Disclaimer: Todo lo que tenga pinta de Rowliniano no es mío
*** ^0^ ^0^ ^0^ ***
Universo Paralelo
3-
¿La cicatriz? No, ni idea de donde la saqué. No tengo nada que me indique de donde vengo, Tom. Solo pesadillas. Luz verde, ruido de cascada y dolor en la frente. Ni siquiera sé si realmente me llamo Harry Potter.
"Pero siempre puedes averiguar, Harry. Conozco este orfanato como la palma de mi mano. Hay ficheros con toda la información disponible sobre los internos. Aunque en mis tiempos estaba bajo llave."
No, Tom. Ahora ni siquiera se sabe si existen ficheros. Nada. Supongo que terminaré igual que esa pobre estúpida de Jerusha, y su imaginación disneyana. Probablemente trabajando como encargado del aseo, y usando mi sueldo para comprar drogas.
"Ay, Harry. ¿Tienes que ser tan pesimista? Yo estuve ahí. Y salí, jurándome que sería grande, mejor que cualquiera de esos imbéciles del orfanato. Lo peor de todo, para ellos, fue que lo logré."
Supongo que yo también puedo hacer lo mismo. Si tu lo conseguiste ¿Por qué yo no? Me convertiré en la persona más poderosa que nadie haya visto. Y tomaré venganza de esa vieja cabrona de Von Drëssden. Me las va a pagar, Tom. Lo juro.
"Así se habla, chico. Buenas noches"
Buenas noches para ti también, Tom
Harry cerró el diario de vida y lo metió entre el colchón y las tablas de la cama. Ahí nadie podría descubrirlo.
Había encontrado ese diario a fines del año anterior, al fijarse en una tabla suelta justo bajo su cama. Levantó la tabla, y ahí estaba, quizás desde cuando. El cuaderno negro, de gastadas tapas de cuero, le había dado un poco de miedo al principio, al ver que le contestaba lo que él escribía, pero luego aprendió a servirse de él para desahogarse, sacar la mierda que llevaba dentro envenenándole el alma. Las páginas tenían un color blanco luminoso en la noche, fosforesciendo lo suficiente como para escribir en la oscuridad, de forma que no rompía el toque de queda prendiendo una luz.
Tom, el chico que estaba adentro del diario, era como él. Harry estaba seguro de eso. Al menos era el único que lo entendía en el interior de ese maldito orfanato.
Y razones no faltaban para detestar el lugar. Harry sabía eso mejor que nadie. La Von Drëssden parecía tenerle un odio especial a él, mayor al que le tenía al resto de los internos. Las reglas para todos eran: trabajar desde el amanecer hasta el mediodía, durante la tarde recibir tan solo la instrucción académica básica y luego volver al trabajo. Nadie tenía idea de cómo es que, siendo que dejaban el recinto reluciente al acostarse, al levantarse estaba todo otra vez hecho una porqueriza. Harry tenía la profunda sospecha de que la directora lo desordenaba todo durante la noche. Esa vieja necesita una terapia. pensó, enrollándose en las gastadas mantas para dormir.
***
-¡¿Pueden dejar de armar tanto escándalo, carajo?! ¡Hay suficiente limpiando el patio de la basura normal, como para que lo manchen de sangre, más encima!
-Oh, Potter. Deja divertirnos con los nuevos, ¿Quieres?- Alex Crawnell dejó de golpear a un niño, de alrededor de ocho o nueve años y le echó una mirada de superioridad a Harry, desde el pedestal dorado de su metro ochenta de estatura y sus dieciséis años. Increíble que alguien tan empalagosamente dulce como Jerusha anduviese con ese matón desgraciado.
-Córtala o luego tú ordenarás esto. Y deja de golpear a ese imbécil, y que tus lameculos suelten a la pendeja. O no van a servir.
