-¡Bakura! ¿Qué pasa?-dijo alegremente el chico, al abrir la puerta de su
casa, pero el vampiro no contestó.
El chico lo dejó entrar, y al cerrar la puerta, Yatén se presentó para ver quien era. Se quedó plasmado al ver como Bakura abrazaba posesivamente a su hijo, que parecía preocupado por él.
-¿Qué hace?-la voz del padre era calmada pero a la vez furiosa.
Bakura abrazó más fuerte a Ryo, y luego se separó. Al pasar al lado de Yatén, le dijo que trajera a su esposa, que tenían que hablar de algo importante.
-¿¡POR QUE?!-gritó Yatén a Bakura, luego de oír toda la historia.
-No en todos los casos pasa así.-explicó el vampiro. Yatén abrazó fuertemente a su hijo.
-¿Por qué hijo? ¿Por qué?
-Lo siento...-dijo este.
-¿Con qué frecuencia pasa esto?-inquirió la madre.
-1 de cada 10.
-Entonces no es muy frecuente...
-No.
-Ahora explique por qué tiene que proteger a Ryo de esos cazadores.
-Porque están tras de mi. Si atacan a Ryo, mi defensa bajará mucho, y no podré defenderlo ni siquiera a él. Me gustaría que se quedara en un lugar seguro, dónde los cazadores no puedan atraparlo.
-¿Cómo cuál?
-Kaiba Corp.
~*~
La limosina negra aparcó frente a una entrada de rejas. La puerta se abrió y Bakura salió mirando la gran empresa-mansión de Seto.
Ojos Azules se adelantó con algunos guarda espaldas, y abrió la reja, saludando alegremente a el chico albino. Ryo salió de la limusina seguido de su madre y padre.
Todos se presentaron y entraron.
-Eres Ryo, ¿Verdad?
-Si. ¿Quién eres tú?
-Soy Mokuba Kaiba. ¡Gusto en conocerte!-contestó alegremente el chico, tendiéndole la mano.-¡Ven! ¡Vamos a la sala a jugar!-arrastró al albino y lo condujo por los corredores.
-No lo mates al pobre chico, Mokuba.-dijo en voz alta su hermano.
-¡No te preocupes!-Seto suspiró.
-Bueno. Tenemos que ir a dónde ellos van.-dijo Bakura, empezando a caminar junto con Seto.
-Pintas muy bien....-dijo Ryo, al ver cómo el chico de cabellos negros pintaba con acrílicos en su dibujo.-Ojalá pudiera hacerlo igual que tú.
-Puedo enseñarte. No es tan difícil.
-¡Genial!-exclamó abrazándolo.
Sakura se levantó del sofá y se arrodilló entre su hijo y Mokuba, mirando cómo el chico más chico pintaba.
-Sigue siendo bueno en eso, Seto.-dijo Bakura.
-No te creas. Algunas veces si le da fiaca no hace nada. Sólo garabatea con el pincel...
-No quiero ser descortés, señor Kaiba, pero, ¿Por qué su hermano tiene piel pálida?
-Porque.....-dijo mientras se levantaba y tomaba una fotografía.-Mi madre era una humana, y mi padre un vampiro.-dejó nuevamente el portarretratos y giró hacía una de las pinturas de Mokuba, dónde había una hermosa mujer de cabellos marrones.-Mokuba es vampiro, pero yo soy medio vampiro. Eso se puede saber, porque yo tengo pulso, y mi hermano no. Esa es la diferencia. Por eso también tengo mi tez muy blanca pero no pálida, como Mokuba.
-Terminé....
-Se parece mucho a mi madre.-declaró Ryo.
-Si, pero es mi mamá. Ella falleció cuando era pequeño. Sólo tengo recuerdos de cómo era. No sé mucho sobre su carácter.
Sakura tomó la pintura entre sus manos, y la miró detalladamente, antes de que una lagrima rodara por su rostro.
~*~
-¿Todo en orden?
-Si señor. No encontramos ninguna anormalidad aquí dentro de la empresa.
-Nada en la mansión---El radar de ondas electromagnéticas capta algo.
