Capítulo 13: Dentro de la montaña.
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El Demonio de la Mirada de Fuego y su ayudante Zerg estaban preparando el templo para el sacrificio del ángel. Tenían a Kaoru en una celda, además ya habían mandado a un mensajero con la carta de las condiciones si es que querían ver a la chica de nuevo. El Demonio de la Mirada de Fuego tomó su espada y se dirigió a la celda de la chica, dejando a Zerg preparando el templo. Kaoru sintió como abrieron la reja de su celda, acercándose a ella y tomándola de los brazos, arrastrándola, ya que no tenía energías para caminar.
- Esto es desesperante – dijo Zerg - ¿Por qué demonios no la asesinamos de una vez y acabamos con esos tontos y su alianza?
- Porque así no se hacen los verdaderos planes – dijo el Demonio de la Mirada de Fuego – una vez que sacrifiquemos al ángel, podremos invocar al gran dragón oscuro.
- Y como nosotros lo invocamos, seguirá nuestras ordenes...
- Exacto... y entonces, dominaremos Gaea...
Kaoru escuchaba toda la conversación. Si ellos invocaban al dragón ese, acabarían con todo sin importar las consecuencias.
- Folken... – se repetía a si misma en su mente – tienes que venir rápido...
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- Ya me canse... – refunfuñaba Luna Schezar - ¿Esta muy lejos Aska?
- No tanto – respondió la heredera de Fanelia – ya llegaremos... solo que hay un pequeño problema...
- ¿Cuál? – respondieron los hermanos Escia al unísono.
- Que mi hermano mayor viene siguiéndonos – mencionó Aska - ¡Rápido! ¡Escondámonos entre los arbustos!
Al contrario de lo que pensaba Aska, esconderse entre los arbustos solo fue una manera de esparcirse, y que Folken se diera cuenta de la ubicación desde el aire. Aterrizo en un lugar cercano para que los chicos no se dieran cuenta de que había llegado volando y que lo vieran caminando.
- Ya se que están aquí... – dijo Folken – Chris detrás del pino, Aska tras ese arbusto de la derecha, Kaede y Albert tras esas mandrágoras, Luna y Lina tras el otro pino de la izquierda, y por ultimo, Leon y Cehris que están dentro de las hiedras venenosas...
- ¡Hiedras!
Los últimos mencionados saltaron despavoridos, ya que todos conocían el efecto de las hiedras venenosas en el cuerpo humano (generalmente comezón imparable), y entonces fueron saliendo todos poco a poco. Folken les hizo una seña de que lo siguieran, pero en vez de que Folken los llevara a palacio, siguió derecho su camino.
- No pensaban ir a rescatar solos a Kaoru... ¿O si?
Aska y Chris sonrieron para si mismos, ahora sabían lo valiosa que era Kaoru para su hermano aunque no se notara. Leon iba diciendo la estrategia que utilizarían, mientras que los demás iban en absoluto silencio. Por fin llegaron al lugar indicado, las montañas floresta. Aska iba guiando, al parecer sabía en que cueva estaban refugiados los malos, pero a la vez tenían que cuidarse de que nadie los viera. Folken sacó su espada de repente, haciendo que los demás se quedaran paralizados.
- Por donde Aska?
- Por allá – señalo la chica.
Se internaron en una cueva al pie de la montaña, no había nada adentro, mas Aska seguía guiándose por sus instintos, hasta que estos se apagaron, entonces Folken sacó un dije de su cuello, una gema rosa que comenzó a brillar cada vez mas conforme se acercaban al fondo de la cueva. También tenía puesta su guardia, por si acaso pasaba algo, al igual que los hermanos Fassa y los hermanos Escia, que también estaban preparados para lo que fuera. Llegaron hasta una sección que tenía tres cuevas, por lo cual tenían que separarse.
- Aska ira con los hermanos Fassa por el túnel del lado derecho – mencionó Folken – ya que tiene un dije como el mío; yo iré con los hermanos Escia por el de la izquierda, y como Chris también tiene un dije igual, ira con Luna y Leon por el del centro, entendido? – los demás asintieron con la cabeza – bien, entonces vamos...
Los chicos que estaban en esos momentos en la cueva no tomaban en cuenta que la oscuridad comenzaba a caer en Gaea, y esa noche la luna brillaba mas de lo normal, con las nubes cerrándole su brillo cada instante que podían. En el aire se podía sentir un mal presagio, mas los chicos de la cueva no lo podían sentir.
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Stella hace mucho que esperaba a Chid en la alcoba, mirando hacia el balcón, esperando a que su hermano Folken trajera a los chicos, mientras la luna se cubría con las nubes. Algo le decía que pasaría algo, mas no podía saber que era; ella no había desarrollado esa habilidad que tenía Aska para interpretar la baraja de su madre, y no tenía tampoco la habilidad de Folken para predecir cosas ni entrar en sueños ni nada por el estilo, y que decir de su hermano Chris, el que al parecer no tenía ninguna habilidad, al igual que ella. No se sentía mal, ya que ella tenía muchas cualidades que ellos dejaban atrás. En eso entró Chid por la puerta y dejó su espada y su capa en una silla que estaba por ahí.
