Faltaban 5 días para que los padres de Ryo volvieran, y ante esto, el chico
se ponía cada vez más y más emocionado. Pronto se transformaría en un ser
igual a Bakura, y estar por siempre a su lado. Eso lo ponía extremadamente
feliz, en especial porque le dijo que tendría otra sorpresa, pero para
último momento.
Pero estaba tan emocionado, que ambos adelantaron la fecha para cambiar a Ryo.
Bakura y Ryo caminaban mano a mano, en la calle, dando un paseo. El mayor tenía su garbadina cubriéndolo, pero no se había llevado el sombrero.
Grave error.
La profesora Miyamoto pasaba por allí, al salir de un local con su cámara de fotos arreglada, y cómo tenía un royo nuevo, decidió poner preso a ese abusador, aunque ya Bakura no trabajaba en la escuela.
Los siguió hasta el parque, dónde se sentaron debajo de la sombra de un árbol, para comenzar a mimarse entre sí, y besarse.
Cuando se besaban, la mujer los fotografiaba rápidamente, y luego de tener las suficientes, se fue lo más rápido posible a revelarlas y entregarlas.
Pero no sabía que Bakura era vampiro, y la cámara fotográfica, no lo capturaba en el royo.
-Bakura...¿Podemos hacerlo hoy, por favor?
-De acuerdo...-cedió el mayor.
-Te amo...-dijo Ryo llorando de felicidad, abrazando fuertemente a su amado.
-Yo también te amo....
-Guau...-fue lo único que dijo Malik al ver el anillo que Bakura compró.
-Se quedó callado...-dijo Bakura volviendo a guardar el anillo dentro de su caja.
-Un poco raro. Siempre parlanchín.
-¡HEY! ¡¿Y tu qué?!
-Yo soy calladito...-exclamó Marik, colocando un dedo sobre sus labios.
-Mentiroso...Eres tan bocón cómo yo.
-Lo que digas Malik...-Marik rodó sus ojos, y le indicó a Bakura que se retirara.
-¿Debo preguntar por qué?
-Vamos a follar, ¿Te importa?-dijo un poco molesto Malik.
-Ex...acto...-murmuró el mayor bajo su aliento.
-Regresaste temprano hoy de la casa de Malik.
-Lo sé. Me dijeron que follarían así que tuve que irme.-Bakura se sacó su garbadina y la arrojó sobre el sofá, dónde se recostó cansado.
-¿Cansado?-Ryo se sentó sobre el regazo de él, y comenzó a jugar con su cabello.
-Fundido...No doy más...Quiero dormir...Despiértame cuando el sol se haya ocultado.
-Me cambiarás hoy, ¿Verdad?-dijo esperanzado Ryo.
-Si lo haré. Si duermo tendré energías para la noche...-ante esto, el menor se sonrojó al máximo.
-Ese anillo era muy bello....-murmuró Malik, mientras que su amado masajeaba su espalda suavemente.
-Lo es. Muy pocos de nuestra especie puede adquirirlos...-explicó Marik, apretando más fuerte, dando por resultado un gemido fuerte de su compañero.
-Que bien se sintió eso...Hazlo de vuelta...-el mayor lo repitió, y Malik dejó escapar un suspiro.
-Creo que puedo masajear otras partes, ¿No lo crees así?
-Totalmente...
Bakura regresó a su apartamento, dónde comenzó a preparar todo para la noche. Tomó sus velas, los sahumerios, y fue a su habitación. Los colocó a todos sobre su mesa de luz, y comenzó a prepara la cama de manera sexy y provocativa. Sacó todas las sabanas y frazadas de ella, y las tiró al suelo. Fue al armario, y sacó unas violetas, rojas y negras.
Ahora la cama estaba completamente cambiada, puesto que con su magia había creado cuatro postes en sus esquinas, con techo, y un velo transparente, de una tonalidad rojiza, cómo la sangre.
Bakura sonrió perversamente al ver cómo había quedado la habitación.
Eran ya las ocho de la noche, y Ryo estaba realmente emocionado, y un poco asustado, puesto que ser su primera vez.
Luego de darse un buen baño, se colocó unas prendas que, según Bakura, le quedaban muy sexy, y que si no fuera por que estaban en un espacio público, se lo hubiera comido en esos momentos.
