By: Stentor II
El hombre estaba sentado al pie de su cama; su habitación, anteriormente limpia y ordenada, estaba revuelta y ensangrentada.
Su mirada perdida en el abismo que era su mente, sumida en los recuerdos, en el ayer...el hoy no vale la pena.
Con ojos llorosos recordó su pasado y el motivo de su actual estado. La antigua emoción que él reconoció como la felicidad, había desparecido, por completo. Sus sueños estaban ahora perdidos, eran papeles mojados por la lluvia interior que atormentaba su presente. ¿su vida? Ya no la tenía, "simples juegos de niños", ¡mentiras!: insultos, puras ofensas... y venganza.
Dejando rojas marcas en el suelo de madera, con sus pies descalzos, se dirigió hacia el baño, lavo su rostro; se desvistió y se sentó dentro de la tina llena de agua, su peor momento, recordar aquel instante en que su alegría se quebraba como un cristal, y su mundo no le mostró otro camino que el que marcó su vida, su pasado; y su futuro... el rojo. Ese camino rojo de sangre, que mostraba un río de odio e ira. La sangre marco su vida en el segundo en que esos... "santos" se la llevaron, junto a él. Esa misma sangre, hoy revela un camino... sin recorrer, desconocido; que llevará al hombre a volverse una bestia, que llevará al ángel a perderse en las mentiras, que incendiará las memorias disipadas. Sin quererlo él hombre lo hará, sin pensarlo cambiará y sin entenderlo él, Severus Snape, devastará sus ruinas. Perdiéndose en el camino, camino rojo...
Sus ojos cansados, mostraron como dormía mientras se refrescaba con el agua, gris de tierra, manchada de sangre; soñando. Momentos mas tarde Severus se levantó, vistió, fue hacia la entrada de su sencilla casa; y salió apresuradamente de aquel lugar... la lluvia disimulaba las lagrimas que brotaban heladas de sus ojos, golpeándole la sien y su cara, que con el tiempo fue demacrándose y arruinando su aspecto, él no sabía a donde se dirigía con exactitud, pero debía alejarse de su hogar. en un instante recordó aquel momento en el que su antiguo compañero le hablo de una nueva y única oportunidad, Lucius Malfoy había dicho que ya era la época de reinar, junto al maestro, de ser bestias junto a la sangre de cumplir el verdadero sentido de la vida: matar