- ¿Llegaron a un acuerdo? – preguntó Stella con inquietud.
- Mañana al anochecer atacaremos Zaibach... comandare las flotas de Freid al lado de las de Astoria, que por supuesto comandara Allen Schezar. Tu padre llevará las de Fanelia con Cehris de Basram por el otro lado y...
- No quiero que vayas! – Stella corrió hacia Chid y se abalanzó sobre el, con lagrimas en los ojos – no quiero... no quiero que me dejes sola...
- No estarás sola, mañana partirás a Basram con tu madre y las demás, ya que queremos mantenerlas a salvo de esta masacre – respondió Chid, abrazando a su esposa – Te quiero, y por eso no quiero que te pase nada...
Dicho esto, se besaron. Era casi el cuarto día de casados, y por los problemas que tenía Gaea la pareja no había podido consumar su matrimonio hasta esos momentos en que se besaron. El joven rubio la condujo al lecho delicadamente, comenzando a despojar lentamente a Stella de la ropa.
- Te amo Stella – le dijo en un momento en que dejo de besarla – y no quiero que te pase nada, y ya veras que no me pasara nada... te lo aseguro...
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En la zona de los gitanos, la chica de ojos negros y cabello castaño enfundó una espada y se la colocó en su cintura. Solo se dispuso a salir de la zona de su familia.
- Es un largo camino para recorrer... – le mencionó su padre, al verla partir.
- Lo se, pero tengo que ir a un lugar que no conozco...
- Tienes que ir dentro de las montañas del destino... cruzando el bosque negro y oscuro...
- En pocas palabras, las montañas Floresta – recordó que las llamaban así, ya que los nombres que le había dicho su padre eran como los llamaban antes – las miro en mis visiones...
- Y yo que pensaba que todo iba a pasar en algunos años mas...
- Todo se adelantó – le respondió ella – el ángel llego antes...
Entonces ella empezó a correr. Corrió por todo el bosque negro y oscuro, con tal energía que su cabello comenzó a cambiar lentamente a gris, al igual que sus ojos negros al claro. Su objetivo le había sido revelado esa noche, e inmediatamente se alistó para partir. No le importó que su falda se atorara con las enredaderas del bosque, ni que su capa negra se rasgara, tenía que llegar lo mas pronto posible a las montañas, y a ese paso lo mas probable era que llegara unas horas antes del amanecer. Todo lo que ella hacia en esos momentos era correr hasta las montañas Floresta, su misión estaba muy confusa para ella, ni siquiera sabía de lo que se trataba, solo sabía que ella tenía que ver algo en esa guerra.
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En la cueva que había tomado Chris junto con sus acompañantes no había otra luz que no fuera la del dije. Los primos Luna y Leon estaban muy silenciosos, y al parecer miraban que ese túnel no tenía fin. Estaban comenzando a perder esperanzas.
- Tu eres el otro hijo del rey Van... – le mencionó Leon a Chris - ¿O me equivoco?
- No te equivocas... – respondió Chris – soy hermano gemelo de Aska.
- ¿Y por qué nunca te habíamos visto antes? – preguntó Luna con cierta inquietud.
- Es una larga historia, ni yo misma la entiendo, pero en cuanto la entienda prometo que se las contare...
- Lamento interrumpir, pero miren eso...
Leon señaló una gran puerta cerrada que estaba al final del túnel, y claramente se podía leer un letrero que decía "No pasar, solo personal". Fue el heredero Gadhia el que se dispuso a atravesar la puerta.
- Pero ahí dice no pasar... – le mencionó Luna.
- Dice "No pasar, solo personal" pero no dice si personal autorizado o no – respondió este – así que supongo que también puede pasar el que no esta autorizado...
Una vez que los primos se adentraron, pudieron entrar a una penumbra mucho mas oscura que la anterior, mas gracias al cristal de Chris pudieron ver lo que había adentro. Decenas de guymelef de color negro, con una gema verde en su centro, conectados entre si por cientos de cables. Era un escondite gigante de guymelef negros de varias formas muy raras, sin capas y al parecer sin el líquido kuriima. En eso estaban, admirando todo el esplendor de dichos guymelef cuando la heredera Schezar se sintió observada y volteó atrás.
- Chicos... – hablo en voz baja pero con suficiente claridad – creo que no estamos solos...
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Por su lado, Aska junto con los hermanos Fassa caminaban por el túnel derecho, con solamente la luz del cristal de Aska, aunque cada vez que avanzaban se iba haciendo mucho mas oscuro, al grado que el cristal casi no iluminaba el suelo, solamente el frente.
- Tengan mucho cuidado – mencionó Aska – tengo un mal presentimiento...
No bien hubo dicho eso, los tres sintieron como el suelo comenzaba a temblar, y entonces cayeron por una trampa que había en el suelo. En cuanto terminaron de caer, se encontraron en una habitación iluminada, llena de aparatos que desconocían. Para ellos eran espejos conectados a cables, y estos cables se encontraban conectados a cristales de energía de color verde, parecidos al cristal que ella portaba en el cuello, solo que el de ella era de color rosa. También había unas cápsulas con liquido kuriima, del tamaño de una persona humana, y planos, cientos de planos tirados por todo el piso.
