Yaoi, Lemon, HieixKurama

Los personajes no me pertenecen

Capitulo 4 : Completamente suyo.

(K)

¿Qué podía contestarle? Cualquier cosa que le dijese sonaría a mentira, especialmente la verdad. No podía decirle que me gustaba, que le quería, que estaba tremendamente celoso de Mukuro y que por todo ello me había comportado como un imbécil. ¿Qué era lo que deseaba escuchar Hiei? El estaba estirado completamente encima mío y se había reído de mi, a lo mejor lo único que quería era humillarme – eso ya lo has conseguido – pensé para mis adentros - ¿qué mas quieres? – Decidí no contestar, no le podía contestar.

Hiei comenzó a acariciarme suavemente, apartó mi pelo y me besó en la nuca ¿era eso lo que él pensaba que yo le quería hacer? De pronto lo vi bajo su perspectiva, yo había sido un youko en mi anterior vida y había tenido numerosos amantes y a todos los había utilizado para mi propio placer, Hiei lo sabía, lo que él desconocía era que mi naturaleza humana actual me hacía sentir de otro modo, que él me hacia sentir de otro modo, Hiei simplemente había pensado que él era para mi un capricho y estaba dispuesto a hacermelo pagar.

Sus caricias se hicieron mas insistentes – Dios Hiei, si tan solo lo hicieras por amor en vez de por venganza – pensé, pero no me atreví a decir nada.

(H)

Mis labios recorrieron su nuca, me encantaba el sabor y el aroma que desprendía la piel aterciopelada de Kurama, él parecía haberse relajado un poco, mejor, por que yo pensaba llegar hasta el final y aun así seguro que no sería un final tan horrible como el que él se imaginaba, ¿Quién sabe lo que sería capaz de pasar por su cabeza? No me había contestado la pregunta, no se atrevió ¿por qué? ¿Tan terrible era lo que pensaba hacerme?

En fin, ahora ya daba igual eso, por que ahora era yo quién tenía el control, Kurama se había relajado demasiado y clavé mis dientes en su cuello haciendole sangrar un poco, él dio un pequeño salto, ahogando un grito, pero no intentó escapar de mi de nuevo, eso me demostró que él ya había asumido que se tenía que conformar con lo que yo quisiera hacerle. Lamí un poco su cuello, no sabía que la sangre humana era tan dulce.

Me incorporé un poco, vigilando sus movimientos y desaté las numerosas correas de mi pantalón, tardé un poco en deshacerme de él, Kurama evitaba mirarme, - no te hagas el inocente ahora Kurama – pensé – ya sabes de sobras, incluso mejor que yo lo que va a venir a continuación – Volví a estirarme, esta vez totalmente desnudo, sobre él, Kurama había vuelto a cerrar los ojos, - ¿para no ver que? – me reí por dentro.

Hacía ya rato que yo estaba preparado así que sería mejor hacerlo deprisa, me coloqué encima de él y entré, con fuerza. Esta vez Kurama si gritó y se revolvió, y yo tuve que sujetarle por los hombros para que no escapase, él estaba totalmente tenso y a mi me costaba mucho moverme dentro de su cuerpo.

Hiei – me dijo y repitió – Hiei.

Pero no dijo nada mas, no me pidió que parara, ni tampoco que continuase, aun así era evidente que le estaba haciendo mucho daño, y de pronto sentí algo que no había sentido nunca, culpabilidad, - malditos sentimientos ningen – me reproché a mi mismo – si no los tuviera ahora estaría disfrutando al máximo – pero aun así no iba a dejarlo todo a medias, mi cuerpo me pedía que siguiera, que lo hiciese aun mas rápido, en lugar de eso fui mas despacio, de forma mas rítmica, para que Kurama se acostumbrase a la intromisión, de pronto fui consciente de que debía ser la primera vez que Kurama pasaba por esto en su forma humana, decidí dejar de pensar para no arruinarme el momento.

Kurama repetía mi nombre de vez en cuando y este sonaba a música en su voz, pero no decía nada mas, continuaba así, arañando la hierba desesperadamente, con los ojos cerrados y repitiendo mi nombre casi con un susurro. Comencé a acariciarle de nuevo, a besar su cuello y eso pareció relajarle un poco, yo continuaba moviéndome más despacio aun, si es que eso era posible, le enlacé por la cintura y bajé mi mano hasta sus genitales para comprobar como ahora su cuerpo reaccionaba positivamente al mío, noté que él se había relajado ya por completo y que me resultaba sumamente fácil entrar y salir de su cuerpo, comencé a ir de nuevo mas deprisa. Kurama gemía a ratos, aunque ya no era por dolor, y a mi ese sonido me excitaba cada vez mas.

