Lo siento por la demora, pero tengo una excusa los mortífagos vinieron a atacar mi casa y…
Adariel: Si claro y Severus te salvó pero resultó herido.
¿Como lo sabes? Tuve que cuidarlo hasta ahora
Adariel: ¬¬
Jejejejeje J Bueno vamos a contestar los pocos pero agradecidos reviews que recibí.
Kamila: Lo siento supongo que ahora ya te habrán salido canas... Perdón!!!! Otra cosa los siento pero Ethel aún le queda un poco por sufrir Y Draco saldrá poquito pero saldrá, lo siento. Gracias por estar aquí.
Nariko-chan: JEJEJEJEJE, esperemos que no se muera porque si no se acaba la historia, gracias por el reiview espero que este capítulo también te guste.
Este capítulo es extraño pero bonito, espero que os guste y que me dejeis review. Va dedicado a mis dos niños que me recuerdan a Sirius y a Remus (uno tiene el pelo castaño claro y el otro negro y se pasan los días haciendo bromitas, aunque algunas veces el castaño claro me recuerde a Neville por los despistado que es), pues eso para mis dos niños y para todos los que leáis esta historia.
Sin más dilación el capítulo número 25, llamado:
25. PESADILLAS QUE AUGURAN MUERTE
Pasaron unos días y Snape todavía no reaccionaba. Ethel cada día cuando se levantaba le cambiaba los vendajes y le daba la poción que le había indicado Madame Pomfrey. Cada vez se sentía más cansada. Cada noche tenía pesadillas, horribles pesadillas. Y si no las tenía ella, se despertaba por los gemidos de Severus.
Ethel suspiró, no tenía nada que hacer. Había aprovechado los días para leer los libros que le traía Dumbledore, pero ahora ya se había cansado, le dolían los ojos de estar concentrada en las líneas de los libros.
Se sentó en la cama y cerró los ojos. En su mente se agolparon todo el dolor que había sufrido en los últimos días. Dementores, Malfoy, Snape, su hermana, Remus, Black, Potter, esos eran los protagonistas de sus pensamientos, de sus inquietudes y de su dolor.
Procuró dejar de pensar y nerviosa, se puso el pijama y se acostó. Des de la cama comprobó que Severus no tuviera fiebre. Después de dar muchas vueltas en la cama se quedó dormida. Pero tuvo una pesadilla, en ella aparecieron los Dementores que la perseguieron. Al llegar a un claro apareció Malfoy y le dijo que tenía que matar a Potter y a Snape. Se giró para irse y detrás de ella estaban los Dementores besando a Remus, Eileen, Andraia y Sirius. Al volver la cabeza hacía delante Snape y Harry estaban en el suelo con los ojos abiertos, muertos. Y Lucius se acercaba a ella y señalando todos los cuerpos muertos o sin alma le decía: "Todo esto lo has hecho tu".
Se despertó jadeando de la impresión y con lagrimas en los ojos.
-No puedo hacerlo- se dijo a si misma, secando se las lagrimas- ya basta de ser valiente, por algo no fui a Gryffindor. Se que no puedo matar a Snape ni a Potter, pero tampoco puedo dejar que maten a mi familia.
Encima de la mesa había la comida que le habían traído los elfos domésticos y a un lado, reluciente, un cuchillo. Lo cogió y mientras lo observaba detalladamente volvió a su cama.
Estuvo un rato más mirándolo, pero al fin se decidió.
-Conmigo empezaron los problemas y conmigo terminaran- cogió el cuchillo con las dos manos, estaba aterrada aunque se dio cuenta que ya no podía llorar. Miró a Snape y se acercó a él.
-Lo siento, Snape. Al final se ve que tienes razón, tu eres más valiente que yo- dijo con una pequeña sonrisa. Era la primera vez que le dejaría ganar sin poder vengarse- No quiero hacer daño a nadie y tampoco a ti, es la mejor solución- le besó los pálidos labios suavemente, una lagrima solitaria cayó en el rostro de Severus- espero que lo entiendas- le acarició la mejilla para secarle su lagrima y volvió a coger el cuchillo.
Lo mantuvo a pocos centímetros de su corazón, se dio cuenta de que estaba temblando violentamente. Intento tranquilizarse, inspiró y exhaló suavemente con los ojos cerrados. Apretó la empuñadura del cuchillo y lo separó de su cuerpo para darle impulso.
Inspiró profundamente y sin dejar el aire y cerrando fuertemente los ojos impulsó el cuchillo hacía su corazón.
Pero algo paró su recorrido. Ethel abrió los ojos suavemente y vio como alguien le cogía la muñeca izquierda.
-No... no... lo... hagas- Ethel desvió la mirada hacia la persona que había hablado.
-Snape...- este parecía cansado y tenía los ojos entrecerrados.
-Eres cobarde. Huyes de tus problemas- dijo débilmente.
-Ya lo sé- Ethel sonrió tristemente- no puedo hacer nada más.
-Si que puedes. Querer es poder- le dijo incorporándose un poco.
-No lo entiendes, tengo en mis manos la vida de demasiada gente- Severus deslizó su mano de la muñeca hacia la mano de Ethel y le quitó el cuchillo suavemente. Ethel era una espectadora pasiva, parecía no poder moverse.
-Tienes que afrontarlo y salir adelante- Snape tiró el cuchillo hacia un lado de la cama.
-¡No tienes derecho a hacer esto!- poco a poco iba recuperando los movimientos y las palabras.
-Oh! Claro que tengo derecho. A quien piensas que le pondría la culpa Albus si te suicidaras en mi cama. Y a tu familia crees que les sentaría bien que murieras por ellos.
-¡Pero si piensan que te he matado!- casi gritó Ethel.
-Si, pero espero no tener que esconderme para siempre.
-Joder Snape, porque siempre tienes que meterte en lo que no te importa?
-Flammeus...- Severus sintió un pinchazo en el pecho causado por la herida que allí tenía. Se mareó un poco, pero se recuperó en pocos segundos- si que me importa...- Severus le acarició la mejilla- Prométeme por...-otro pinchazo nubló la vista de Snape- Prométeme por Salazar Slytherin que no lo volverás a intentar...- Ethel se quedó mirando los ojos negros de Severus y asintió levemente con la cabeza. Snape le pasó un dedo por los labios y se fue acercando a ella, esta también se acercó hipnotizado por esos ojos oscuros. Cuando estaba a unos milímetros de rozarse, Severus tuvo otro pinchazo y ya no pudo soportar más la conciencia.
Ethel recostó a Snape de nuevo en la cama y lo tapó con la manta. Acercó su rostro al de él y le besó la frente.
-Buenas noches, Snape- miró el cuchillo que estaba en el suelo, lo cogió y lo devolvió junto con la comida en la mesa- Gracias- le susurró a Snape.
Nunca se hubiera imaginado que llegaría a deberle la vida a Snape, bueno ahora ya estaban en paz, por la vez que los Dementores estuvieron apunto de absorberle el alma, cuando los mortífagos y estos aparecieron en Hogwarts. Solo pensar en Dementores le hacía sentirse mareada.
Se acostó al lado de Snape y con una paz que hacia tiempo que no sentía se quedó dormida.
N/A: ¿os ha gustado? Espero recibir algún review para decírmelo, en este punto es cuando la historia cambia un poco de rumbo, pues Dumbledore tendrá una magnifica idea. JEJEJEJE
Un beso y SED FELICES
KALISTO
