Holaaaaaaaa!! No he tardado tanto es todo un record, jejejejeje. YA era hora de que sentara la cabeza... bueno es una forma de hablar.

Aviso: La última parte de este capítulo ha salido solo, quería que durara un poco más y se me ha ido de las manos, pero no os preocupéis. Es raro, solo eso.

Shashira: Gracias, si que era un capítulo de transición, pero necesario. Ya veremos si pasa algo o no. La verdad es que el final ya lo tengo escrito pero podría tener modificaciones. Jejejejejeje. Muchas gracias por el review

Malu: Muchas gracias por el review. La verdad es que estoy apuntada a muchos grupos y no tengo tiempo para todos. Podrías decirme que hacéis en ese grupo? Sobre el fic de Mari Cari, si que me lo había leído pero no le había dejado review, pero al recibir esto me sentí muy mal y lo envié, jejejejeje. Es fascinante la imaginación que tiene. Me gustaría poder escribir fics cortos de tres o cuatro capítulos, para dar rienda suelta a mi imaginación, pero es que empiezo y me va saliendo más y más. Aunque más o menos ya se más o menos lo que va a pasar, pero falta el como... Para de rallarte. A ver si tu también publicas un fic aquí... Merci.

Lakota: Muchas gracias por tu review. Me ha dejado sorprendida que te lo leyeras de una tirada. Porque mira que es largo, jejejejeje. Pero ya va hacia su fin oooooooooh!!! Y no te preocupes que no os dejaré en ascuas sobre el asunto de Ethel y Sev. AL final del fic se sabrá si sí o si no. Jejejeje, pero esto al final.

Muchas gracias a todos y espero que este capítulo también os guste. Para cualquier quja aclaración o lo que sea ya sabéis donde estoy.

MOMENTO de Autopromoción: Leed mi mini fic "cuando Moony y Padfoot fueron a un concierto" Aviso que es slash, pero espero que os guste.

Ahora si el capítulo 35 "El asesino del señor Flammeus"

35. EL ASESINO DEL SEÑOR FLAMMEUS

Los profesores al final decidieron enviar una carta a los padres de Snape y Flammeus por sus continuas peleas. Los dos eran buenos estudiantes pero ningún profesor podía soportarlos por más de media hora juntos, por suerte iba a cursos distintos, aunque eran de la misma casa.

Mientras desayunaban el director se acercó a Severus y le susurró algo al oído que Ethel no pudo oír. Inmediatamente se levantó y se dirigió al exterior del Gran comedor.

Después de desayunar Ethel salió del gran comedor para dirigirse a sus clases de la mañana. Al salir se encontró a Severus hablando con un hombre mucho más alto que él y con una mirada aún más helada que la suya, si eso era posible.

Severus al oír la puerta, se giró y le dirigió una mirada fría a Ethel siendo respondida esta por una igual. Ethel levantó la mirada y encontró unos ojos negros llenos de odió dirigido a ella, un poco asustada por esa mirada se alejó sin decir nada. Supuso que ese era, indudablemente, el padre de Severus.

Cuando estaba cerca de llegar al salón de transformaciones pensó donde había visto esos ojos antes. Y la imagen le vino a la mente como un rayo. El sueño que tuvo cuando su padre murió. Los ojos del señor Snape también le recordaban al hombre que había intentado matar a su hermana, a su madre y a ella misma hacía unas semanas.

Sin pensárselo dos veces echo a correr hacia el despacho del director.

Dos semanas después…

Todo el colegio estaba exaltado, las noticias leídas en el profeta volaban como las lechuzas que las traían. El padre de Snape había matado al padre de las Flammeus.

Severus no podía soportarlo. Todas esas miradas de reproche, como si él mismo lo hubiera matado. Pero fue su padre, no él. Él ni siquiera quería a su padre y una parte de él se alegraba que hubiera salido de su vida.

Por suerte para él su etapa escolar estaba a punto de terminar así que solo tuvo que soportar los insultos susurrantes y las amenazas dos semanas.

Ethel estaba contenta, el asesino de su padre estaba en Azkhaban y mañana acabaría el curso y podría volver con su hermana a su casa.

Una lechuza cruzó el Gran salón y aterrizó cerca del plato de Ethel. Desató cuidadosamente el sobre y leyó el contenido de la carta. La letra era clara y estética, parecía estar echa con calma aunque no tuviera mucho contenido. El mensaje era claro.

