Cuando el día finalizó, todos los alumnos de Bakura dejaron el aula, excepto Ryo, que una vez que estuvo solo, se acercó al escritorio de su amado.

-¿Qué rayos estás haciendo acá?-Bakura colocó sus pies sobre el mueble, mirando a su chico.

-Nosotros también debemos conseguir algún trabajo para no levantar sospechas de los humanos.-sacó un encendedor y una caja de cigarrillos.

-No sabía que fumabas.-dijo divertidamente el menor, viendo cómo su amado colocaba un cigarrillo en la boca, y lo encendía, exhalando el humo hacía su pequeño.

-Lo hago. Una vez al mes, una caja al mes, un cigarrillo cada dos días. Luego, espero dos meses y vuelvo a fumar.

Ryo dejó su mochila sobre el escritorio, y se sentó sobre el regazo de Bakura, mirándolo divertidamente. Se inclinó y lo besó profundamente, antes de separase y comenzar de nuevo. Ryo movió su pelvis con la de Bakura, generando gemidos suaves de ambos lados.

Una profesora pasó y algo le llamó la atención en la pequeña ventana de la puerta del aula. Se acercó y contuvo el aliento. Se alejó rápidamente y corrió hacía la oficina del director.

-¿El amigo viento ya te dijo lo que te quería decir mmm?-preguntó sensualmente le menor.

-Si, lo hizo.-acarició suavemente la espalda de Ryo, antes de darle un profundo beso.-Puedo quedarme en tu casa esas dos semanas....No sabes cuanto nos divertiremos...Ahora, tienes que irte. Una profesora pasó y nos vio. Si te vas antes de que nos vean, será bueno para ambos.

-Bien...Te veré mañana...-dijo lamiéndose los labios en forma sexy.

~*~ -¿Lo dice enserio?-dijo el director, siguiendo a la profesora, junto con otros hombres.

Al llegar al aula golpearon, pero nadie contestó. Trataron de abrirla pero fue inútil. Los otros hombre abrieron la puerta a la fuerza, asustando a Bakura, que tenía unos auriculares escuchando música. Levantó su vista de los papeles que estaba corrigiendo.

-¿Sucede algo?-preguntó Bakura, sacándose los auriculares.

-¿Por qué tenía la puerta con llave?-dijo el director.

-Algunos profesores la traban y se quedan corrigiendo los ensayos hasta que se van. Si eso no se puede hacer aquí, no lo haré más.-respondió sinceramente Bakura.

-¡Te vi con un alumno hace unos minutos atrás!-estalló la mujer.-Era Ryo Bakura, uno de mis alumnos en la clase de química. ¡Ambos se estaban besando!

-¿Es eso cierto?-dijo el director.

-No. Porque desde que se fueron todos mis alumnos no he abierto la puerta en ningún momento. Además el alumno Ryo Bakura, nunca vino aquí. Él se encontraba aún en los pasillos con sus amigos, cuando cerré la puerta.

-¡MENTIROSO!

-Tranquila Sra. Miyamoto. Sin pruebas, no podemos hacer nada contra él.

-¡PERO YO LO VI!

-Una imagen vale más que mil palabras.-dicho esto el director se retiró con todos, mientras Bakura intentaba recuperarse de su ataque de sorpresa.

~*~

-Bien, Malik...Ya sabes que hacer, ¿Verdad?-inquirió Marik a su amado.

-Algo nervioso...-confesó el menor.

-No te preocupes, yo estoy a tu lado.-con esto, ambos entraron al boliche.

Las luces brillantes y la música alta, llenó los sentidos de ambos. Había un fuerte olor a alcohol, que provenía principalmente de la barra del lugar. Se acercaron sensualmente a la pista y comenzaron a bailar provocativamente, pegados cuerpo a cuerpo, dándose besos ligeros cada vez que sus rostros se acercaban lo suficiente.

Varias chicas se habían interesado en ambos chicos, y cuando fueron a la barra, se acercaron a ellos, comenzando a tocarlos suavemente.

-Hey, preciosas. Se mira pero no se toca...-dijo divertidamente Malik.

-Pues a mi me gustaría hacer otra cosa que mirar...-gimió una rubia de un grupo de tres chicas.

-Vaya, pues, me leíste la mente...-dijo Marik, dejando que el licor se resbalara "accidentalmente" por su barbilla, y luego por su cuello, haciendo que las chicas se excitaran más de lo que estaban.

-Y, ¿Sus nombres?-gimió Malik.

-Tienes un acento diferente al de Japón. ¿De dónde son?-inquirió la morocha.

-Venimos de Egipto.-respondió el menor, tomando la mano de la morocha, besándola, suavemente, desgarrando la piel con sus colmillos, sin que se diera cuenta.

-¿Qué quieren hacer, lindas?-preguntó Marik, sintiendo los deseos de Malik por beber.

