~~*~~ Tutoría ~~*~~

La mañana pasa tranquilamente, Len no intercambió palabra alguna con la nueva compañera, Pilika siempre lo miraba con la intención de hablarle, pero ante la seriedad del chico se decidía a guardar quieto silencio.

Varios compañeros, entre la mayoría chicos, se acercaban a la joven Peliazul, era bastante carismática, pero aún así se dirigía a ellos de manera tímida.

Una Chica del salón, llamada Tamao, parece haber sido la única capaz de acercarse a ella. Parecía igual de tímida que la recién llegada, aunque se demostraba en el salón que era una muchacha muy codiciada por sus compañeros varones.

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Al día siguiente, Jun, Len y el novio de la hermana mayor esperaron a Pilika a la salida de su casa. Claro que para Len le era algo incómodo, solo la esperaba porque su hermana lo obligaba a hacerlo.

El pequeño peliazul salió antes que su hermana, saludando animadamente a Jun y a su novio, nuevamente se queda mirando curiosamente a Len.

-Hola! – saluda el pequeño con una tierna sonrisa

Len sólo se limita a mirarlo sin expresión alguna en su rostro, Jun y su novio miran la escena sonriendo, es raro que un pequeñín de la edad de Horo- Horo tenga el valor suficiente como para acercarse de esa manera a Len.

Pilika sale de la casa con un pan en la boca – Lo siento!!! – Se disculpa corriendo hacia las personas que la esperan.

Horo corre hacia su hermana y la abraza – Que te valla bien, hermanita!!! – dice cariñosamente.

-Gracia Horo- le dice sonriendo – ahora quiero que entres y te comas todo... – de acuerdo?

El pequeño afirma con la cabeza mientras le sonríe a su hermana tiernamente, luego voltea a mirar a Len que miraba hacia otra dirección.

-Oyeeeee!!! – grita el pequeño, haciendo que Len lo mirara. Horo le sonríe – Cuida a mi hermanita... si?

Pilika se sonroja de sobremanera – ya entra a la casa Horo-Horo!! – le ordena empujándolo hacia el interior.

Len lo sigue con la mirada "estúpido mocoso", piensa mientras gira la cabeza hacia el frente y comienza a caminar adelantándose a los demás.

Jun presenta a Pilika y a su novio – Pilika, el es mi novio Lee – Luego se dirige al joven – Lee, ella es la chica que te comenté, Pilika.

-Mucho gusto – se sonríen.

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Pilika camina frente a la feliz pareja y detrás del chico de ojos dorados, Lo mira concentradamente mientras camina, se cuestiona mucho el por qué Len actúa siempre de esa manera tan fría.

Len voltea sorprendiendo la mirada de la peliazul, la cual voltea la vista avergonzada.

Jun y Lee se van a sus respectivos salones apenas llegan a la escuela, Pilika continúa siguiendo a Len, pues es sólo su segundo día, así que la escuela le parece un gran laberinto a cada paso.

Los jóvenes se sientan en sus respectivos puestos, apenas llegan, varios compañeros rodean a Pilika, preguntándole su numero de teléfono y cosas así. Len sólo se limita a ver por la ventana.

Al tocar la campana y entrar una profesora, bastante joven que se presenta como Elisa, todos vuelven a sus puestos, Pilika se sienta.

-Ufff! – suspira, le agota que varios chicos le pregunten tantas cosas a la vez, aunque no les dio muchas respuestas.

La profesora desconoce el rostro de Pilika – Ud.... jovencita...

Pilika la mira algo nerviosa.

-Quiero que me haga este ejercicio, para ver en que nivel se encuentra. – la Srta. Elisa, comienza a anotar un ejercicio de matemáticas bastante grande y complicado

Varios chicos miran la figura de la peliazul que se acerca muy nerviosa a la pizarra, Len voltea a ver los ejercicios, los demás compañeros reconocen que sólo él sería capaz de hacer un ejercicio tan complicado.

Pilika recibe la tiza, y comienza a pensar detenidamente por unos instantes. Al posar la tiza sobre la pizarra y comenzar a escribir, todos: Profesora, alumnos e incluso Len, se sorprenden ante la gran habilidad de la joven para remediarlo. Ese fue un gran paso para que la joven dejara demostrado su gran habilidad con los números.

