Atención: Este fic contendrá sexo en alguno de sus capítulos.
Lo típico: Estos personajes pertenecen a la Rowling…. Bla bla (no me comáis la cabeza, va?)
Pantrosa Black: Sisis jeje es que normal que este confundido, estamos hablando de una alumna jeje. Espeor que no haya tardado mucho con la actualización, es que antes de actualizar me gusta tener al menos dos reviews jaja. Jajaja gracias por decir que mis fics son geniales aisss que emoción! Jeje :-) lee lee, que para algo los hago ;-) Me alegro de que te gustase y bueno en este capítulo ya hay algo más de pasión desatada jeje. Espero que te guste.
Melliza(): Si, yo tampoco había visto antes un Severus/Ginny en español jaja, es que no pega mucho, pero es gracioso. Me alegro de que te esté gustando el fic, aquí tienes la actualización para que sigas leyendo jeje ;-) Uyyy a mí también se me antojó chocolate mientras lo estaba escribiendo jaja, y como no tenía tortitas ni nada, pues ala me pille una tableta de chocolate jeje. Ok ok fiera ;-) Sev todito para ti jeje. Espero que te guste este capítulo.
annita69 Lupin-Black: Jeje bueno al menos no queda tan mal el Ginny/Snape. Bueno, cierto que se preocupa mucho por el trabajo, pero es más bien por orgullo que por otra cosa, al fin y al cabo, no quiere perder ante un Slytherin, ella es una Gryffindor jeje, y si que logrará impresionar a Snape. Oh y el pobre Severus que va a tener un gran dolor de cabeza sí, porque no se decide ni sabe lo que está sintiendo, nuevas emociones para este frío profesor jeje. Ey iré a leer el tuyo, jaja no hace falta que tenga nada de fumar jaja, solo que cuando estoy fumada tengo ideas muy extrañas jaja, con el anterior estaba completamente normal jajaja, aunque no niego que me apetezca un porrito… aisss pero estoy de exámenes así que nada a esperar que los acabe ;-)
Anvi-Snape: Que bien que te gustase, bueno en este capítulo ya hay más acción, avísame cuando continúes tu fic sobre esta pareja jeje, yo creo que es el primero que leí de Ginny/Snape sin que fuera el mío jeje. Bueno si, parado por que es alumna… normal, y la otra pues no entiende que se puda estar enamorando de un profesor jeje. Bueno disfrútalo! Y espero que te guste este capítulo.
Iraty Rowling: A mí Snape no me da asco, es un personaje simplemente diferente, frío, misterioso, Slytherin en definitiva y eso tiene su morbo. Bueno con Ginny, yeah una pareja muy extraña, hice esta historia por petición y al pensar en las chicas que habían… una lista muy reducida, pues pensé que quedaría bien un toque de Ginny/Snape jeje. Bueno espero que este capítulo te guste.
Isabo-Black: Sí que me animan los reviews jeje. Francés? Jaja yo fui nula para ese idioma, lo di durante cuatro años y no se absolutamente nada jeje. Bueno espero que te guste este capítulo. Yep sé que la pareja es inusual.
AMOR SECRETO
3. Nunca hubiese acertado
Ginny pasó el resto del día ausente, se encerró en la biblioteca y trabajó con esmero y determinación, cuando salió de la sala, ya llevaba gran parte del trabajo adelantado y finalizado, estaba contenta consigo misma, esa noche en la Sala Común de Gryffindor lo acabaría por fin y se lo daría al día siguiente a su profesor, cuando pensó en él, una leve sacudida se hizo presa de su estómago.
- Me han dicho que te han puesto un trabajo muy duro de pociones –Ginny levantó la cabeza y se encontró con Harry, el chico estaba algo colorado, pero camino al lado de ella- es odioso Snape.
- Sí –dijo Ginny tranquilamente- pero le voy a presentar un trabajo que se va a quedar con la boca abierta.
- Eso no es difícil tratándose de ti –Harry se puso un poco más rojo mientras Ginny le miraba con curiosidad y con los mofletes algo colorados.
- Gracias –susurró mirando al suelo.
- Yo te ayudaría si manejase bien pociones –hizo una mueca- pero ya sabes… no es lo mío.
