Prólogo: "Despedida"

"Y ahí me encontraba yo, en medio de todas las personas que han venido a despedirse de ti, te veo tan pálido, con esa sonrisa que siempre llevabas, y todavía no me creo que estés muerto, pero lo estas, yo misma vi como te alcanzaba el rayo, yo te sostuve mientras caías en los fríos brazos de la muerte, ¿por que tuviste que hacerlo?..."

La lluvia caía ininterrumpidamente sobre las personas que se encontraban en el cementerio, llovía desde muy temprano, parecía que el cielo también estuviese llorando por la cantidad de perdidas que ocurrieron el día anterior, muertes causadas por un gran ataque al colegio donde la mayoría de los presentes en el funeral estudiaban, esa batalla había acabado, pero no sin antes llevarse a varias personas queridas y otras no tanto: el Señor Oscuro había sido vencido. Ahora se encontraban despidiéndose de todas las personas que habían muerto en la batalla: el director Dumbledore, varios aurores, unos cuantos profesores (para desgracia de varios alumnos Severus Snape no estaba entre ellos), y también algunos alumnos, muchos de ellos de séptimo grado… y uno muy querido para ella.

A pesar de ser de casas distintas lo había querido con locura y con él había descubierto el amor, quizás nadie les entendiera después de todos esos años, pero ellos se querían en secreto, ya que no se lo dijeron a nadie, ese era el gran secreto de ambos. Quizás por ello, todo el mundo se extrañó cuando vieron a la muchacha en el funeral del joven, pero podría ser que, al morir él en sus brazos, fuera una especie de homenaje, pero ella sabia que no, que era mas que una despedida, que se iba el hombre al que amaba. El muchacho renegó de su destino por ella, se desvió del rumbo que se le marcó desde pequeño, lucho para protegerla, y…. por ella murió, pues el rayo verde se dirigía a ella, por ser ella lo que era, y él se puso en medio, y murió, murió al protegerla. Ella le sostuvo en sus brazos y escucho de esos labios un "te quiero", palabra que había oído mas veces de esa boca, pero que esta vez seria la ultima, se acerco a sus labios y le dio un ultimo beso, sintió los fríos labios de él y lo supo, ya no volvería a verle más y lloró, lloró hasta que sus lágrimas se mezclaron con la lluvia que comenzaba a caer a esa hora de la tarde y que todavía duraba.

Cerraron sus ojos

que aun tenía abiertos,

taparon su cara

con un blanco lienzo,

y unos sollozando,

otros en silencio,

de la triste alcoba

todos se salieron*

- Polvo somos y en polvo nos convertiremos…

Una voz la sacó de sus pensamientos, estaba de nuevo recordando la tarde-noche anterior, cuando todos sus sueños se derrumbaron como un castillo de naipes al ver el cuerpo sin vida del muchacho entre sus brazos, la vida que ambos se imaginaron juntos ya no podría suceder, pues la muerte se llevo al muchacho cuando apenas este había descubierto la vida… y a ella.

- ¿Estas bien? – una mano se poso en su hombro, de nuevo sacándola de sus pensamientos, se volvió hacia atrás hasta encontrarse con la mirada de un joven.

- Si, estoy bien, Harry – respondió, él siempre había estado a su lado, apoyándola, quizás supiera su secreto, se conocían ambos perfectamente y quizás por eso es por lo que había venido a acompañarla a ese lugar. La voz de la muchacha denotaba que no estaba bien, y las lágrimas que le corrían por las mejillas verificaban este hecho.

- Si me necesitas, ya sabes donde estoy – le susurro Harry al oído mientras le retiraba una de las múltiples lagrimas que le caían por la cara. Después de ese gesto se retiro hacia el castillo que se alzaba majestuosamente pero todavía con síntomas de la gran batalla acaecida hace unas horas.

La muchacha vio como el joven se alejaba, a pesar de todas las heridas sufridas y de todo el dolor que tuvo que aguantar (él más que nadie) todavía tenía fuerzas para acompañarla en ese duro trance para ella.

