~~*~~ El gran Baile ~~*~~

La semana pasaba bastante rápida, los chicos se arreglan con los profesores por sus últimas calificaciones. Pilika y Len aún reinan en los primeros 2 lugares de su salón.

Horo-Horo , para el orgullo de sus abuelos, finalizó su primer año de escuela, siendo el mejor de su clase.

Jun esta muy emocionada por que su hermano irá al baile de graduación con la joven peliazul, se encarga de comprarle un traje "decente" según ella, no esos pantalones suelos que usa siempre con la típica camisa y su camiseta debajo.

-Ya me estoy aburriendo... – alega el joven en la tienda mientras se prueba otro traje más.

-Quieres verte bien para ella... supongo.... – El novio de su hermana lo mira con una sonrisa pícara.

Len se sonroja y luego cruza los brazos mirando hacia otro lugar con su postura fría – Me da igual....

Jun reconoce la mentira de su hermano, sabe lo nervioso que se encuentra al saber que va con la peliazul a una fiesta tan importante.

-Creo que ese te queda bastante bien... – dice llevando su mano al mentón al igual que su novio. Es un traje de fiesta color negro, que resalta los ojos dorados de su hermano.

Len la mira, luego se mira a si mismo en el espejo – creo que a Pilika le gustará – se oye la voz de Jun.

El joven vuelve a sonrojarse ante el comentario, luego cierra la cortina del probador – Llevaremos este... ya me cansé de probarme todos los de la tienda! – alega mientras se comienza a cambiar.

Al mismo tiempo que Len se cambia, Jun se encarga de verle los zapatos y la corbata, ayudada por Lee y el vendedor.

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En cuando a Pilika se encuentra en otra tienda junto con su mejor amiga y su querido hermanito quien va tomado de la mano de la pelirroja mientras su hermana sale y entra del probador, cada vez con un vestido diferente.

El pequeño en un principio esta bastante emocionado al ver cómo su hermana va cambiando de vestido cada 5 minutos, pues, con todos se ve bastante bonita. Pero luego de primeros 45 minutos ya se empezaba a cansar.

-Te ves bien con cualquiera que te pongas.... – dice Tamao a su amiga.

-A todos le encuentro algo... – confiesa la peliazul que tambien se esta cansando de cambiarse tanto.

Se prueba uno bastante lindo, pero tampoco le gusta, por lo que se sienta junto a su amiga resignada, descansando unos momento.

-A Len le gustarás con cualquiera que te pongas – dice Tamao divertida, provocando un sonrojo por parte de su amiga.

El pequeño Horo, se separa unos momentos de las chicas, comienza a pasear viendo los cientos de miles de vestidos de fiesta que hay ahí, rogando que su hermana no tenga que probárselos todos.

Encuentra uno bastante bonito, se trata de un vestido sujetado por tiras en los hombros, sin espalda, que se amarra atrás con unos hilos. Tiene un corte diagonal que comienza de un lado para el otro, su lado más corto llega hasta la rodilla, llegando , hasta un poco más arriba de los talones por su lado de mayor longitud. Su color le llama mucho la atención, pasa por distintas tonalidades del color azul, partiendo con los más oscuros como el azul marino, desde la parte del pecho, hasta una tonalidad un tanto más oscuro que el color cielo por el final de la falda. Tiene brillo en lugares específicos, destacando algunas zonas del vestido.

El pequeño Horo se las arregla para poder alcanzarlo, al hacerlo, trata con todas su fuerzas de no dañarlo, pues sabe que es bastante bueno para romper cosas. Al llegar al lado de las chicas se lo pasa a su hermana.

-Éste me parece muy bonito... – dice sonriendo satisfecho después de cumplir si misión.

Pilika y Tamao quedan sorprendidas, el vestido es precioso, ambas le sonríen al pequeño en forma de agradecimiento. El precio es bastante razonable, por lo que no se hacen problema. Pilika se lo prueba.

-Definitivamente.... – dice Tamao, cuado la joven sale y le cuestiona con la mirada.

