Ayyyy ¡Buaaaaa¡¡¡ estoy llorando de alegría buaaaa¡¡¡Me pone contentísima
que la gente que lea esto le guste!!!!!!!!
Gracias a AURORA por la idea ¡¡¡¡siempre te lo agradecere!!!
A DRAKE BAD GIRL, con tu apoyo todo es posible!!!!! ^ ^
A AIKO SHITERU( seguiré seguiré seguiré seguiré seguiré seguiré seguiré
seguiré seguiré seguiré seguiré seguiré la historia xDD
A HERMIONE RIDDLE MALFOY ¡¡eres mi hermana!jajajaa. No me he leido tu fic,
pero puse lo de medimaga porque, como medicina es una carrera enorme y muy
difícil, pense que si hermione fuese muggle estudiaria medicina, y que es
medico mago? ¿¡¡medimaga! Y eso. gracia por tu review!!
Bueno, intento actualizar a capi por dia, pero parece ser que son mu cortos
no? Esqu eno me aguanto a subirlos ^ ^
Me encantaría explicar todo el misterio que parece encerrar el fic, la
profecia, la mision de malfoy y lo que piensa lucius ( por cierto, me da
mucha pena ( ), pero lo sabreis en un futuro, si no os lo oleis ya.
Y sin mas preámbulos, otro!!!
Capítulo 3:
Debe servir para nuestros propósitos
Draco recorría los pasillos de su casa con una gran mueca de satisfacción. Los grandes espejos que adornaban las frías paredes de mármol reflejaban su rostro altivo. Al torcer uno de los corredores, el ex Slytherin se topo frente a frente con un retrato de la señora Malfoy. Él la contempló durante unos segundos, a sabiendas que se sabía aquel lienzo de memoria.
Su madre había sido pintada ataviada con un hermoso vestido de brillantes grises y blancos. Ésta aún era joven cuando aquel cuadro fue realizado, y aunque Draco era la viva imagen de su padre, la belleza extraordinaria de la señora Malfoy había pasado a su hijo sin ninguna duda.
El rubio se acercó aún más al cuadro, posando su mano suavemente sobre el rostro dibujado de la mujer.
Madre.
Esa palabra resonó por los corredores durante unos segundos.
La gran mansión de los Malfoy estaba desierta.
Desde que la madre de Draco había muerto haría un año atrás, Lucius se había consumido al poder que el Señor Tenebroso tenía sobre él, refugiándose de su dolor en el trabajo que éste le encomendaba, dolor producido por la muerte de aquella a quien amaba. Dijeran lo que dijeran, Lucius quería a su mujer. Apenas pasaba tiempo en casa, por lo que todo aquel complejo pertenecía prácticamente a Draco.
Pero era una mansión demasiado grande. No le gustaba estar tan solo. . .
Madre. . . - dejó que una solitaria lágrima adornase su mejilla derecha.
Una mano se apoyó sobre su hombro. Draco se tragó las lágrimas. No era él el débil de su familia.
Se giró, apartando su mano del retrato, para plantarle cara a quien una vez respetó, y ahora no era más que una vaga sombra que lo que fue.
¿Deseas algo, Padre?
Lucius vio reflejado en aquellos fríos ojos grises que le miraban con odio su propia mirada, hacía años atrás.
Draco. . .
Escucha, no tengo nada que decirte, así que si me disculpas.
El rubio volvió por su camino, pegándole un empujón hombro con hombro a su padre. Éste no varió la expresión de su cara, pero en su interior sentía un gran dolor. Se giró hacia las espaldas de su hijo.
Draco, hijo, escúchame, se que hace mucho que no vengo por aquí, pero sigue siendo mi hogar y como progenitor mío que eres. . .
Dejó de ser tu hogar desde que murió mamá. - Draco se detuvo, pero no volvió la vista a su padre.
¡¿Crees que deseaba que eso pasara?!Por Dios, Draco, todo en esta mansión me recuerda a ella, yo quería a tu madre, tú eres fruto de nuestro amor, no sabes el dolor que me producía volver y no encontrarla aquí.- Lucius se acercaba a su hijo.
Draco escuchaba esas palabras mientras apretaba los puños. Su padre le estaba rogando. Sabía que el amó a su mujer, pero el dolor que le podía haber supuesto su muerte no era diferente al de él al perder a su madre. Pero aun así, continuó viviendo en aquella fría y solitaria casa, se tragó su miedo y su dolor. Era un Malfoy, pero al parecer su padre ya no. . .
Sólo era un viejo desgraciado. . .