Volvió su mirada hasta el ataúd en donde se encontraba el cuerpo del muchacho que amaba y amaría por siempre, todavía no se creía que él muriese por ella, quien lo iba a decir cuando unos años antes eran enemigos declarados, siempre discutiendo por los pasillos de la escuela porque él la consideraba inferior, pero, como bien dicen, el amor lo cambio todo y ese ultimo año, en vez de insultarse por los pasillos, se iban encontrando para dar rienda suelta a su amor: besos, caricias y descubrimientos de ambos a la luz de las velas, en las noches en que los dos escapaban para ver al otro… Que lejos quedaban ahora esos encuentros. Pero ahora… ahora ya no podría disfrutar de esos labios, ya no podría perderse en las profundidades de sus grises y calidos ojos, deleitarse acariciando su pelo rubio… ya nunca mas volvería a verle…ya no volvería a ver a su amado, el joven que se sacrificó por ella…

Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas confundiéndose con la lluvia mientras veía como bajaban el ataúd al hoyo hecho en la mojada tierra y lo iban cubriendo poco a poco.

El funeral siguió su curso, el sacerdote dio al fin por finalizada la ceremonia y, uno a uno, todos los asistentes fueron abandonando el lugar, tan solo quedo una sombra observando el lugar. De la figura, totalmente recubierta por una amplia capa negra, solo se podía distinguir el rostro de una muchacha totalmente deshecha en lágrimas y los ojos reflejando su profunda tristeza. Cuando se aseguro de que todo el mundo se había ido y no había nadie cerca se acerco a la tumba reciente, se arrodilló frente a ella y pasando una y otra vez sus blancas manos por el nombre escrito en la lapida susurro el nombre escrito mientras sus lágrimas caían a la tierra que sepultaba el cuerpo del muchacho.

- Draco… Draco…. – susurraba al viento la joven.

Agacho la cabeza hasta que sus labios rozaron el mármol de la lápida, sintió como esto también estaba frío, el mismo que sintió cuando besó por última vez los labios del muchacho que ahora se encontraba dos metros bajo tierra.

No quería irse de allí, no quería abandonar su tumba, pero tenia por delante muchas cosas que hacer por ella y…. por él, pues a partir de ese momento disfrutaría de la vida que a él se le negó, ella la disfrutaría por los dos, por eso se había sacrificado él, para que ella pudiese vivir, y no, no le defraudaría, eso prometió mientras acariciaba continuamente el nombre inscrito en el mármol.

Lentamente la joven se levanto y sacando de entre sus ropas una rosa roja, símbolo de su amor, la deposito dulcemente en la fría tierra que cubría al único hombre que amaba. Tras este gesto, la muchacha se limpió con el dorso de la mano las lagrimas que corrían incesantes por su cara y se encamino hacia la salida de aquel cementerio.

Al llegar a las verjas, echó una última mirada a la tumba y traspasando las vallas que le separaban de ese lugar, se encaminó a la calle dispuesta a afrontar la vida que se le presentaba por delante. En ese momento, la lluvia dejó de caer y, tímidamente, de entre los nubarrones que cubrían el cielo, apareció un rayo de luz que dio directamente en la muchacha como animándole a seguir adelante, si, eso haría, seguiría adelante.

La oscuridad y la lluvia dieron paso a un creciente amanecer símbolo de nueva vida. Una persona vestida de negro se confundía con la noche hasta que un soplo de viento echó hacia atrás la capucha que le cubría la cara revelando así un cabello rojo que se confundió con los primeros rayos de luz que en ese momento aparecían. La joven no se volvió a poner la capucha en un gesto de demostrar que iba a hacer frente a todo lo que tendría por delante. Camino por la calle hasta perderse en los primeros rayos de luz que asomaban en esos momentos, su pelo rojo ondeaba con el viento que en esos momentos soplaba y se fundió con el amanecer.

Sin que ella lo sospechara, algo en su interior estaba cambiado y no sólo era su impulso de seguir adelante, era algo más…

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* Rima LXXIII de Gustavo Adolfo Bécquer

Espero que les haya gustado, ya saben, dejen reviews!!!!!

Por cierto, no se cuando actualizare la historia, (pero no se preocupen, no la voy a abandonar, tengo todo desarrollado en la cabeza), aparte de esta tengo una historia mas larga (continuación del libro 5 oficial, lleva actualmente 5 capítulos y también el desarrollo en la cabeza) y varias historias cortas para escribirlas en el ordenador, entre ellas una serie que quiero hacer de song-fic (para la gente que le interese serán canciones de Alejandro Sanz y al menos serán 10 canciones con varias parejas, si, al menos una canción será D/G, ya lo verán).

Me dicen si les interesa, ¿vale?

Hasta luego y espero que no me abandonen.

Besos y saludos a tod@s