(K)

No podía evitar sentir placer con lo que Hiei me estaba haciendo, y eso me hacía sentir a la vez muy estúpido, casi hubiese preferido el dolor que sentí al principio, así podría odiarle, en cambio de este modo... – Kurama eres un imbecil, te están violando y tú aun lo disfrutas – me reproché – a lo mejor sí eres tan pervertido como Hiei afirma. –

Pero a pesar de mis pensamientos no podía controlar mi cuerpo y él se había dado cuenta, mis fuerzas estaban llegando al límite y aun así esa sensación iba en aumento y yo no podía hacer nada por evitarlo. Y ¿qué pasaría después? Cuando ya todo hubiese acabado, ¿cómo iba a mirarle de nuevo a la cara? ¿cómo iba a permanecer junto a él en las misiones del Reikai Tantei? O si no ¿qué explicación podía darle a Yusuke y a Koenma de mi renuncia? ¿qué les diría?

A lo mejor era Hiei quien no volvía, quien después de utilizarme se marchaba al Makai con Mukuro para siempre, o sencillamente me cortaba el cuello para que yo no dijese nada y ahí se acababan todos mis problemas.

La sensación de que algo me iba a explotar se hacía cada vez mas fuerte dentro de mi y Hiei se movía con mayor rapidez sin que mi cuerpo hiciese ya nada por impedírselo.

(H)

Kurama estaba disfrutando y no me lo podría negar, esa sensación de fuego dentro de mi se hacía cada vez mas intensa, hasta que al final explotó, a Kurama le pasó lo mismo, casi al mismo tiempo, me retiré de él respirando agitadamente, había sido increíble, y quería volverlo a repetir, miré a Kurama, aun yacía boca abajo, inmóvil sobre la hierba, inconsciente. Me acerque a él y recorrí su cuerpo con mis manos, no tenía ninguna herida grave, lo que tenía era puro agotamiento, su ki era ya como el de un humano normal y corriente, aun así su vida no peligraba.

El sol había desaparecido casi completamente bajo el horizonte y comenzaba a llover, me vestí deprisa, cuando cogí las ropas de Kurama para volver a ponérselas comprobé que era totalmente imposible ya que estaban absolutamente destrozadas, le cubrí con mi capa y le alcé en brazos, - tampoco es cuestión de dejarlo aquí tirado, ni de continuar tal y como está ahora – entonces fui consciente de mi propio cansancio, los entrenamientos intensivos en el Makai habían dado sus frutos, ya no necesitaba dormir inmediatamente después de utilizar la técnica del dragón, pero aun así necesitaba descansar tarde o temprano y al levantar el peso de Kurama, que era superior al mío pude darme cuenta de mi propio agotamiento.

Kurama dormía profundamente, con su cabeza apoyada en mi hombro, su respiración acompasada en mi cuello, su cuerpo totalmente inerte en mis brazos, de pronto me pareció tan frágil, recordé los momentos en que habíamos luchado juntos, en que él había cuidado de mi cada vez que yo sobrepasaba mis fuerzas y ahora yo le hacía esto, la culpabilidad volvió a apoderarse de mi - ¿por qué tuviste que retarme Kurama? ¿por qué tuviste que encapricharte de mi si yo no tengo nada que tú puedas querer? ¿y ahora que? – De momento decidí llevarle a su casa, antes de que la lluvia se hiciese mas intensa y antes también de que yo acabase por desmayarme.

(La autora)

Bueno, ahora si creo que me he pasado un poco, sobre todo teniendo en cuenta que es el primer fic que escribo, ¿qué vais a pensar de mi? ¿qué soy tan pervertida como Kurama? En fin, calculo que quedan aun dos capítulos mas para acabar, si os gusta este prometo escribir mas. He publicado 2, 3, y 4 de golpe primero por que los escribí de un tirón, me entró la inspiración y aproveché, y segundo por que tal y como quedaban me pareció una cochinada dejaros a medias del "encuentro", pero no os acostumbréis eh!