Hola a todos soy yo de nuevo, en este capitulo viajan con el expreso de Hogwarts, pero la pobre Andraia se marea. ¿Qué pasarà? ¿se marearà? ¿dormira? JAJAJA. Ahora lo veremos.
2.VUELTA A HOGWARTS
A primeros de septiembre, Harry junto con Ron y Hermoine, entraron en la estación 9 y tres cuartos donde les esperaba el tren que los llevaría al colegio. Se fijaron que no había profesores en la estación.
-Puede que ya hayan subido- dijo Ron. Los otros dos asintieron y buscaron un compartimiento vació. Por el camino se cruzaron con una mujer. Los tres chicos se apartaron para dejarla pasar, y Hermoine susurro que tenia que ser una nueva profesora. La mujer pasó, les dio las gracias y siguió avanzando, pero cuando estaba unos pasos mas alejada se giro y se quedo mirando a Harry, cuando noto que Hermoine la estaba mirando, se giro y continuo su camino.
Cuando los chicos llegaron a un compartimiento vació, acomodaron sus baúles y se sentaron.
-Que raro... -susurro Hermoine.
-¿El que?- Pregunto Harry aunque se arriesgara a que su amiga les deleitara los oídos con uno de sus discursos.
-Esa mujer, que se te ha quedado mirando.
-¿Y esto te parece raro? ¡Hermoine despierta! Él es Harry Potter, el niño que sobrevivió.- casi gritó Ron.
-Pero no sé, no le miraba como la otra gente, puede que sea una tontería pero, esa mujer lo miraba de manera extraña. –los otros dos se encogieron de hombros y continuaron hablando de las vacaciones y de quidditch.
Un rato después llegó Neville, que por sorpresa de todos no buscaba a Trevor, pues ya lo había encontrado en el compartimiento del lado.
-Había una mujer, muy rara, como si estuviera mareada y estaba muy pálida. Era la profesora... si hombre, en su baúl había el nombre, profesora Flammeus.
-¿Te ha dicho algo?
-No. Le he preguntado si había visto a Trevor y me lo ha dado con una sonrisa. Suerte que no ha ido a parar con el profesor Snape. Si no ya me hubiera quitado puntos antes de llegar.-Los cuatro se rieron. Neville se puso serio- Esto no es posible, ¿no?- los otros sonrieron y dijeron que no.
-Por cierto, no he visto profesores en la estación – dijo Ron.
-Tienes razón solo esa profesora – corroboró Harry.
-Supongo que la situación que esta viviendo el mundo mágico, requería empezar a planear las medidas de seguridad mucho antes. – dijo Hermoine- ¿no os parece?
-Puede...
-Puede que sea la profesora de defensa contra las artes oscuras- dijo Ron.
-Supongo, aunque a mi me gustaría que volviera Lupin- dijo Neville, los otros tres asintieron y empezaron a recordar cierto boggart que Neville había convertido en Snape con sombrero de mujer.
-Harry, cuanto ha crecido, no te parece Galeyka y se parece mucho a su padre. – A Andraia esto le recordó, cuando fue por primera vez en ese tren...
"Cuando entró en el compartimiento se encontró a un chico de su misma edad, delgado y hasta parecía enfermo. El chico dormía, así que ella supuso que no le importaría que se quedará allí, sin hacer ruido. Cuando cerró la puerta el chico abrió un ojo y luego el otro.
-Lo siento. Espero que no te importe que me siente aquí – dijo ella dudando y hasta un poco nerviosa. Él hizo una leve sonrisa y dijo que no - me llamo Andraia Flammeus. – y le tendió la mano.
-Yo Remus Lupin – lo primero que le paso por la cabeza a Andraia era que tenia unos ojos muy dulces. Lupin le estrechó la mano y le ayudó a colocar el baúl.
El tren empezó su marcha. Se volvieron a sentar, uno enfrente del otro. Remus volvió a cerrar los ojos. Ella cada vez se encontraba peor, así que no tardó en cerrar los ojos, pero tuvo que volver abrirlos porque abrieron la puerta. Eran dos chicos y una chica.
