Disclaimer: Todo lo que tenga pinta de Rowliniano no es mío
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Universo Paralelo

9-

¿Quién te crees ahora, Filidh? ¿Una asesora de imagen?

"No exactamente. Pero te insisto, humano. . ."

Harry silbó el humano, frustrado por la frialdad de la serpiente cuando ésta se sentía rebatida.

"Da igual, Harry. . . ¿No dices que estás intentando engañar todo lo que puedas al humano viejo? ¿Quieres que crea aquello del arrepentimiento, y que eres un dócil bípedo que no va a morderlo? Pues, entonces, mézclate con sus cachorros."

¿Hacerme amigo de los Gryffindor? No estoy seguro, Filidh. Te olvidas de algo: no quieren tenerme a menos de veinte metros, están muertos de miedo con aquello del pársel, y por otro lado, NO ME DA LA GANA.

"Harry, sinceramente, eres un completo idiota." Siseó la víbora, moviendo la cabeza en lo que tenía irrefutablemente pinta de gesto de mujer exasperada. Salió por la ventana. Siempre salía a cazar su alimento a esa hora.

Harry se quedó allí, pensando en las palabras de la víbora. Era un asco tener que mezclarse con los Gryffindors, pensó. Por otro lado, sería sumamente ventajoso mantener al "humano viejo" (no era seguro aquello de "humano") completamente desprevenido antes de aprender lo suficiente como para acabar con su asesinato inconcluso.

Quizá Filidh tuviese la razón esta vez, para desgracia de Harry. Maldita sea la sagacidad de las serpientes.

***

El primer partido de Quidditch de la temporada se acercaba decididamente más rápido que el fin del mundo. Ansiaba volver a volar, luego de aquella primera experiencia sobre la escoba. Para envidia del alumnado entero y regocijo propio, Dowan, su mochuelo negro (él mismo lo había escogido, cuando Hagrid quiso regalarle una mascota) y unas cuantas lechuzas más habían traído un paquete de forma alargada, envuelto en papel. Hizo caso omiso de la tarjeta que le recomendaba no abrirlo en la mesa. Al ver el mango brillante y pulido, con "Nimbus Two Thousand" escrito en letras plateadas, no pudo evitar pensar algo semejante al Gracias, Snape, gracias Malfoy.. Al fin y al cabo, gracias a ellos jugaría Quidditch esa temporada, cuando los otros de primer año no pueden hacerlo. Sobre todo por el hecho de que Snape no había podido cumplir con sus sádicos deseos de ver a Harry atado al riel del Hogwarts Express, y había tenido que meterlo a regañadientes en el equipo, por orden de aquel débil mental, hijo de perra que tenían por Director.

-¡Wow, es fantástica, Harry!- Blaise miró la escoba con ojos arrobados, pasando la mano por el palo.- ¡Y pensar que la que tengo en casa es una Cleansweep 6!

Harry sonrió satisfecho.

-La verdad es que la tengo gracias a Sevie-poo. -sonrió con reminiscencias de sadismo en los labios. Su tono también era de sarcasmo total.- Hay que buscar una forma de agradecérselo.

Blaise captó la idea, y rió con él.

-Mmm, fantástico. Te ayudaré a prepararle una pequeña muestra de gratitud.

La verdad es que, a pesar de que Severus Snape favorecía siempre a su Casa, no tenía demasiados partidarios ni siquiera dentro de ella. Según los rumores escuchados por Harry, la mayor parte de los alumnos le tenían tirria por traidor, porque durante la Guerra de la Sombra, había pasado información al enemigo: Albus Dumbledore.

Otra razón más para querer perjudicar a aquel hombre.

***

-He escuchado ciertas cosas algo "curiosas", Potter- comentó Amalia Vásquez, la prefecta.

-¿Por ejemplo?- inquirió Harry, con falso tono de inocencia. Y tan convincente que Vásquez dudó.

-¿Preparas alguna clase de broma contra nuestro "amadísimo" Jefe de Casa?- sonrió amable Amalia. Luego cambió el tono, insistiendo en exceso con el énfasis- Si es así. . . ¡Maldición, Potter! ¡Un alumno de primero no nos va a impedir que ganemos la Interhouse Championship otra vez!