Sólo eres un viejo amargado. No se cómo un día fue que todos te temían. El Señor Tenebroso sólo te mantiene junto a él porque le lamerías su capa si te lo pidiese. . . Ahora, Lucius, tengo cosas que anunciarle al Maestro. Al contrario que a ti, me respeta; él sabe que no soy débil como lo fue mi padre.
Lucius agachó la cabeza. Su hijo le había superado el todo. Se sentía orgulloso de Draco, era tal y como fue él un día.
Lo vio marcharse por el pasillo. No le siguió, era inútil.
Se volvió hacia el retraso de su esposa. Cómo la echaba de menos. . .
Y sintiéndose inútil, Lucius se internó en las sombras, volviendo con su Señor.
* * *
En la sala- escondrijo del Señor Oscuro sólo se encontraban tres personas: el ocupante del trono, una persona a su derecha, oculta bajo la permanente capucha negra, y enfrente de estos, otro hombre más descubierto. Su pelo marfileño no dejaba lugar a dudas.
No importa lo que diga mi padre, Maestro. Esta misión podré llevarla a cabo con la misma precisión que he cumplido todas vuestras anteriores órdenes.
Según Lucius, quizás no podrías estar preparado.
Mi padre, señor, no es más ya que un viejo débil que no sabe aguantar el dolor.
Eres mi más fiel seguidor, confío que cumplirás. ¿Dónde está la chica?
En las mazmorras de mi casa, Señor, bajo múltiples hechizos para mantenerla cautiva.
Bien. . . Recuerda que deber servir para nuestros propósitos.
Servirá, ya lo verá.
Bien. . .en ese caso, cumple mi orden. Me presentaré dentro de poco.
El semblante del rubio era serio y decisivo. Draco estaba dispuesto a cumplir con su deber. Se inclinó ante su maestro, y salió con rapidez de la sala.
El Señor tenebroso no permitiría que la Profecía escrita en aquel pergamino que leyó se le escapase de las manos, pero confiaba en Draco como en su propio hijo. Tampoco creía que la oposición de Lucius en cuanto al muchacho para realizar la tarea tuviera fundamento, pues realmente sabía que aquel hombre había cambiado. El amor por su mujer le había transformado en un ser hecho de humo, de miedo y tristeza.
Ningún mortífago, y menos un Malfoy podía llegar a eso. Pero siempre estaba ahí para realizar tareas sucias. Y Voldemort lo sabía. Era la única razón por la que lo mantenía a su lado, como Draco bien sabía.
Pero no todo es conocido por todos. Incluso el mismísimo Señor Tenebroso desconoce de algunas cosas. Y Lucius lo sabía. Es imposible contradecir al Maestro Oscuro, por lo que no se lo podía indicar, pero el señor Malfoy sabía de la existencia de algo que podía acabar con el plan, podía destruir la profecía e igualmente, a su único hijo.
* * *
Hermione se sentía morir.
Se encontraba tirada en un suelo de piedra terriblemente frío, todo el cuerpo le dolía. No sentía los dedos de las manos y apenas podía ver. . .
¿Qué clase de magia. . .? Todavía no cabía en su sorpresa de haber visto a Malfoy ante su casa y le hubiese hechizado con sus propias llaves. . .
Me acuerdo perfectamente, no llevaba varita alguna, pude ver mis llaves en sus manos en todo momento. . . ¿Cómo pudo entonces trucarlas de esa manera?
La cabeza le daba vueltas.
No sabía bien el tiempo que había pasado desde que se despertó. Y aún menos desde que cayó en el asfalto de delante de su portal.
Realmente no tiene ningún sentido que Malfoy se presentara ahí, hace 3 años que acabó Hogwarts, no lo volvió a ver. . .
Dijo algo como de que yo era necesaria. ¿Para que me va a necesitar ese hijo de mala madre? Debí echarle una maldición en cuanto cogí la varita. . .
¡Claro la varita!
Buscó a tientas entre su ropa y su capa. . . No estaba.
Claro que no está. . . pffff
Hermione suspiró fustrada.
Intentó incorporarse pero en el momento que su cuerpo estuvo sentado, sus oídos comenzaron a pitar y unas terribles náuseas le invadieron. Vomitó, y justo en ese momento unas risas burlonas llenaron la habitación.
Jajajajajaa,¿sabes que no es una imagen muy grata ver vomitar a tu invitada en tu propia tapicería?
Hermione no se avergonzó, vomitó todo lo que pudo hasta sentirse mejor y se tumbo boca arriba. Conocía perfectamente lo que le estaba sucediendo.