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En pocas semanas, Pilika ya dejaba muy demostrado sus dotes de buena alumna, además de ser ágil con los números, también se destacaba notoriamente en los deportes, tanto como Careras, Voleibol y Natación. Era muy popular en la escuela, además de inteligente era muy agradable y buena persona. Pero, a pesar de todos sus dones, tenía muy mal eficiencia en literatura.

Una mañana, en la clase de lenguaje, el profesor Silver le recomendó que recibiera ayuda de alguno de sus compañeros. Sin mayor sorpresa se dio cuenta que la gran mayoría de los varones levantaron la mano cuando les anunció que la alumna más reciente necesitaba ayuda para estudiar.

-Bueno... veo que tenemos un problema – Dice el joven maestro, rascando su cabeza.

Pilika mira a todos los candidatos, nota que su compañero de banco era el único que no había levantado la mano, en su rostro se hace presente una expresión de tristeza, a pesar de sus millares de intentos para intercambiar alguna palabra con el joven no conseguía mayores resultados.

-Me gustaría que me ayudara Tao.... – Dice Pilika casi en un susurro.

El profesor y el resto de los alumnos guardan silencio, Len voltea el rostro para mirar a la joven que mantenía la mirada baja, le sorprende que esa jovencita le haya nombrado.

Pilika voltea la mirada viendo al joven maestro – vive a unas cuadras de mi casa y me acomodaría bastante- dice con una inocente sonrisa.

Silver mira a su alumno, conoce el extraño carácter del joven – Si a ti no te molesta... – se dirige a Len.

El joven parece no recuperarse de la sorpresa, por primera vez, sus compañeros tienen la oportunidad de ver la expresión de sorpresa de Len.

Luego vuelve a su postura fría y mira por la ventana – Me da igual... – finaliza.

Pilika hace notar la felicidad que siente, mostrando una dulce sonrisa en dirección a su compañero de banco.

-Bien... entonces el problema esta resuelto... – finaliza el joven maestro.

Algunos compañeros siguen con la mirada a la hermosa peliazul mientras toma su asiento, pero luego el profesor les llama la atención haciendo que pongan atención a la clase.

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A la salida de la escuela, Len comienza sale tal como siempre en dirección a su casa y tal como siempre Pilika lo sigue a paso lento.

Al pasar algunas cuadras Len se detiene de golpe y voltea en dirección a la chica – Por que me sigues? – dice desafiante.

Pilika actúa con indiferencia, sin detener su paso – No te sigo... también vivo por aquí... recuerdas? – dice mientras pasa por el lado del joven.

El chico la sigue con la mirada, se siente incómodo cada vez que esa muchacha se le encuentra cerca, se da cuenta cada vez que esos hermosos ojos celestes se posan en él, y no puede evitar sentirse incómodo, el echo de que ahora tendría que pasar más tiempo con ella le hacía un revuelco en el estómago.

El joven comienza a caminar tras la joven – Por qué?...- dice, haciendo que la peliazul minimizara su paso para esperarlo, cuando el muchacho estaba a su lado continua normalmente.

-Por qué... qué? – dice ella sin mirarlo, sabe que ese joven habla sin mirar al rostro de su espectador.

-Tenía a todos nuestros compañeros para que te hiciera tutoría..... por qué me escogiste a mi? – cuestiona con algo de frustración.

-Si te molestaba... bastaba con que te hubieses negado... – dice la chica mirándolo.

El joven voltea su mirada, al encontrarse con los ojos de ella vuelve a girar la cabeza hacia el frente, tiene razón, siempre se niega a todo lo que le desagradaba o simplemente no tiene ganas de hacer.

Se queda pensativo – tú misma lo dijiste,... soy el que vive más cerca de tu casa... no me quedaba otra.

Pilika le sonríe, por alguna extraña razón reconoce que esa es una excusa, lo primero que se le ocurrió para decir al joven de ojos dorados.

Al llegar al frente de la casa de la joven ambos se detienen, Len se sorprende a sí mismo por detenerse a esperar que la chica se dirigiese a la entrada, Pilika lo mira algo extrañada, luego le sonríe tiernamente.

El joven posa su mano en su mejilla al sentir un suave tacto, se sonroja levemente – Te dije que no hicieras eso!!! – dice con enfado.

Pilika le continua sonriendo mientras se dirige a la puerta – Adiós!! – le dice al entrar.

Len vuelve a caminar, saca su mano de su mejilla y la mira, es la segunda vez que la peliazul se atreve a besarle. Es la primera chica que se atreve a hacerle eso, por lo que no sabe como reaccionar. Definitivamente su concentración se desvanece cada vez que esa joven esta cerca.