Ginny se rió y estuvieron hablando un poco más mientras se dirigían al Gran Comedor, cuando entraron una mirada llena de odio les siguió, el profesor Snape observó con furia a Harry y a Ginny entrar mientras la chica se reía de algo que Harry había dicho.
Se sentaron al lado de Ron y Hermione y comieron en silencio, Ginny se encontró una vez con la mirada de Snape, y para su agrado se dio cuenta de que estaba enfadado, le sonrió irónicamente y con descaro y luego siguió hablando con Harry, aquello hizo que Snape se pusiese de muy malhumor y salió del Gran Comedor sin haber acabado.
Ginny terminó de comer tranquilamente y luego subió sola a la Sala Común, nada más llegar abrió todos los libros y sacó los apuntes, así como el trabajo que ya estaba prácticamente finalizado, cuando el retrato de la Señora Gorda se volvió a abrir pasadas unas cuantas horas, Ginny estaba acomodada en un sillín, releyendo con felicidad el trabajo que había realizado, Hermione se acercó a ella para preguntarle qué tal, y Ron metió sus narices en el trabajo mientras Harry se quedaba un poco más apartado y dirigía miradas furtivas a la pelirroja.
La chica se despidió de todos alegando que estaba agotada y que ya les vería al día siguiente, subió las escaleras hacia su habitación en la torre de las chicas y se metió en la cama con una sonrisa triunfal en su rostro.
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Snape salió del Gran Comedor y bajó las escaleras hacia las mazmorras, quitando puntos a unos cuantos Gryffindors que para su gusto perturbaban la paz de los pasillos.
Llegó hecho una furia a su habitación, cerró la puerta tras de él y se encontró en un oscuro recinto, encendió las velas que habían desperdigadas por las frías paredes, la tenue luz iluminó los escasos muebles relucientes a causa de la falta de polvo. Se encaminó, haciendo un ligero sonido con su túnica al arrastrarla, hacia un sillón bajo y algo incómodo que tenía en el centro de la sala, sacó unos trabajos de pociones de algunos estudiantes y se puso a corregir, sonriendo con malicia cuando se encontraba con alguno que no era de un alumno de Slytherin.
El reloj mágico de la pared hacía ruido al mover las pesadas manecillas con forma de serpiente. Fuera era todo oscuridad, la noche se había cernido sobre el castillo y ya era hora de ir a descansar. Pasó por una puerta de madera y entró en su habitación, una cama pequeña y adornada con el emblema de Slytherin le esperaba, apagó el candelabro con un movimiento de varita y se metió entre las sábanas frías, en su habitación hacía mucho frío, como en la sala común de Slytherin, pero a ellos les gustaba el frío y les agradaba dormir envueltos en una manta de aire helado.
Severus cerró los ojos y se encontró con una mata de pelo pelirrojo, se incorporó de golpe en la cama y se levantó hacia el baño, cuando llegó se miró en el espejo, un hombre con unos ojos negros como la más temible oscuridad le devolvía la mirada, metió las manos bajo el agua congelada y se lavó la cara, intentando borrar la imagen que instantes anteriores le había atormentado, pero… ¿realmente le había atormentado? Había sentido calidez al observar ese pelo rojo como el fuego, esas pequitas tiernas y danzarinas, esos ojos… se volvió a mirar con horror en el espejo y volvió a remojar la piel cetrina de su rostro, con furia y desesperación.
Volvió a su cama y sacó una poción de la mesita de noche, era una poción para poder dormir sin sueños y sin pesadillas, al fin y al cabo, al ser un exmortífago, habitualmente miles de imágenes terroríficas de aquel tiempo le atormentaban sin cesar.
Pronto cayó en un ligero y profundo sueño, sin que ninguna cabellera llamativa apareciese por su mente.
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Ginny se levantó perezosamente, la luz solar le quemaba ligeramente en la cara, se sobresaltó y se incorporó con rapidez, mirando el reloj, sus ojos se abrieron con una mueca de horror, era tarde, ¡tardísimo! Su primera clase ya estaba empezada, se quedó pensando y su mueca de horror aumentó aún más al recordar que la primera clase de ese día era pociones.