"Lo siento"

Nada más. Ethel no podía saber quien le enviaba esa carta y porque "lo sentía" el remitente. Miró a su alrededor para ver si alguien estaba mirando su reacción, pero nada.

Ethel se guardó la carta en el bolsillo de la túnica y suspiró. Cuando estaba a punto de salir del Comedor se acercó su hermana muy contenta y excitada.

-¿Sabes que, Ethel?- dijo toda emocionada.

-Si no me lo dices...- dijo saliendo del salón.

-Mira.- dijo enseñándole la mano donde tenía un precioso anillo.- Remus me ha pedido que me case con él- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Vaya con el licántropo- susurró.

-Ethel que te pueden oír.- dijo mirando alrededor.

-Pues felicidades Draia. Pero recuérdale que si alguna vez te hace daño, tanto físico como psicológico, le voy a hacer una jaula de plata y haré pagar a los turistas para visitarla. Y encima no dejaré que le tiren chocolate.- dijo sonriendo.

-Bueno pues… gracias supongo- dijo un tanto confundida Draia.- ¿Por cierto ya has encontrado el colgante que te regalaron papá y mamá?

-No- dijo tristemente. Le encantaba ese collar. El vendedor les había dicho a sus padres que ese collar unía los lazos del destino y daba buena suerte. No sabía muy bien que quería decir lo de unía los lazos del destino, pero a ella le gustaba ese colgante en forma de sus iniciales "EF". Draia la miró un poco triste sabía cuanto le gustaba el collar- Pero alégrate hermana. Vamos de boda- dijo sonriendo.

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Presente…

Los alumnos estaban esperando los carros para ir hacia el expreso de Hogwarts.

-No te preocupes Harry- dijo Andraia dándole un abrazo cariñoso.- Sirius te irá a buscar en la estación.

-Aún no entiendo esa tontería de irse un día antes para ir a buscarte él en persona- le sonrió Remus.

-Cuida a Eileen y no dejes que Sirius la meta en problemas- Harry sonrió.

-Eileen, haz caso de Harry ¿de acuerdo?- le preguntó su padre mientras le daba un gran abrazo.

-Si, papi

-Y pórtate bien- le dijo su madre mientras también le daba un abrazo.

-Si, mami- Harry cogió a su nueva "hermana" de la mano y la subió con cuidado al carro. Antes de alejarse se despidieron de los adultos con la mano.

-No me fío de Sirius cuidando a Eileen, Remus- dijo sonriendo Andraia.

-Pero esta Harry, no le pasará nada.

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         -¡HARRY! ¡EILEEN!- los dos aludidos se giraron hacia el hombre que los llamaba.

         -Sirius…- murmuró Harry, mientras veía como se acercaba un feliz animago. Cuando llegó cerca de ellos les dio un gran abrazo a cada uno.- Sirius que nos vimos ayer.

-Pero estoy tan contento de iros a buscar a la estación…- dijo sonriente.

-¡HARRY!- el chico volvió a girarse en dirección a la pequeña exclamación.

-Hola señora Weasley.

-¿Cómo estas querido?- le preguntó mirándolo de arriba a bajo.

-Bien- dijo sonriendo.

-Buenas tardes Molly- la mujer miró hacia el hombre de cabellos negros.

-Buenas tardes Sirius, ¿como estas?- estuvieron un rato hablando, hasta que Sirius decidió que ya era momento de llevar a Eileen y Harry a su nueva casa. Que sería la antigua residencia de los Lupin.

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         -Harry hay una cosa que no te hemos contado.- dijo Remus un poco incómodo- y me parece que note gustará demasiado.

-¿Qué pasa? – dijo un poco asustado.

-Pronto será el juicio de Sirius y…

-Hemos pensado que...-continuó Andraia.

-En contra de mi voluntad.- aclaró Sirius.

-Sirius…- le reprendió Andraia- Buenos pues que mientras dure el juicio te quedarás en la casa muggle de Severus y Ethel- Harry quedó pálido. Por Ethel no le importaba porque, aunque era Slytherin, no era mala persona pero ir a casa del profesor Snape... Era su territorio sin normas.

-Harry ¿Estas bien?- preguntó Remus al verle la cara al chico.

-Con la noticia que le acabas de dar como quieres que este.

-Harry es la única solución- le dijo Andraia- No te va a pasar nada.

-Al menos no estarás solo- Harry miró esperanzado a su profesor de DCAO- Eileen vendrá contigo.- dijo intentando una sonrisa.