Malfoy, ni soy tu invitada ni esto es tapicería. El conjuro que me retiene así lo conozco, y en unas horas pasará el efecto.
Vaya, vaya la medimaga en proyecto se descubre. . .
Malfoy hizo un pequeño gesto con la mano, y la visión de Hermione se recuperó totalmente. Notó como las náuseas desaparecían y recobraba las fuerzas una vez más.
Se levantó sin dificultad, observando a un Draco que la miraba divertido. Alrededor de éste se levantaban las 4 paredes de lo que parecía una mazmorra sin ventanas ni puertas, donde ambos se encontraban. El rubio estaba desarmado y a pocos pasos de ella.
¿ Dónde estoy y por qué me has traído?
Te dije, Granger, que eres mi invitada. Estas en las mazmorras de la mansión Malfoy, donde permanecerás. . . un tiempo. . .
El chico sonreía cada vez más. Esa mueca de diversión y burla, que Hermione conocía tan bien, no le decía nada a la castaña.
¿Qué tramas asquerosa serpiente?
No intentes adularme, sangresucia. . . Estás aquí para servir a un propósito más grande que tu propia mísera existencia. Así que te voy avisando. Más vale que colabores.
Todo eso a Hermione le sonaba a chiste. ¿De qué está hablando? No tenía sentido, no era coherente. . . Un Draco Malfoy al que hacía años no había visto estaba delante de ella, despreciándola como siempre, y atrapándola en sus mazmorras con un propósito que para él parecía ser importante. Y le pedía colaboración. . . al parecer la chica podría poseer algo de ventaja sobre lo que se supone que se tramaba el ex Slytherin. La cabeza de Hermione daba vueltas y vueltas; se temía lo peor, pero intentaba conservar el temple delante de su enemigo.
Un enemigo, que, visto la magia usada sobre ella delante de su portal, podía ser demasiado peligroso.
Draco la observó reflexionar. Ella no tenía ni idea de lo que le esperaba . . .
He de irme- dijo el chico rápidamente. Y con un elegante vuelo de su negra capa desapareció.
Hermione se quedó allí, en esas cuatro paredes de fría roca, intentando pensar en qué le podía deparar esa situación. Intentó por un momento ser valiente. . .
Recordó lo anormal de la situación, recordó la fría mirada de un Sly que le hizo la vida imposible en el pasado, recordó a Harry, y a Ron. . .
. . . y olvidando toda valentía, se desplomó sobre sus rodillas, y comenzó a llorar. . .
* * *
N/A: este es mas largo ehh??????aunque tampoco mucho, es cierto. Bueno, espero no perder la forma de escribir que parece encantar ( ay que me sunrojo ( a drake bad girl!!! Sigu eleyendo please!!!!!! Si la pierdo se avisa ok? Gaziaz!
Un besazo a todos!!!!!! Y hasta mañana!!!!!!
¨·.·¨·.·¨·.·¨·.·¨·.·¨Krl0+A RidDle¨·.·¨·.·¨·.·¨·.·¨·.·¨
Capítulo 3:
Debe servir para nuestros propósitos
Draco recorría los pasillos de su casa con una gran mueca de satisfacción. Los grandes espejos que adornaban las frías paredes de mármol reflejaban su rostro altivo. Al torcer uno de los corredores, el ex Slytherin se topo frente a frente con un retrato de la señora Malfoy. Él la contempló durante unos segundos, a sabiendas que se sabía aquel lienzo de memoria.
Su madre había sido pintada ataviada con un hermoso vestido de brillantes grises y blancos. Ésta aún era joven cuando aquel cuadro fue realizado, y aunque Draco era la viva imagen de su padre, la belleza extraordinaria de la señora Malfoy había pasado a su hijo sin ninguna duda.
El rubio se acercó aún más al cuadro, posando su mano suavemente sobre el rostro dibujado de la mujer.
Madre.
Esa palabra resonó por los corredores durante unos segundos.
La gran mansión de los Malfoy estaba desierta.
Desde que la madre de Draco había muerto haría un año atrás, Lucius se había consumido al poder que el Señor Tenebroso tenía sobre él, refugiándose de su dolor en el trabajo que éste le encomendaba, dolor producido por la muerte de aquella a quien amaba. Dijeran lo que dijeran, Lucius quería a su mujer. Apenas pasaba tiempo en casa, por lo que todo aquel complejo pertenecía prácticamente a Draco.
Pero era una mansión demasiado grande. No le gustaba estar tan solo. . .
Madre. . . - dejó que una solitaria lágrima adornase su mejilla derecha.
