Capítulo 14: ¿El Angel es un Demonio o el Demonio es un Angel?

***

Ya era de madrugada, todos estaban listos para atacar, montados en sus respectivos guymelef, dispuestos a salir a atacar.  Todos se dirigieron hacia Zaibach, andando por las montañas Floresta, sin siquiera sospechar que los chicos estaban dentro de ellas.

- Hay algo abajo – señalo Allen Schezar desde su guymelef.

- No veo nada hermano – mencionó Selena desde su Oreades.

- Les digo que hay algo ahí abajo... – mencionó de nuevo – algo se mueve entre los arbustos...

El rey Van movilizó a la tropa de tierra, y rápidamente encontraron a lo que se refería Allen.  Megnon, soldado de Fanelia fue el que apresó a la chica de cabellos grises y ojos claros; que además se notaba que estaba muy cansada, ya que lo mas seguro era que había recorrido una larga distancia.  No aparentaba tener mas de dieciséis años.

- ¿Quién eres pequeña? – preguntó Megnon – ¿Qué no sabes que es tiempo de guerra? Puedes salir lastimada...

La chica no respondía, solo se le quedaba mirando al enorme guymelef Escaflowne, piloteado por el rey Van Slanzar de Fanel.   Su espada entonces comenzó a brillar de un azul resplandeciente, mientras los que estaban en la flota de a pie se hacían un poco hacia atrás para que el resplandor no los cegara.

- Zaibach solo tiene que sacrificar al ángel para ganar la guerra... pero nosotros podemos sacrificar al demonio...

- ¿Qué cosas esta diciendo esa niña? – gritó Selena desde su guymelef - ¡No le entiendo nada!

- No entiendo que es lo que quieres decir niña... – repitió el rey Van – Explícate ahora mismo...

- Tal vez haya llegado el ángel... – repitió la chica – pero lo que ustedes no supieron es que el demonio ya había llegado desde hace tiempo atrás...

No tuvieron mas remedio que llevarla con ellos, ya que al parecer ella tenía algo que ver con todo eso.  Selena la llevó en la mano de su Oreades, donde fueron camino a las montañas Floresta mucho mas rápidamente, mas comenzó a preguntarle a la chica muchas incógnitas que tenía en su cabeza.

- Quiero que me digas... ¿A que te refieres con un demonio?

- Si acaban con el ángel, el dragón oscuro vendrá a Gaea, acabara con todo lo que los amos le digan... mas el dragón es traicionero, y acabará con toda Gaea... usted lo sabe, rey de Fanelia – dirigió sus palabras a Escaflowne, donde estaba el rey – es por eso que mando al chico lejos... por la visión de su esposa... ¿O no es así?

- ... – el rey Van calló unos momentos – Explícate niña...

- Usted lo sabe mejor que yo – respondió la chica – pero lo que no sabe... es que ellos no tienen al ángel...

***

Albert intentó clavar su espada en la nombrada bestia Kerb, mas esta se rompió por el impacto.  La piel de la bestia era una coraza, al parecer impenetrable.  Aska permanecía inmóvil ante dicha bestia, mas Kaede la hizo reaccionar.  Albert logró lanzar a la bestia hacia una esquina, mas esta rápidamente se levantó y se volvió a abalanzar, mas Kaede lo detuvo con su espada.

- ¡Saca a Aska de aquí! – mencionó Kaede a su hermano - ¡Busquen ayuda, yo me encargo!

- ¡No te dejare solo hermano! – le respondió Albert - ¡Regresaremos juntos!

Aska se volvió a quedar perpleja; miles de imágenes estaban pasando por su cabeza: Kaoru, su hermano Folken, bañados en sangre... luego Fanelia destruida... la luna roja... su madre muerta en el castillo... su padre muerto en el campo de batalla... y después de todo eso, un dragón que emergía de un océano de sangre; no podía soportarlo mas, estaba a punto de estallar.  Fue cuando Kaede cayó al suelo malherido, Aska lo vio e inmediatamente corrió a tomar la espada de su prometido.  La bestia que los atacaba miró como la chica iba corriendo por la espada, mas el menor de los Fassa lo interceptó, incrustándole la espada en el horrendo hocico lleno de sangre.  La chica cerró los ojos, intentando encontrar el punto débil de esa cosa, luego los abrió y corrió con la espada, incrustándola en la bestia justo en el medio de los ojos.  La bestia cayo rendida, pero lo mas importante; cayo muerta.  Inmediatamente, la chica fue hacia donde estaba Kaede tirado.