-¿Os molesta que nos sentemos aquí? Es que los otros compartimientos están llenos. – se presentaron, la chica se llamaba Lily y tenía el pelo rojizo y unos preciosos ojos verdes. Uno de los chicos, el que tenia el pelo largo y negro se llamaba Sirius Black y el otro que llevaba gafas y tenia el pelo rebelde, James Potter.
Pero, en ese viaje apareció alguien más.
-Potter, ¿qué tal?
-Malfoy, déjame en paz – Malfoy iba respaldado por otros dos chicos, que como sabría después eran Crabbe y Goyle.
-Veo que el dicho es cierto, Dios los crea y ellos se juntan – esto provocó las carcajadas de sus dos guardaespaldas.
Andraia cada vez estaba más mareada, la cabeza le daba vueltas sin parar y ese chico, Malfoy, le intensificaba el mareo, si no se callaba de una vez estallaría. Siempre se enfurecía cuando se encontraba mal y la gente la molestaba.
-¡Basta ya! – Andraia se levantó empujó a los tres chicos fuera del compartimiento, que con la sorpresa no presentaron resistencia y Andraia probó de hacer el único hechizo que se había aprendido de memoria, aunque nunca lo hubiera usado. Y funcionó. La puerta de cerró y desde fuera ya no la podían abrir.
-¡Mi primer hechizo! He hecho mi primer hechizo- todos sus nuevos amigos, después de la sorpresa se echaron a reír a carcajadas, incluso Lupin."
En ese momento el tren paró, Andraia se desperezó y se asomó a la ventanilla. Vio varios Aurores entrando por cada lado del tren, también había Dementores, pero estos se mantenían apartados del tren, por los accidentes de hacia uno año en Hogwarts, ahora a los Dementores no se les permitía estar cerca de los niños, así que los Aurores tenían que hacer su trabajo. Como era la única profesora que había en el tren tuvo que ir, con mareo incluido y tambaleándose, en busca de un Auror para pedir explicaciones. Y encontró un grupo, del cual se le acercó uno, con una cicatriz en medio de la cara y el pelo rubio.
-Soy la profesora Flammeus ¿Qué es lo que buscan?
-¿No es evidente? A Sirius Black – ese nombre hizo que el corazón le diera un vuelco – nos han mandado revisar el Expreso de Hogwarts. Se ve que ha sido visto en Londres. No queremos que ese asesino se cuele en Hogwarts, ¿no?- hizo una sonrisa burlona. Ella se la devolvió.
Estuvo a punto de decirle:
-No es un asesino, idiota. Cuando lo conozcas y escuches su historia lo veras.
Pero en cambio, con una sonrisa irónica en los labios le dijo:
-Claro que no. Pero, este tren ya lo he revisado yo, o sea que les pediría que se fueran, porque están asustando a mis alumnos- diciendo esto señaló a unos niños de primero que estaban pálidos como una hoja de papel. El auror hizo ademán de responder, y a ella el mareo le volvía mas intensamente que nunca, este hombre la estaba mareando- ¡Fuera!
El auror dio un respingo. No decían que los aurores eran tan valientes, pero la cara que ponía la profesora no admitía discusión. El Auror llamó a sus compañeros y salieron del tren, no sin antes decir que hablarían con el Ministro de Magos sobre su conducta y que si en el tren aparecía Black seria ella la culpable. Esto puede que fuera lo que menos le preocupaba, sabia de buena tinta que Sirius no era el asesino que decían que era. Aún se preguntaba como alguna vez pudo pensar lo contrario. Y sobre el tema de hablar con el Ministro de Magos, tampoco le preocupaba, todavía tenia la casa en el mundo muggle, si le obligaban a irse del mundo mágico no le supondría un trauma porque, ella nunca había querido volver.
Cuando volvía a su compartimiento se abrió la puerta del lado del suyo.
-¿Qué ha pasado profesora?
-Nada chicos, unos aurores buscaban a Black, pero ya se han ido- dijo tranquilamente y con una sonrisa la profesora.
-¿A Sirius Black? – preguntó Harry. Andraia asintió – y... ¿lo han encontrado?- en la espalda, Harry cruzó los dedos.
-No creo. Tampoco les he dejado mucho tiempo, porque ya lo había revisado yo... – en ese momento un perro grande y negro entró en el compartimiento. Harry y sus amigos suspiraron aliviados y Andraia se lo quedó mirando atentamente, a ese perro lo había visto antes, pero no podía... no.