Una mano se apoyó sobre su hombro. Draco se tragó las lágrimas. No era él el débil de su familia.
Se giró, apartando su mano del retrato, para plantarle cara a quien una vez respetó, y ahora no era más que una vaga sombra que lo que fue.
¿Deseas algo, Padre?
Lucius vio reflejado en aquellos fríos ojos grises que le miraban con odio su propia mirada, hacía años atrás.
Draco. . .
Escucha, no tengo nada que decirte, así que si me disculpas.
El rubio volvió por su camino, pegándole un empujón hombro con hombro a su padre. Éste no varió la expresión de su cara, pero en su interior sentía un gran dolor. Se giró hacia las espaldas de su hijo.
Draco, hijo, escúchame, se que hace mucho que no vengo por aquí, pero sigue siendo mi hogar y como progenitor mío que eres. . .
Dejó de ser tu hogar desde que murió mamá. - Draco se detuvo, pero no volvió la vista a su padre.
¡¿Crees que deseaba que eso pasara?!Por Dios, Draco, todo en esta mansión me recuerda a ella, yo quería a tu madre, tú eres fruto de nuestro amor, no sabes el dolor que me producía volver y no encontrarla aquí.- Lucius se acercaba a su hijo.
Draco escuchaba esas palabras mientras apretaba los puños. Su padre le estaba rogando. Sabía que el amó a su mujer, pero el dolor que le podía haber supuesto su muerte no era diferente al de él al perder a su madre. Pero aun así, continuó viviendo en aquella fría y solitaria casa, se tragó su miedo y su dolor. Era un Malfoy, pero al parecer su padre ya no. . .
Sólo era un viejo desgraciado. . .
Sólo eres un viejo amargado. No se cómo un día fue que todos te temían. El Señor Tenebroso sólo te mantiene junto a él porque le lamerías su capa si te lo pidiese. . . Ahora, Lucius, tengo cosas que anunciarle al Maestro. Al contrario que a ti, me respeta; él sabe que no soy débil como lo fue mi padre.
Lucius agachó la cabeza. Su hijo le había superado el todo. Se sentía orgulloso de Draco, era tal y como fue él un día.
Lo vio marcharse por el pasillo. No le siguió, era inútil.
Se volvió hacia el retraso de su esposa. Cómo la echaba de menos. . .
Y sintiéndose inútil, Lucius se internó en las sombras, volviendo con su Señor.
* * *
En la sala- escondrijo del Señor Oscuro sólo se encontraban tres personas: el ocupante del trono, una persona a su derecha, oculta bajo la permanente capucha negra, y enfrente de estos, otro hombre más descubierto. Su pelo marfileño no dejaba lugar a dudas.
No importa lo que diga mi padre, Maestro. Esta misión podré llevarla a cabo con la misma precisión que he cumplido todas vuestras anteriores órdenes.
Según Lucius, quizás no podrías estar preparado.
Mi padre, señor, no es más ya que un viejo débil que no sabe aguantar el dolor.
Eres mi más fiel seguidor, confío que cumplirás. ¿Dónde está la chica?
En las mazmorras de mi casa, Señor, bajo múltiples hechizos para mantenerla cautiva.
Bien. . . Recuerda que deber servir para nuestros propósitos.
Servirá, ya lo verá.
Bien. . .en ese caso, cumple mi orden. Me presentaré dentro de poco.
El semblante del rubio era serio y decisivo. Draco estaba dispuesto a cumplir con su deber. Se inclinó ante su maestro, y salió con rapidez de la sala.
El Señor tenebroso no permitiría que la Profecía escrita en aquel pergamino que leyó se le escapase de las manos, pero confiaba en Draco como en su propio hijo. Tampoco creía que la oposición de Lucius en cuanto al muchacho para realizar la tarea tuviera fundamento, pues realmente sabía que aquel hombre había cambiado. El amor por su mujer le había transformado en un ser hecho de humo, de miedo y tristeza.
Ningún mortífago, y menos un Malfoy podía llegar a eso. Pero siempre estaba ahí para realizar tareas sucias. Y Voldemort lo sabía. Era la única razón por la que lo mantenía a su lado, como Draco bien sabía.
Pero no todo es conocido por todos. Incluso el mismísimo Señor Tenebroso desconoce de algunas cosas. Y Lucius lo sabía. Es imposible contradecir al Maestro Oscuro, por lo que no se lo podía indicar, pero el señor Malfoy sabía de la existencia de algo que podía acabar con el plan, podía destruir la profecía e igualmente, a su único hijo.
