Bakura seguía recorriendo el pecho y cuello de Ryo, inhalando esa fragancia, perdiendo los pocos impulsos que tenía. Susurraba de vez en cuando, la palabra "Mío, mío..." y otras "Mío, mío...Sólo mío..."

Eso hacía sentir al menor completamente feliz sabiendo que sólo pertenecería a Bakura y a nadie más. El mayor salió de su trance a la fuerza, recostándose a un lado de su compañero, respirando apresuradamente, con sus mejillas completamente rojas.

-¿Ya tienes los motores encendidos?-jugueteó Ryo.

-Una estrategia sensual muy provocativa...-se dirigió a la mesa de luz, y tomó una de dos cajas que se encontraban allí.-¿Gustas?-preguntó abriendo la caja para que se revelaran unos bombones de chocolate.

-Tenías todo fríamente calculado...-exclamó, a la vez que se recostaba, cómo Bakura le decía con las manos.

El mayor tomó uno, y lo acercó a la boca de su amado. Estaba por colocárselo por completo en la boca, cuando Bakura lo impidió.

-¿Qué pasa?

-Así no...Debes lamerlo lentamente...Derritiéndolo...

-Esto se está tornando demasiado sexual, Baku...-gimió el menor.

-Lo sé...Por eso lo hago.

Lentamente Ryo comenzó a lamer el chocolate, además de las puntas de los dedos de su amado, haciéndolo gemir. Al terminar de comer unos cuantos, el vampiro tomó la segunda caja, colocándola en el medio de ambos.

-¿Me creerías, si te dijera que estos bombones, poseen afrodisíaco?

-Debes estar bromeando.

-Claro que no.

-Ya quiero probarlos...



El teléfono sonó en la casa de Ryo, hasta que la contestadora se activó.

-¿Ryo? Soy yo, papá. Volveremos el miércoles, y no el viernes cómo teníamos pensado. Espero que todo esté bien por allí. Por cierto, te llevaremos un regalo de aquí. Seguro que te gustará. Te queremos. Adiós.

La máquina emitió un sonido agudo, y luego se apagó, mientras que mostraba titilante el número 1, varias veces.



-Bakuraaahhh...Te-tengo mucho calor...-gimió el menor.

-Yo igual...En estos momentos te deseo taaaan mal...-dijo Bakura, mientras que su mano se deslizaba lentamente por el pecho de su amado.

-Un poco más abajo...-Ryo estaba sexualmente frustrado, mientras que la mano de Bakura jugaba con el vientre de él.-Déjame de torturarme...Tómame ya...

-Pero es divertido oír cómo me gritas para que sigua, y para que me detenga...

-¡¡¡¡FOLLAME!!!!-gritó realmente impaciente Ryo, tomando las ropas de Bakura, acercándolo para empezar un furioso y salvaje beso.

El mayo susurró que se calmara un poco pero sin éxito. El menor ya se encontraba arrancando sus ropas y las de su espíritu con violencia.

-Ehhh....Ryo....¿No estarás un poquitín....emocionado?-dijo Bakura con unas gotitas en la cabeza al ver cómo su amado lentamente se sacaba los pantalones, para quedar totalmente desnudo ante Bakura, quien tragó saliva al ver el perfecto cuerpo de su compañero.

-Estoy frustrado sexualmente Bakura...Necesito que me tomes AHORA...-sacó las últimas ropas de su amado, sin tanta piedad.

-Cla...roooohhhh...

Ryo comenzó a mordisquear el cuello de su amado con dureza, pero a Bakura no le molestaba en lo absoluto. El mayor comenzó a recorrer sus manos por el cuerpo de su amado, recordando cada detalle de este.

-Tienes un cuerpo maravilloso...Debes estar orgulloso de él...

-Lo estoy, y mucho....-respondió sentándose en el regazo de su espíritu, enfrentándolo con sus piernas abiertas.-Más que todo, orgulloso de mis piernas...Tengo mucha fuerza en ellas...

-Uhhh...Ya me gustaría probar esa fuerza.

-¿Me tomas ahora?

-No sin antes torturarte un poco...-sacó de debajo de las almohadas unas esposas, y antes de que Ryo pudiera reaccionar, ya se encontraba esposado.- Hora de la tortura...

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡¡TÓMAME AHORA!!!!-gritó el menor desesperado.

-Olvidé que el afrodisíaco tenía efectos secundarios, cómo este...

Pero Bakura ignoró toda suplica de su amado, y se dispuso a recorrer el cuerpo de Ryo con suma lenteza, haciendo que él comenzara a llorar por frustración.



-Ya voy, ya voy...-decía Marik mientras, somnoliento, se dirigía a la puerta.-¿Qué rayos haces a estas horas de la noche?

