-¿Diga?-dijo Yatén, contestando el teléfono.

-¿Se encuentra Ryo?

-Si, ¿Quién le habla?

-Soy un amigo. Malik Ishtar.

-Muy bien. Ahora lo llamo.

Dejó el tubo sobre la mesita y se dirigió a las escaleras, llamando a su hijo, diciendo que tenía una llamada. Ryo bajó rápidamente, tomando el tubo, contestando.

-Habla Ryo.

-¡Hola Ryo!

-¿Quién es?

-Perón, no me presenté. Soy Malik Ishtar, un amigo de Bakura...En realidad soy novio del amigo de Bakura...

-Ya veo...

-Bakura me dijo todo sobre ti. Yo también tengo 16 años...¿Quisieras ir mañana con Bakura, Marik y yo a pasear un poco? No tengo muchos amigos.

-No veo el por qué.-respondió alegremente Ryo, con una sonrisa en su rostro.-¿A qué hora?

-Lo difícil...Ehhh....¿Tres?

-¿De qué? ¿Tarde o madrugada?

-Mad---¡Tarde!

-Bien. Los veré mañana. ¡Adiós!

-Adiós.

Ryo colgó, y antes de irse a su habitación, recordó algo.

-¡¡¡MAÑANA TENGO ESCUELA!!!

~*~

-Hey, Baku, ¿Por qué te vas a las dos?-dijo Joey, al saber que su amigo se iba.

-Necesito ir al médico para revisión general.-respondió el albino.

-Ya veo...¿O no será una excusa para no venir en toda la tarde?-respondió y preguntó Tristán, al unirse a la conversación.

-¡Claro que no! Mis padres me matarían. Soy un chico muy aplicado.

-Y que lo digas. ¡¡Sacas diez en TODO!!

-YO ESTUDIO. No cómo OTROS que NO lo HACEN.-respondió Ryo, intensificando ciertas palabras.

-Hay si, cómo no...-dijo desganado Tristán.

Ryo saludó a todos, y salió de salón.

~*~

-¡¡¡YA LLEGUÉ!!!-dijo el albino al entrar a su casa, quitándose las zapatillas.

-Hola, cariño. ¿Cómo has estado?-preguntó la madre, apareciendo en la puerta de la cocina secando un plato.

-Muy bien. La profesora se molestó porque iba a faltar el resto de la tarde.

-¿Quién? ¿La de biología o geografía?

-Ambas.

-Esas lagartas...

-Mamá...

-Lo siento. ¡Pero si es verdad!

-¡Bien! ¡Bien! Iré a cambiarme.-dicho esto subió las escaleras de su casa hasta su habitación, saludando despistadamente a su padre, quien veía la televisión mientras comía en el borde de la cama sentado.

Al entrar, lo primero que hizo fue desvestirse, quedando sólo en ropa interior. Abrió su armario, y comenzó a revolver y revolver. Sacó unos jeans oscuros desteñidos en la parte de los muslos, de un color dorado. Se los puso, y revolvió buscando una remera que le combinara.

-Hey, ¿Por qué tanto lío en busca de ropa?-dijo Bakura, al aparecer en una esquina de la habitación de Ryo, haciéndolo sobresaltar.

-¡Bakura!-dijo en voz baja.-¿Qué rayos haces aquí?

-Nada. Paso a verte.-dijo encogiéndose de hombros.

-Me mataste del susto...-respondió volviendo su atención a las remeras.

-Ponte todo de color blanco. Ese color te asienta muy bien.

-Es un poco transparente.-se quejó.

-Pero te verás hermoso.

-Tu ganas...-dijo bufando.

~*~

-Marik...¿Qué hora es?

-Las tres menos cinco.-dijo consultando su reloj.

-Hace tanto calor...

-Lo sé. Pero no podemos citarlos a las tres de la madrugada.

-Hum...-respondió Malik, hundiéndose en su asiento, mientras se acomodaba los anteojos de sol, totalmente oscuros, mientras que Marik, no poseía.

Ambos bebían unas botellas de agua helada, para evitar sentir tanto calor, pero les fue inútil.

~*~

-¡¡YA ME VOY!!-dijo el chico, yendo a la entrada, colocándose sus zapatillas.

-Que te diviertas, hijo.-lo saludó la madre desde la cocina.

Ryo tomó un tapado blanco, el de su padre, y salió, llevándose dinero y las llaves.

El joven corría apurado, puesto que se le hacía tarde, seguido de un cansado Bakura, que le suplicaba que fueran caminando, pero Ryo se negó.

-¡¡HOLA!! ¡¡QUE SUERTE QUE LLEGARON!!-saludó alegremente Malik, parado y moviendo su brazo, tanto para saludar, cómo para indicar dónde se encontraban.

-¡Hola!-respondió de la misma manera Ryo.

-Hey, Bakura....Guau...¡Que lindo chico!-exclamó Marik, al ver al compañero de Bakura.

-¡¡MARIK!!-se quejó Malik, enojado.

-No lo niegues. Es lindo.

-Tienes razón.-ante esto, el chico albino enrojeció mucho, dando un sutil gracias.

-¿A dónde iremos?-inquirió Bakura, con curiosidad.

-¡¡¡AL PARQUE DE DIVERSIONES!!!-gritó Malik alocadamente, tomando de la mano a Ryo, mientras se dirigían a la entrada.

-¡¡Malik!! ¡¡Despacio!!

Ambos desaparecieron de la vista, dejando a los mayores solos.

-Malik está muy feliz.-dijo Bakura, mientras se dirigían al lugar seleccionado.

-Es natural. No tiene mucho amigos. Cómo él dijo, los demás vampiros no lo aceptan.

-¿Por qué? Nunca me lo dijiste.

-No le gusta la idea de matar a humanos, para beber su sangre. Se ha arrepentido. Pero creo que Ryo le levantará los ánimos para seguir su destino.

-Es cierto---¡¿Cómo supiste que se llamaba Ryo!?

-¡¡¡¡SIGUES TENIENDO UNA PÉSIMA MEMORIA!!!! ¡¡NOS LO DIJISTE CUANDO VINISTE A CASA!!

-Oh si...Ahora recuerdo.-dijo tímidamente Bakura, con una gotita.

-¿Dónde iremos, Malik?-cuestionó Ryo.

-A donde queramos.-respondió el moreno, sin soltar la mano de el albino.- ¿Qué tal...? No...A ver...¿Dónde quieres ir?

-¿La casa de los espejos?-ante esto, Malik bajó el rostro.

-Dejémoslo para lo último, si tanto te gusta. Vayamos a los video juegos, o a pasear.

-¡Buena idea! Me gusta mucho gastar dinero.

-No lo tomes a mal, pero...Con esas características, pareces una mujer.

-No te preocupes. Ya estoy acostumbrado. Desde lejos muchos chicos me confunden con una chica, y me mandan piropos.-dijo sonrosándose.

-Pobre de ti.-le dijo Malik, mientras entraban a la casa de dichos juegos.

~*~

-¿Dónde se metieron esos dos?-preguntó Bakura, al ver que no podían identificar a sus amados.

-¿Y me lo preguntas a mí? No tengo idea.

-Amigo viento...-llamó el vampiro albino.

-¿Si, amo? ¿Qué se le ofrece?

-Busca a Malik y Ryo. Te ayudaremos, no te preocupes. Nosotros iremos al norte, y tu ve por dónde quieras. Cuando los encuentres, avísame.

-Así lo haré, señor.-dicho esto, se desvaneció.