- No toquen nada – dijo Kaede – puede ser peligroso...
- Si tan solo estuviera Chris aquí... – mencionó Aska – creo que el comprende mas estas cosas por haber estado en la luna fantasma...
Albert tocó uno de los botones sin querer, accionando el mecanismo de las maquinas. En los "espejos" comenzaron a aparecer mas figuras, imágenes de cosas amorfas con armaduras, y lo peor era que parecían tan reales.
- Experimentación entre humanos y personas de Gaea – mencionó Kaede – son...
- Fusiones...
- Exactamente princesa...
La voz que dijo lo ultimo resonaba fuertemente en el lugar. Proveniente de las sombras apareció un sujeto con toda la imagen de sacerdote, pareciendo un plaktu de Freid, mas no lo era. Traía una cruz colgando en el cuello, y con su mano izquierda sostenía una cuerda, la cual seguía su rumbo hacia atrás, escondiendo algo muy peligroso.
- Veo que lograron llegar hasta aquí, mi nombre es Zerg – puesto que era Zerg – y espero que hayan mirado la luna por ultima vez, ya que no la volverán a ver nunca mas... ¡Ataca mi pequeño Kerb!
Una bestia enorme se soltó de la cuerda, mezcla de muchas especies de Gaea. De su horrendo hocico salía sangre, y se abalanzó contra los hermanos Fassa, mas ellos reaccionaron rápidamente sacando sus espadas para combatir a la criatura.
- Es irónico que los príncipes mueran antes que los reyes – mencionó Zerg – y no se preocupen, luego sus queridos hermanos, padres y parientes pronto los acompañaran... – Zerg salió del lugar.
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El grupo del túnel izquierdo era el que estaba mas perdido que nada, ya que al parecer ni Cehris ni Luna poseían muy buen sentido de la orientación que digamos, y que decir de Folken, que se desesperaba nada mas de ver a los hermanos Escia pelear con la mirada. De repente distinguieron una luz a lo lejos, mas bien Folken la distinguió, ya que ambos hermanos no podían verla. Siguió la luz, seguido de los hermanos, hasta llegar a lo que parecía ser la zona de mazmorras. Miraron tras la primera puerta, pero lo único que encontraron fue una especie de soldado reptante, que le rasguñó a Cehris la mano cuando intentó agarrar el barrote de dicha celda.
- ¿Pues que demonios esta pasando aquí? – dijo Cehris – me mordió... esa cosa me mordió...
Observando por cada puerta solo pudieron ver diferentes especies de esas cosas, mas ahora no se acercaron demasiado por temor a que eso los pudiera atacar. Mas Kaoru no se encontraba en ninguna de esas celdas.
- ¿Y si esas cosas se la comieron?
- No seas pesimista hermana... no creo que esas cosas coman humanos... y mucho menos chicas de la luna fantasma...
- ¡Sshh! – interrumpió Folken - ¡Cállense! Intento escuchar ruidos extraños...
El trío avanzo mas al fondo, mas no encontraba rastros de Kaoru. Iban escondiéndose de los guardias, a los cuales miraban pasar con un gran animal encadenado, de diversas formas y que goteaba sangre de su hocico. Vieron una extraña puerta, demasiado perfecta como para ser de madera; Folken la tocó y resultó ser de metal, ya que estaba frío. Atravesaron dicha puerta y se encontraron con Kaoru, que emanaba una luz brillante que casi les cegaba los ojos. Estaba atada de manos, con la ropa rasgada y tenía diversas heridas en el cuerpo, además de que mantenía agachada la mirada.
- ¡Kaoru!
Folken avanzó hacia ella, mas Kaoru subió la mirada y lo miró fríamente, con una sonrisa macabra se levantó lentamente, a lo que Folken retrocedió cuando lo hizo. Kaoru apretó los puños y rompió las cadenas; de sus labios solamente salía sangre.
- Pero que demonios te hicieron Kaoru... – maldijo Folken en voz alta - ¡Son unos malditos!
Mas la joven ya no lo escuchaba. O eso creía el.
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Notas de la autora: Perdónenme la demora, pero aquí estuvo el cap. 13, y no por falta de tiempo, mas bien por falta de creatividad, he estado metida en muchos proyectos, y tengo muchos en mente, en especial uno de DGMN y uno de DDR, además uno de la escuela y pues... me falta tiempo! Pero siempre da la casualidad que la imaginación viene a mi en temporada de exámenes... que mal no? Pero bueno, las clases bloquean, no dejan fluir el potencial creativo, es por eso que nunca entro a ellas... ¡Ja, ja, ja! Y bueno, solo me despido, y agradezco mis dos únicos reviews... ¡Llorare! Bueno, mi mail esta abierto para todo menos para las cadenitas y lo que se parezca a ellas darkangelorochi@hotmail.com Atte. Dark Angel.