-Deben ser las sombras de los cazadores. Esas víboras escurridizas. ¡Enciendan las luces de alta potencia y descarguen un voltaje igual a un millón de voltios por toda la casa!
-Señor, es un poco arriesgado.
-Será más arriesgado si no hacemos algo. Esas sombras son capaces de llevarse a Mokuba y Ryo.
-Enseguida, señor.
Al encender las luces más potentes, sobre el techo aparecieron una especies de sombras con forma de serpientes. Estas sisearon, amenazadoramente. Luego hicieron la descarga de electricidad, haciendo que las sombras se retorcieran ante la potencia. Luego de unos segundos, todas las sombras que se ocultaban en toda la casa, cayeron al suelo, salieron de sus escondites, y se desvanecieron hechas polvo.
-Al menos, ya no tenemos plaga en la casa.-bromeó Ojos Azules.
~*~
-¡¡¡MALDICIÓN!!!-bramó Klot.-Si se refugia en la Kaiba Corp será más difícil atraparlo....
-Lo sentimos señor.
-No. Ya encontraremos una forma, y Bakura me las pagará.....
~*~
Ryo despertó en la media noche, y se fue al gran ventanal que había en su habitación. Observaba el jardín con mucha curiosidad, viendo todas las clases de plantas, arbustos y flores en él. Suspiró y volvió a la cama, sentándose. Tomó un libro que se encontraba sobre la mesa de luz, y comenzó a leerlo dónde había terminado anteriormente.
Suspiró otra vez, y cerró el libro señalando la página dónde terminó. Se recostó, tapándose con las frazadas, y se puso de lado mirando al ventanal, y cayó en un sueño profundo.
~*~
-¡Arriba, arriba! ¡Se nos hace tarde, hermano!-dijo alegremente Mokuba, zarandeando a Seto sobre la cama.
-Vete....Cinco minutos más...-y se dio media vuelta, tapándose completamente con las frazadas.
-¡Hermano! ¡No seas haragán!
-¡Que te calles!-exclamó Ojos Azules, acurrucándose más.
El chico de cabellos negros miró a su acompañante, y este sonrió. Tomó el reloj, y colocó el despertador encendido debajo de las frazadas. Seto no tenía ni idea de lo que pasaría después.....
¡¡¡¡¡¡RIIIIIIIIIIINNNNNNGGGGGG!!!!!!!
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!
Seto dio un brinco de casi tres metros en el aire, y volvió a caer en la cama, con el reloj en sus manos. Lo apagó, mientras que tenía algunos pelitos sueltos, con gotitas de sudor y linitas azules, jadeando, con venitas también. (N/A: Un super enojado Seto Kaiba!!!)
-¡Buenos días hermano!-dijo alegremente Mokuba.
-¡¡¡¡ESTÁN LOS DOS MUERTOS!!!!!-gritó Seto con el ojo del milenio en su frente. (N/A: Okas, aquí Seto tiene el cetro, cómo en el antiguo Egipto)
-¡Mokuba me dijo que lo hiciera!-se defendió Ryo.
-¡Pero tu tuviste la idea!-se defendió el chico.
Así, ambos comenzaron a discutir, y a Seto con unas gotitas en todo su rostro.
~*~
Al terminar las clases, Mokuba, Seto y Ryo caminaban hasta la mansión, mientras que los más chicos hablaban alegremente el uno con el otro.
Seto sintió unas presencias extrañas más adelante y les indicó a los chicos que se mantuvieran cerca. Bakura saltó hasta un árbol cerca del trío, vigilando atentamente.
Unas sombras aparecieron rápidamente y se enrollaron alrededor del cuerpo de Ryo, haciendo que este no pudiera respirar bien.
Bakura lanzó un ataque, pero las sombras no desaparecieron. Comenzaron a desvanecerse junto con Ryo. El vampiro abrazó fuertemente a su amado, intentando con su energía vital, recuperarlo pero fu inútil.
-¡¡BAKURA!!-gritó asustado el chico, y se desvaneció por completo.
Bakura comenzó a llorar, y se abrazó a si mismo, llorando más fuerte. Seto y Mokuba se liberaron de las sombras que lo tenían presos, y se callaron al ver lo que sucedió.