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El día del baile Pilika esta lista cerca de media hora antes de la hora acordada para que Len la fuese a buscar, se siente muy nerviosa.

El caso de Len no es tan diferente, esta en el auto de su padre escuchado música hace ya media hora, ha dejado el saco del traje en la silla del copiloto.

Jun se le acerca – Valla... nunca te he visto tan nervioso... – dice cargándose en la ventana de su hermano.

-Hace mucho que no conduzco... – miente el joven, tratando de excusar su nerviosismo.

Su hermana mayor le sonríe – Este podría ser tu oportunidad para decirle lo que sientes por ella... – le recomienda.

El joven de ojos dorados se sonroja, fija su mirada en el volante pensativo, luego mira a su hermana, disimulando indiferencia – Ya... cállate... – dice mirando su reloj.

-Ya es hora de que vallas a buscarla – dice pasándole un ramillete – que la pases bien...- Se aleja sonriéndole

Un escalofrío para por la espalda del joven al descubrir que era cierto, recibe el ramillete con un ligero temblor en su mano. Luego lo pone junto a su saco y se dispone a partir.

-Buena suerte – se oye la voz de su hermana.

Len levanta una mano en forma de despedida.

Tarda menos de 2 minutos en llegar a la casa de la joven, claro, si son prácticamente vecinos.

Sale del auto poniéndose su saco y con el ramillete en la mano.

Toca el timbre, el pequeñín peliazul se encarga de abrirle – Por fin llegaste....- le dice al verlo – Pilika ha estado como loca hace como una hora.

Len le sonríe, se siente aliviando al enterarse de que no era el único nervioso.- Donde está? – pregunta entrando levemente.

-PILIKA!!! – grita el pequeño hacia el interior de la casa.

-Ya voy!! – se oye la voz de la chica proveniente de adentro. – Había olvidado el ramillete – dice mientras se acerca.

Len abre los ojos de asombro, sonrojándose notoriamente, el vestido esta pegado la figura de la chica, haciendo resaltar sus dotes naturales, Tiene el cabello tomado casi completamente en un peinado muy bien hecho, dejando caer algunos cabellos por el cuello de la chica, lleva maquillaje ligero destacando el suave brillo que usa en los labios.

Pilika también se sonroja, Len se ve muy apuesto vestido de esa manera.

La joven se le acerca, Len se pone algo nervioso, ve el rostro de la joven más cerca de lo normal, pues esta más alta gracias a los tacones, pero sin sobrepasar la altura del muchacho.

Le pone el ramillete en el bolsillo del saco – Ahí esta... – le sonríe tiernamente.

El joven mira su pecho, nota que ese ramillete le da un toque especial a su traje.

Len prosigue con el suyo, Toma una de las tiras del vestido y comienza a atar el que trajo él, bastante nervioso, pues sin querer rosa uno de los pechos de la joven.

Ante tal tacto ambos se sonrojan.

-L.... lo siento... – tartamudea avergonzado.

La joven guarda silencio hasta que el chico termina, luego le toma el brazo y lo dirige hasta el auto.

-Ya vámonos... – dice con una sonrisa, evadiendo lo que acaba de suceder.

Ambos suben al automóvil y se dirigen a la fiesta que se efectuará en uno de los más elegantes restaurantes de la ciudad.

Al llegar Len se pone algo nervioso cuando la chica lo toma por el brazo, mientras él lo dobla para sostener la mano de la chica.

Entre ellos no hay intercambio de palabras, pero , ya están acostumbrados.

Al entrar hay un gran salón de baile, mientras que las mesas están alrededor. Ven que Tamao les hace señas desde una de las mesas para que se les acercara.

Ellos siguen en dirección a la pelirroja, notan que la pareja de la chica no esta a su lado.

-Y tu pareja? – pregunta la peliazul mientras se sienta, luego Len se sienta a su lado sacándose el saco para quedar con la camisa y la corbata.

-Está en el baño.... ya volverá. – dice sonriendo. – se ven muy bien – comenta.

