Saint Seiya no me pertenece...

DE VUELTA AL PASADO

Capitulo 13. Las decisiones de Hades.

Cuando Milo por fin dio el ultimo golpe a Louis, dejandolo inconsciente en la arena de la playa, echo un rapido vistazo para comprobar como estaba el resto. Leviathán hacia un rato que se habia desecho de las otras dos sombras y lo miraba con expresión aburrida sentado en una roca. De Nesbiros no habia ni rastro, pero la ultima sombra estaba tendido en la arena, sin sentido.

¿Dónde esta ese demonio? – murmuro, buscandolo con la mirada. De pronto sintio dos poderosos cosmos chocando. Uno lo reconocio como el de Kamus, y el otro... - ¡No puede ser! ¡Tu! ¡Vamonos! ¡Tenemos problemas y de los graves! – le chillo a Leviathán, antes de salir corriendo hacia la carcel. El ex-demonio inspecciono las auras que se sentian en el ambiente antes de seguir al caballero.

¡Vaya, vaya! Esto se esta poniendo interesante...

¡Polvo de Diamantes! – tanto Dalamar como Kamus lanzaron el mismo ataque a la vez, que al ser de la misma intensidad se anularon mutuamente. Los dos se examinaron detenidamente. Desde unas apartadas rocas, Hades, Nesbiros y las dos aprendices observaban la batalla. Uno divertido, el otro ligeramente preocupado y las otras dos angustiadas.

¡Hades! ¡Dejanos ayudarle! – pidio Vulpix sin apartar la vista del combate. El dios nego en silencio.

Lo siento, Valefor, pero esto tiene que hacerlo solo... es parte del castigo...

¿Esto es parte del castigo? Pues si que te has vuelto retorcido... - murmuro Kitiara sin pensar. El dios la fulmino con la mirada y la chica desvio la suya haciendo que no se habia dado cuenta.

Depende de cómo acabe este combate decidire si sigo o no con vuestro castigo... - las dos muchachas se miraron entre si, sorprendidas.

Creo que por una vez voy a animar a Kamus... - susurro Kitiara asegurandose de que nadie la oyera.

Kamus jadeo cansado. El combate estaba demasiado igualado. Con cada
tecnica que usaban estas se anulaban al tener el mismo poder. Tenia que
pensar algo rapido, ya que sus energias se estaban agotando rapidamente.

¿Ya te rindes, Kamus? – dijo Dalamar con burla al verle bajar los brazos y dejar la postura de combate. Kamus cerro sus ojos como si su oponente no existiera, concentrando su energia. – ¡Si es asi, te dare el golpe de gracia! ¡Que descanses en paz, Kamus! – rugio Dalamar, mientras lanzaba una Ejecución de la Aurora. Vulpix ahogo un grito al ver como el ataque se acercaba rapidamente hacia el caballero, pero este, a ultima hora abrio los ojos y lo detuvo con una sola mano.

¿Acaso has olvidado, Dalamar, que traicionaste al Santuario y por tanto a Atenea? ¡Ya no tienes su proteccion! ¡Yo si! – el antiguo caballero de Acuario no salia de su asombro. Habia parado su golpe con una sola mano y no llevaba puesta la armadura para que lo protegiera del intenso frio que ahora reinaba en la playa a causa de los ataques. - ¡Vas a morir, Dalamar! – Kamus arqueo una ceja y sonrio de manera siniestra - ¡Me temo que seras tu el que descanse en paz! ¡Tormenta Glacial! – el ataque dio de lleno en Dalamar que acabo convertido en un bloque de hielo. Kamus lo miro con odio un segundo antes de hacerlo añicos de un certero puñetazo. El caballero de Acuario busco con la mirada a su sombra - ¿Dónde esta Gabriel? – rugio al resto, que aun no se movian de las rocas. Hades solto una carcajada.

¿Te refieres a esa sombra? ¡Hace un buen rato que le deje huir! – los ojos del caballero brillaron con furia.

¡No tenias derecho! ¡Yo debia acabar con el de una vez! – Hades se levanto de la roca y se acerco lentamente al caballero.

No, caballero de Atenea... que yo sepa los caballeros de esta orden no son asesinos a sangre fria... ¿o me equivoco? – Kamus le siguió mirando con furia reprimida - ¡Valefor! ¡Sera mejor que trates de calmar a tu caballero, por su propio bien! ¡No sea que cometa una estupidez, ahora que todo se ha resuelto! – ante la amenaza de Hades, Vulpix se apresuro a colocarse junto a Kamus y a sujetarlo de un brazo, tratando de tranquilizarlo.

¿Y que pasa con nuestro castigo? – pregunto curiosa Kitiara, acercandose tambien a su maestro. Milo y Leviathán llegaron en ese momento. El caballero de Escorpio no pudo reprimir su sorpresa al ver alli al Dios de los Muertos. Leviathán se limito a hacer una reverencia y a esperar en silencio.

¡Ah! ¿Eso? Bien... creo que el juego ya ha durado suficiente... ¡Al castillo! – ante las ultimas palabras de Hades, la playa quedo desierta. Todos los que habian estado alli desaparecieron...

CONTINUARA...