Un sueño que pareció ser eterno pero que acabo cuando sentí en mis ojos la
luz del sol que entraba por una ventana. Las sombras y el frío habían
desaparecido y sentí su cuerpo recostado junto al mío, me rodeaba con sus
brazos como para darme calor, en esos momentos y por primera vez no sentía
la vergüenza que usualmente me invadía cuando estabamos juntos.
Y me sentí feliz a pesar de que sabía que todo debía terminar y debíamos afrontar lo que venía, trate de despertarlo de la mejor manera posible como el había hecho conmigo la vez que lo hizo cuando fue a buscarme.
Hola – me saludo mientras se refregaba los ojos como un niño.
Hola. ¿Qué vamos a hacer? – le pregunté sabiendo que no podíamos permanecer por mucho tiempo allí.
Aun no lo sé, pero primero creo que deberíamos salir de aquí e ir a buscar algo para comer.
Estoy de acuerdo – dije poniéndome de píe para ir en busca de mi bolso donde estaba todo el dinero que había alcanzado a sacar.
Salimos de la habitación tratando de dejar todo tal cual estaba, lo que no fue my difícil pues estaba todo desordenado y tirado, bajamos con precaución las escaleras y salimos cuidadosamente de la casa tratando de que nadie advirtiera nuestra presencia. Bajamos la colina para ir a compra algunas cosas. Lo esencial para pasar unos días, lo hicimos rápido pues la noticias de que estabamos desaparecidos parecía haberse difundido por todos lados e incluso había fotos nuestras en el Profeta, partimos de allí sin un rumbo determinado.
Creo que la mejor opción por ahora es el bosque – me comentaba mientras caminábamos lo mas rápido posible para alejarnos de todo.
Como los criminales...
Exacto pero... con la diferencia de que estamos huyendo de ellos.
Pero que podríamos hacer, y si intentamos comunicarnos con el ministro de la magia, el señor Fudge.
Mala idea – me dijo negando con la cabeza – es amigo de mi padre, lo primero que haría sería hablar con él para ponerlo al tanto de la situación.
¿A quién podríamos recurrir? Improvistamente se detuvo y me miro fríamente – Nuestra situación no es fácil y realmente no creo que alguien nos crea si se lo contamos.
Tienes razón – admití recordando de lo que estabamos huyendo.
Sigamos, no quiero perder tiempo – dijo esta vez volviendo a emprender viaje.
No sé exactamente cuanto tiempo caminamos pero ya estabamos internados en un espeso bosque y los pies ya no me respondían. Afortunadamente encontramos una cueva en la que decidimos quedarnos.
Dejamos las cosas y comimos algo antes de descansar un poco.
Me pregunto que podemos hacer.
No lo sé, solo quiero descansar un poco
Si, yo también.
Ya estamos ocultos y de ahora en adelante no hay nada que podamos hacer...
Es cierto – afirmé tristemente recordando las palabras del señor Cygnus.
No podría decir con precisión cuanto tiempo dormimos, el viaje había sido extremadamente largo y agotador. Pero junto a él, por primera vez en varios días logre descansar, últimamente mis sueños me atormentaban y era imposible escapar de esas imágenes que ser repetían una y otra vez en mi cabeza.
Al despertar pude ver a lo lejos los últimos rayos de luz que nos regalaba el día y decidí despertarlo. Salimos y vimos juntos como el dorado cielo se tornaba de un azul oscuro en el que pequeños diamantes empezaban a brillar. En esos momentos no cruzamos palabras, era una imagen sumamente especial la que se desarrollaba en lo alto.
Pero sin darnos cuenta, el bosque dejó de ser un lugar mágico en el que las mas exóticas criaturas se paseaban, el viento empezó a soplar con mas intensidad y los árboles se sacudían violentamente. Sentimos el momento del fin acercarse y por mas de que no veíamos nada lo sentíamos. De las sombras de los árboles se empezaron a alzar negras figuras que se acercaba a nosotros, sin darnos cuenta nos rodearon personas vestidas totalmente de negro que nos encerraron en un círculo. Nos apuntaban con sus varitas pero no decían absolutamente nada, sentí al miedo librar una dura batalla contra el odio que sentía en esos momentos pero una ráfaga de viento empezó a dar vuelta a nuestro al rededor y todo se hizo tan confuso que cerré mis ojos lo mas fuerte que podía y sentí mis pies abandonar el firme suelo, era como flotar y sentir todo pasar rápidamente junto a mi como un remolino.