-Tu también Tamao – contesta su amiga peliazul.

-Si... pero me refiero a la pareja que hacen – vuelve a sonreír, esta vez , algo divertida, le encanta ver como el rostro de sus amigos toma ese leve color rojo.

La pareja de la pelirroja se hace presente – Hola chicos... – saluda cordialmente sentándose al lado de Tamao.

Len no puede evitar la expresión de odio que comienza a adornar su rostro al ver a ese personaje. Pilika lo nota, pero saluda cordialmente a Lyserg que acaba de llegar.

-Hola... – contesta la peliazul, Len se limita a girar la mirada en otra dirección.

De pronto las luces comienzan a apagarse, dejando una especia de disco, con luces de varios colores que se prenden y apagan, en el interior del restaurante, la música lenta que al principio invadía el restaurante se torna más movida, pero eso no impide que los chicos conversen animadamente, menos Len.

Lyserg por fin comprendió los sentimientos de la peliazul hacia el chico que aparenta ser frío, por lo que ya dejó de insistirle desde hace ya un tiempo, pero no entiende por qué Len lo continúa mirando con ese odio inquebrantable.

Después de unos cuantos minutos Lyserg se levanta, ofraciéndole la mano a Tamao.

-Quieres bailar? – pegunta con gran cortesía.

La pelirroja recibe la mano del chico animadamente – Por supuesto – sonríe.

Al ver como su amiga se va con el chico de ojos verdes, la peliazul mira a su compañero que mira hacia otro lugar.

-Te dije que no se bailar.... – dice anticipándose a cualquier pregunta.

Pilika emite una ligera risita, haciendo que Len la mirara.

-Podríamos bailar una canción lenta... no se necesita mucha practica para esos bailes.... – propone la chica cargando sus codos en la mesa.

Len la mira, se ve muy hermosa, imposible negarse a tal bella diosa, gira su rostro en otra dirección – como quieras... – dice, haciendo que la chica sonría tiernamente.

Pasan unos momentos, de ves en cuando intercambian algunas palabras, Len se sorprende a si mismo cuando habla con la peliazul, pues nota como su tono de voz se ablanda cuando se trata de ella. En uno de los silencios Pilika toma la mano de Len entra las suyas, provocando un sonrojo por parte del chico.

La joven nota esa reacción, comienza a jugar con la mano de Len, que en esos momentos parece no tener movimiento propio, solo se deja guiar por las manos de la chica.

-Eres muy extraño... – le dice la chica sosteniendo la mano del chico junto a su cara.

-Y recién te vienes a dar cuenta?... – pregunta irónico, haciendo que la joven ría levemente.

-Lo digo en serio.... – dice aún sonriéndole – a veces eres muy tierno conmigo... pero otras te vuelves muy frío.

-Tierno?... – repite el joven con algo de asombro.

-Recuerdo que en el hospital besaste mi frente.... – menciona haciendo que el sonrojo de Len aumentara.

-También cuando me abrasaste en la escuela....

Len gira la cabeza en otra dirección – bueno... si te molestó me lo hubieras dicho...

Pilika vuelve a reír – no seas tonto.... – Len la gira la vista para mirarla nuevamente – Me gusta cuando eres así... – confiesa la joven sonrojándose levemente.

El joven la mira sorprendido, su mano aún esta entre las de ella que ahora comienzan a entrelazar los dedos con los suyos. Le dedica una sonrisa, una que sólo ella ha tenido la oportunidad de ver.

En ese momento tocan una canción lenta, al oírla Pilika se levanta tironeando a Len, no piensa desperdiciar una de las pocas oportunidades que le brindan esas canciones para bailar esa noche.

-Oye!... pero yo no se.... – repite el joven ya parado frente a la peliazul.

-Tú... solo sígueme...- le dice la chica acercándosele.

Hace que una de las manos del chico rodee su estrecha cintura, al sentir la suave piel de la espalda de la chica, el joven se sonroja. Pilika acomoda uno de sus brazos en el hombro del joven y en la otra sujeta la del chico cargándola en el pecho de él.