-No. creo que prefiero trabajo extra. Siempre es bueno probar a las muchachas nuevas.- cogió desde atrás a la muchacha, hermana del niño al que había golpeado, y le pasó la lengua por el cuello.
-Te juro que me das asco, Crawnell. Ya tengo bastante con el escándalo que tú y Jerusha montan en el desván: no quiero presenciar una violación. Largo.
-Vamos, muchachos.- Alex le hizo una seña al resto de los matones.- dejemos a Mister Moralidad solo.
Harry le echó una mirada a la chica, que se había arrodillado para ver el estado de su hermano, cogió la bolsa de la basura, la pala y la escoba, y dio la media vuelta para irse.
-¡Eh, tú! ¿No piensas ayudarme?- Lo llamó la muchacha, intentando alzar del suelo a su hermano.
-La verdad, no está en mis planes.- Harry no se detuvo, y no la miró al contestar.
-¡Al menos ayúdame a llevarlo a la enfermería, idiota!
-No hay enfermería. Arréglatelas como puedas.- Harry dejó la bolsa de la basura en la puerta del incinerador, y abrió el armario contiguo. Guardó la escoba y sacó un lampazo y un balde lleno de lavaza de agua y jabón.
-¡O a una cama, por lo menos!- gritó la muchacha arriba de coronilla.
-¿No te callas nunca?- Harry entornó los ojos, mirando al cielo- Está bien, te ayudo, pero solo porque me está estorbando en el patio.
A pesar de sus palabras duras, y su aparente indiferencia, Harry ayudó a la chica a llevar al niño inconsciente hasta una cama. La muchacha lo miró largamente y luego le preguntó:
-¿Cómo te llamas? Mi nombre es Catherine Wolf. Mi hermano se llama Ian.
-Harry Potter. ¿Lo mismo de siempre? No padres, no parientes. Resultado: un sitio tan cabrón como este. Lo siento por ti, chica, es un mal lugar para buscar alojamiento.- Harry esbozó una sonrisa irónica.- Lo más distinto que puedes encontrar al palacio de Buckinham.
Von Drëssden llegó al patio, y al no encontrar a Harry ahí, se encogió de hombros y volvió a su oficina. Le producía un placer sádico el imaginar los castigos para sus internos.
Esa noche, a la hora de la cena, Harry le pasó su plato al cocinero, esperando su ración de caldo de verduras. La espalda le dolía a reventar y le sonaban las tripas de hambre, pero el tipo le devolvió el plato vacío. La directora le dijo con sequedad:
-Mañana limpiarás el desván. Lo quiero reluciente antes de que anochezca. Vete a dormir.
Mierda. esa vieja está más mal de lo que creía. En el desván el polvo está acumulado por metros.
Echando maldiciones contra Von Drëssden, la pendeja de Wolf y su estúpido hermano, y su vida de mierda; Harry se enfundó en su pijama a rayas y sacó el diario.
Tom, la Palo Seco enloqueció más todavía. Quiere que limpie el desván.
"Uh, creo la última vez que limpiaron ese lugar fue cuando yo estaba ahí. Mala suerte, Harry. ¿Cuándo es la siguiente reunión de benefactores?"
Dos semanas. Lo de siempre. Dos días antes dejamos este puto lugar impecable, la vieja estúpida nos pone la ropa más decente que tenemos, y hay que fingir que somos felices y que este sigue siendo un. 'Orfanato modelo'. Que asco.
"Harry, lo siento tanto. pero no te preocupes. Si te conozco bien, falta poco para que salgas de ahí."
Eh, si. Tan solo seis años para cumplir los dieciséis. Perdón, no. Dentro de dos semanas serán solo seis años con dos semanas menos. ¡Maravilloso, me quedan tan solo unos cortos, breves seis años! ¡Si hasta parecen segundos!
"Vamos, no seas sarcástico conmigo. No se si me entiendes, pero no me refería a eso. Mejor duerme, mañana vas a tener que fregar capas de polvo que están ahí desde 1935."