Se levantó de la cama, desvistiéndose con rapidez e intentando ponerse el uniforme, que difícil resulta esa tarea cuando una tiene prisa, se abrochó mal la falda y la camisa, así que tuvo que volver a desabotonar todos los botones e intentarlo de nuevo, cuando estuvo lista se puso la túnica encima y corrió por la Sala Común con el trabajo de pociones bajo el brazo.
El corredor estaba desierto y voces de los profesores sonaban a través de las puertas que iba pasando mientras corría hacia las mazmorras, se le hizo eterno el camino, llegó jadeando y con la blusa mal abrochada, al igual que la túnica se le había movido y el pelo lo tenía totalmente alborotado al no haber podido peinarse esa mañana.
Se paró frente a la puerta detrás de la cual escuchó la voz amortiguada del profesor Snape explicando una poción. Se apoyó e intentó recuperar el aire que le faltaba, cuando estuvo más o menos bien, asió el manillar y lo giró, llamando antes con los nudillos y escuchando que un silencio se apoderaba de la clase.
Metió la cabeza tímidamente y se encontró con una mueca fría y sarcástica en la cara de su profesor.
- Vaya, al fin te has dignado a aparecer Weasley –cuando Ginny iba a entrar un ruido desagradable proveniente de la boca de Snape la hizo detenerse- ¿crees que puedes entrar en mi clase cuando hace media hora que ha comenzado? –negó con la cabeza y volvió a sonreír maliciosamente- 30 puntos menos para Gryffindor por los minutos de retraso –Ginny hizo una mueca de dolor, ¡30 puntos! Sus compañeros la iban a matar. Cuando se dispuso a cerrar la puerta para quedarse fuera mientras terminaba la clase volvió a escuchar la voz de Snape- ¡Ah! Y castigada a las ocho en mi despacho.
Ginny cerró suavemente la puerta y dio una patada a la pared con furia, se tuvo que agarrar el pie dolorido mientras se le caía la mochila al suelo. Recogió todo con un humor de perros y se quedó sentada en el suelo mientras miraba furiosa un punto en el infinito, esperando a que la clase acabase y pudiese entregarle el trabajo a ese odioso profesor, pero una voz en su interior le interrumpió sus pensamientos ¿pero es odioso? No… Ginny se había sentido atraída por aquella sonrisa malvada que había parecido en la cara de su profesor, cuando se dio cuenta de que una sonrisa estúpida se había apoderado de sus labios, se levantó indignada y empezó a dar vueltas por el pasillo para intentar entretenerse y así calmar su furia y a la vez esos pensamientos que no debería de tener.
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Severus continuó con la clase y al final pidió a los alumnos que le entregasen una muestra en una botellita para puntuarles. Luego vio como sus alumnos salieron corriendo de la clase y una pequeña figura se colaba entre ellos y se acercaba con paso decidido y los ojos furiosos hacia donde estaba él.
Agarró los pergaminos que le tendía la chica pelirroja y miró el título, lo reconoció como el trabajo que le había mandado, cuando la chica se iba a ir, Severus la detuvo con su voz parecida a los susurros del viento, fría, dominante…
- Aún sigues teniendo el castigo señorita Weasley –Ginny le miró por encima del hombro y asintió frunciendo con fuerza los labios- más le vale no llegar tarde esta vez.
Snape se giró y comenzó a recoger sus pertenencias mientras Ginny se perdía por la puerta de la clase.
El resto del día para Severus fue aburrido, nada del otro mundo, dar clase, quitar puntos, molestar a Potter, favorecer a Malfoy… Antes de la hora de la cena, sobre las ocho, llegó a la puerta de su despacho que comunicaba con su habitación, entre la oscuridad de los marcos de la madera de la puerta, estaba Ginny, esperando reclinada sobre la superficie lisa, cuando le vio se puso recta de forma tensa.
Severus pasó a su lado y abrió la puerta sin hacer ningún indicio de que la hubiese visto, Ginny confundida pasó detrás de él al interior del oscuro despacho, Severus encendió como siempre las velas que daban una luz amarillenta e iluminaban todos los botes con extraños contenidos que estaban esparcidos por todas las estanterías.
- Siéntate Weasley –susurró al verla de pie enfrente de la mesa en la que él se había sentado. La chica apartó la silla de la mesa y tomó asiento obedientemente, aunque moviéndose con gestos pesados, como si le repugnase la idea de hacerle caso.