Supongo que perdí el conocimiento pues cuando abrí mis ojos estaba en tierra firme otra vez y curiosamente en un lugar que me era realmente familiar pero... qué estaba haciendo en mi propia casa, me puse de pie con dificultad y reconocí el despacho de mi padre. Intenté salir de allí pero las dos puertas de acceso estaban cerradas por mas que lo había intentado todo para abrirlas. Oí murmullos y trate de aguzar el oído para entender lo que decían.
El muchacho ya esta listo ahora solo falta ella
Excelente – dijo una voz fría y tenebrosa que daba escalofríos.
Pude sentir unos pasos acercarse y retrocedí sin saber que hacer. Uno de los encapuchados entró en la habitación y cerró la puerta tras él.
No se como se enteraron – espetó una voz que me había parecido haber escuchado antes.
¿Quién es usted? – pregunte.
No debería decírtelo pero... dado a que lo vas a olvidar todo en unos momentos no habrá problema con que te revele mi identidad – lentamente se quitó la capucha para descubrir el rostro de la traición.
Usted...
Exactamente, pero sabes que no soy solo yo, tus padres también están es esto
Lo sé – admití tratando de contener la ira que en esos momentos sentía contra mis padres – pero ¿cómo puede hacerle eso a su propio hijo?
Draco es sólo uno de los elementos que le ayudaran a lord Voldemort a regresar. Solo me encargue de prepararlo para este día, lo mismo que hicieron contigo.
¿Qué nos van a hacer?
Si descubriste esto a tiempo para poder contactarte con mi hijo y escapar, supongo que sabes exactamente que es lo que va a suceder con ustedes dos ¿o me equivoco?
¿Por qué nosotros?
Digamos que solo ustedes pueden generar un poder absoluto que combinado desata una magia muy poderosa que le dará la fuerza suficiente para recuperarse por completo – me explicó.
¿Qué eran todas esas palabras, a qué poder se refería, qué tengo yo de especial para crear algo semejante?
Pero el tiempo se acaba y ya que sabes todo... es hora de que lo olvides – decía mientras sacaba su varita y me apuntaba con ella.
Apreté los puños para no gritar vanamente pidiendo auxilio y me concentré en una sola imagen que pudiera retener en mi mente para no olvidarlo todo.
¡Obliviate! – gritó apuntándome firmemente con su varita.
Todo se nubló de repente y no vi mas nada, solo sentía el oscuro abismo de mi alma sangrar por unas heridas inexistentes que dolían como si te clavaran un puñal en lo mas profundo del corazón, quise gritar para romper ese silencio asesino pero cada grito que intentaba emitir se perdía en el fondo de mi mente, era un vacío ensordecedor.
Abrí mis ojos sin saber nada, sentía un dolor en todo mi cuerpo y fue cuando vi a un grupo de personas que me rodeaban mientras sentía que unas cuerdas invisibles me cortaban la circulación, increíblemente y sin que lo hubiera notado veía lejos el suelo, estaba prácticamente flotando a unos cuantos metros del piso sostenida por esas cuerdas pero... quién era esa persona que se encontraba en la misma situación que yo frente a mi.
Tenía la cabeza colgando, parecía inconsciente pero en ese momento no me importó en lo absoluto aquel desconocido e intenté liberarme pero era casi imposible, el dolor que sentía con cada movimiento era terrible parecían cortadas pero aun así no deje de intentarlo, una poderosa fuerza en mi interior me obligaba a tratar de salir de esa situación y trate de pelear. Sin que yo lo notara la persona que estaba frente a mi pareció reaccionar e intentó hacer lo mismo pero tampoco podía escapar. No quise darme por vencida, no sabía ni quien era, ni que estaba haciendo allí lo único que me importaba era salir de esa situación y empece a enojarme mucho cuando no podía lograr nada a pesar de mis intentos, pronto ese enojo se convirtió rápidamente en furia, una furia increíble que no podía controlar. Parecía sentirme peor a medida que mas intentaba liberarme y sentía que un fuego corría por mis venas quemándome.
Eso es – dijo una voz tenebrosa que provenía de algún lugar del patio en el que nos encontrábamos.
Para sorpresa de todos esos seres encapuchados e incluso para mi, algo como una extraña luz oscura muy intensa comenzó a rodearme, parecía un brillo que emanaba de mi interior pero la ignoraré completamente dado a que seguía empecinada en seguir intentando escaparme.
Vamos Draco, tu puedes lograrlo también... ¡Hazlo! – ordenó la voz algo exasperada.