Wow, lo que me faltaba. Polvo histórico. Buenas noches, Tom.
"Que duermas bien, Harry"
No hubo forma de eludir el castigo: al día siguiente tuvo que ir a limpiar al desván. Sus riñones se lo agradecieron. ya los tenía medio reventados de tanto tener que fregar suelos. Pero eso no le evitó a la chica Wolf una pequeña venganza de su parte. Ya vería si le gustaba tener que recoger la basura de toda la semana, que Harry regó en el piso de todas las habitaciones, echándole la culpa después. En todo caso, era la nada misma comparado con lo que tenía que limpiar él ahí arriba.
Armado de plumero, escoba, el infaltable lampazo y un balde de agua jabonosa; entró al desván como a las nueve de la mañana. Se desalentó al mirar a su alrededor y pensar que tenía que terminarlo todo antes de las seis de la tarde.
Debajo de una capa de mugre de veinte centímetros de espesor, descubrió un armario de dos puertas. Estaba con llave y no había forma de abrirlo. Se encogió de hombros, y continuó con el resto del desván.
Eran las cinco y media de la tarde, según un reloj de péndulo que seguía funcionando a pesar de los años. Harry estaba cubierto de tierra, y se permitió sentarse un momento. No sabía como, pero había conseguido quitarle el polvo a todo el ático del orfanato. Imposible ordenar, pero no importaba.
Alguien golpeaba histéricamente la puerta del ático. Probablemente Von Drëssden. Harry corrió a abrirle, exasperado. Tropezó con la escoba y cayó sobre el armario que había limpiado primero, tirándolo al suelo. Un horrible estruendo de madera quebrada y una nube de polvo acompañó la caída del armario. Recuperándose del susto, Harry escuchó el ruido de una llave en la cerradura de la puerta.
-¡¿Ese es el orden que harías, mocoso?!- La Von Drëssden tenía una fijación en tirarle la oreja a Harry.- ¡Sal de aquí ahora mismo!- Lo levantó bruscamente del suelo. El chico pudo ver lo que había en el interior del armario, cubierto por el polvo que este había levantado al caer. Grandes carpetas etiquetadas, que habían salido volando en todas direcciones.- ¡Apurate, mocoso inútil!- lo agarró del brazo con tal fuerza que le clavó las uñas y lo sacó a empujones del desván. Antes de salir, Harry alcanzó a ver una carpeta que le hizo latir el corazón con más fuerza. La carpeta estaba etiquetada como "Harry Potter".
En ese momento, la puerta se cerró estruendosamente tras él, seguida por el ruido de un candado.
*** ^0^ ^0^ ^0^ ***
To Be Continued.
¡Holas a todos! Bien, creo que esto ya no está tan deprimente como antes ¿o si? Sniff. como adoro a Harry cuando se pone pesado. La vieja loca necesita un psicoanalista Freudiano con urgencia. ¡Siiii! ¡Y ya integré el diario de Tommy! Jejeje. Harry va a tener problemas para llegar hasta su fichero.
¡Vivan los reviews! ¡los adoro! Gracias a todos los que se dan el trabajo de leer la historia, y me dieron ganas de seguirla. Sniff. me emociono. ¡son tantos! Aquí les contesto:
Migweg: ¡Gracias por eso de que "mi mugre es muy buena"! Sniff, si eso de Oliver Twist es muy triste, más deprimente que este fic, aunque es un buen libro. Y no, aún no se va a morir ningún personaje antes de tiempo, don't worry.
Norm: Me alegra que hayas seguido leyendo el fic. Y sí, el de la Orden del Fénix es mío ( y me gusta que sea conocido (no creo que sea como para decir famoso, tampoco) pero me gustaría que me pregunten antes de poner fics míos en otras páginas. Gracias por avisarme.