- ¿Estas bien? – pregunto a la vez que lo tomaba de la mano.

- Si estuviera bien... ¿Estaría tiradote aquí? – le respondió el.

- ¡Que bueno que estas bien! – Aska se le lanzó y le dio un gran abrazo.

- ¡Auch! ¡Con cuidado! ¡Estoy malherido!

- Perdón...

- Mi hermanito si que sabe como hacer espectáculos de valentía – interrumpió Albert – y también como hacer que una chica se preocupe por el...

- Ahora solo tenemos que destruir este lugar – respondió el mayor Fassa – tenemos que salir de aquí y llamar a nuestros respectivos ejércitos...

Todos asintieron con la cabeza, y con Kaede apoyado en Aska, y con Albert de guardaespaldas por si acaso encontraban otra de esas bestias, regresaron por el camino de donde habían llegado.

***

- Chicos, es en serio, no estamos solos – volvió a repetir Luna.

Y era cierto, en esos momentos estaban rodeados de una especie de soldado que parecía mezcla de humano con algunas especies de Gaea, y estaban apuntándoles ferozmente con unas lanzas.  León no pudo ni siquiera desenfundar su espada para atacar.  En eso una persona emergió de las sombras y se escuchó una risa que retumbaba por todo el lugar.

- Vaya... que tenemos aquí... – mencionó la voz proveniente de las sombras – al príncipe faneliano y a dos de los perros de Astoria...

- ¿Quién eres tu y que quieres con nosotros?

- De ellos no necesito nada, estimado príncipe faneliano – mencionó el sujeto, mostrándose ante ellos y señalando a los primos – mi nombre es Astaroth Foran, mejor conocido como el demonio de fuego...

- Así que tu eres el demonio que quiere matarme...

- Exacto pequeño príncipe faneliano... y ahora si no se me va a escapar... vamos Slyths, ¡Ataquen!

Las cosas que los estaban rodeando se abalanzaron a ellos, mas Luna y León rápidamente desenfundaron la espada y comenzaron a atacarlos.  Chris era el único que se sentía inútil e impotente por no estar haciendo nada.  Los guymelef negros se empezaron a mover lentamente; Chris vio que había algo en su interior.  Tomó una de las armas de los enemigos caídos y se dirigió hacia dichos guymelef negros, subiendo lentamente a uno de ellos.

- ¿Qué es lo que intentas hacer? – gritó Luna.

- Tengo un plan – respondió Chris, abriendo la cabina de dicho guymelef y matando al que estaba adentro – No se preocupen por mi, ustedes sálvense...

El nombrado Astaroth Foran salió del lugar, a pesar de lo que estaba a punto de desatarse ahí, mas no se dio cuenta cuando Chris entró dentro de uno de los guymelef negros, cerrando la cabina para comenzar a manipularlo.

- Si tan solo supiera como usar esta cosa... – intentó con todo pero el guymelef no se movía - ¡Demonios! – golpeó la puerta y el melef comenzó a despertar - ¡Si!

Aunque no sabía como usarlo, hizo todo lo que pudo, hasta logró que el guymelef levantara un pie, y con eso aplastó a varios de los enemigos.  Parecía niño chiquito con juguete nuevo.

- ¡Esto esta de lujo! – les gritó a sus acompañantes – ¡Ahora se porque mi hermano quiere manejar a Escaflowne! ¡Quiero uno de estos cuando regrese a Fanelia!

***

- Es aquí – mencionó la chica de cabello claro a los guymelef reales – Aquí están, en las montañas Floresta...

- ¿Cómo es que te debemos de creer? – preguntó un rey de Freid con desconfianza-

- Porque en unos momentos aparecerán tres de sus familiares, uno malherido...

En esos momentos aparecieron Aska, Kaede y Albert, el segundo muy malherido, mas Aska miró a Escaflowne y a los demás para luego posar su vista en la mano del Oreades de Selena Schezar, donde estaba la chica.