-No.- sonrió Harry inocentemente, volviendo invisible con un movimiento de varita el frasco que tenía en el bolsillo. Vásquez lo miró con algo de sospecha, pero sucumbió al aura cándida que Harry ponía ante los demás cuando quería, y se marchó.

Después de todo, lo que Harry quería hacer no era tan malo como él mismo hubiese deseado. Una simple bromita sin grandes consecuencias, encaminada a ganarse el favor de los Gryffindors, sacarle una sonrisita al Director (Al viejo tonto le encantaban esa clase de jugadas. Harry Daba por sentado que no había que tomar en serio sus capacidades mentales.) y hacer que a Snape le gotease suficiente aceite del pelo (más todavía) como para freír papas para todo el alumnado.

Blaise también había querido participar. De hecho, sería él quien pusiera el filtro en la copa del Maestro de Pociones.

La fecha fijada para la supuesta bromita era Halloween.

***

"Podrían presentarme a su decorador de interiores" comentó Harry para sí, al ver cuales eran los adornos del Gran Salón esa noche. Calabazas talladas con caras burlonas volando, rellenas con velas y muchos murciélagos. "Demasiado folklórico." Negó con la cabeza, y se sentó. El banquete apareció de la nada en los platos dorados, como en el banquete de principios de año (en el que no había tenido ni tiempo ni ganas de apreciar demasiado la comida, por el incidente con el Sombrero Seleccionador.) la mayor parte de los alumnos se lanzó sobre la comida como una jauría de lobos hambrientos. Blaise hizo un comentario preguntándose si les darían de comer en sus casas, que Harry apenas escuchó, con la cabeza en otra parte.

Justo cuando tenían planeado ponerse en primera fila para observar su obra con el profesor de pociones, y el profesor de pociones daba alaridos de ira al sentir el aceite en su cabello, Quirrel entró a toda prisa al Gran Salón, blanco como la leche. Y, según Harry notó, entre sus piernas goteaba un peculiar líquido amarillento.

Idiota cobarde.

Silencio de muerte instalado en el Gran Salón.

-¡Trasgo. . . en las mazmorras!- Jadeó al Director. Como si el viejo pusiese hacer algo.- Creí. . . que usted debía saberlo. . .

Y se desmayó.

Al mismo tiempo, mirando hacia la otra mesa para ver el efecto que esto provocaba en los Gryffindor, Harry vio a Ron Weasley ponerse aún más blanco que Quirrel, y salir corriendo del lugar antes de que aquel viejo estúpido de Dumbledore llamase al orden. El "querido Director" tenía una capacidad de reacción instantánea casi nula, al parecer. Y el pandemonium era tal, que solo Harry se dio cuenta de la desaparición de Weasley.

***

Bien, era como para poner nervioso a cualquier pusilánime en su situación. Pero no a él, o al menos eso esperaba.

Simpático, el trasgo. Enorme, deforme, mórbido. Poco cerebro, y músculos gigantes. Complementándolo una maza del alto y grosor de Harry. Un tonto de tres metros con sorprendente parecido a Goyle, uno de los guardaespaldas de Malfoy.

Intentando golpear a Yo-Lo-Sé-Todo Granger y el Idiota Weasley al mismo tiempo.

Una suerte la estupidez el trasgo. Harry había llegado justo a tiempo, cuando el monstruo había logrado tomar algún tipo de decisión con su mínimo cerebro, y se disponía a atacar a Granger primero.

-¡Stupefy!- gritó Harry, lanzándole un encantamiento aturdidor. Un rayo de luz roja salió de su varita. Sin conseguir el efecto esperado, por cierto. Pero al menos había conseguido que la bestia, esa, voltease a verlo a él.

Hubiese deseado tener una cámara fotográfica para captar el rostro de los Leoncitos cuando lo vieron aparecer.

-¡Corre! ¡Corre!- le gritó Weasley, enloquecido a Granger, aprovechando que el trasgo estaba ocupado con Harry. Pero la estúpida estaba como petrificada de terror, incapaz de articular una sílaba. Uh, pensar en como se había jactado en clases sobre sus conocimientos de Defensa sacados del libro. . . Y Harry observaba, entretenido en ver como intentaba sacar a la chica de su letargo.