Eria: Ehhh, sip, la culpa es toda del pobrecito Dumbledore. ¡Se tendría que haber informado antes! Pero bueno, le debe pesar horriblemente en la conciencia, jejeje. Y la encuesta es precisamente para saber si Harry tiene salvación, o será el siguiente Dark Lord. ¡Gracias por lo de genial!
Joyce Granger: Jajaja, ¡Intento hacer los capítulos largos, pero no me salen! Es que hay un punto del capítulo en que obligadamente hay que cortarlo, para ver si logra quedar con algo de "suspenso". Mmmm, interesante idea, la de los Granger, pero tendría que haber una muy buena razón y ¿Quién querría aguantar en su casa a un chico tan re-pesado? Jejeje. Y no, no soy partidaria de H/Hr. No pegan ni con cola.
Dydrex Slytherin: ¡Hey, aquí hay alguien de Slytherin! (¿Te has fijado que siemrpe que preguntan en que casa le gustaría a uno esta, todos poner "Gryffindor"?) Muchísimas gracias por las flores, y aún estoy con la duda de que si se va antes o Hagrid nu más.
Hedwix: Y no, la verdad no se para donde va este fic. ¿Muy deprimente para tu gusto? Vaya, lo siento. La idea tampoco es que alguien vaya a cortarse las venas luego de leerlo. Jejeje, no negaré que me atrae la idea de dejar a Harry "malo".
La encuesta continúa. Si necesitan saberlo como dato agregado, si a Harry lo saca alguien antes, puede ser que todavía logre adquirir algo de "espíritu Gryffindor" (y hasta eso depende de quien lo saque.), pero que si no, tenemos a un Harry 95% Slytherinense (me encanta. ¡pero entonces habría que hacerle cambios al libro 1 y soy muy vaga!). Okis, entonces, contesten, pliz:
Encuesta: ¿Creen que alguien irá a sacar a Harry de ahí antes de que cumpla los 11 años? ¿O dejamos que Hagrid lo rescate a los 11, como está planeado?
¡Graaacias a todos! Estoy medio triste, entro a clases el lunes. ¿Y ustedes?
Lynx
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Universo Paralelo
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¿La cicatriz? No, ni idea de donde la saqué. No tengo nada que me indique de donde vengo, Tom. Solo pesadillas. Luz verde, ruido de cascada y dolor en la frente. Ni siquiera sé si realmente me llamo Harry Potter.
"Pero siempre puedes averiguar, Harry. Conozco este orfanato como la palma de mi mano. Hay ficheros con toda la información disponible sobre los internos. Aunque en mis tiempos estaba bajo llave."
No, Tom. Ahora ni siquiera se sabe si existen ficheros. Nada. Supongo que terminaré igual que esa pobre estúpida de Jerusha, y su imaginación disneyana. Probablemente trabajando como encargado del aseo, y usando mi sueldo para comprar drogas.
"Ay, Harry. ¿Tienes que ser tan pesimista? Yo estuve ahí. Y salí, jurándome que sería grande, mejor que cualquiera de esos imbéciles del orfanato. Lo peor de todo, para ellos, fue que lo logré."
Supongo que yo también puedo hacer lo mismo. Si tu lo conseguiste ¿Por qué yo no? Me convertiré en la persona más poderosa que nadie haya visto. Y tomaré venganza de esa vieja cabrona de Von Drëssden. Me las va a pagar, Tom. Lo juro.
"Así se habla, chico. Buenas noches"
Buenas noches para ti también, Tom
Harry cerró el diario de vida y lo metió entre el colchón y las tablas de la cama. Ahí nadie podría descubrirlo.
Había encontrado ese diario a fines del año anterior, al fijarse en una tabla suelta justo bajo su cama. Levantó la tabla, y ahí estaba, quizás desde cuando. El cuaderno negro, de gastadas tapas de cuero, le había dado un poco de miedo al principio, al ver que le contestaba lo que él escribía, pero luego aprendió a servirse de él para desahogarse, sacar la mierda que llevaba dentro envenenándole el alma. Las páginas tenían un color blanco luminoso en la noche, fosforesciendo lo suficiente como para escribir en la oscuridad, de forma que no rompía el toque de queda prendiendo una luz.