- ¿Qué quiere que haga? –dijo desafiante y fijando sus ojos en los negros del profesor.
- Veamos, los calderos y la clase ya fueron limpiados por un chico de tercero y otro de sexto, ambos Gryffindors –miró fijamente a Ginny- ¿ves esos tarros que hay en esa esquina? –Ginny siguió la cabeza de Severus hacia un rincón oscuro en el que se podían distinguir las sombras de algunos botes como los que estaban en las estanterías. Asintió lentamente con la cabeza- ordénalas alfabéticamente sin magia –extendió la mano para que Ginny le diese la varita y luego señaló el lugar por el que comenzaban los botes con la primera inicial "A".
Ginny se levantó de su asiento y se acercó a los botes, tuvo que reprimir una ahorcada al ver algunos contenidos de ellos, formas extrañas flotando en líquidos de todos los colores, cogió uno y miró su nombre, empezaba por la "S", se acercó hacia esa estantería siguiendo los nombres que había en las tapas.
Snape sacó el trabajo de la pelirroja y comenzó a corregirlo sin prestar mucha atención a los pasos de la chica alrededor de todo el despacho.
Las agujas del reloj se movían haciendo un ruido sordo que envolvía toda la estancia y le privaba del silencio incómodo, Severus levantó la cabeza cuando hubo finalizado el trabajo, estaba realmente sorprendido, ese trabajo se merecía la máxima nota, pero le dolía dárselo a una Gryffindor, le molestaba dárselo a Ginny Weasley, pero al contrario de lo que muchos alumnos pensaban, él respetaba cuando una cosa era justa o no, siempre que no tuviese nada que ver con Harry Potter.
- Weasley –la pelirroja giró la cabeza y miró con ojos cansados y la piel algo húmeda por una película de sudor debido al esfuerzo- acércate un momento, aquí tienes un fallo- Ginny se apartó el pelo de la cara con un movimiento rápido de la mano que hizo que no se escuchase un bufido que salió de sus labios.
La pelirroja llegó hacia la mesa y se acercó, intentando no hacer caso a las sacudidas que daba su estómago, a la silla de Snape. El profesor le señaló una frase tachada con tinta roja sólo porque no le había gustado una palabra. Ginny frunció el ceño y miró a su profesor.
Severus la observaba sin darse ni cuenta de lo que estaba haciendo, su dedo aún seguía señalando la frase que había encontrado errónea, pero sus ojos estaban fijos en Ginny.
- El resto no está mal –dijo Snape reaccionando y restando importancia al perfecto trabajo que le había entregado Ginny. La chica asintió silenciosamente y fijó sus ojos otra vez en los de Snape.
Ambos se quedaron quietos, sin hacer nada más que mirarse, detenidamente, sin prisa, observándose evaluadoramente de arriba abajo, hasta que sus miradas volvieron a encontrarse. Severus se movió y se incorporó, dejando atrás la silla en la que había estado sentado. Ahora miraba a Ginny desde más centímetros de altura, la pelirroja había levantado su cabeza y observaba el pelo medio largo que caía sobre la piel de su profesor.
Pareció que el sonido que hacían antes las agujas del reloj, se detuvo, que la noche silenció todos los ruidos de animales, que las velas no se tambaleaban y la luz era fija, iluminándoles los rostros en ese despacho, en ese momento en que ninguno de los dos sabía qué había pasado.
Ginny fue la primera en moverse, pasándose el cabello nerviosamente por detrás de las orejas, Severus tomó eso como que debía hacer algo, y sin preparar ni pensar en nada, cerró las distancias entre ambos y le agarró delicadamente la cara con uno de sus dedos, haciendo que subiese el mentón y la chica pudiese mirarlo fijamente.
Severus fue cerrando las distancias mientras acercaba sus labios a los jugosos de Ginny, el contacto del frío del profesor con el calor de la alumna hizo que ambos se diesen cuenta de que se estaban besando. La pelirroja no se apartó, sino que se acercó aún más al profesor y pasó sus brazos alrededor de su cuello, Snape estaba sorprendido por esa reacción, nunca había esperado que Ginny le fuese a devolver el beso, pero ahora estaba ocurriendo y no lo iba a echar a perder, el mal ya estaba hecho.