Por supuesto, demasiado ruido había terminado por confundir al trasgo. Y atacó a la comadreja Weasley, que estaba mucho más cerca y arrinconado contra la pared.

Weasley con el cráneo aplastado decididamente no entraba en sus planes de poner la Casa Gryffindor completa a su disposición. Intentando mantener su autocontrol, comenzó a lanzar maleficios petrificadores a diestra y siniestra, rogando porque funcionasen. Ese solo lo había visto de pasada en uno de sus libros "aparte" que había comprado. Y nunca había intentado efectuarlo.

Algún tipo de fruto debieron tener, porque el monstruo comenzó a moverse cada vez más lento. Harry suspiró. Con ganas hubiese mandado su varita a la punta del cerro, y hubiese matado al trasgo de la forma que Tom le había enseñado. Pero no convenía seguir asustando a los Leoncitos. Ya estaban suficientemente orinados de miedo. Se preguntaba quien había sido ese ciego que le había puesto a Gryffindor la "Casa de la Valentía."

Weasley pareció reaccionar. Intentó efectuar aquel encantamiento levitador aprendido ese mismo día. Harry lo dejó hacer. El espectáculo estaba bien, pero estaría listo a actuar si algo se salía de control.

-¡Wingardium Leviosa!

Debilitado con los hechizos de Harry, la maza estrellándose contra su pequeña cabeza terminó de noquear al trasgo.

Y llegaron los profesores, tarde como siempre. (Dios, la incompetencia. . .)

Y casi murieron de un shock, al ver a Granger y al trasgo tranquilamente desmayados en el suelo. (Y no era de extrañarse. . .)

Y luego de ciertas explicaciones a los profesores, que misteriosamente no coincidían con la realidad, les dieron cierta cantidad de puntos y les quitaron otros. (Contradictoriamente, solo le quitaron a Gryffindor.)

Una vez afuera, en territorio neutral, Ron le preguntó a Harry, aún pálido, por qué les había ayudado. Harry obviamente, no iba a decirles la verdad, así que optó por alguna excusa, intentando que sonase convincente.

-Bueno, hoy quería conversar contigo después del banquete, y preguntarte por que en dos meses no me has hablado.- comentó con la mejor de sus sonrisas- Saliste del comedor con eso del trasgo y me pregunté a donde ibas. Eso es todo.

A veces le daba asco su propia hipocresía.

Ron y Hermione le sonrieron de vuelta. Harry suspiró mentalmente: habían caído como patos. Pobres imbéciles.

***

Quidditch. Algún día averiguaría la etimología de esa palabra, pensó mientras terminaba de abrocharse su túnica verde de juego. Ese día era el primer partido de la temporada, y su debut como seeker del equipo de Slytherin.

Se preguntó quien sería el seeker del equipo de Gryffindor, contra quienes jugaban. No se sorprendió demasiado al ver a una muchacha de segundo curso Al parecer otra inmigrante latina pensó, observando la delgada figura de la seeker, algo que le daba a ella una buena posibilidad en la cancha.

No se iba a dejar ganar. Costase lo que costase.

No por nada era el jugador más joven en un siglo ¿verdad?

Tambien era el más pequeño del equipo. Marcus Flint, el capitán del equipo, era un idiota de sexto año con semejanza extraordinaria al trasgo gigante, sobre todo en cuanto a masa encefálica se refería. Y tenía un particularísimo estilo de juego, que implicaba el golpear abiertamente todo lo que pudiesen a los jugadores del otro equipo hasta dejarlos inconscientes y luego coger la Quaffle.

Otra cosa le ocupaba también la mente, y deseó poder sacarla de ahí para que no le diese problemas durante el partido. La visión de Snape, con el pelo aún chorreando aceite y la pierna terriblemente mordisqueada, sangrando. Y una frase peculiar: "¿Cómo se supone que uno debe vigilar a tres cabezas al mismo tiempo?"

Según Filidh, y él mismo, aquello era una prueba clara de que había tratado de pasar la puerta trampa del Rottweiler tricéfalo. Ni hablar de Harry intentando pasarlo, por mucho que quisiese averiguar el secreto del paquetito arrugado.