Tom, el chico que estaba adentro del diario, era como él. Harry estaba seguro de eso. Al menos era el único que lo entendía en el interior de ese maldito orfanato.
Y razones no faltaban para detestar el lugar. Harry sabía eso mejor que nadie. La Von Drëssden parecía tenerle un odio especial a él, mayor al que le tenía al resto de los internos. Las reglas para todos eran: trabajar desde el amanecer hasta el mediodía, durante la tarde recibir tan solo la instrucción académica básica y luego volver al trabajo. Nadie tenía idea de cómo es que, siendo que dejaban el recinto reluciente al acostarse, al levantarse estaba todo otra vez hecho una porqueriza. Harry tenía la profunda sospecha de que la directora lo desordenaba todo durante la noche. Esa vieja necesita una terapia. pensó, enrollándose en las gastadas mantas para dormir.
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-¡¿Pueden dejar de armar tanto escándalo, carajo?! ¡Hay suficiente limpiando el patio de la basura normal, como para que lo manchen de sangre, más encima!
-Oh, Potter. Deja divertirnos con los nuevos, ¿Quieres?- Alex Crawnell dejó de golpear a un niño, de alrededor de ocho o nueve años y le echó una mirada de superioridad a Harry, desde el pedestal dorado de su metro ochenta de estatura y sus dieciséis años. Increíble que alguien tan empalagosamente dulce como Jerusha anduviese con ese matón desgraciado.
-Córtala o luego tú ordenarás esto. Y deja de golpear a ese imbécil, y que tus lameculos suelten a la pendeja. O no van a servir.
-No. creo que prefiero trabajo extra. Siempre es bueno probar a las muchachas nuevas.- cogió desde atrás a la muchacha, hermana del niño al que había golpeado, y le pasó la lengua por el cuello.
-Te juro que me das asco, Crawnell. Ya tengo bastante con el escándalo que tú y Jerusha montan en el desván: no quiero presenciar una violación. Largo.
-Vamos, muchachos.- Alex le hizo una seña al resto de los matones.- dejemos a Mister Moralidad solo.
Harry le echó una mirada a la chica, que se había arrodillado para ver el estado de su hermano, cogió la bolsa de la basura, la pala y la escoba, y dio la media vuelta para irse.
-¡Eh, tú! ¿No piensas ayudarme?- Lo llamó la muchacha, intentando alzar del suelo a su hermano.
-La verdad, no está en mis planes.- Harry no se detuvo, y no la miró al contestar.
-¡Al menos ayúdame a llevarlo a la enfermería, idiota!
-No hay enfermería. Arréglatelas como puedas.- Harry dejó la bolsa de la basura en la puerta del incinerador, y abrió el armario contiguo. Guardó la escoba y sacó un lampazo y un balde lleno de lavaza de agua y jabón.
-¡O a una cama, por lo menos!- gritó la muchacha arriba de coronilla.
-¿No te callas nunca?- Harry entornó los ojos, mirando al cielo- Está bien, te ayudo, pero solo porque me está estorbando en el patio.
A pesar de sus palabras duras, y su aparente indiferencia, Harry ayudó a la chica a llevar al niño inconsciente hasta una cama. La muchacha lo miró largamente y luego le preguntó:
-¿Cómo te llamas? Mi nombre es Catherine Wolf. Mi hermano se llama Ian.
-Harry Potter. ¿Lo mismo de siempre? No padres, no parientes. Resultado: un sitio tan cabrón como este. Lo siento por ti, chica, es un mal lugar para buscar alojamiento.- Harry esbozó una sonrisa irónica.- Lo más distinto que puedes encontrar al palacio de Buckinham.