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Ese día Ethel salió tarde de casa, a las 12 en punto sería absorbida toda su energía solo quedándole la suficiente para su funciones vitales. En el momento en que cruzó la esquina de su casa empezó a llover. Ethel suspiró, ya era mala suerte que el día que tenía que perder más energía tuviera que llover. Con resignación continuo corriendo, cuatro gotas no harían que parase.

Siguió corriendo dando vueltas por la manzana donde estaba la casa que compartía con Snape, la lluvia cada vez era más intensa. A las doce en punto mientras sonaban las campanas de la iglesia que había en el pueblo, la energía le fue drenada y cayó al suelo semi inconsciente. Ahora que lo pensaba con frialdad, había sido una tremenda tontería salir fuera de su casa y encima lloviendo. Ahora quedaría allí tendida hasta la mañana siguiente cuando tendría suficiente energía para volver.

Intentó levantarse pero esta vez no pudo, Voldemort se había pasado con la energía que le había quitado, eso solo podía significar una cosa, estaba muy enfadado. Poco a poco fue quedando dormida en el frío y mojado suelo de la calle, era demasiado tarde para que nadie pasara por allí. Definitivamente, fue un tremenda tontería, pensó antes de quedar completamente dormida en el suelo.

Una figura oscura se acercó a ella lentamente y la cogió en brazos.

-Si no fuera por mi, Flammeus- dijo Snape mientras la llevaba de vuelta a la casa que compartían- Hubieras cogido un resfriado o algo peor.

Ethel al notar un cuerpo caliente a su lado, inconscientemente, se acurrucó más cerca de él, que hizo que un suave rubor tiñera las mejillas de Severus.

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Severus llegó dentro de su casa. Dejó a Ethel en uno de los sofás mientras cerraba la puerta. Luego la volvió a coger en brazos y la llevó hacia su habitación, iba a dejarla en la cama pero pensó que mejor le ponía ropa seca antes de meterla en la cama.

La dejó en uno de los sofás tumbada. Luego fue a buscar el pijama de la mujer y lo encontró, perfectamente doblado, debajo la almohada. Lo desdobló y casi quedó sin habla. Snape pensó que parecía más un vestido que un camisón. Era de seda, eso lo supo en el mismo momento en que lo tocó. de un color negro brillante. Tenía unos tirante muy finos y el escote era demasiado para ser una simple prenda para vestir.

Salió de sus pensamientos cuando se dio cuenta que estaba totalmente ruborizado solo de pensar en Flammeus llevando ese modelo de camisón.

-Severus céntrate- se dijo a si mismo.

Severus Snape, el temido profesor de pociones, estaba en un grado de nerviosismo tan elevado que haría morirse de risa a cualquiera de sus alumnos. El nerviosismo aumentó, sobretodo, cuando se dio cuenta que para ponerle el camisón primero tenía que sacarle la ropa.

-Vamos, no será la primera vez que la veas desnuda- suspiró profundamente y se relajó.

Ahora con la nueva confianza adquirida, fue sacando los botones del ojal de la camisa negra de Ethel. Intentando hacerse el despistado y no mirar, le sacó la camisa. Dejando la camisa tendida encima de una silla, cuando volvió su atención a la mujer no pudo evitar que su mirada se dirigiese a su busto. Cerró los ojos un momento, empezaba a sentir mucho calor. Se quitó el jersey mojado quedando en una fina camisa adherida a su pecho por la lluvia.

-Si alguien me viera pensaría que soy un depravado- ironizó consigo mismo.

Finalmente le desabrochó los pantalones, cuando pensaba que lo peor había pasado se dio cuenta de que lo peor nunca "ya ha pasado". El pantalón vaquero que llevaba Ethel, con el agua se había transformado en algo muy pesado y muy pegado al cuerpo. Por lo que Severus tuvo que hacer "malabarismos" para quitárselo sin despertarla. En opinión de Severus eso fue lo peor. Tuvo que ir acompañando al pantalón en su bajada por las piernas de la mujer, rozando cada centímetro de estas.

Cuando por fin acabó tuvo que desabrocharse la camisa, pues parecía que la temperatura en esa noche lluviosa no paraba de subir. Cogió el camisón y se lo puso rápidamente, no se quedó a pensar si le había quedado bien puesto a no. La cogió otra vez en brazos, notando esta vez la suave piel de la mujer y la puso en su cama. La tapó para que no se resfriara y salió corriendo de la habitación.

Para Severus ese fue el peor día de su vida.

N/A: Espero que os haya gustado y como siempre. Sed felices.