Las manos de Severus se dirigieron tímidamente a la espalda de Ginny, agarrándola con delicadeza y recorriendo los pliegues de la túnica mediante caricias. Si alguien le hubiese preguntado a Ginny cómo pensaba que besaba Snape, nunca habría descrito la manera verdadera, antes que nada se hubiese reído, y si hubiese dicho algo, nunca se hubiese asemejado a la ternura, a las caricias por la espalda, sin prisa pero sin pausa, a esos labios que la absorbían, la legua que acariciaba todo el interior de su boca de forma delicada, conociéndola, saboreándola. Nunca hubiese acertado.
Ninguno de los dos supo cuánto tiempo habían estado pegados, conociendo sus labios, sus bocas como un alumno y un profesor no deben hacer nunca. Severus abrió los ojos y se separó lentamente, viendo los ojos confusos de Ginny abrirse después, se miraron, no sabían qué hacer, ni qué decir, únicamente se observaban.
Pero la tentación era más fuerte, Snape, el jefe de los Slytherins, una serpiente, tentaba a Ginny como el reptil que incita a Eva a probar el fruto prohibido, y así pasó con ella, no pudo aguantarse, volvió a juntar sus labios con los de su profesor, que sorprendido por aquella reacción hizo un movimiento algo brusco, con más pasión.
Severus no supo en qué momento agarró a Ginny por debajo de la túnica, sin que la pelirroja le apartase las manos y la subió sobre la mesa, apartando con un brazo, y sin dejar de besarla, todo lo que había sobre la mesa, sonó el ruido de un tarro al chocar contra la superficie del suelo, se rompió, detrás se escuchó el sonido de los pergaminos rozando el aire, pero Ginny y Severus no oyeron nada.
Ginny había desabrochado con rapidez los botones de la túnica de Snape, y cuando ésta estuvo abierta, metió las manos palpando la camisa negra que tenía debajo de la túnica, Severus por su parte metió las manos dentro de la falda de Ginny sin poder contenerse y comenzó a acariciar sus muslos con una mano, mientras la otra desabrochaba los botones de la túnica de la chica.
Se separaron un momento para coger aire, sus respiraciones eran agitada, y las manos de ambos recorrían ya superficies de piel del otro. Volvieron a besarse, ésta vez con más pasión aún, apretando con fuerza sus labios, recorriendo con destreza el interior de sus bocas, y las manos siguiendo recorridos trazados por sus imaginaciones, deslizándose y haciendo arrancar leves suspiros de parte del otro, se disponían a deshacerse de la ropa.
Sonó el manillar de la puerta, todo fue demasiado rápido, alguien entró en la estancia sin haber llamado y Snape estaba apoyado en la mesa, con Ginny bajo su cuerpo, la ropa a punto de deslizarse hacia el suelo, y las manos en contacto con la carne tibia de la pelirroja.
- ¿Profesor Snape? –una voz que típicamente arrastraba las palabras, ahora estaba sorprendida, había susurrado eso saliendo de la especie de shock que le había causado ver a su profesor de pociones y jefe de su casa, encima de una alumna, Gryffindor y hermana de uno de los amigos de la persona que más odiaba en ese colegio, Harry Potter.
Snape se separó bruscamente de Ginny y miró hacia la puerta de su despacho, donde una figura entre sombras y con el cabello platino le miraba con ojos como platos. La figura se dio la vuelta cuando Severus comenzaba a abrocharse rápidamente los botones, y se dispuso a marcharse.
- Pase y cierre la puerta señor Malfoy –dijo intentando mantener la voz serena, no podía dejar marchar a Draco sin haber hablado con él después de lo que había visto.
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Buenas!!!
Hacía tiempo ya que no actualizaba esta historia, jeje y la tenía casi acabada, a sí que bueno hoy he decidido terminarla, aquí la tenéis, espero que os guste este capítulo.
¿Creéis que Draco dirá algo? ¿Cómo se lo tomará Ginny el estar en una habitación con las dos personas que más odia en ese colegio? ¿Qué hará Snape?
Bueno, gracias por leer.
Espero que dejéis reviews!!!!!!!!