Pilika continúa a moverse de un lado a otro con mucha gracia, Len trata de imitar el movimiento.

-Lo siento.... – dice después de pisar levemente a su compañera de baile. – Te dije que no se.... afronta las consecuencias....

La joven le sonríe tiernamente.

Se quedan unos instantes así, bailando una ligera y suave canción, La joven se acomoda de tal forma de que su cabeza queda recargada en el pecho del chico, el cual sólo continúa el paso aceptando el gesto de la chica. Para la sorpresa de Pilika, el joven lleva su mano hasta el mentón de la chica haciendo que sus ojos queden sumergidos en los suyos.

La joven nota como el rostro del muchacho se acerca lentamente al de ella, ante lo cual reacciona cerrando lentamente los ojos esperando el con ansia aquel suave contacto.

Al ver que los ojos de la chica comienzan a cerrarse, Len la imita, esperando sentir un suave tacto.

La espera se torna cada vez más intoxicante, hasta que por fin es aliviada, los labios del chico, por fin se posan en los de la peliazul en su delicado beso, corto y sencillo. Después del cual Pilika abre los ojos para ver los de Len que ya la miraban.

La joven vuelve a cargar su cabeza en el pecho del muchacho, mientras él recorre la estrecha cintura de la chica con sus brazos.

-Me gustas mucho.... – confiesa la joven en un susurro casi inaudible, pero que el chico logra oír.

Después de unos instantes sin recibir respuesta, la joven reacciona al sentir un cálido beso en su cabello – Tú a mi.... contesta el chico apretando con ligera fuerza el cuerpo de la peliazul.

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Al terminar el baile, Len encamina a la chica hasta su casa, después de las confesiones ninguno se atrevió a regresar al tema durante toda la noche.

Al llegar, Len detiene el auto frente a la casa de la joven, el momento de la despedida les resulta algo difícil, pues han disfrutado mucho la compañía del otro. Se quedan unos minutos en silencio, que cada vez se torna un tanto incómodo.

-Adios Len.... – dice la peliazul al fin, quebrantando el rígido silencio.

-Adiós...... – contesta el joven.

Pilika no baja del auto, nuevamente los cubre el silencio.

La joven mira al chico, finalmente se decide. Se acomoda de tal forma para acercarse al chico.

Len la mira, comprende lo que la joven desea hacer por lo que también se acomoda.

Las manos de Pilika encaminan el rostro de Len hacia el suyo, después del tacto sus brazos rodean el cuello del chico.

Esta vez, el beso es un tanto desesperado, pues ambos lo deseaban, pero no reunían el valor suficiente, Pilika se atreve a introducir su lengua en la boca del chico, ante lo cual, Len contesta sin discusión.

El beso se torna apasionadamente lento, comienzan a disfrutar de ese suave tacto por varios minutos, sin apuros, sumidos en ese momento tan esperado por ambos.

Pilika se separa, decidiéndose a bajar.

-Bueno.... adiós... – dice abriendo la puerta. Len sólo la mira, ambos están sonrojados.

-A.... adiós... – dice Len girando el rostro hacia la calle.

Pilika lo vuelve a mirar, y le sonríe, Len vuelve la mirada y le contesta la sonrisa, en un acuerdo mental ambos se acercan nuevamente para besarse.

Ambos deseaban hace tanto estar juntos de esa manera, en ese cálido y tierno beso.... que ahora que lo consiguieron será difícil de deshacer.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~FIN~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bueno... ante aquellos reviews que atentaban contra mi vida, no me quedó otra más que terminar este fic, Espero les haya gustado a mis queridos lectores =)

Quiero informarles que entraré luego a estudiar, así que quiza me demore algún tiempo en empezar otro fanfiction. Aún así acepto recomendaciones para hacer otro (LenXPilika o lo que sea)

Ya sabrán mi estilo... Romance.

MUCHAS GRACIAS Y HASTA EL PROXIMO FIC!!!