Eran pantalones negros sueltos, anchos, y su cintura se afinaba con ellos, puesto que eran de tiro bajo. Luego se puso una camisa negra abierta, que le llegaba hasta un poco menos de su ombligo, dejando ver una generosa parte de su vientre, que a Bakura le fascinaba contemplar.
Se puso un poco de perfume, uno de HUGO, llamado DEEP RED. Sabía que le gustaba mucho a su vampiro ese aroma, y se lo puso generosamente por todo el cuello, pecho y piernas.
Bakura enloquecía con ese aroma...
El vampiro albino dio un corto paseo antes de volver, para tomar un poco de aire y pensar en lo que iría a hacer, puesto que no había vuelta atrás, nunca más.
Al regresar, tomó de un cajón una caja rectangular, y sacó otra más pequeña. Entró en su habitación, corrió las oscuras cortinas negras, encendió las velas y sahumerios, y decidió esperar a Ryo, mientras buscaba algo de música sensual para acompañarlos.
-Marik...
-¿Si?
-¿Cómo se llama el anillo que le compró Bakura a Ryo?
-Creo, no estoy seguro, que...¿Lazo de Amor Eterno?
-Es un hermoso nombre para un hermoso anillo...
-Lo sé...Espero que algún día pueda dártelo, para pedir tu mano en matrimonio...-ante esto, el menor se sentó, incrédulo.
-¿L-Lo dices de-de verdad?
-Ajá...Quiero estar unido a ti por toda la eternidad.
-Eres romántico, aunque digas que no es cierto, lo eres...Te amo Marik, con toda mi alma...
-Te amo....-se besaron y se quedaron recostados en la cama, mientras seguían viendo la televisión.
El timbre sonó, y Bakura se desperezó en el sillón, dejando el libro sobre un buró. Preguntó quién era, y se acomodó su cabello lo mejor que pudo, al saber que era Ryo.
Abrió lentamente la puerta y dejó escapar un silbido al ver a su amado vestido en la forma que estaba.
-Estás....Bellísimo...-ante esto, el menor se sonrojó fuertemente.
-Gracias, Baku...
El menor entró en el departamento, y escuchó la suave música que estaba de fondo. El mayor tomó por la cintura a su compañero, y le susurró "¿Bailamos?" Ryo asintió lentamente, y se dio vuelta, abrazando a Bakura por el cuello, mientras se mecían lado a lado, levemente, al son de la música.
Estuvieron meciéndose durante tres pistas más, hasta que el mayor salió del trance, dirigiendo a su pequeño hasta su habitación. Le indicó que cerrara los ojos, y este obedeció.
Bakura abrió la puerta, guiando a Ryo dentro, y luego la cerró nuevamente.
-Abre tus ojos...-le indicó, colocando sus manos sobre sus hombros.
-¡Bakura! ¡Está hermosa! Es...increíble...
El menor se dirigió rápidamente a la cama, y tocó las suaves telas de seda rojo sangre, apartando sutilmente el velo del mismo color. Miró hacía el techo, que tenía un forrado de tela negra oscura. Se embriagó con el aroma de los sahumerios, y la luz tenue de las velas le hacía sentir muy cálido por dentro, haciéndolo sonrojar.
-Te gusta...-Bakura se dirigió al otro extremo de la cama, y se sentó.
-Es muy sensual...Me agrada...
Ryo se recostó en forma diagonal, con su cabello por todas partes, mientras sentía el aroma que emanaba de su espíritu.
-¿Qué te has puesto?-inquirió.
-Una colonia...Es una aroma, que excita a los hombres...-contestó el mayor, acercándose para que la fragancia penetrara los sentidos del menor, haciéndolo gemir fuertemente.
De pronto, el mayor se detuvo bruscamente. Comenzó a hociquear el cuello de su compañero, tratando de reconocer la fragancia que se presentaba en el cuerpo de Ryo. Pero no podía controlarse...
Esa fragancia lo enloquecía...
-¿Lo encontraron?
-Si. Ya sabemos dónde se establece. Al parecer tiene a un amante. Su nombre es Ryo Bakura.-dijo un hombre leyendo un formulario.
