Enredos de amor

4º capitulo: Interrupciones malditas

-¡¡Pero por favor que hay niños en este parque!! ¡¡Los escenas adultas dejarlas para la intimidad!!-

Los dos levantamos nuestras cabezas y vimos a Davis con Sakura, esta ultima riendose detrás de Davis.

-Anda venga dejad la escenita ya chicosa… Venga arriba los 2…-

Baje la cabeza para encontrarme con la sonrisa maliciosa de Kari.

-¿Davis puedes hacerme un favor?-

-Si claro Kari lo que quieras-A pesar k que estuviese enamorado de Sakura seguía complaciendo a Kari, como si fuera su perrito faldero.

-Bien…¿Por qué no te vas a comprarme un helado doble de fresa, y de paso invitas a Sakura a otro?-

-Eso esta hecho-

Cuando volvi a levantar la cabeza, Davis y Sakura habian desaparecido

-Bueno… em… ¿No crees que deberiamos levantarnos Kari?-

-Tu has perdido tu oportunidad, ahora me toca a mi…-

-Pero que…-

Antes de darme cuenta Kari me habia volteado y ahora era ella la que estaba encima de mi. Mire a Kari, y su cara me dio mucho miedo, era una mezcla de picardia, travesura y mucha, mucha maldad.

-¿Pero Kari que haces?-

-Ssshhh… No digas nada-Dijo poniendome un dedo en los labios

Kair se levantó, y me miró como inspeccionandome.

-Oh! Tenemos una gota traviesa de helado en el lóbulo de tu oreja izquierda- (Nota de la autora: Esto se lo dedico a cierto personajillo, que él sabe a lo que me refiero verdad¿? ¬¬)

Entonces se acerco a mi oido y me susurro melosamente:

-¿Quieres que te la quite para que no te manches?

Yo na no estaba en mis cabales, me habia vuelto loco, no se ni siquiera que dije, pero la tuve que decir que si porque Kari estaba mordisqueando y chupandome el lóbulo de la oreja.

-Este helado esta muy rico T.k… ¿Quieres probarlo?-

-S… s… si…-

Kari se fue acercando lentamente hacia mi, yo temblaba mucho, ella apoyo un codo a cada lado de mi cabeza. Me quito el gorro y me empezo a acariciar mi rubia cabellera, y por fin mi ansiada espera culmino en un beso. Mis manos adquirieron voluntad propia y fueron a parar a la cintura de Kari, para después comenzar a acariciarle la espalda. Kari seguía acariciando mi rubia cabellera, cuando de pronto senti un intruso en mi boca: era su lengua; pedi permiso para entrar en su boca y ella me lo dio, por lo que entre felizmente. Nuestras lenguas bailaban juntas. El aire empezaba a tornarse fuego cuando de pronto…

-¡¡¡Kari Yagami!!! ¡¡¡Quitate inmediatamente de encima de ese rubio!!!-