Madame Hooch era el árbitro de los partidos. Harry pasó una pierna por el mango de su Nimbus Two Thousand y se auto-deseó suerte.

***

Bien, ya tenía una prueba clara de otro tipo de intenciones de Sevie-pooh. Había intentado botarlo de la escoba mediante mal de ojo. Y con toda la concentración puesta en no caerse de quince metros de altura, no podía enviarle una maldición de vuelta.

Suerte que Hermione lo había visto. Quizá si era conveniente tener a la Sabelotodo Granger de amiga. Por esta vez, estaba en deuda con ella, aunque odiase admitirlo.

Siguió volando por el campo de Quidditch. Su cuerpo se tensó al divisar la Snitch. Tania Sandoval le pisaba los talones. Pero sabía que tanto él como su escoba en equipo eran infinitamente mejores que la seeker Gryffindor.

Se inició una rápida persecución en torno al campo. La atención del público estaba puesta exclusivamente en ellos. De pasada, Harry veía toda clase de fouls de su propio equipo, que intentaba impedirle a Tania que se acercara a él, y golpeaban a los Chaser de Gryffindor.

Los dedos de Harry se cerraron en torno a la pelotita dorada.

Fin del juego. El silbato sonó a trompetas celestiales y Harry pareció escuchar el "¡Aleluya!", cantado en música coral proveniente de alguna parte.

***

-Mira, Flint- siseó Harry en un tono de voz congelante- Me importa un carajo que tu cerebro de trasgo piense que debí haber atrapado la snitch antes. En todo caso cabrón, tu inteligencia no te alcanza para intentar un estilo juego que no sea matar al contrario a golpes antes de ganarle.

Flint abrió la boca como un pez fuera del agua, sin articular palabra. El resto de equipo de Slytherin los miraba boquiabiertos. Harry parecía exudar un aura que dejaba a Flint como un niño de cinco años.

-Si. . . si te crees tan bueno en la escoba- logró decir, disimulando sin éxito su terror hacia Harry- ¡Entonces intenta tú comandar un equipo! ¡Un pendejo como tú no puede!

Hacía unas rabietas como las de un bebé. ¿Quién era el pendejo? Harry resopló, y contestó con una sonrisa malvada:

-¿Me estás dando el mando? Oh, gracias, acepto con gusto.

-¡No quise decir eso!- chilló Flint, entre el pánico que le provocaba Harry y el que le provocaba perder a su equipo.

Demasiado tarde. Ver a un niñito de once años manejando a su antojo a un gigante de dieciséis mina profundamente la confianza de los jugadores en su capitán.

Y el equipo de Slytherin aclamó a su nuevo líder mientras el vapuleado Flint caía en una depresión por falta de autoestima.

***

-Snape quiso matarme, Filidh. Es un hecho. Y esa herida no podía ser provocada por otra cosa que ese perro. Apuesto que él dejó entrar al trasgo en Halloween. Así podía distraer a todos estos estúpidos mientras intentaba vencer a esa cosa.

-"Oh, no hay duda de eso, Harry. Permíteme que te cuente una interesante conversación que escuché en la oficina del Humano Viejo."

-¿Dumbledore? ¿Espiaste a ese malnacido?

-"Si. Ahórrate los insultos y escúchame. El Semi-humano Gigante estaba ahí. Hablaron del perro, del juego humano en que tu escoba comenzó a dar saltos, y de un tal Nicholas Flamel."

-¿Nicholas Flamel?

-"Según lo que sé, es un Alquimista. Lo que el perro esconde es suyo."

Bien. Un alquimista. Culpa de su burda educación de primaria en La Esperanza, Harry no tenía mucha cultura que digamos. Pero si sabía que era un alquimista. Y si el paquete era de uno de ellos, lo que contenía debía ser excesivamente poderoso.

Lo que fuera, lo quería para él.

-¿Oíste algo más?

-"Si que lo hice. Escuché un par de interesantes datos sobre tus poderes."

-¿Míos?

Filidh asintió con su verde cabeza de serpiente.

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To Be Continued.

Lo prometido es deuda. Este mismo día les puse Online este, el siguiente capítulo y el sub-sigueinte, para ponerme al día con el fic. Repito que lamento mucho mi retraso de las semanas anteriores.