Mientras seguía luchando me preguntaba si ese era el nombre de la persona que estaba padeciendo exactamente lo mismo que yo a tan solo unos metros de distancia. La luz se hacia mas intensa cada vez y no soportaba el dolor, de repente... una imagen fugaz paso por mi mente; unos ojos grises que no recordaba haber visto aparecieron como un vago recuerdo pero... dónde los había visto antes, qué representaban y lo mas importante, ¿a quién le pertenecían?
Lentamente fui cesando de mi intento de liberarme e intenté concentrarme lo mas que podía en esos ojos pero a pesar de que no lograba descifrar nada, curiosamente me sentía mas tranquila y la luz que me rodeaba comenzó a disminuir sin que yo lo notara pero pareció molestarle a las personas que miraban expectantes desde abajo.
¿Qué crees que estas haciendo? – gritó una de las personas.
En ese momento comprendí que por algún motivo desconocido no estaba haciendo lo que ellos parecían querer y me esforcé mas por permanecer tranquila aunque el chico al que no veía claramente aun seguía desesperado por liberarse.
Basta... no sigas – le grité al ver que la misma luz que irradiaba en mi comenzaba a brotaba de su cuerpo.
En ese momento se detuvo de golpe y me miro, sentí que sus ojos se clavaban en mi como cuchillos y fue allí cuando lo vi con claridad. Era él... esos ojos grises eran de él, me miraba atónito y un torbellino de imágenes pasó por mi cabeza. Los pasadizos secretos, las conversaciones, mis padres, la huida de mi casa con.... ¡Draco!
Todos los pensamientos volvieron a mi cabeza, recordaba absolutamente todo y al parecer él también pues esa expresión se sorpresa se cambió de repente por una leve sonrisa al oír mi voz.
Y en ese preciso instante ambos caímos al piso, al parecer las cuerdas habían desaparecido y aunque el golpe fue duro, nuestras cabezas que en esos momentos pensaban como una plantearon solo un objetivo, salir de allí, pero al estar prácticamente acorralados por los que ahora reconocía como mortífagos, entramos a mi mansión seguida luego por algunos mortífagos que habían salido del shock de lo que acababa de suceder, entre ellos nuestros padres.
¿A dónde vamos? – me preguntó Draco mientras subíamos a toda prisa las escaleras y nos internábamos en un pasillo.
A mi habitación –le aclaré
¿Pero qué haremos allí?
Escapar
Al ver a lo lejos la puerta de mi habitación, la señalé deseando que se abriera.
¡Rayos!... ¿cómo hiciste eso? – me preguntó cuando por sorpresa para ambos la puerta de abrió como por arte de magia.
No lo sé – respondí atónita por lo que acababa de hacer.
Cuando entramos la puerta se cerró de golpe pero en ese momento no me importó mucho pues acababa de ver al parecer nuestra única escapatoria.
¡Vamos! – le dije tomándolo de la mano para conducirlo del espejo.
Por desgracia había olvidado un detalle muy importante que recordé cuanto el se golpeó fuertemente la cabeza contra el espejo.
Ayúdame a correr la cama – le pedí al salir haciendo un intentó vano por moverla mientras el seguía en el piso con una mano en su cabeza.
¿Para qué? – replicó poniéndose de pie.
Para sacar algo.
Pudimos oír los pasos muy de cerca y se acercaban cada vez mas.
Ya viene – susurró – bloqueemos la puerta.
Para qué no tiene sentido, usarán magia.
Pero por lo menos los retrasará un poco.
Condujo su mano desde la cama hacia donde estaba la puerta y prácticamente desprendiéndose del piso, la cama voló a gran velocidad contra la puerta bloqueándola por completo. Luego de hacer esto me miró seriamente. Esto es lo que quieren de nosotros...
¿Qué? – pregunté mientras buscaba desesperadamente algo bajo una baldosa floja que había justo debajo de la cama.
Viste lo que hicimos... podemos hacer magia sin usar una varita. Eso es lo que Voldemort quiere.
¿Quizás si y quizás no?. ¡Aquí está ! – dije tomando el sobre amarillento que había encontrado hacia tanto tiempo ya.
Date prisa, eso no los va a detener por mucho tiempo – musitó mirando la cama que bloqueaba la entrada.
Tome una pluma que había dejado en mi escritorio y escribí en el viejo pergamino: "Draco"
Aun estaba allí escrito mi nombre con la letra que parecía ser de una niña junto al nombre de Seth.
Listo, vamos – le dije guardando el pergamino y la carta en mi bolsillo para que nadie mas pudiera usarlo.
