Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen.

DE VUELTA AL PASADO

Capitulo 4. Leviathán recupera sus recuerdos.

Mientras las chicas medio arreglaban sus problemas con sus maestros, Leviathán no lo pasaba muy bien con el suyo. Mascara de Muerte era un maestro cruel y duro. Sometia a Leviatán a eternas sesiones de entrenamiento con la excusa de que estaba muy retrasado en comparación con el resto de alumnos. Lo castigaba duramente cuando cometia alguna falta y cuando no, tambien. Pero no era ese el mayor problema del ex-demonio. Lo peor eran sus sueños. Todas las noches soñaba con un castillo lugubre y oscuro, y con demonios y monstruos que se arrodillaban ante el. Tambien soñaba con Kitiara y Vulpix. Se veia a si mismo, riendose e insultando a Kitiara, llamandola "hermana". Sus sueños con Vulpix habian sido muy distintos. Solia soñar que estaba con ella en situaciones muy comprometidas, por asi decirlo. Y eso lo ponia muy nervioso. Hasta su misteriosa llegada al Santuario, el no las habia visto nunca. ¿o si? No recordaba nada anterior a su aparicion en Grecia. entonces. ¿Por qué soñaba esas cosas y por que le resultaban conocidas las dos aprendices? En todo eso pensaba el ex-demonio cuando llegaba la noche y trataba de no dormirse para no seguir teniendo esas pesadillas.

Durante los entrenamientos, la actitud de Kitiara no ayudaba mucho a Leviathán. Era obvio que la chica lo odiaba a muerte. pero. ¿Por qué? ¡Si no lo conocia de nada! Tampoco entendia porque el ver a Vulpix hablando con el maestro de Kitiara lo ponia de tan mal humor. Sacudio su cabeza en un vano intento de sacar esos pensamientos de su mente. Los tres caballeros dorados llamaron a sus alumnos. Habian organizado una serie de combates para ver el nivel de lucha de los tres aprendices. El primer combate lo disputaron Kitiara y Vulpix, quedando en empate. El siguiente fue entre Vulpix y Leviathán. Desde su vuelta del Inframundo, Vulpix acostumbraba a llevar unas muñequeras y sus tipicos guantes de cuero. En un forcejeo con Leviathán, la muñequera de la mano derecha se rompio, dejando al descubierto el pequeño tatuaje que Vulpix tenia en su mano. Cuando el ex- demonio vio la marca, un monton de imágenes sobre su pasado llenaron su mente, mezclandose con sus pesadillas y cobrando sentido. Todos sus recuerdos como demonio al servicio de Hades regresaron a el. Los tres dorados y las dos aprendices notaron el cambio en el. Sus ojos volvieron a ser frios y despiadados, a pesar de la sorpresa que reflejaban.

¿Qué demonios hago aquí? - pregunto Leviathán rompiendo el tenso silencio que se habia producido. Volvio su mirada hacia Kamus, reconociendole en el acto. - ¡Tu! ¡Esto ha sido por tu culpa! - siseo amenazante al caballero, mientras avanzaba hacia el, concentrando una bola de energia negra en su mano derecha. Vulpix y Kitiara se atravesaron en su camino, colocandose ambas entre el ex-demonio y el caballero de oro.

¡Detente Leviathán! ¡No hagas nada de lo que te puedas arrepentir! - murmuro Vulpix mirandole amenazante.

¡No! ¡Hazlo! ¡Asi me daras una razon para quitarte de en medio de una buena vez! - rugio Kitiara con una sonrisa torcida.

¡Apartaos! ¡Por culpa de ese mortal se frustraron mis planes! - Kitiara y Vulpix cambiaron a su forma de demonio, ante las asombradas miradas de los tres dorados.

¡Lev, no te lo vuelvo a repetir! ¡Calmate y vamos a hablar como demonios civilizados! - antes de que Leviathán lanzara su ataque contra las dos aprendices, la voz de Hades lo detuvo.

¡Leviathán! ¡Se un demonio de honor y cumple tu castigo, como hacen Valefor y Astaroth! ¡O el peor de los infiernos se reservara para ti! - tan de golpe como aparecio, la energia de Hades se esfumo. Los tres aprendices y los caballeros dorados se quedaron mirandose entre ellos, confundidos.

Pero. ¿Qué es lo que ha pasado aquí? - el resto miro con cara de circunstancias a Mascara de Muerte, que no se enteraba de nada.

Espero que esto no nos traiga problemas. - susurro Milo a Kamus mirando a los tres aprendices, que ahora se fulminaban con la mirada. El caballero de Acuario observo detenidamente a Leviathán. Algo en ese chico le resultaba familiar. algo relacionado con su voz, sus ojos. y la forma en que le habia hablado. estaba claro que el chico lo conocia de antes. pero. ¿de que?

CONTINUARA.