Hola a todo el mundo. Por fin he vuelto. ¿Mi excusa? Bueno he estado de exámenes y ahora estoy de prácticas, pero puedo decir que extra oficialmente, ya he terminado el fic y solo me falta subirlo. La verdad es que tampoco tengo tiempo para eso, pero...

Pero bueno rápidamente respondo los reviews que tengo que ir al pueblo del al lado a hacer las prácticas, jejeje.

Daneva: Pues antes de carnaval, ¿qué más quieres? Jejejejeje. Me parece que falta otro y el epilogo, pero no temas que ahora será más rápido, jejejeje. Un beso.

Annita69: Muchas gracias, me halaga de sobremanera que te hayas leído mi fic entero de un tiron, te mereces una medalla, jejejeje. Entiendo tu trauma por el libro 5, pero que le vamos a hacer, jejeje. Muchas gracias.

Shishare: Muchas gracias por tu review. Algún día tenia que terminar, ¿no? Por cierto el fic de veneno si que lo he leído, me gusta, pero el último capítulo aún no he tenido tiempo, me estreso....jejejejeje- Un besazo.

Silence-messiah: ¿De verdad crees que esta ordenado? Bueno cuesta un poco seguir una línea y no olvidarte de algunos detalles, pero bueno. Me alegra que te guste. Y eso de que escribo bien, ya te lo diré el semestre que viene, pues hago una optativa de cuentos... jejejeje. Merci.

Gracias por tu doble review, me haces sonrojar, jejejeje.

Merla: Muchas gracias, la verdad es que me entristece terminarla, pero debe acabar y poder dedicarme a mis otros fics. Muchas gracias.

Zaki: Pero tu debes ser feliz, para que tu felicidad te acompañe en ese viaje que es la vida y impregne a las personas que quieres de ella. JEJJEEJEJE, me ha salido muy poético, no? Nos vemos.

Sin más dilación....

38. CUANDO LO QUE PARECE NO ES REAL

         Snape, Flammeus, Harry y Eileen se encaminaron hacia el transporte público muggle que los llevaría de nuevo a su casa. Eileen quedó dormida en uno de los asientos, había sido un día agotador y ya había oscurecido. Severus la cogió en brazos y recostó la cabeza de la niña en su hombro, donde continuó durmiendo.

         Cuando llegaron a la casa Severus llevó a la niña a su cama y Ethel se encargó de ponerle el pijama y acabar de acostarla, mientras Snape volvía a hechizar la cama para evitar que la niña cayera.

         -Harry, mañana ya os vienen a buscar- el chico asintió, mientras Ethel salió de la habitación- ¿Quieres cenar?

         -No, estoy agotado. Me parece que imitaré a Eileen- dijo con una sonrisa.

         -De acuerdo, pues buenas noches.

         -Buenas noches, Potter- le dijo Snape.

         -Buenas noches- respondió Harry a los dos, que salieron. Lo último que oyó Harry fue otra discusión entre los dos.

         -Te toca a ti  hacer la cena- dijo Ethel.

         -Pero a tu te tocaba la comida y hemos comido fuera.

         -Mala suerte.- dijo burlonamente.

         -La suerte, no tiene nada que ver en esto...

         Cuando Harry i Eileen despertaron la mañana siguiente bajaron al comedor, donde estaba Ethel con una taza de café entre sus manos. Esa noche había tenido una pesadilla y no había podido volver a conciliar el sueño.

         -Buenos días tía Ethel- dijo Eileen abrazándola.

         -Buenos días, cariño. Buenos días Harry- dijo mirando al chico.

         -Pareces cansada- dijo sentándose a su lado.

         -Solo estoy nerviosa- dijo sonriendo.

         -¿Porque?- Ethel se encogió de hombros.

         -¿Que os parece si vamos a comprar el desayuno?- dijo levantándose. Unos minutos después salían de la casa.

         Snape despertó unos minutos después y después de vestirse bajó a la cocina, donde solo encontró una nota.

         "Snape, hemos ido a comprar el desayuno. Ahora volvemos.

         Ethel (no te preocupes que para ti también habrá)"

         Severus suspiró resignado. Siempre que le tocaba a ella preparar cualquier comida, buscaba una excusa o otra para escaquearse. El timbre de la puerta sonó. El exmaestro de pociones fue a abrir la puerta pensando que Flammeus había olvidado las llaves en casa. Cual fue su sorpresa al abrir la puerta y no encontrar su compañera de casa y si a su vecina.

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         -Buenos días, Remus- dijo acercándose a su esposo y besándolo suavemente en los labios.

         -Bueno días cariño...- dijo continuando con lo que estaba haciendo.

         -¿Que preparas?- preguntó oliendo el desayuno que estaba haciendo Remus.

         -Chocolate desecho- dijo con una sonrisa.- Para darnos ánimos para el final de juicio.

         -Una magnifica idea...- dijo sacando tres tazas donde verter el chocolate.

         Alguien golpeó la puerta. Andraia fue a abrir.

         -Buenos días, Andraia.

         -Que sorpresa, Carla- dijo indicándole que pasará.- ¿quieres desayunar con nosotros?

         -Claro.- dijo entrando en la conian- Buenos días, Remus.

         -Bueno días Carla. No esperaba verte hoy- dijo con su sonrisa amable.

         -Venia a ver a Sirius. Supongo que estará nerviosos por el juicio.- djo sentándose mientras Andraia sacaba otra taza del armario.

         -Supongo que pronto bajara.