Estoy triste. Alguien (no diré nombres) me ha enviado al correo electrónico (no un review) una crítica según la cual debo dejar de escribir por penca. Necesito que lo corroboren. . . En serio está tan mal? Realmente tanto ha bajado la calidad? (mmm, de todas formas hay quien opina que no) Igual ,por favor, quiza pueda mejorarlo. Así que avísenme cortito, pliz. Me consuelo pensando que todos ustedes han enviado buenas críticas del fic.

Discúlpenme otra vez (y otra, y otra) el retraso gigante de la historia. Y muchas gracias a los que, a pesar de todo, siguen leyendo esta escoria. Me sacan de mi depresión (Es por culpa del colegio. . . maldición, odio a la vieja de matemáticas, y aún más a las de música y deportes. Al menos es recíproco el sentimiento. . . T_T)

Kate: Siii, gracias por darme tanto apoyo. . . Y en cuanto a escribir rápido, lo intento pero paso por periodos de bloqueo mental y computacional, jejeje. No. Este será un fic atípico. NADIE (o casi nadie) me ha pedido que cambie al Dark Harry. Yo misma no quiero cambiarlo (creo que la encuesta ya no corre, jeje). Así que nada de milagrosos afloramientos de amor y sentimientos positivos. El fic seguirá teniendo el sentido del humor de "El silencio de los Inocentes" (Me mata ese libro. . . ah, adoro a Hannibal Lecter.) Y bueno, Sevie-poo obligado a ayudar a Harry, es como cuando un cuidador de niños atiborra de comida chatarra y TV a los pendejos que está cuidando, para que no molesten. Supongo que Dumble- san piensa parecido.

Uruviel Telrunya: Oooh, gracias! La verdad, yo tambien estaba harta de ver a Harry como el crío buenito que salva al mundo y se sacrifica por los demás. En ese sentido, mi amado Harry es más que un poco imbécil. Excesivamente bondadoso. ¡Viva el Dark Harry!

Vicu-Malfoy: Je, muchas gracias por lo de genial! Y me alegra saber que el fic tiene más lectores! Mmm, diferencias de opinión. A mi me cae pésimo Dumble-chan. Es como el cerebro en las sombras que le tiene una pelota desmedida a Harry, manejándolo después con el meñique. A fin de cuentas, el pobre muchacho no es más que un arma contra Voldie para el director (O eso pienso yo). La base de mi razonamiento está en un fic que se llama "Responsabilidad aprendida" (muy recomendado! O_o)

Norm: Eh, creo que eres mi primera detractora del Harry Malvado. Espero que a pesar de todo te siga gustando el fic. . . sería una lástima "abuenarlo" ahora. . . Y en cuanto a lo de Erised, te dejaré con la duda, sale en el capítulo 11. Muajajaja.

Death Eater: Me alegro de que te guste, chico, pero no me regañes por aquello del lenguaje. Es para darle "ambiente" al fic, ¿qué sería Harry en este ff sin sus perversos comentarios y reiterados insultos contra el resto del mundo? (Y contra sí mismo también, que quieres que te diga, jeje.) Ah, y Filidh es algo como "amiga y consejera", ya ves que al principio lo trataba como tan formalmente con eso de "humano" (?) y luego Harry insistió en que le llamara por su nombre. Van con una relación de casi-igualdad.

Dadaiiro: mmm, buena pregunta. Pero si te fijaste, Harry si intentó escaparse. Por que no lo siguió intentando luego, ahí si que no sep. . . En cuanto a lo que sucederá al finalizar el primer año, tengo un par de ideas , pero nada concreto. Gracias por tus comentarios.

Javi: Me alegra que te guste el fic. Oh, si, gracias a ustedes, la gente que lee, si habrá continuación.

Joyce Granger: Mmmm, cierto que es adorable su maldad? Pero a estas alturas, creo que no podré cambiarlo. . . atenuarlo sí. Al menos ya no andará intentando asesinar a Dumble en un buen tiempo. Espero que sea suficiente.

Bueno, esos eran todos. Los dejo con el siguiente capítulo. Ojalá les guste más que los otros que he hecho. . . Sniff! Buahaaaaahhh! (he, es broma ^_^)

Lynx