Jun saluda animadamente a su hermano cuando éste cruza la entrada de su casa. Len le devuelve el saludo tan fríamente como siempre y se dirige a su habitación. Su joven hermana lo sigue con la mirada, se extrañó un poco al notar las mejillas ruborizadas del chico.

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Un día Sábado en la mañana, Len se encuentra en el patio trasero entrenando artes marciales, se destaca es un chico bastante fuerte, por lo que nadie se atreve a tratar con él.

Tocan el timbre de la casa, Jun se dirige a la entrara – debe ser el cartero.... – dice mientras abre la puerta.

-Pilika?? – se extraña la mayor de los Tao

La joven esta vestida con una remera celeste de tres cuartos de manga, y una falda negra larga hasta las rodillas. En el cabello usa una coleta apegada a la cabeza.

-Creo que vine en mal momento... – dice la peliazul al notar la cara de asombro de Jun.

-No.... no... para nada.... es.... es solo que... – La joven se extraña más aún al ver los libros que Pilika lleva en su regazo...

-Para que son esos cuadernos??? – Jun se deja notar muy sorprendida – vienes a estudiar con Len???? – el tono de la mayor se deja notar con gran pasmo.

-Pues..... sí....- se extraña la peliazul – bueno... el miércoles hay una prueba de lenguaje... y bueno... me designaron de tutor a Len...

Jun la mira paralizada - Di... dices que Len es tu tutor? – la mayor esta demasiado sorprendida, y su rostro no demuestra lo contrario...

Len se acerca al oír los gritos de su hermana, al ver a Pilika se extraña – Qué haces aquí?? – dice algo sonrojado, después de todo la chica se ve muy hermosa.

Pilika se deja ver algo avergonzada – Lo.... lo siento... no creí que les molestaría mi presencia...

-No es eso.... – dice Len, para la sorpresa de su hermana. – Vienes por lo de la tutoría??

La peliazul afirma con la cabeza, bastante apenada – no tengo tu numero telefónico... por lo que tan solo vine... si les molesto... yo...

-Te dicen que no es eso... – interrumpe Len, Jun esta cada vez más sorprendida, las únicas palabras que había oído decir a su hermano y que se dirigieran a algún compañero eran: "lárgate", "no me molestes" o alguna cosa por el estilo.

-Espérame en la sala – ordena Len alejándose de la entrada – Me daré un baño...

Pilika obedece, Jun la encamina a la sala mientras que Len sube las escaleras en dirección a su cuarto.

-Espérame unos segundos... te traeré algo para comer... – dice cordialmente la mayor.

-Gracias – dice Pilika aún avergonzada.

Al irse la mayor de los Tao, Pilika comienza a ver las fotografías de la sala, le llama mucho la atención una en particular, don Len y Jun salen muy pequeños, de unos 4 y 6 años cada uno. Jun abraza las piernas de un personaje adulto, mientras que Len es cargado por una mujer de la misma edad del hombre. Las expresiones de los chicos demuestra mucha felicidad, El pequeño rostro de Len deja ver, en esa fotografía una hermosa y dulce sonrisa, al igual que Jun, pero de ella no le sorprende, pues siempre sonríe de esa manera.

-Creo que esa fue la última vez que Len sonrío de esa manera – se escucha una voz de un hombre mayor.

Pilika lo mira – desde la muerte de mi esposa Len ha cambiado mucho- continua el hombre.

La peliazul se sorprende -Su.... madre....

-Sufrió un accidente... – prosigue el hombre - Len estaba con ella cuando sucedió.

La peliazul lleva una de sus manos a su boca, dejando ver la sorpresa en su rostro.

-Que haces padre? – Len entra a la habitación, esta vestido con una remera sin mangas y un pantalón largo. Nota la expresión de asombro de Pilika – Le contaste la historia de mi madre... – afirma, dirigiendo la mirada al hombre.

El hombre sólo se retira, también le hace mal recordar el incidente de su esposa.

-No le hagas caso – Le dice el joven a la peliazul.

-Lo siento... Len... yo... no era mi intención entrometerme...

-Lo se... – dice secamente – ya vamos... hay una prueba el miércoles....- se dirigen a la mesa del comedor.

