Atención: Este fic contendrá sexo en alguno de sus capítulos.
Lo típico: Estos personajes pertenecen a la Rowling…. Bla bla (no me comáis la cabeza, va?)
Annita69 Lupin-Black: Jajaja si con un par de ovarios, nada a ver cuando lo continuo jaja, cuando vuelva esta noche de fumar, porque el mariachi de esta tarde ya esta demasiado olvidado jaja. Buf espero que aparte de original llegue a estar decente y te guste. Jajaja no me siento presionada, aquí está el segundo capítulo.
Pantrosa Black: Alomejor debería haber puesto un personaje mío, de hecho lo iba a hacer, pero no sé de pronto me vino una vocecita a la cabecita que me decía Ginny jajaja y dije aiba la ostia que pareja más extraña, pues adelante pongámonos con estos dos, además da mucho juego esta pareja, como son personajes que se conocen por las descripciones del libro… pues choca más y así impacta jeje. Lo continuaré jaja y no amenazo más (carita de angelito) jajaja. Venga, espero que te guste la continuación.
Morella(): Bien, aquí está la continuación. Uy a mi tampoco me pegaba mucho Ginny Snape, pero bueno es lo que se me ocurrió. Mmm tranquila Snape no cambiará su forma de ser, él es así, y ni por amor ni nada cambiaría, al menos en vista a los demás.
AMOR SECRETO
2. ¿Qué es lo que me provoca?
A la mañana siguiente Ginny se levantó más pronto de lo normal y bajó apresuradamente a la Sala Común, donde había dejado unos libros de pociones que pidió a Hermione para realizar el trabajo impuesto por su profesor de pociones. De mala manera se sentó con el ceño fruncido y cogió unos apuntes del año pasado que también le había prestado Hermione y abrió su libro por la página que trataba sobre la primera de las pociones, comenzó a escribir, con una letra definida y el puño fuertemente apretado, no dejaría que el jefe de los Slytherins le atemorizase y no le daría el gusto de suspenderle aquel trabajo.
Estuvo una larga hora trabajando duramente, consultando sus apuntes, los del año pasado, repasando en todos los libros que tenía desperdigados encima de la mesa en la que estaba apuntando rápidamente notas en un pergamino pequeño y pasando cosas a limpio en uno especial, que se hacía más largo a medida que escribía para que quedase el trabajo cuadrado perfectamente, agradeció el regalo de sus hermanos gemelos, que en un principio habían sido unos pergaminos que se extendían y no te dejaban escribir en ellos, pero con unos cuantos hechizos había conseguido dominarlos y utilizarlos para su propio beneficio.
En ese momento una chica de pelos enmarañados se acercó sonriente a su lado. Ginny dio un respingo cuando oyó la voz de la madrugadora prefecta.
- ¿Qué tal va eso Ginny? –Ginny sonrió con pesar a su amiga- Voy a bajar a desayunar.
Cuando la castaña se disponía a irse, Ginny llamó su atención para que la esperase y recogiendo apresuradamente sus libros y metiéndolos en su mochila raída, se acercó con paso rápido a la salida de la sala, donde le esperaba Hermione. Juntas bajaron al Gran Comedor mientras Ginny iba preguntando algunas dudas a Hermione, que respondía emocionada como siempre que se le pregunta sobre alguna cosa en la que tiene dominio, y suele ser en casi todo, menos en vuelo y en adivinación.
Cuando las dos muchachas entraron en el Gran comedor, una mirada distante y cansada las siguió, Snape estaba sentado en la mesa del comedor, desayunando a tempranas horas, en esos momentos pocos alumnos estaban despiertos.
Las chicas se sentaron en su mesa de Gryffindor y se sirvieron un desayuno a base de cereales para recobras fuerzas para los estudios. La vista de Ginny se dirigía de vez en cuando a la mesa donde Snape parecía muy entretenido con sus tortitas con sirope de chocolate, Ginny sonrió al ver que incluso al frío profesor de pociones le gustaba el chocolate, cuando estaba sonriendo la mirada de Severus cruzó con la suya y ambos se quedaron analizando sin que ninguna sonrisa adornase el rostro de la pelirroja.
Fue Snape el que desvió la mirada primero y desvió su atención a la profesora McGonagall que acababa de entrar, Ginny bajó la cara sonrojada al no entender qué le había echo mirar de aquella forma a su maestro, y no se dio cuenta de que dicho hombre la observaba de reojo y sonreía triunfalmente con los ojos al ver el rostro de Ginny parecido al de sus cabellos rojizos.