* * *
Hermione se sentía morir.
Se encontraba tirada en un suelo de piedra terriblemente frío, todo el cuerpo le dolía. No sentía los dedos de las manos y apenas podía ver. . .
¿Qué clase de magia. . .? Todavía no cabía en su sorpresa de haber visto a Malfoy ante su casa y le hubiese hechizado con sus propias llaves. . .
Me acuerdo perfectamente, no llevaba varita alguna, pude ver mis llaves en sus manos en todo momento. . . ¿Cómo pudo entonces trucarlas de esa manera?
La cabeza le daba vueltas.
No sabía bien el tiempo que había pasado desde que se despertó. Y aún menos desde que cayó en el asfalto de delante de su portal.
Realmente no tiene ningún sentido que Malfoy se presentara ahí, hace 3 años que acabó Hogwarts, no lo volvió a ver. . .
Dijo algo como de que yo era necesaria. ¿Para que me va a necesitar ese hijo de mala madre? Debí echarle una maldición en cuanto cogí la varita. . .
¡Claro la varita!
Buscó a tientas entre su ropa y su capa. . . No estaba.
Claro que no está. . . pffff
Hermione suspiró fustrada.
Intentó incorporarse pero en el momento que su cuerpo estuvo sentado, sus oídos comenzaron a pitar y unas terribles náuseas le invadieron. Vomitó, y justo en ese momento unas risas burlonas llenaron la habitación.
Jajajajajaa,¿sabes que no es una imagen muy grata ver vomitar a tu invitada en tu propia tapicería?
Hermione no se avergonzó, vomitó todo lo que pudo hasta sentirse mejor y se tumbo boca arriba. Conocía perfectamente lo que le estaba sucediendo.
Malfoy, ni soy tu invitada ni esto es tapicería. El conjuro que me retiene así lo conozco, y en unas horas pasará el efecto.
Vaya, vaya la medimaga en proyecto se descubre. . .
Malfoy hizo un pequeño gesto con la mano, y la visión de Hermione se recuperó totalmente. Notó como las náuseas desaparecían y recobraba las fuerzas una vez más.
Se levantó sin dificultad, observando a un Draco que la miraba divertido. Alrededor de éste se levantaban las 4 paredes de lo que parecía una mazmorra sin ventanas ni puertas, donde ambos se encontraban. El rubio estaba desarmado y a pocos pasos de ella.
¿ Dónde estoy y por qué me has traído?
Te dije, Granger, que eres mi invitada. Estas en las mazmorras de la mansión Malfoy, donde permanecerás. . . un tiempo. . .
El chico sonreía cada vez más. Esa mueca de diversión y burla, que Hermione conocía tan bien, no le decía nada a la castaña.
¿Qué tramas asquerosa serpiente?
No intentes adularme, sangresucia. . . Estás aquí para servir a un propósito más grande que tu propia mísera existencia. Así que te voy avisando. Más vale que colabores.
Todo eso a Hermione le sonaba a chiste. ¿De qué está hablando? No tenía sentido, no era coherente. . . Un Draco Malfoy al que hacía años no había visto estaba delante de ella, despreciándola como siempre, y atrapándola en sus mazmorras con un propósito que para él parecía ser importante. Y le pedía colaboración. . . al parecer la chica podría poseer algo de ventaja sobre lo que se supone que se tramaba el ex Slytherin. La cabeza de Hermione daba vueltas y vueltas; se temía lo peor, pero intentaba conservar el temple delante de su enemigo.
Un enemigo, que, visto la magia usada sobre ella delante de su portal, podía ser demasiado peligroso.
Draco la observó reflexionar. Ella no tenía ni idea de lo que le esperaba . . .
He de irme- dijo el chico rápidamente. Y con un elegante vuelo de su negra capa desapareció.
Hermione se quedó allí, en esas cuatro paredes de fría roca, intentando pensar en qué le podía deparar esa situación. Intentó por un momento ser valiente. . .
Recordó lo anormal de la situación, recordó la fría mirada de un Sly que le hizo la vida imposible en el pasado, recordó a Harry, y a Ron. . .
. . . y olvidando toda valentía, se desplomó sobre sus rodillas, y comenzó a llorar. . .
* * *
N/A: este es mas largo ehh??????aunque tampoco mucho, es cierto. Bueno, espero no perder la forma de escribir que parece encantar ( ay que me sunrojo ( a drake bad girl!!! Sigu eleyendo please!!!!!! Si la pierdo se avisa ok? Gaziaz!
Un besazo a todos!!!!!! Y hasta mañana!!!!!!
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