-Cazadores...

-¿Qué?

-Descubrieron dónde se asienta Bakura, y saben que Ryo es su amante...

-¿Es una broma?

-¡CLARO QUE NO IDIOTA!

Malik se despertó ante la fuerte discusión, y se acercó lentamente hacía su compañero. Al ver mejor al extraño, gritó:

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SETO-CHAN



-¿¡QUE RYOS HACE EL AQUÍ?!-exclamó Ojos Azules al ver a Malik.

-¿Qué? ¿No te lo dijo? Él y yo somos amantes...-respondió abrazándolo.

-No sólo vine a decirte sobre los cazadores, sino algo también sobre Malik, ahora que sé esto...

-¿Y qué es?

-¡¡¡QUE DEJE DE HUMILLARME EN FRENTE DE TODO EL MUNDO





Ryo dejó escapar un gemido, mientras que se arqueaba un poco, al sentir la respiración de Bakura entre sus piernas. Su rostro estaba completamente rojo, sin mencionar que las esposas le dañaban un poco las muñecas, pero no le importaba.

Gritó cuando su compañero lo tomó en su boca, lamiendo suavemente, mordiendo y succionando.

-Por favor....-susurró el menor, al sentir su clímax llegar.

Bakura lo retiró de su boca antes de que se liberara, pero con su lengua bloqueaba la única salida para él.

-Bakura...Duele...Déjame....-dijo frustrado el menor.

-No...

-Basta...No soporto más....

Su miembro le dolía mucho, y Bakura no ayudaba en nada, bloqueando la única salida de este. Movió sus piernas nerviosamente, mientras se arqueaba.

Bakura lo dejó ir, y a los pocos segundos, Ryo se liberó dando un fuerte y suave suspiro de alivio. El mayor se volvió a acercar, y lamió el miembro de su compañero, hasta dejarlo sin gotas blancas.

Lo desposó y se acomodó sobre él.

-¿Quieres que te prepare?

-No...

-Dolerá mucho si no lo hago...

-No quiero...-Bakura dio un suspiro, y se re acomodó entre las piernas de su amado, colocándolas alrededor de su cintura.

El menor se ajustó al cuerpo del mayor. Lo abrazó fuertemente, esperando unos segundos, para que Bakura hiciera lo mismo. Cuando estuvieron entrelazados, con piernas y brazos, Ryo le susurró que podía continuar.

Bakura comenzó a penetrar suavemente a su amado, quien dejaba escapar quejidos de dolor, y algunas lagrimas rodaban por su rostro. El vampiro le susurró que se relajara todo lo posible, puesto que después no dolería tanto cómo al principio. Le asintió, y comenzó a adaptarse al miembro de su espíritu dentro de si. Acercó sus caderas para tener por completo a Bakura dentro de si, haciendo que ambos gimieran fuertemente.

-¿Te encuentras bien?-inquirió el mayor, un poco preocupado.

-Si...Me siento extraño...-confesó.

-¿Es la primera vez que lo haces?-Ryo le asintió suavemente, y volvió abrazarlo con suma fuerza.

Bakura comenzó a entrar y salir lentamente, acostumbrando al principio a su amado. Entregándose a su vampiro, el menor gemía fuertemente, al sentir cómo el ritmo aumentaba rápidamente.

El vampiro comenzó a embestir con fuerza, mientras que tomaba el miembro de su amado, y lo acariciaba al ritmo de sus embestidas. Ryo gritó fuertemente, cuando el miembro de Bakura rozó ese lugar, logrando que gritara. El mayor sonrió y empezó a tocarlo fuertemente en cada embestida, haciendo que su compañero perdiera el control de su ser, al sentir las oleadas de placer que lo inundaban cada vez que ese lugar era tocado.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BAKURAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH



-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡RYOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHAAAAAAAHHHHHHHH



El menor se liberó en su torso y el de su compañero, mientras que su compañero se liberaba dentro de él y trataba de recuperar su aliento. Clavaba sus uñas en la espalda de Bakura al sentir cómo este salía de su cuerpo. Dio un sonido de disgusto, ya que no quería que se alejara.

Luego de descansar unos minutos, Bakura se sentó en la cama, mirando cómo su chico lo observaba fijamente.

-¿Qué te pasa?

-Siento mi cuerpo extraño....Me duele todo...

-No te preocupes. Estás cambiando. No tomará tanto tiempo. ¿Qué pasa?-dijo al ver cómo Ryo se sentaba en su rejazo.

-¿Lo hacemos de vuelta? Quiero volver a sentirte...Ahhh.....-gimió al sentir cómo era penetrado nuevamente, mientras montaba a Bakura lentamente.

-Otra sesión no dañaría a nadieeehhh...