-¿Es vuestro, este perro?
-Si, profesora, es mío- dijo Harry.
-Es precioso – había dejado sus paranoias a un lado y estaba acariciando al perro, que se dejaba acariciar, pero que, en opinión de Andraia, si no fuera un perro habría jurado que se había sorprendido- ¿cómo se llama?
-Canuto – Andraia dejó de acariciar al perro, lo miró, luego miró a Harry- bueno chicos tengo que irme- y les dedicó una gran sonrisa, volvió a mirar al perro, al que también le sonrió y se fue.
-Realmente, esta mujer es muy extraña - dijo Hermoine.
-Vaya, vaya, él también esta aquí – Andraia todavía estaba mareada, así que sacó su poción antimareo y cuando se la iba a beber, golpearon en la puerta.
-¿Qué?- preguntó fastidiada.
-Profesora, hay un chico que se encuentra muy mal.- era el chico que había perdido su mascota.
-¿Qué le pasa?
-Em... esta verde.
Andraia se levantó rápidamente y siguió al muchacho.
-Ni un momento de tranquilidad- murmuró para si misma Andraia. Llegaron a un compartimiento donde había un chico con la cabeza entre las piernas.
-¿Qué te pasa, chico?
-Me encuentro muy mal- levantó la cabeza y se encontró que, efectivamente, el chico estaba verde- estoy muy... -y vomitó encima de Andraia.
-Meca... -Andraia se miró la túnica, miró el botecito de su poción antimareo y se la dio. Prefería marearse a que ese chico le llenara la túnica de comida medio digerida.
-¿Te encuentras bien Dean?- preguntó el chico que había perdido a su rana. Rápidamente se encontró mejor. Andraia rápidamente se encontró peor, hizo un hechizo limpiador, los dos chicos le dieron las gracias y se fue a su compartimiento. Donde se tumbo y empezó a murmurar.
-Fatal, me encuentro fatal. Muy mal, Galeyka.- la única solución era dormir, así no notaria el mareo. Pero no tuvo tanta suerte. Cuando estaba a punto de quedarse dormida, se empezaron a oír gritos en el compartimiento del lado. Se levantó de golpe provocando una intensificación del mareo, si eso era posible. Ahora si que estaba muy enfadada. – ¡Yo solo quería dormir!. Tendría que haber venido... - pensó que Hogwarts estaba escondido y solo se podía llegar con el tren- corriendo detrás del tren, hubiera descansado más – se acercó a la puerta y la abrió de golpe.
-Potter, este año si que lo vas a pasar mal...
-¿¡Se puede saber que co... están haciendo!? – miro a un lado y a otro. En un lado estaban Harry y sus dos amigos, en el otro estaban un chico rubio y dos chicos altos. Hubo unos momentos de silencio.
-Malfoy nos estaba molestando, profesora- dijo Harry.
-¿Malfoy?-se giró hacia el chico rubio. La eterna discusión entre los Malfoy y los Potter, pensó Andraia.
-¿Yo? Solo venia a saludar a mis compañeros y nos han empezado a insultar.- dijo con voz afectada y cara de buen niño.
-¿Qué? – gritó Harry. Y empezó otra discusión entre los dos.
-¡Basta! Los dos venid conmigo. Los sentó uno al lado del otro en su compartimiento, y ella se puso delante- y ahora relajaros y...
-Pero profesora...
-¡Cállese señor Malfoy!-esto a Draco no le sentó bien, porque por la cara que ponía, seguro que estaba planeando una manera de vengarse. Pero Harry sonrió disimuladamente.
Andraia volvió a cerrar los ojos y... el tren se paró. Levantó a los chicos su castigo y les mando que fueran a buscar sus baúles y que en otras palabras nos les quería ver volver a discutir. Y se marcharon cada uno por su lado. Con el tren parado su voz sonó un poco más simpática.
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¿Os ha gustado? Rewiews, aunque sea para tirarme tomatazos. Ya sabeis.
Prosimo capitulo: rrrrrrrrrrrr...(suenan los tambores) La cena de bienvenida, donde alguien se rie de la pobre Andraia, cuando les explica todos los percances de su viaje.