         -¿Hablabais de mi?- un Sirius elegante y sonriente bajó las escaleras que daban a las habitaciones.- Hola Carla, me alegra verte- dijo acercándose a ella.- ¿no estas nervioso?

         -Por favor, el gran Sirius Black ¿nervioso?- dijo sentándose en una silla al lado dela mujer.- estoy aterrado- le susurró en la oreja, luego le guiñó el ojo y empezaron a desayunar.

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         -Lora que sorpresa.- dijo Severus amablemente, como le había ordenado Ethel.

         -Hola Severus- dijo acercándose a él contorneando el cuerpo y cErrando la puerta tras de si, sin esperar invitación- He venido a desearte los buenos días.

         -Emm... Gracias- dijo con una mueca en los labios.

         -Pero, ahora que estoy aquí- dijo acercándose más a él- He pensando en hacer de tu día un "buen día"- dijo acariciándole el pecho de manera sensual.

         -Lora me parece que es mejor que...- Severus no pudo continuar porque Lora se había tirando encima de él y le estaba besando. Snape la apartó suavemente.- Lora no...

         -Severus, ¿no lo entiendes?- dijo acercando su cuerpo al exmortífago, hasta que este notó su busto contra su pecho- no te pido nada a cambio. Un poco de sexo y luego cada uno por su lado... o un poco más otro día- dijo con una media sonrisa.

         Snape quedó petrificada escuchando esa proposición. Ocasión que Lora aprovecho para volver a besarlo, acariciando su pecho. El cuerpo de Snape le jugó una mala pasada, sin pensarlo respondió al beso y la cogió del cintura acercándola más a él. Mientras Lora empezaba a desabrocharle la camisa y la mente del hombre trabaja sin parar.

         El Slytherin pensó que un revolcón de vez en cuando no significaba nada, que lo pasarían bien un rato y luego lo olvidarían. No era la primera vez que hacia algo así. Además la última vez que se había acostado con alguien había sido con... Flammeus. Los labios de Severus se paralizaron y soltó de su agarre a Lora, esta pareció no darse cuenta y siguió besándolo.

         Flammeus... como la odiaba. Notó algo en su interior que hizo que separara de si a la vecina. Toda la excitación que había sentido se difuminó, como cuando apagaba las llamas de su chimenea con un hechizo.

         -Lora no puedo- dijo volviendo a abrocharse la camisa.

         -Es por ella ¿verdad?- preguntó la muchacha enfurecida. Severus asintió con la mirada perdida en algún punto del techo- Ella no te merece... Se cansara de ti y vendrás a buscarme. Pero haré que te arrodilles ante mi...

         -No Lora, no vendré a buscarte...- Lora indignada salió pro donde había entrado momentos antes.

         Severus se apoyó contra la pared y terminó de abrocharse la camisa.

         -¡Mierda!- se dijo a si mismo dando un golpe contra la pared con su mano. La puerta de la casa se volvió a abrir y Eileen pasó corriendo seguida de Harry sin hacerle caso. Detrás de ellos apareció la persona que, sin hacer nada, había impedido que se acostara con la muchacha que acababa de salir de la casa.

         -¿Qué quería esa?- preguntó levantando la vista hacia Snape. Cuando sus ojos toparon con el rostro de Severus su mirada de indiferencia cambio a una de furia- No hace falta que me lo digas, lo puedo adivinar sola.

         -Flammeus...-dijo mirándola seriamente. Cogiéndola del brazo.

         -No me toques, Snape. El pintalabios rojo, no te sienta bien- dijo soltándose del agarre de Snape. Este se maldijo internamente.

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         -Sirius, es hora de irnos- dijo Remus suspirando con nerviosismo. El rostro del hombre de pelo negro se contrajo por el mismo sentimiento.

         Remus y Andraia fueron hacia el comedor a preparar la red flu para su viaje al ministerio de magia, mientras Sirius se despedía de Carla.

         -Bueno espero que todo vaya bien- dijo Carla, dándole un abrazo reconfortante.

         -Sí. Yo también- dijo sonriendo.- Espero que nos veamos otro día.

         -Bueno... si el juicio va bien, espero que... algún día podamos salir tu y yo a cenar.- a Sirius se le iluminó el rostro.

         -¡Claro!- exclamó sin pensarlo. Se reprendió mentalmente. Donde quedaban sus dotes de seducción que decían que nunca debía notarse su emoción por una cita. Pero la sonrisa que le ofreció la mujer le hizo desechar cualquier de esas ideas.

         -Pues... nos vemos, Sirius- dijo sonriendo mientras salía de la casa.

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         Después de desayunar los niños y Ethel, empezaron a preparar el baúl para cuando les viniera a recoger.

         -Flammeus, ¿Podemos hablar?- preguntó seriamente Snape.

         -Yo no tengo nada que decirte. Ni quiero escuchar nada de lo que tu me digas...Déjame en paz, Snape- dijo un tanto dolida.

         Harry y Eileen observaron que Ethel parecía muy enfadada y que no volvió a mirar a Snape. Bajaron el baúl donde había la ropa de los chicos al comedor. Después comieron y esperaron sentados en el sofá a que los Lupin y Sirius vinieran a buscar a los niños.

         -Ya llegan tarde- espetó Severus.

         -Cállate Snape- respondió furiosa.

         El timbre de la puerta sonó y Ethel se dirigió a abrir a sus familiares. Unos segundos después volvió al comedor con una mujer apuntándola con una varita.