica haciendo un ritual desconocido para el, su danza, su belleza, sus ojos, esa mirada que le llego hasta el fondo sin mas no poder.  Lo único que conservaba, era la daga que le había dado de regreso, pero no era la misma que le había quitado, bueno, técnicamente si, pero mejorada, gracias a un ritual que ella sola había hecho delante de el.  En cuanto iba a atravesar el corredor para ver a su madre, fue cuando salieron todos los soberanos del salón, llamaron a un mensajero, y enfrente de todos los presentes, reyes, reinas, y demás, mencionaron el edicto.

- Hemos decidido una cosa – dijo Cehris, rey de Basram – toda la gente en edad de luchar, será reclutada, de todos los países de la ahora alianza, para prepararse por una posible guerra contra Zaibach...

Chris se quedo absorto al escuchar las palabras del soberano.  Iba a comenzar la guerra.  Era lo ultimo que el quería, pero no podía saber de quien era la culpa, porque en realidad no sabían que era lo que quería el enemigo.  Ninguno lo sabía, pero había cuatro posibilidades de lo que quería Zaibach.  Una vez que los soberanos de los respectivos países se prepararon para retirarse a sus moradas, los chicos se reunieron en el patio; eran Aska y su hermano Chris de Fanel, Kaede y Albert Fassa; Leon Gadhia, Lina Escia y su hermano menor Cehris; además de Luna Schezar.

- Chicos, estamos en una situación crítica – mencionó Kaede Fassa – tenemos que pensar en alguna forma para ayudar... no quiero que seamos unos inútiles...

- Pues para pelear aquí estamos nosotros, hermano – dijo Albert Fassa, señalándose junto con Leon, Cehris y Luna – los que sabemos usar la espada y las armas...

- Eso no será suficiente, además, hay que encontrar a Kaoru – interrumpió Chris de Fanel.

- ¿La chica de la luna fantasma? – dijo Leon Gadhia - ¿Qué tiene que ver con esto?

- Pues algo tiene que ver – le respondió Aska – como para que Zaibach la haya secuestrado... aunque... se me ocurre algo...

Todos los chicos se le quedaron mirando a la chica Fanel, algo absortos en sus propios pensamientos por lo menos hasta que Aska dijo su plan.

- Tomare las cartas de mamá, y con eso encontrare a Kaoru...

- Hermana...

- No te asustes Chris, no pasara nada... además, Kaede estará conmigo... ¿No es así?

El heredero Fassa asintió, y abrazó a Aska con fuerza.  Una vez que ella encontrara donde estaba Kaoru, iban a ver la manera de entrar sin ser vistos, ya que Leon era un gran estratega, Lina tenía una astucia genial, y si a eso le sumaban la agilidad de los hermanos Escia, todo podría salir bien.  Aska se encerró en una habitación con las cargas de su madre, las revolvió rápidamente, para poder interpretarlas, luego las acomodo de la manera en que se las habían enseñado, luego una por una, iba volteándolas.

- La rueda... la muerte... el rey...  no entiendo muy bien... pero podría ser...

Ya había pasado un buen rato desde que Aska se encerró en la habitación, y todos los chicos se estaban desesperando porque no salía.  Entonces la puerta se abrió, dejando ver a una Aska algo estresada, pero que había descubierto algo.

- Las montañas Floresta... – fue lo único que ella dijo.

Sin que se dieran cuenta, los jóvenes salieron por una puerta, dispuestos a ir a buscar a Kaoru a las montañas Floresta.

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Por su parte, Folken intentaba encontrarla comunicándose con ella como antes lo hacía, por medio de sus sueños, aunque no podía dormir, y mucho menos soñar despierto.  Algo le pasaba que hacía que Kaoru fuera lo mas importante para el en esos momentos, absolutamente lo mas importante.  El ya era un año mas grande, ya que había cumplido sus 23 años al igual que su hermana; aunque Kaoru le calculaba poco menos de 20 años.  Era algo inexplicable, esa chica se había convertido en todo para el, la pensaba, la soñaba, podría decirse que a veces la deseaba, pero era un deseo reprimido, que según el no se podría cumplir, pero que según las profecías de su madre, Kaoru estaba destinada para el.  De hecho, la reina Hitomi por eso la había traído, técnicamente le había buscado mujer a su hijo, y que mejor mujer, que la hija de su mejor amiga en la tierra.  Se dirigió a uno de tantos balcones del palacio de Freid, y ahí, tomó su espada y la arrojó al suelo, maldiciéndose de su incapacidad para con Kaoru, el debió de protegerla, de proteger a lo que mas amaba en ese mundo.  Su hermana Stella lo vio en ese balcón y se acercó a su hermano.  Esta bien que no se llevaran muy bien, pero eran hermanos, y lo peor, eran hermanos nacidos casi al mismo tiempo, y técnicamente podía sentir lo mismo que el, ya que sentiría lo mismo si Chid desapareciera.

- Ella esta bien... – le dijo Stella con ternura, abrazándolo por el cuello – las malas noticias son las primeras en llegar, así que esta bien...

- Stella...

Por primera vez si parecían hermanos, cada uno apoyando al otro, y desde ese balcón, podían ver a lo lejos, pensando en que lugar estaría Kaoru.

- ¿Quiénes son esos? – interrumpió Stella el momento, al ver a varia gente saliendo del castillo – podría jurar que es... ¿Aska?

- ¿Los hermanos Escia? – se fijo bien Folken - ¿a dónde creen que van?

- Tenemos que detenerlos...

- ¿Tenemos? Yo iré – dijo Folken, tomando de nuevo su espada – tu tienes una nueva obligación, mas yo todavía no...

Folken extendió sus alas, y salió volando por el balcón, justo en el momento en que su madre entraba.  Stella le explicó que iba a detener a Aska.

- No podrán detener a tu hermana – explicó Hitomi – su destino es ayudar a tu hermano a encontrar a Kaoru... lo he visto... no te preocupes por ellos, todo estará bien, aunque el que me preocupa es tu hermano...

- ¿Folken?

- No, Chris...

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- ¿Por qué te preocupa mi hermano Chris? – le pregunto Stella a su madre.

- Porque la amenaza de Zaibach contra el todavía no se acaba – dijo Hitomi – tu padre no lo sabe, y no tiene porque saberlo.

- Entonces... ¿Por qué lo regresaron de la Luna Fantasma?

- Porque ya era su tiempo... y aun con esa amenaza, tenía que volver... aunque me preocupa, esa desaparición de la tarde de tu boda fue muy misteriosa, además, aunque nadie lo haya notado mas que yo, también desapareció durante la batalla... echare las cartas esta noche, a la mejor puedo encontrar algo que nos ayude en esto...

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Notas de la autora: Otro capítulo algo corto, pero es que estoy a punto de terminar varios fanfics, así que si me atrase, discúlpenme las molestias.  Tengo varios fanfics en mente, pero no quiero comenzarlos hasta terminar todos los que empecé.  Bueno, así que de una vez aviso, solo quedan tres capítulos para el final, el 13, 14 y 15, que será el gran final, y ya tengo varias cosas planeadas, y les prometo que serán los mas largos.  Comentarios, etc, a darkangelorochi@hotmail.com.  Atte. Dark Angel.