Y fue preciso el instante en el que entramos en el espejo que la cama salió volando hacia el otro lado de la habitación con gran fuerza.
Y me sentí feliz a pesar de que sabía que todo debía terminar y debíamos afrontar lo que venía, trate de despertarlo de la mejor manera posible como el había hecho conmigo la vez que lo hizo cuando fue a buscarme.
Hola – me saludo mientras se refregaba los ojos como un niño.
Hola. ¿Qué vamos a hacer? – le pregunté sabiendo que no podíamos permanecer por mucho tiempo allí.
Aun no lo sé, pero primero creo que deberíamos salir de aquí e ir a buscar algo para comer.
Estoy de acuerdo – dije poniéndome de píe para ir en busca de mi bolso donde estaba todo el dinero que había alcanzado a sacar.
Salimos de la habitación tratando de dejar todo tal cual estaba, lo que no fue my difícil pues estaba todo desordenado y tirado, bajamos con precaución las escaleras y salimos cuidadosamente de la casa tratando de que nadie advirtiera nuestra presencia. Bajamos la colina para ir a compra algunas cosas. Lo esencial para pasar unos días, lo hicimos rápido pues la noticias de que estabamos desaparecidos parecía haberse difundido por todos lados e incluso había fotos nuestras en el Profeta, partimos de allí sin un rumbo determinado.
Creo que la mejor opción por ahora es el bosque – me comentaba mientras caminábamos lo mas rápido posible para alejarnos de todo.
Como los criminales...
Exacto pero... con la diferencia de que estamos huyendo de ellos.
Pero que podríamos hacer, y si intentamos comunicarnos con el ministro de la magia, el señor Fudge.
Mala idea – me dijo negando con la cabeza – es amigo de mi padre, lo primero que haría sería hablar con él para ponerlo al tanto de la situación.
¿A quién podríamos recurrir? Improvistamente se detuvo y me miro fríamente – Nuestra situación no es fácil y realmente no creo que alguien nos crea si se lo contamos.
Tienes razón – admití recordando de lo que estabamos huyendo.
Sigamos, no quiero perder tiempo – dijo esta vez volviendo a emprender viaje.
No sé exactamente cuanto tiempo caminamos pero ya estabamos internados en un espeso bosque y los pies ya no me respondían. Afortunadamente encontramos una cueva en la que decidimos quedarnos.
Dejamos las cosas y comimos algo antes de descansar un poco.
Me pregunto que podemos hacer.
No lo sé, solo quiero descansar un poco
Si, yo también.
Ya estamos ocultos y de ahora en adelante no hay nada que podamos hacer...
Es cierto – afirmé tristemente recordando las palabras del señor Cygnus.
No podría decir con precisión cuanto tiempo dormimos, el viaje había sido extremadamente largo y agotador. Pero junto a él, por primera vez en varios días logre descansar, últimamente mis sueños me atormentaban y era imposible escapar de esas imágenes que ser repetían una y otra vez en mi cabeza.
Al despertar pude ver a lo lejos los últimos rayos de luz que nos regalaba el día y decidí despertarlo. Salimos y vimos juntos como el dorado cielo se tornaba de un azul oscuro en el que pequeños diamantes empezaban a brillar. En esos momentos no cruzamos palabras, era una imagen sumamente especial la que se desarrollaba en lo alto.
Pero sin darnos cuenta, el bosque dejó de ser un lugar mágico en el que las mas exóticas criaturas se paseaban, el viento empezó a soplar con mas intensidad y los árboles se sacudían violentamente. Sentimos el momento del fin acercarse y por mas de que no veíamos nada lo sentíamos. De las sombras de los árboles se empezaron a alzar negras figuras que se acercaba a nosotros, sin darnos cuenta nos rodearon personas vestidas totalmente de negro que nos encerraron en un círculo. Nos apuntaban con sus varitas pero no decían absolutamente nada, sentí al miedo librar una dura batalla contra el odio que sentía en esos momentos pero una ráfaga de viento empezó a dar vuelta a nuestro al rededor y todo se hizo tan confuso que cerré mis ojos lo mas fuerte que podía y sentí mis pies abandonar el firme suelo, era como flotar y sentir todo pasar rápidamente junto a mi como un remolino.