-¿Qué tal si vamos a su casa y nos divertimos un rato?-susurró sensualmente la pelirroja.

-De cuerdo. No queda tan lejos...

~*~

Bakura y Ryo paseaban mano a mano, dirigiéndose lentamente a la casa del menor, cuando divisaron a sus morenos amigos. Ryo estaba por saludar gritando, pero su compañero lo calló de repente.

-Están cazando. Es la primera vez de Malik, no lo arruines. Se pondrá mal...- ante esto, el menor asintió.

~*~

-Linda casa...-dijo la rubia al entrar.

-Es más bella de lo que parece...-murmuró Marik.-¿Saben qué es lo que excita mucho a los hombres?

-No...

-Que dos mujeres se besen o tengan sexo...-habló Malik, susurrando, pero parecía un ronroneo.

-Podríamos hacerlo...-dijo la pelirroja.

-¿Y saben que excita a las mujeres?

-No...

-Que dos hombres se besen o tengan sexo...-gimió Malik al sentir las manos de su amado recorrer su pecho. (N/A: Eso es cierto. Lo leí en una página que explicaba cómo nació el yaoi y yuri)

Ante esto, las tres chicas se encontraban muy encendidas.

-Bien...Ahora, muerde justo aquí...-murmuró sensualmente Marik a su amado, quien gimió ante eso.

Las tres chicas estaban amarradas, con mordazas en sus bocas, con esposas. Ambos chicos se preparaban para cenar a sus recientes presas, con suma delicadeza. Malik fue el primero, y su amado le indicó en qué lugar debía morder, y así lo hizo. El menor comenzó a beber cómo dulce néctar la sangre de la chica que daba gemidos de dolor constantemente, al sentir a ambos chicos succionar su sangre fuera de su cuerpo.

Las otras dos gritaron al ver cómo el cuerpo de su amiga se dejaba de tensar y sus ojos se volvían blancos. Los dos morenos dejaron que el cuerpo se tumbara en el suelo por su propio peso. Marik sacó una pequeña caja, de dónde sacó una pequeña daga. Pasó el filo por el pecho aún desnudo de su compañero, haciendo que gimiera abiertamente, cuanto el frío metal cortaba su piel.

Gimió más fuerte al sentir cómo Marik bebía la sangre que goteaba de la herida abierta. Al terminar, se dirigió al cuerpo sin vida de la pelirroja, y lo levantó de los cabellos, rompiendo el escote que tenía dejando al aire sus senos. Marik se relamió.

-Que lastima que no pudimos saber cómo sabían ese par de grandes gomas...¿Verdad Malik?

-Si...-respondió acercándose, cómo un pequeño gatito, a su amo.-Pero aún nos quedan las otras dos...-dijo él, mientras que su amado levantaba su rostro.

-Es cierto...Vamos a divertirnos un poco...

Y desde la casa, se escucharon gritos y gritos de agonía...

~*~

-¡¡¡KONNICHI WA, RYO-KUN!!!-gritó alegremente Malik, desde la puerta del colegio de su amigo.

-Hey, ¡¡Malik!!-el albino corrió hasta él y lo abrazó fuertemente.-¿Cómo estás?

-Du maravilla.

-No trates de hacerte el francés que no tenes nada...

-Jajaja...Que gracioso...

-Ayer los vimos caminar hacía su casa, con tres chicas...Bakura me dijo que estabas cazando con Marik.

-Si...Es cierto...-dijo sonrojándose.

-¿Cómo te fue?

-No me resultó muy difícil...Soy un chico hermoso...-acotó pasándose una mano por el cabello.

-Sigues siendo presumido, ¿Verdad, Ishtar?

-¡¡Seto!! ¡Hace tanto que no te veía!-corrió hasta Ojos Azules y lo abrazó.- ¿Po que Ochos Achules no me abracha?-dijo tontamente.

-Porque Ojos Azules no tiene paciencia hoy.-respondió con una venita de furia en su frente.

-¡¡¡ABRACHIO!!!-insistió Malik, a lo cual Seto bufó y devolvió el abrazo.

-¡¡¡OWWWW!!! ¡¡¡QUE TIERNO!!!-exclamó Joey al salir con Tristán y Yugi, con lo cual Ojos Azules se separó rápidamente.-¿Qué pasó Seto? ¿Te dio vergüenza?

-Ya cállate perro...

-¡¡GUAU, GUAU!!-bromeó Malik, tomando a su amigo por el brazo.

-Te quiere mucho, Seto.-dijo Tristán.

-¡¡MALIK QUERER MUCHO A SETO!!

-Hasta que te mate, ¿Verdad?

-Chi, chi...

-Malik, ¿Nos podemos ir?-dijo el albino a su amigo, ya un poco cansado de esperar.