-Ryo....Juro que te recuperaré.....-murmuró para si el vampiro.
El chico lo dejó entrar, y al cerrar la puerta, Yatén se presentó para ver quien era. Se quedó plasmado al ver como Bakura abrazaba posesivamente a su hijo, que parecía preocupado por él.
-¿Qué hace?-la voz del padre era calmada pero a la vez furiosa.
Bakura abrazó más fuerte a Ryo, y luego se separó. Al pasar al lado de Yatén, le dijo que trajera a su esposa, que tenían que hablar de algo importante.
-¿¡POR QUE?!-gritó Yatén a Bakura, luego de oír toda la historia.
-No en todos los casos pasa así.-explicó el vampiro. Yatén abrazó fuertemente a su hijo.
-¿Por qué hijo? ¿Por qué?
-Lo siento...-dijo este.
-¿Con qué frecuencia pasa esto?-inquirió la madre.
-1 de cada 10.
-Entonces no es muy frecuente...
-No.
-Ahora explique por qué tiene que proteger a Ryo de esos cazadores.
-Porque están tras de mi. Si atacan a Ryo, mi defensa bajará mucho, y no podré defenderlo ni siquiera a él. Me gustaría que se quedara en un lugar seguro, dónde los cazadores no puedan atraparlo.
-¿Cómo cuál?
-Kaiba Corp.
~*~
La limosina negra aparcó frente a una entrada de rejas. La puerta se abrió y Bakura salió mirando la gran empresa-mansión de Seto.
Ojos Azules se adelantó con algunos guarda espaldas, y abrió la reja, saludando alegremente a el chico albino. Ryo salió de la limusina seguido de su madre y padre.
Todos se presentaron y entraron.
-Eres Ryo, ¿Verdad?
-Si. ¿Quién eres tú?
-Soy Mokuba Kaiba. ¡Gusto en conocerte!-contestó alegremente el chico, tendiéndole la mano.-¡Ven! ¡Vamos a la sala a jugar!-arrastró al albino y lo condujo por los corredores.
-No lo mates al pobre chico, Mokuba.-dijo en voz alta su hermano.
-¡No te preocupes!-Seto suspiró.
-Bueno. Tenemos que ir a dónde ellos van.-dijo Bakura, empezando a caminar junto con Seto.
-Pintas muy bien....-dijo Ryo, al ver cómo el chico de cabellos negros pintaba con acrílicos en su dibujo.-Ojalá pudiera hacerlo igual que tú.
-Puedo enseñarte. No es tan difícil.
-¡Genial!-exclamó abrazándolo.
Sakura se levantó del sofá y se arrodilló entre su hijo y Mokuba, mirando cómo el chico más chico pintaba.
-Sigue siendo bueno en eso, Seto.-dijo Bakura.
-No te creas. Algunas veces si le da fiaca no hace nada. Sólo garabatea con el pincel...
-No quiero ser descortés, señor Kaiba, pero, ¿Por qué su hermano tiene piel pálida?
-Porque.....-dijo mientras se levantaba y tomaba una fotografía.-Mi madre era una humana, y mi padre un vampiro.-dejó nuevamente el portarretratos y giró hacía una de las pinturas de Mokuba, dónde había una hermosa mujer de cabellos marrones.-Mokuba es vampiro, pero yo soy medio vampiro. Eso se puede saber, porque yo tengo pulso, y mi hermano no. Esa es la diferencia. Por eso también tengo mi tez muy blanca pero no pálida, como Mokuba.
-Terminé....
-Se parece mucho a mi madre.-declaró Ryo.
-Si, pero es mi mamá. Ella falleció cuando era pequeño. Sólo tengo recuerdos de cómo era. No sé mucho sobre su carácter.
Sakura tomó la pintura entre sus manos, y la miró detalladamente, antes de que una lagrima rodara por su rostro.
~*~
-¿Todo en orden?
-Si señor. No encontramos ninguna anormalidad aquí dentro de la empresa.
-Nada en la mansión---El radar de ondas electromagnéticas capta algo.
-Deben ser las sombras de los cazadores. Esas víboras escurridizas. ¡Enciendan las luces de alta potencia y descarguen un voltaje igual a un millón de voltios por toda la casa!