Supongo que perdí el conocimiento pues cuando abrí mis ojos estaba en tierra firme otra vez y curiosamente en un lugar que me era realmente familiar pero... qué estaba haciendo en mi propia casa, me puse de pie con dificultad y reconocí el despacho de mi padre. Intenté salir de allí pero las dos puertas de acceso estaban cerradas por mas que lo había intentado todo para abrirlas. Oí murmullos y trate de aguzar el oído para entender lo que decían.
El muchacho ya esta listo ahora solo falta ella
Excelente – dijo una voz fría y tenebrosa que daba escalofríos.
Pude sentir unos pasos acercarse y retrocedí sin saber que hacer. Uno de los encapuchados entró en la habitación y cerró la puerta tras él.
No se como se enteraron – espetó una voz que me había parecido haber escuchado antes.
¿Quién es usted? – pregunte.
No debería decírtelo pero... dado a que lo vas a olvidar todo en unos momentos no habrá problema con que te revele mi identidad – lentamente se quitó la capucha para descubrir el rostro de la traición.
Usted...
Exactamente, pero sabes que no soy solo yo, tus padres también están es esto
Lo sé – admití tratando de contener la ira que en esos momentos sentía contra mis padres – pero ¿cómo puede hacerle eso a su propio hijo?
Draco es sólo uno de los elementos que le ayudaran a lord Voldemort a regresar. Solo me encargue de prepararlo para este día, lo mismo que hicieron contigo.
¿Qué nos van a hacer?
Si descubriste esto a tiempo para poder contactarte con mi hijo y escapar, supongo que sabes exactamente que es lo que va a suceder con ustedes dos ¿o me equivoco?
¿Por qué nosotros?
Digamos que solo ustedes pueden generar un poder absoluto que combinado desata una magia muy poderosa que le dará la fuerza suficiente para recuperarse por completo – me explicó.
¿Qué eran todas esas palabras, a qué poder se refería, qué tengo yo de especial para crear algo semejante?
Pero el tiempo se acaba y ya que sabes todo... es hora de que lo olvides – decía mientras sacaba su varita y me apuntaba con ella.
Apreté los puños para no gritar vanamente pidiendo auxilio y me concentré en una sola imagen que pudiera retener en mi mente para no olvidarlo todo.
¡Obliviate! – gritó apuntándome firmemente con su varita.
Todo se nubló de repente y no vi mas nada, solo sentía el oscuro abismo de mi alma sangrar por unas heridas inexistentes que dolían como si te clavaran un puñal en lo mas profundo del corazón, quise gritar para romper ese silencio asesino pero cada grito que intentaba emitir se perdía en el fondo de mi mente, era un vacío ensordecedor.
Abrí mis ojos sin saber nada, sentía un dolor en todo mi cuerpo y fue cuando vi a un grupo de personas que me rodeaban mientras sentía que unas cuerdas invisibles me cortaban la circulación, increíblemente y sin que lo hubiera notado veía lejos el suelo, estaba prácticamente flotando a unos cuantos metros del piso sostenida por esas cuerdas pero... quién era esa persona que se encontraba en la misma situación que yo frente a mi.
Tenía la cabeza colgando, parecía inconsciente pero en ese momento no me importó en lo absoluto aquel desconocido e intenté liberarme pero era casi imposible, el dolor que sentía con cada movimiento era terrible parecían cortadas pero aun así no deje de intentarlo, una poderosa fuerza en mi interior me obligaba a tratar de salir de esa situación y trate de pelear. Sin que yo lo notara la persona que estaba frente a mi pareció reaccionar e intentó hacer lo mismo pero tampoco podía escapar. No quise darme por vencida, no sabía ni quien era, ni que estaba haciendo allí lo único que me importaba era salir de esa situación y empece a enojarme mucho cuando no podía lograr nada a pesar de mis intentos, pronto ese enojo se convirtió rápidamente en furia, una furia increíble que no podía controlar. Parecía sentirme peor a medida que mas intentaba liberarme y sentía que un fuego corría por mis venas quemándome.
Eso es – dijo una voz tenebrosa que provenía de algún lugar del patio en el que nos encontrábamos.
Para sorpresa de todos esos seres encapuchados e incluso para mi, algo como una extraña luz oscura muy intensa comenzó a rodearme, parecía un brillo que emanaba de mi interior pero la ignoraré completamente dado a que seguía empecinada en seguir intentando escaparme.
Vamos Draco, tu puedes lograrlo también... ¡Hazlo! – ordenó la voz algo exasperada.
