Saludos a tod@s

Siento la espera, pero entre unas cosas y otras (y exámenes, que estoy en plena temporada de ellos), no pude subir el capitulo 5 en cuanto lo tuve listo. Esto se fue demorando y cuando quise ponerlo en Internet, pues no tenia ordenador :(, así que, me fui a mi habitación a estudiar y… escribí el capitulo 6 de un tirón (jeje, así estudio)

A cambio de tan larga espera, os recompenso con los dos capítulos, disfrútenlos (empecemos primero a repartir pañuelos para el capitulo 6 ^.^)

Ahora, mis maravillosos reviews (que alegría cuando los leo)

Jack Dawson: Gracias, en el capi 6 veras mas de esa pareja. Decidí que se veían mejor juntos, y quien sabe, puede que dentro de poco tengamos una sorpresa. Y Harry, pues, se sacrifico, pero no han encontrado su cuerpo (¿a quien me recuerda eso?...., no se la muerte no devuelve a sus victimas :(…)

KaTy: No hay problema en que me molestes las veces que quieras, sin importancia, jeje. Ya ves, en esta ocasión no he sido tan rápida, pero a cambio hay… 2 capítulos. Y lo se, Parkinson es muy……… y recibió un fuerte castigo, ya viste. El niño, si, muy simpático, pronto lo veremos de nuevo.

Iraty Rowling: Que bien verte por aquí. (Contenta) A tus preguntas, pues Ron se caso con Hermione (no es obvio), y esta es profesora de Transformación (McGonagall es la directora ahora) ^.^ Espero que disfrutes de estos dos capítulos (ya ves, sigo en mi línea de siempre, pañuelos a mano por favor, jeje)

Disfruten de los capítulos, y ya saben, dejen reviews con sus opiniones. Un saludo y un beso muy grandes para todos.

Capitulo 5: Sucedió en la noche

Los primeros días en el castillo fueron de redescubrimiento de este. A pesar de que mi vida, durante unos seis largos años, hubo trascurrido tras esas paredes, ahora me parecía descubrir de nuevo los mágicos secretos que este escondía… todas las estancias que alguna vez pise y que deje en mi memoria hasta ese día de regreso aparecían ante mí sin ningún deterioro, todo parecía igual y sin cambiar, lo único que parecía que había cambiado era mi cuerpo, yo solamente, nada del castillo hacia pensar que muchos años habían pasado hasta que, de nuevo, volví allí.

Tanto tiempo trascurrido, tantos años desde que estuve aquí y nada ha cambiado, nada excepto yo… pero, no, todo parecía distinto si sabias ver, si observabas las grietas invisibles que adornaban las paredes, si veías el oxido que empezaba a vislumbrarse en las armaduras… si sabias ver, podías encontrar que todo había cambiado esa noche y que, igual que la vida de los que la vivimos y presenciamos los acontecimientos, ya nada seria lo mismo, todo estaba profundamente cambiado y trasformado.

Apoyada en la ventana, observando el pacifico y tranquilo cielo, las estrellas tintineantes y brillantes que lo adornaban, la luna creciente y el cielo despejado de todas nubes, observando las constelaciones que suavemente aparecían frente a mis ojos, buscando con la mirada aquella formación de puntos que se situaba entre las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor, aquella que brillaba mas: Eltanin, o también llamada Gamma Draconis, era la que mas resplandecía entre la constelación Dragón, y donde mis ojos se posaban en estos días tranquilos, haciendo que mis pensamientos se trasladasen muy lejos en el tiempo.

En esos momentos sentía que los recuerdos venían y se posaban en los rayos de luz blanca y se colaban por la ventana, rozándome en la piel y trayéndome lejanos sucesos.

Las luces jugaban con las sombras, creando figuras e iluminando los rincones mas oscuros de esa parte del castillo donde yo me escondía en mi quinto curso, y en el siguiente, cuando todo parecía desbordarse a mi alrededor, era mi refugio y mi vía de evasión de todo lo que me rodeaba, y fue allí también donde descubrí el verdadero significado de algo que para mi parecía lejano, allí aprendí a amar como nunca antes había imaginado. Los rayos de luna me empezaron a traer recuerdos olvidados, sensaciones de una noche, aquella noche, aquella hora en que se dictamino lo que sucedió…

Apoyada en la ventana recordaba la ultima vez que lo vi, allí, en paz, antes de que se despidiera para siempre, antes de que mi vida se estrellase para no volver a ser igual, antes de la batalla. Mirando al cielo, mis ojos se volvieron a posar sobre la estrella que más brillaba para mí en esa hora.

El viento soplaba tranquilo, pasando por las cortinas del lugar, haciéndome imaginar que decían palabras que no existirán, trayendo recuerdos no olvidados y guardados en el corazón, haciéndome retroceder en el tiempo.

- Ginny…

- Yo, ¿preocupado?.... no……. bueno…… si…. pero solo por ti

En ese instante pensé que había retrocedido en el tiempo, todo había sido tan vivido, la imagen había regresado a mi, recordé el ultimo suceso juntos, la ultima noche…tan real… aunque en mi mente sabia que no lo era, pero mi corazón se negaba a creer una y otra vez que ya no volvería a oír su voz. El viento jugó con mi pelo, como él lo hacia, y por primera vez en esos años trascurridos, sentí que él estaba a mi lado, mas fuerte que otras veces, su presencia era mas real, mas "vivida". Escondido en el viento, inmerso en la eternidad, él estaba conmigo y, desde la muerte, velaba por mí.