-Bien, bien...Las cosas serán más fáciles de esta manera...
-¿Tiene un plan señor?
-Por ahora no, pero pronto lo haré.
Pero estaba tan emocionado, que ambos adelantaron la fecha para cambiar a Ryo.
Bakura y Ryo caminaban mano a mano, en la calle, dando un paseo. El mayor tenía su garbadina cubriéndolo, pero no se había llevado el sombrero.
Grave error.
La profesora Miyamoto pasaba por allí, al salir de un local con su cámara de fotos arreglada, y cómo tenía un royo nuevo, decidió poner preso a ese abusador, aunque ya Bakura no trabajaba en la escuela.
Los siguió hasta el parque, dónde se sentaron debajo de la sombra de un árbol, para comenzar a mimarse entre sí, y besarse.
Cuando se besaban, la mujer los fotografiaba rápidamente, y luego de tener las suficientes, se fue lo más rápido posible a revelarlas y entregarlas.
Pero no sabía que Bakura era vampiro, y la cámara fotográfica, no lo capturaba en el royo.
-Bakura...¿Podemos hacerlo hoy, por favor?
-De acuerdo...-cedió el mayor.
-Te amo...-dijo Ryo llorando de felicidad, abrazando fuertemente a su amado.
-Yo también te amo....
-Guau...-fue lo único que dijo Malik al ver el anillo que Bakura compró.
-Se quedó callado...-dijo Bakura volviendo a guardar el anillo dentro de su caja.
-Un poco raro. Siempre parlanchín.
-¡HEY! ¡¿Y tu qué?!
-Yo soy calladito...-exclamó Marik, colocando un dedo sobre sus labios.
-Mentiroso...Eres tan bocón cómo yo.
-Lo que digas Malik...-Marik rodó sus ojos, y le indicó a Bakura que se retirara.
-¿Debo preguntar por qué?
-Vamos a follar, ¿Te importa?-dijo un poco molesto Malik.
-Ex...acto...-murmuró el mayor bajo su aliento.
-Regresaste temprano hoy de la casa de Malik.
-Lo sé. Me dijeron que follarían así que tuve que irme.-Bakura se sacó su garbadina y la arrojó sobre el sofá, dónde se recostó cansado.
-¿Cansado?-Ryo se sentó sobre el regazo de él, y comenzó a jugar con su cabello.
-Fundido...No doy más...Quiero dormir...Despiértame cuando el sol se haya ocultado.
-Me cambiarás hoy, ¿Verdad?-dijo esperanzado Ryo.
-Si lo haré. Si duermo tendré energías para la noche...-ante esto, el menor se sonrojó al máximo.
-Ese anillo era muy bello....-murmuró Malik, mientras que su amado masajeaba su espalda suavemente.
-Lo es. Muy pocos de nuestra especie puede adquirirlos...-explicó Marik, apretando más fuerte, dando por resultado un gemido fuerte de su compañero.
-Que bien se sintió eso...Hazlo de vuelta...-el mayor lo repitió, y Malik dejó escapar un suspiro.
-Creo que puedo masajear otras partes, ¿No lo crees así?
-Totalmente...
Bakura regresó a su apartamento, dónde comenzó a preparar todo para la noche. Tomó sus velas, los sahumerios, y fue a su habitación. Los colocó a todos sobre su mesa de luz, y comenzó a prepara la cama de manera sexy y provocativa. Sacó todas las sabanas y frazadas de ella, y las tiró al suelo. Fue al armario, y sacó unas violetas, rojas y negras.
Ahora la cama estaba completamente cambiada, puesto que con su magia había creado cuatro postes en sus esquinas, con techo, y un velo transparente, de una tonalidad rojiza, cómo la sangre.
Bakura sonrió perversamente al ver cómo había quedado la habitación.
Eran ya las ocho de la noche, y Ryo estaba realmente emocionado, y un poco asustado, puesto que ser su primera vez.
Luego de darse un buen baño, se colocó unas prendas que, según Bakura, le quedaban muy sexy, y que si no fuera por que estaban en un espacio público, se lo hubiera comido en esos momentos.