- ¿Te pasa algo Ginny? ¿Te has atragantado? –dijo Hermione al ver la cara colorada de su acompañante. Ginny negó rotundamente con la cabeza y cogió su mochila sin acabar los cereales y dijo que tenía aún mucho trabajo por delante.
Severus vio como su alumna salía del Gran Comedor y siguió hablando tranquilamente con la profesora de Transformaciones que en ese momento le estaba comentando unas cosas sobre lo que deberían hacer para calmar a los de sexto curso, que este año estaban un poco revolucionados, Snape asentía sin ganas mientras en su interior comenzaba a instalarse un sentimiento parecido a la duda, ¿qué era lo que pasaba cuando veía a la pequeña de los Weasley? Giró su cabeza con una mueca de asco y se despidió de su compañera de trabajo para dirigirse a las mazmorras, el único lugar donde podía pensar tranquilo.
Ginny caminaba desganadamente por los pasillos y se adentró la primera en su clase de Encantamientos, sacó su trabajo y adelantó un poco más antes de que los alumnos comenzasen a llegar y se sentasen desperdigados en los sitios que querían. Antes de que llegase el profesor se quedó pensando distraída en los ojos negros de Snape, al fin y al cabo a ella no le parecían tan severos ni fríos como antes, tampoco le parecía un hombre tan detestable como otros opinaban, se quedo paralizada y en su mente se formó la pregunta ¿pero qué estoy pensando?
El profesor saludó monótonamente al entrar, lo que sacó a Ginny de sus cavilaciones, la chica miró aturdida a ambos lados y comenzó a coger apuntes de unas cosas que estaba diciendo el profesor.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Snape esperó silenciosamente a sus alumnos, esa mañana le tocaba clase doble con los de sexto, sonrió al pensar en todos los puntos que ese día quitaría a Longbottom, a ese patoso de Gryffindor y frunció el ceño un poco al pensar en que tendría que adular a Draco, en cierto modo le recordaba a cuando él era niño, pero él no había tenido la suerte de ser tan guapo y popular como el pequeño Malfoy, le gustaba el dominio que tenía Draco de las pociones y le gustaba ver como cada día mejoraba más.
Una cara con una cicatriz en la frente pasó detrás de una melena enmarañada y al lado de un joven alto de cabellos rojizos, Snape se quedó pensativo, era la primera vez que se fijaba más en el Weasley que en Potter, y la presencia de Harry en ese momento no le molestaba como otras veces, vio el cabello de Ron, igualito al de su hermana, solo que ella lo tenía largo y se movía coquetamente con cada paso que daba Ginny, Severus se quedo espantado al estar pensando de nuevo en Ginny, y al intentar quitarse de la cabeza la imagen de la joven se encontró la mirada de odio de Harry podía en él, con más frialdad de la que fue capaz se la devolvió a lo que el joven de cabello azabache se sentó rompiendo el contacto visual.
La clase se llenó poco a poco y cuando el timbre que anunciaba el comienzo de la clase sonó, se levantó de su asiento y empezó a supervisar una poción que había mandado a sus alumnos, se divirtió quitando puntos a Gryffindor por culpa del patoso de Neville y se puso feliz ante la perfección de la poción de su Slytherin preferido, por lo que dio puntos extras a su casa gracias a Malfoy.
Se quedó respirando pesadamente en la nuca del joven Potter, sabía que aquello le pondría nervioso y no le dejaría trabajar bien y lo que quería en esos momentos era fastidiarle, se sentía como un niño chico, no entendía el por qué ese retomado odio hacia Harry, pero una imagen tierna y joven pasó por su mente, de pronto cayó en que estaba celoso, ¿celoso él? ¡Cómo era aquello posible! Pero claro, Ginny siempre había estado enamorada de Harry y en esos momentos era lo que incrementaba el odio de Snape hacia Harry. Quitó puntos a Potter aunque no tenía razón y se dirigió enfurecido hacia su mesa de trabajo, estaba enfadado consigo mismo.
No se movió en toda la clase, todos los alumnos vieron aterrados el mal humor que había crecido en su profesor e intentaron ni respirar para que no les quitase puntos, incluso Draco, que estuvo molestando a Potter y sus amigos se cayó ante el humor del maestro. Cuando la clase finalizó todos salieron agradecidos y Snape suspiró ruidosamente.
Esperó sentado a su próxima clase, y cuando vio entrar a Colin recordó con horror que tenía en esos momentos clase con los de quinto de Gryffindor, se serenó y recubrió su rostro con una máscara indiferente y de frialdad. Los alumnos que iban entrando hablando entre ellos se callaban y se sentaban silenciosos en sus lugares.