- ¿Quién es ella? – preguntó la princesa Fanel, señalando a la chica - ¿Y que hace aquí?

- Es cierto, discúlpenme – respondió la chica de cabellos claros – no me he presentado, mi nombre es Maya Vanyar Lorien, y soy...

- Una elfa de los bosques oscuros – interrumpió Aska – si, lo se, se todo sobre ti.  De ti y de mi hermano Chris...

Los reyes presentes mas los caballeros del cielo también presentes estaban que no entendían nada, mas eso no importaba, ya que Albert les comentó lo que habían pasado para llegar ahí y la tropa de tierra lo siguió hacia la cueva, mientras que con los soberanos se estaban comenzando a despejar algunas dudas.

- Lorien... – pensaba Allen para si mismo – se que he escuchado ese nombre... y también el de Vanyar...

- Se lo que esta pensando, caballero Schezar – interrumpió la ahora conocida Maya – Soy Vanyar porque mi padre es descendiente de Atlantis, y Lorien por mi madre, elfa de los bosques oscuros... ¿Rara combinación no?

- ¿Descendiente de Atlantis? – mencionó el rey Van - ¿Eso quiere decir que todavía hay mas?

- No.  Aparte de mi no hay... solo mi padre, mas su destino es morir cuando yo muera, de ahí no hay nadie mas...

- Eso quiere decir que hay otra posibilidad de que el ángel este con nosotros – mencionó el rey Chid, que al principio había pensado que el ángel era Stella.

- Se equivoca – mencionó la elfa – el ángel es un Fanel, el mas pequeño de ellos... yo... simplemente el destino me marcó que viniera hacia acá, y en el camino se me reveló mi verdadera misión... soy la que tiene que morir para que se salve toda Gaea...

- Entonces... ¿Eres o no eres el Angel? – pregunto el rey Van.

- No lo soy... yo soy... el verdadero demonio...

***

Los hermanos Escia miraban como Folken Fanel caminaba hacia una chica de la luna fantasma que estaba fuera de sus cabales.  Ellos no retrocedieron ni un momento, hasta sostuvieron mas fuertemente las espadas, mientras que Folken caminaba hacia ella con la espada en la mano, pero baja.  Kaoru escupió sangre de su boca, comenzando a acercarse un poco al heredero Fanel.  Mas el no lo pensó dos veces, y con un rápido movimiento de su brazo que tenía su espada, la incrustó finamente en el abdomen de Kaoru.

- ¡¿Pero que hiciste Folken?! – le gritó Cehris - ¡La mataste estúpido!

Folken miró como el cuerpo de la chica caía al suelo, cubriéndose de sangre, tornándose blancos sus ojos y dejando de respirar.  Acto seguido Folken volvió a enfundar su espada y volteó hacia los hermanos Escia, que lo miraban extrañados

- ¡Veníamos a rescatarla! – volvió a reclamarle Cehris - ¡Sabemos lo valiosa que era para ti! ¡Por eso vinimos!

- ¡Ella no era Kaoru! – gritó Folken, haciendo retumbar la habitación con su voz - ¡Ella no era Kaoru!

- ¡Entonces que demonios era!

- Una bestia, pero ella no era Kaoru...

Mas en otro lugar escondido y remoto, se encontraba la verdadera Kaoru, mas ella ya no estaba despierta, deliraba profundamente con sus ojos cerrados.  En su mente solo podía escuchar gritos y mirar imágenes que mas bien parecían sombras.  En su mano derecho tenía algo que le sacaba su sangre poco a poco.  Sabía que con esa sangre estaban haciendo algo, y según había escuchado al sujeto que la capturó, el propósito era hacer mas fuertes a sus bestias, mezclando sangre de la luna fantasma con la sangre de Gaea, mas la sangre animal.  Un estallido la sacó de su trance y vio como una pared se había caído fuertemente, dando paso a una especie de guymelef negro y a un par de personas a sus pies.

- ¡Por fin te encontramos! – Escucho Kaoru a una voz femenina, mas su vista se nublaba – Claro que Chris se divirtió mucho aplastando esas cosas horribles...