Eran pantalones negros sueltos, anchos, y su cintura se afinaba con ellos, puesto que eran de tiro bajo. Luego se puso una camisa negra abierta, que le llegaba hasta un poco menos de su ombligo, dejando ver una generosa parte de su vientre, que a Bakura le fascinaba contemplar.
Se puso un poco de perfume, uno de HUGO, llamado DEEP RED. Sabía que le gustaba mucho a su vampiro ese aroma, y se lo puso generosamente por todo el cuello, pecho y piernas.
Bakura enloquecía con ese aroma...
El vampiro albino dio un corto paseo antes de volver, para tomar un poco de aire y pensar en lo que iría a hacer, puesto que no había vuelta atrás, nunca más.
Al regresar, tomó de un cajón una caja rectangular, y sacó otra más pequeña. Entró en su habitación, corrió las oscuras cortinas negras, encendió las velas y sahumerios, y decidió esperar a Ryo, mientras buscaba algo de música sensual para acompañarlos.
-Marik...
-¿Si?
-¿Cómo se llama el anillo que le compró Bakura a Ryo?
-Creo, no estoy seguro, que...¿Lazo de Amor Eterno?
-Es un hermoso nombre para un hermoso anillo...
-Lo sé...Espero que algún día pueda dártelo, para pedir tu mano en matrimonio...-ante esto, el menor se sentó, incrédulo.
-¿L-Lo dices de-de verdad?
-Ajá...Quiero estar unido a ti por toda la eternidad.
-Eres romántico, aunque digas que no es cierto, lo eres...Te amo Marik, con toda mi alma...
-Te amo....-se besaron y se quedaron recostados en la cama, mientras seguían viendo la televisión.
El timbre sonó, y Bakura se desperezó en el sillón, dejando el libro sobre un buró. Preguntó quién era, y se acomodó su cabello lo mejor que pudo, al saber que era Ryo.
Abrió lentamente la puerta y dejó escapar un silbido al ver a su amado vestido en la forma que estaba.
-Estás....Bellísimo...-ante esto, el menor se sonrojó fuertemente.
-Gracias, Baku...
El menor entró en el departamento, y escuchó la suave música que estaba de fondo. El mayor tomó por la cintura a su compañero, y le susurró "¿Bailamos?" Ryo asintió lentamente, y se dio vuelta, abrazando a Bakura por el cuello, mientras se mecían lado a lado, levemente, al son de la música.
Estuvieron meciéndose durante tres pistas más, hasta que el mayor salió del trance, dirigiendo a su pequeño hasta su habitación. Le indicó que cerrara los ojos, y este obedeció.
Bakura abrió la puerta, guiando a Ryo dentro, y luego la cerró nuevamente.
-Abre tus ojos...-le indicó, colocando sus manos sobre sus hombros.
-¡Bakura! ¡Está hermosa! Es...increíble...
El menor se dirigió rápidamente a la cama, y tocó las suaves telas de seda rojo sangre, apartando sutilmente el velo del mismo color. Miró hacía el techo, que tenía un forrado de tela negra oscura. Se embriagó con el aroma de los sahumerios, y la luz tenue de las velas le hacía sentir muy cálido por dentro, haciéndolo sonrojar.
-Te gusta...-Bakura se dirigió al otro extremo de la cama, y se sentó.
-Es muy sensual...Me agrada...
Ryo se recostó en forma diagonal, con su cabello por todas partes, mientras sentía el aroma que emanaba de su espíritu.
-¿Qué te has puesto?-inquirió.
-Una colonia...Es una aroma, que excita a los hombres...-contestó el mayor, acercándose para que la fragancia penetrara los sentidos del menor, haciéndolo gemir fuertemente.
De pronto, el mayor se detuvo bruscamente. Comenzó a hociquear el cuello de su compañero, tratando de reconocer la fragancia que se presentaba en el cuerpo de Ryo. Pero no podía controlarse...
Esa fragancia lo enloquecía...
-¿Lo encontraron?
-Si. Ya sabemos dónde se establece. Al parecer tiene a un amante. Su nombre es Ryo Bakura.-dijo un hombre leyendo un formulario.
-Bien, bien...Las cosas serán más fáciles de esta manera...
-¿Tiene un plan señor?
-Por ahora no, pero pronto lo haré.