Mientras seguía luchando me preguntaba si ese era el nombre de la persona que estaba padeciendo exactamente lo mismo que yo a tan solo unos metros de distancia. La luz se hacia mas intensa cada vez y no soportaba el dolor, de repente... una imagen fugaz paso por mi mente; unos ojos grises que no recordaba haber visto aparecieron como un vago recuerdo pero... dónde los había visto antes, qué representaban y lo mas importante, ¿a quién le pertenecían?
Lentamente fui cesando de mi intento de liberarme e intenté concentrarme lo mas que podía en esos ojos pero a pesar de que no lograba descifrar nada, curiosamente me sentía mas tranquila y la luz que me rodeaba comenzó a disminuir sin que yo lo notara pero pareció molestarle a las personas que miraban expectantes desde abajo.
¿Qué crees que estas haciendo? – gritó una de las personas.
En ese momento comprendí que por algún motivo desconocido no estaba haciendo lo que ellos parecían querer y me esforcé mas por permanecer tranquila aunque el chico al que no veía claramente aun seguía desesperado por liberarse.
Basta... no sigas – le grité al ver que la misma luz que irradiaba en mi comenzaba a brotaba de su cuerpo.
En ese momento se detuvo de golpe y me miro, sentí que sus ojos se clavaban en mi como cuchillos y fue allí cuando lo vi con claridad. Era él... esos ojos grises eran de él, me miraba atónito y un torbellino de imágenes pasó por mi cabeza. Los pasadizos secretos, las conversaciones, mis padres, la huida de mi casa con.... ¡Draco!
Todos los pensamientos volvieron a mi cabeza, recordaba absolutamente todo y al parecer él también pues esa expresión se sorpresa se cambió de repente por una leve sonrisa al oír mi voz.
Y en ese preciso instante ambos caímos al piso, al parecer las cuerdas habían desaparecido y aunque el golpe fue duro, nuestras cabezas que en esos momentos pensaban como una plantearon solo un objetivo, salir de allí, pero al estar prácticamente acorralados por los que ahora reconocía como mortífagos, entramos a mi mansión seguida luego por algunos mortífagos que habían salido del shock de lo que acababa de suceder, entre ellos nuestros padres.
¿A dónde vamos? – me preguntó Draco mientras subíamos a toda prisa las escaleras y nos internábamos en un pasillo.
A mi habitación –le aclaré
¿Pero qué haremos allí?
Escapar
Al ver a lo lejos la puerta de mi habitación, la señalé deseando que se abriera.
¡Rayos!... ¿cómo hiciste eso? – me preguntó cuando por sorpresa para ambos la puerta de abrió como por arte de magia.
No lo sé – respondí atónita por lo que acababa de hacer.
Cuando entramos la puerta se cerró de golpe pero en ese momento no me importó mucho pues acababa de ver al parecer nuestra única escapatoria.
¡Vamos! – le dije tomándolo de la mano para conducirlo del espejo.
Por desgracia había olvidado un detalle muy importante que recordé cuanto el se golpeó fuertemente la cabeza contra el espejo.
Ayúdame a correr la cama – le pedí al salir haciendo un intentó vano por moverla mientras el seguía en el piso con una mano en su cabeza.
¿Para qué? – replicó poniéndose de pie.
Para sacar algo.
Pudimos oír los pasos muy de cerca y se acercaban cada vez mas.
Ya viene – susurró – bloqueemos la puerta.
Para qué no tiene sentido, usarán magia.
Pero por lo menos los retrasará un poco.
Condujo su mano desde la cama hacia donde estaba la puerta y prácticamente desprendiéndose del piso, la cama voló a gran velocidad contra la puerta bloqueándola por completo. Luego de hacer esto me miró seriamente. Esto es lo que quieren de nosotros...
¿Qué? – pregunté mientras buscaba desesperadamente algo bajo una baldosa floja que había justo debajo de la cama.
Viste lo que hicimos... podemos hacer magia sin usar una varita. Eso es lo que Voldemort quiere.
¿Quizás si y quizás no?. ¡Aquí está ! – dije tomando el sobre amarillento que había encontrado hacia tanto tiempo ya.
Date prisa, eso no los va a detener por mucho tiempo – musitó mirando la cama que bloqueaba la entrada.
Tome una pluma que había dejado en mi escritorio y escribí en el viejo pergamino: "Draco"
Aun estaba allí escrito mi nombre con la letra que parecía ser de una niña junto al nombre de Seth.
Listo, vamos – le dije guardando el pergamino y la carta en mi bolsillo para que nadie mas pudiera usarlo.
Y fue preciso el instante en el que entramos en el espejo que la cama salió volando hacia el otro lado de la habitación con gran fuerza.