Von Drëssden llegó al patio, y al no encontrar a Harry ahí, se encogió de hombros y volvió a su oficina. Le producía un placer sádico el imaginar los castigos para sus internos.
Esa noche, a la hora de la cena, Harry le pasó su plato al cocinero, esperando su ración de caldo de verduras. La espalda le dolía a reventar y le sonaban las tripas de hambre, pero el tipo le devolvió el plato vacío. La directora le dijo con sequedad:
-Mañana limpiarás el desván. Lo quiero reluciente antes de que anochezca. Vete a dormir.
Mierda. esa vieja está más mal de lo que creía. En el desván el polvo está acumulado por metros.
Echando maldiciones contra Von Drëssden, la pendeja de Wolf y su estúpido hermano, y su vida de mierda; Harry se enfundó en su pijama a rayas y sacó el diario.
Tom, la Palo Seco enloqueció más todavía. Quiere que limpie el desván.
"Uh, creo la última vez que limpiaron ese lugar fue cuando yo estaba ahí. Mala suerte, Harry. ¿Cuándo es la siguiente reunión de benefactores?"
Dos semanas. Lo de siempre. Dos días antes dejamos este puto lugar impecable, la vieja estúpida nos pone la ropa más decente que tenemos, y hay que fingir que somos felices y que este sigue siendo un. 'Orfanato modelo'. Que asco.
"Harry, lo siento tanto. pero no te preocupes. Si te conozco bien, falta poco para que salgas de ahí."
Eh, si. Tan solo seis años para cumplir los dieciséis. Perdón, no. Dentro de dos semanas serán solo seis años con dos semanas menos. ¡Maravilloso, me quedan tan solo unos cortos, breves seis años! ¡Si hasta parecen segundos!
"Vamos, no seas sarcástico conmigo. No se si me entiendes, pero no me refería a eso. Mejor duerme, mañana vas a tener que fregar capas de polvo que están ahí desde 1935."
Wow, lo que me faltaba. Polvo histórico. Buenas noches, Tom.
"Que duermas bien, Harry"
No hubo forma de eludir el castigo: al día siguiente tuvo que ir a limpiar al desván. Sus riñones se lo agradecieron. ya los tenía medio reventados de tanto tener que fregar suelos. Pero eso no le evitó a la chica Wolf una pequeña venganza de su parte. Ya vería si le gustaba tener que recoger la basura de toda la semana, que Harry regó en el piso de todas las habitaciones, echándole la culpa después. En todo caso, era la nada misma comparado con lo que tenía que limpiar él ahí arriba.
Armado de plumero, escoba, el infaltable lampazo y un balde de agua jabonosa; entró al desván como a las nueve de la mañana. Se desalentó al mirar a su alrededor y pensar que tenía que terminarlo todo antes de las seis de la tarde.
Debajo de una capa de mugre de veinte centímetros de espesor, descubrió un armario de dos puertas. Estaba con llave y no había forma de abrirlo. Se encogió de hombros, y continuó con el resto del desván.
Eran las cinco y media de la tarde, según un reloj de péndulo que seguía funcionando a pesar de los años. Harry estaba cubierto de tierra, y se permitió sentarse un momento. No sabía como, pero había conseguido quitarle el polvo a todo el ático del orfanato. Imposible ordenar, pero no importaba.
Alguien golpeaba histéricamente la puerta del ático. Probablemente Von Drëssden. Harry corrió a abrirle, exasperado. Tropezó con la escoba y cayó sobre el armario que había limpiado primero, tirándolo al suelo. Un horrible estruendo de madera quebrada y una nube de polvo acompañó la caída del armario. Recuperándose del susto, Harry escuchó el ruido de una llave en la cerradura de la puerta.