Un cabello rojizo alumbró la vista del profesor y se perdió entre los asientos de los alumnos hacia el final de la clase, Snape agradeció silenciosamente que Ginny hubiese escogido ese lugar, así no tendría que verla si no se levantaba del asiento y podría serenarse para apartar de sus pensamientos a aquella jovencita que lo estaba confundiendo completamente.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ginny eligió el asiento más alejado de la mesa del profesor, y se sentó mientras sacaba sus bártulos y el profesor comenzaba a dar clase. La clase fue más rápida de lo que ella habría pensado, no se cruzó en ningún momento con la mirada de Severus, ni éste hizo ademán de acercarse para criticar su poción, se sintió liberada de una presión en su pecho cuando sonó el timbre que anunciaba el cambio de clase. Recogió las cosas y cargó con su mochila que transportaba un sobrepeso debido a la cantidad de libros y apuntes que llevaba para realizar su trabajo.
Cuando intentaba adelantar a algunos alumnos de su casa para salir precipitadamente de la clase, su mochila hizo un ruido y se rompió por debajo, haciendo que todos los libros cayesen al suelo, Ginny azorada rechazó las propuestas de sus compañeros cuando se agachaban para ayudarla y terminó quedándose sola, ante la mirada escrutadora de Snape, que observaba cada movimiento que la joven hacía.
En un momento, Ginny encontró delante suyo una túnica que acababa en unos zapatos negros y limpiados con esmero, fue levantando la vista poco a poco y se encontró con la cara de Severus, se sorprendió al ver que en su rostro había una especie de sonrisa irónica, pero su sorpresa llegó a límites inimaginables cuando su maestro se agachó y la pasó un libro que había cogido del suelo.
- ¿Pociones de 7º curso? -preguntó fríamente.
- Mi hermano George me lo dejó para que hiciese el trabajo que me mandó usted –recalcó la palabra usted y agarró el libro que le tendía el profesor que en esos momentos fruncía el ceño.
Snape se quedó mirándola aún agachado y Ginny dejó de recoger libros para fijar su mirada en Severus, estuvieron unos instantes mirándose sin que nada ni nadie les importase en aquellos momentos y Ginny cerró sus grandes ojos cuando la mano firme, sudorosa y fría de su profesor se posó sobre su mejilla. El tacto en un principio era frío y molesto, pero luego le resultó cálido y agradable y abrió los ojos para enseñarle que no le molestaba que la acariciase la cara. Snape no dijo nada ante la mirada confusa pero a la vez aprobatoria de Ginny, sino que fue acercándose lentamente a los jugosos y rojizos labios de la pelirroja.
Ginny cerró los ojos ante el inminente contacto de los labios de su maestro, pero en ese momento se escucharon ruidos fuera y Snape retiró la mano bruscamente y se levantó casi de un salto para dirigirse sin mirar a Ginny a su mesa de trabajo.
La muchacha realmente confundida acabó de recoger los libros y con un "reparo" arregló el roto de su mochila, la lleno de libros y salió casi corriendo del aula de pociones, mientras andaba de forma apresurada por los pasillos en su cabeza no paraba de formarse la idea de que casi besaba a Snape, ¡a su maestro de pociones! A aquel hombre despreciable que le hacía la vida imposible a su hermano y a sus amigos, a Harry… ¿Harry? Desde cuando había dejado de pensar en Harry, sonrió al recordar que el año pasado había empezado a salir con chicos y se olvidó de Harry Potter, su amor de la infancia. Con los pensamientos y nervios aún alterados se perdió entre los pasillos que la llevaban a su próxima clase, a la que llegaría tarde.
Snape por su parte recibió e malos modos a los alumnos de primero de Ravenclaw y Gryffindor, y les mandó preparar una poción difñicilisima y para dejar de pensar en que había estado apunto de besar a Ginny Weasley, a una Gryffindor… ¡a una alumna!, se dedicó a quitar puntos sin consideración a los asustadizos alumnos de primero.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Bueno, aquí está el siguiente capítulo, ¿que os parece?
Ya sé que no tiene sexo aún, jeje pero bueno, vayamos un poco más lentos con este tema, aunque en el siguiente capítulo adelanto que habrá bastante más acercamiento.
No sé si os estará gustando, nunca había escrito una historia con estos dos personajes, y bueno espero vuestros reviews.
Consejos, críticas, de todo a la opción esa tan bonita que pone Reviews, juntos debajo de aquí, al lado izquierdo, si si eso que ves y que a veces no tocas, andaaa esta vez hazlo, que a los autores nos hace ilusión y nos anima a continuar los fics.