- ¡Ya deja de parlotear y ayúdame con ella! – respondió otra voz, pero ahora masculina, que le quitó con mucho cuidado el aparato que le sacaba sangre y la llevo hacia el guymelef, que la tomó con cuidado y la llevo en una mano – ahora a salir de aquí...

- ¡Si! – respondió Chris, desde el melef - ¡Quiero aplastar mas de esas cosas!

- ¿Pues que trauma tienes con aplastar cosas? – le pregunto Luna.

- De donde vengo no hay de estos – respondió el – solo había consolas de videojuegos y películas donde salían robots, y yo siempre quise tener uno – Luna y León lo miraron algo confundidos – es una larga historia... se las contare después...

***

- Hable con Van anoche – mencionó la reina Hitomi – preferí que no fuéramos a Basram, un viaje en estos momentos y seremos presa fácil del enemigo.

- En eso apoye a Van – respondió el rey Fassa, el único que se quedo por no saber pelear – es muy inseguro salir en estos momentos.

- Pero yo estoy preocupada por los chicos – interrumpió la reina Millerna – Stella dijo que se habían ido a rescatar a Kaoru...

- Nosotros no podemos hacer nada – interrumpió su esposo – solo esperemos que no les pase nada y que regresen sanos y salvos...

Stella estaba recargada en el marco de la puerta, pero no podía soportar estar ahí sin hacer nada.  Sabía que su deber era quedarse y proteger a su nuevo reino a cualquier costa, aunque ese reino no la aceptara como su nueva soberana.  Si ella fuese la Stella de antes... solo si ella fuese la Stella de antes, aquella que se salía y que no le importaba nada... pero aquella Stella no tenía responsabilidades, era completamente libre, pero aquella Stella estaba sola.  No le debía de importar lo que pensara Freid, pero como su reina le importaba, aunque deseo que hubiese algo, aunque sea una chispa de la antigua Stella en ella.  Tomó en sus manos el dije que tenía en su cuello y lo apretó fuertemente, buscando dentro de su interior, y su búsqueda no fue muy lejos, porque encontró lo que buscaba.  Stella salió violentamente del lugar.

- ¡¿A dónde vas hija?! – alcanzó a preguntar la madre.

- No voy a quedarme aquí sin hacer nada – le respondió ella – no quiero ser inútil para Freid, y les demostrare que soy digna de ser su reina...

- No puede ser...

Aunque quisieran detenerla, nadie osaba atravesarse en su camino, fue hacia la alcoba real y se colocó su armadura faneliana; una armadura azul y reluciente, sin rastros de batalla anterior.  Una vez que se la hubo puesto recogió rápidamente su cabello en una trenza para que no le estorbara y salió volando por el balcón, sin importar lo que pensaran de ella.

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Notas de la autora: ¡Por fin de vacaciones! ¡Por fin podré subir mi fic de DDR! ¡Llorare! T_T  Bueno, solo me resta decirles a los seguidores de este fic que este fue el penúltimo capitulo, y el numero 15, o sea, el que sigue, será el ultimo, y por consiguiente, el mas largo.  A ver si me entra la imaginación, pero bueno, ustedes dirán si lo finalizo o lo continuo, aunque la verdad quisiera terminar todos mis fics, tengo uno de 37 capítulos en Fiction Press en el cual estoy trabada y tengo 2 meses sin escribir nada en el... pero solo serán 3 semanas de vacaciones porque tengo extraordinarios... ¡Que mala onda! T_T Pero ahora solo puedo decir una cosa, la depresión te hace escribir cosas tristes, deprimentes y sádicas, y eso es lo que voy a hacer (mas depre no puedo estar desde que me paso lo que me paso... ¡Buaa! T_T) ... ¿A quien quieren que mate en este fic? Un amigo quiere que se muera Hitomi, y una amiga quiere que mate a Chid... pero ustedes deciden, no escribiré el final hasta que me digan a quien voy a matar... puede ser cualquier personaje de este fic.  Bueno, me despido, gracias a quienes han seguido este fic, y porfa, no se les olvide dejarme un review, ¿Ok? n_n el e-mail es darkangelorochi@hotmail.com.  Atte. Dark Angel.