-¡¿Ese es el orden que harías, mocoso?!- La Von Drëssden tenía una fijación en tirarle la oreja a Harry.- ¡Sal de aquí ahora mismo!- Lo levantó bruscamente del suelo. El chico pudo ver lo que había en el interior del armario, cubierto por el polvo que este había levantado al caer. Grandes carpetas etiquetadas, que habían salido volando en todas direcciones.- ¡Apurate, mocoso inútil!- lo agarró del brazo con tal fuerza que le clavó las uñas y lo sacó a empujones del desván. Antes de salir, Harry alcanzó a ver una carpeta que le hizo latir el corazón con más fuerza. La carpeta estaba etiquetada como "Harry Potter".
En ese momento, la puerta se cerró estruendosamente tras él, seguida por el ruido de un candado.
*** ^0^ ^0^ ^0^ ***
To Be Continued.
¡Holas a todos! Bien, creo que esto ya no está tan deprimente como antes ¿o si? Sniff. como adoro a Harry cuando se pone pesado. La vieja loca necesita un psicoanalista Freudiano con urgencia. ¡Siiii! ¡Y ya integré el diario de Tommy! Jejeje. Harry va a tener problemas para llegar hasta su fichero.
¡Vivan los reviews! ¡los adoro! Gracias a todos los que se dan el trabajo de leer la historia, y me dieron ganas de seguirla. Sniff. me emociono. ¡son tantos! Aquí les contesto:
Migweg: ¡Gracias por eso de que "mi mugre es muy buena"! Sniff, si eso de Oliver Twist es muy triste, más deprimente que este fic, aunque es un buen libro. Y no, aún no se va a morir ningún personaje antes de tiempo, don't worry.
Norm: Me alegra que hayas seguido leyendo el fic. Y sí, el de la Orden del Fénix es mío ( y me gusta que sea conocido (no creo que sea como para decir famoso, tampoco) pero me gustaría que me pregunten antes de poner fics míos en otras páginas. Gracias por avisarme.
Eria: Ehhh, sip, la culpa es toda del pobrecito Dumbledore. ¡Se tendría que haber informado antes! Pero bueno, le debe pesar horriblemente en la conciencia, jejeje. Y la encuesta es precisamente para saber si Harry tiene salvación, o será el siguiente Dark Lord. ¡Gracias por lo de genial!
Joyce Granger: Jajaja, ¡Intento hacer los capítulos largos, pero no me salen! Es que hay un punto del capítulo en que obligadamente hay que cortarlo, para ver si logra quedar con algo de "suspenso". Mmmm, interesante idea, la de los Granger, pero tendría que haber una muy buena razón y ¿Quién querría aguantar en su casa a un chico tan re-pesado? Jejeje. Y no, no soy partidaria de H/Hr. No pegan ni con cola.
Dydrex Slytherin: ¡Hey, aquí hay alguien de Slytherin! (¿Te has fijado que siemrpe que preguntan en que casa le gustaría a uno esta, todos poner "Gryffindor"?) Muchísimas gracias por las flores, y aún estoy con la duda de que si se va antes o Hagrid nu más.
Hedwix: Y no, la verdad no se para donde va este fic. ¿Muy deprimente para tu gusto? Vaya, lo siento. La idea tampoco es que alguien vaya a cortarse las venas luego de leerlo. Jejeje, no negaré que me atrae la idea de dejar a Harry "malo".
La encuesta continúa. Si necesitan saberlo como dato agregado, si a Harry lo saca alguien antes, puede ser que todavía logre adquirir algo de "espíritu Gryffindor" (y hasta eso depende de quien lo saque.), pero que si no, tenemos a un Harry 95% Slytherinense (me encanta. ¡pero entonces habría que hacerle cambios al libro 1 y soy muy vaga!). Okis, entonces, contesten, pliz:
Encuesta: ¿Creen que alguien irá a sacar a Harry de ahí antes de que cumpla los 11 años? ¿O dejamos que Hagrid lo rescate a los 11, como está planeado?
¡Graaacias a todos! Estoy medio triste, entro a clases el lunes. ¿Y ustedes?
Lynx