Jun mira de vez en cuando a los jóvenes mientras estudian, se extraña al notar la tenue expresión de tristeza que deja escapar la peliazul, La hermosa chica siempre se ha destacado por su ternura y alegría, pero en ese momento sus ojos demuestran lo contrario.

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La tarde pasa rápidamente, Pilika se sorprende ante la preocupación que demuestra el joven para que entienda todo.

En un momento Pilika se queda viendo al joven mientras le explica una materia, Len se extraña y le devuelve la mirada – Que te pasa?- cuestiona volviendo a desviar la mirada, siempre se ha incomodado cuando alguien lo mira a los ojos y la hermosa peliazul no era la excepción.

La joven le sonríe – No pensé que te esmeraras tanto en que entendiera.... – la chica mira su reloj, marcan las once de la noche – ya es tarde... – vuelve a mirar a Len – contestaste mis dudas sin que te preguntara nada...

Len la mira, la joven había oído cada palabra con mucha atención, luego vuelve a mirar hacia otro lugar – Pues entonces deberías irte... – dice levantándose de la mesa.

Pilika se levanta recogiendo sus cosas – Muchas gracias – le sonríe mientras se encaminan a la puerta.

Nuevamente la joven se le acerca para besarle la mejilla, Len reacciona girando la cabeza, pero al parecer no fue la mejor solución, volteo la cabeza erróneamente quedando frente a frente con la peliazul, la joven no alcanza a reaccionar, por lo que sus labios se unen por diminutos instantes con los del chico.

La sorpresa de Len no puedo ser disimulada por su rostro, al igual que la de Pilika, ambos chicos se separan rápidamente, mirando en direcciones diferentes – Te dije que no hicieras eso.... – dice Len en casi un susurro.

Pilika voltea dándole la espalda a Len – Adiós – dice muy avergonzada.

Len la sigue con la mirada mientras la chica comienza a alejarse, entra a su casa cerrando la puerta y cargándose en ella, roza con sus dedos la zona en que los labios de la joven chocaron con los suyos – Es una tonta! – dice dirigiéndose a su habitación.

Jun se le acerca – Creo que te simpatiza... – dice desde la escalera, interrumpiendo el paso de su hermano

-Cállate – dice tratando de pasar.

De pronto ambos sienten un grito, inmediatamente Len reconoce de quién se trata, Sin pensarlo dos veces el chico sale de su casa y corre en dirección a la de Pilika, en el camino encuentra que la chica esta en el suelo sujetada por dos tipos que la registran.

-Que demonios hacen!!! – dice Len corriendo directo hacia uno de ellos, con sus grandes habilidades lo golpea haciendo que suelte a la peliazul, luego al otro liberándola completamente. Sin moverla se encarga de que los tipos no vuelvan a acercársele, ante tal habilidades del muchacho, los dos hombres salen corriendo, intimidados.

Len voltea para ver a la chica, aún estaba en el suelo sus cuadernos estaban a su lado, al paarecer no alcanzaron a robarle nada.

El joven se arrodilla frente a ella – Estas bi...??

Len calla al sentir como su cintura es rodeada por los brazos de la joven y cómo en su pecho se dispone a reposar su rostro. El chico no atina a nada, escucha los sollozos de la peliazul.

-Tr...tranquila.... – es lo único que logra decir, se sorprende a sí mismo mientras rodea con sus brazos la figura de la chica pasándolos por los delicados hombros de la joven. Es la primera vez que la ve tan indefensa, completamente desamparada.

Se quedan así por unos momentos, la seguridad que la joven experimenta entre los brazos de Len es indescriptible, pero al descubrir lo que sucedía se separa avergonzada. Se levanta rápidamente – Gr...gracias – dice mientras recoge nerviosa sus cosas.

Len vuelve a reaccionar, se levanta mirando hacia otro lugar – C...Creo que llegué a tiempo...- se puede notar un ligero nerviosismo en su voz.

-Si... gracias... – vuelve a decir la joven alejándose de él, primero el tenue beso en los labios del chico y ahora se atreve a abrazarlo, se siente muy apenada.

El joven voltea en dirección a su casa – Adiós... – dice sin mirarla.

Pilika lo mira sorprendida, siempre es ella quien dice esa palabra y nunca recibe respuesta – Adiós... – contesta confundida, volteando para dirigirse a su casa.

~~~~~~~~~~FIC SIN TERMINAR~~~~~~~~~~~~~~~

Espero les haya gustado

Continuaré apenas pueda, pero por el momento espero hayan disfrutado de éste fic =)

HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.