-Señor, es un poco arriesgado.
-Será más arriesgado si no hacemos algo. Esas sombras son capaces de llevarse a Mokuba y Ryo.
-Enseguida, señor.
Al encender las luces más potentes, sobre el techo aparecieron una especies de sombras con forma de serpientes. Estas sisearon, amenazadoramente. Luego hicieron la descarga de electricidad, haciendo que las sombras se retorcieran ante la potencia. Luego de unos segundos, todas las sombras que se ocultaban en toda la casa, cayeron al suelo, salieron de sus escondites, y se desvanecieron hechas polvo.
-Al menos, ya no tenemos plaga en la casa.-bromeó Ojos Azules.
~*~
-¡¡¡MALDICIÓN!!!-bramó Klot.-Si se refugia en la Kaiba Corp será más difícil atraparlo....
-Lo sentimos señor.
-No. Ya encontraremos una forma, y Bakura me las pagará.....
~*~
Ryo despertó en la media noche, y se fue al gran ventanal que había en su habitación. Observaba el jardín con mucha curiosidad, viendo todas las clases de plantas, arbustos y flores en él. Suspiró y volvió a la cama, sentándose. Tomó un libro que se encontraba sobre la mesa de luz, y comenzó a leerlo dónde había terminado anteriormente.
Suspiró otra vez, y cerró el libro señalando la página dónde terminó. Se recostó, tapándose con las frazadas, y se puso de lado mirando al ventanal, y cayó en un sueño profundo.
~*~
-¡Arriba, arriba! ¡Se nos hace tarde, hermano!-dijo alegremente Mokuba, zarandeando a Seto sobre la cama.
-Vete....Cinco minutos más...-y se dio media vuelta, tapándose completamente con las frazadas.
-¡Hermano! ¡No seas haragán!
-¡Que te calles!-exclamó Ojos Azules, acurrucándose más.
El chico de cabellos negros miró a su acompañante, y este sonrió. Tomó el reloj, y colocó el despertador encendido debajo de las frazadas. Seto no tenía ni idea de lo que pasaría después.....
¡¡¡¡¡¡RIIIIIIIIIIINNNNNNGGGGGG!!!!!!!
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!
Seto dio un brinco de casi tres metros en el aire, y volvió a caer en la cama, con el reloj en sus manos. Lo apagó, mientras que tenía algunos pelitos sueltos, con gotitas de sudor y linitas azules, jadeando, con venitas también. (N/A: Un super enojado Seto Kaiba!!!)
-¡Buenos días hermano!-dijo alegremente Mokuba.
-¡¡¡¡ESTÁN LOS DOS MUERTOS!!!!!-gritó Seto con el ojo del milenio en su frente. (N/A: Okas, aquí Seto tiene el cetro, cómo en el antiguo Egipto)
-¡Mokuba me dijo que lo hiciera!-se defendió Ryo.
-¡Pero tu tuviste la idea!-se defendió el chico.
Así, ambos comenzaron a discutir, y a Seto con unas gotitas en todo su rostro.
~*~
Al terminar las clases, Mokuba, Seto y Ryo caminaban hasta la mansión, mientras que los más chicos hablaban alegremente el uno con el otro.
Seto sintió unas presencias extrañas más adelante y les indicó a los chicos que se mantuvieran cerca. Bakura saltó hasta un árbol cerca del trío, vigilando atentamente.
Unas sombras aparecieron rápidamente y se enrollaron alrededor del cuerpo de Ryo, haciendo que este no pudiera respirar bien.
Bakura lanzó un ataque, pero las sombras no desaparecieron. Comenzaron a desvanecerse junto con Ryo. El vampiro abrazó fuertemente a su amado, intentando con su energía vital, recuperarlo pero fu inútil.
-¡¡BAKURA!!-gritó asustado el chico, y se desvaneció por completo.
Bakura comenzó a llorar, y se abrazó a si mismo, llorando más fuerte. Seto y Mokuba se liberaron de las sombras que lo tenían presos, y se callaron al ver lo que sucedió.
-Ryo....Juro que te recuperaré.....-murmuró para si el vampiro.