Un ruido en la puerta se escuchó, me pareció regresar a mis tiempos de estudiante, todo pareció retroceder, mis ropas se volvieron negras, como el uniforme de la escuela, y una bruma envolvió la habitación y cuando se despejó… allí estaba él, apoyado en el marco, una visión del pasado, idéntico a como lo vi por ultima vez.

- Draco – exclamaron mis labios tímidamente, mi corazón se aceleró ante la visión, mis ojos se empezaron a llenar de humedad, al ver ante mí a quien no creía ver más.

En la habitación solo estábamos los dos, él y yo, como la ultima vez, las cosas parecían no haber cambiado, el tiempo no había trascurrido y los sucesos no habían acontecido nunca.

Él y yo, los dos, juntos y nadie nos separaría mas.

Alargué mi mano hacia él, quería tocarle, comprobar que no era una broma de la noche, comprobar que era real y que se quedaría junto a mí para siempre.

Mi mano temblorosa intentó acercarse, y tal y como había venido, la bruma, una niebla espesa, cubrió la habitación, dejándome de nuevo sola, ya con mi cuerpo de adulta, ya no era una niña. Una visión fugaz, eso era lo que era.

Una ráfaga de viento creí sentir jugando con mi pelo, partía del lugar donde había aparecido él, me rozó y creí oler la fragancia que siempre le acompañaba, eso me confirmo que no era una ilusión lo que había visto, él había venido a verme y ahora se despedía, saliendo por la ventana, hacia las estrellas, hacia la inmensidad, y recordándome que siempre estaba a mi lado, pues creí oír mi nombre susurrado en mis oídos antes de que la ultima brizna de viento desapareciera de ahí…

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"El ruido de la puerta hizo que la única ocupante de la habitación se sobresaltase, era su refugio y alguien estaba perturbando su tranquilidad.

- Malfoy – se escuchó decir a la joven al descubrir quien era el intruso.

- Weasley – dijo despectivamente el estudiante de séptimo curso cuando descubrió a la otra persona, eran los primeros días de ese nuevo año escolar.

- ¿Que haces?

- Lo que a ti no te importa – contesto este malhumorado. - ¿Y tu?

- Pensar.

- No sabia que los pobretones tuvieran cerebro – se burlo.

- Y yo tampoco sabia que los ricos y despreciables pudiera necesitar estar solos. ¿Que pasa?, ¿que a tus guardaespaldas, o a tu noviecita, no les gusta tu compañía?

- Cállate

- Yo me callo si quiero – contesto la pelirroja, no iba a consentir que su descanso se viera perturbado.

- No sabes nada

- ¿Que no se?, responde. – amenazó seriamente la muchacha agarrando la varita fuerte en la mano. La respuesta del otro joven fue salir de la habitación, conteniendo un gesto de dolor en los labios y saliendo con la cabeza alta, como si no le importara lo que le sucediera al dar la espalda a la otra persona.

Ese fue el primer encuentro de ambos, y conforme pasaba el tiempo, parecía que sus encuentros en la torre eran menos fortuitos, y más buscados.

- Malfoy – dijo la ocupante de la habitación al oír cerrar la puerta, y sin ni siquiera volver a ver al intruso

- Weasley – el tono de voz ya no era tan arrogante como el principio, pero seguía teniendo esa altivez propia de su familia. Se sentó en el otro extremo de la sala.

Poco a poco, esa distancia entre ambos se fue reduciendo, hasta que las conversaciones fueron más que las dos palabras que se decían al entrar en la habitación.

- ¿Que te preocupa? – se decidió a preguntar Draco una noche de tantas, en las que ambos se encontraban mirando las estrellas.

- Nada – contesto la pelirroja evadiendo las miradas del otro - ¿Y a ti?

- Nada – volvió a posar sus ojos en una estrella que brillaba mucho en lo alto del cielo, cerca de la Osa Mayor.

- ¿Por que te escondes? – otra noche de tantas, ambos se encontraban en la habitación, mirando los terrenos.

- A veces necesito estar solo para pensar.

- ¿Pensar en que?

- Pensar en lo que me espera cuando termine aquí, mi destino ya esta trazado, pero no me gusta su recorrido. A veces quisiera ser otra persona…

- ¿No te gusta ser tu?

- No, es decir, si, pero no que me digan lo que tengo que hacer y cuando… quiero vivir mi vida como yo quiera…

- Vuelves a estar aquí, no te vi en el banquete de Halloween – pregunto el recién llegado

- ¿Para que?, nadie se fijaría en mi – se volvió hacia el muchacho.

- ¿Eso es lo que te preocupa?, saber que nadie se preocupa por ti, que nadie se dará cuenta de tu desaparición…

- Exacto – la otra agachó la cabeza, mirando al suelo, eso era lo que le ocurría y lo que le preocupaba.

- Pero… Wea…- empezó a decir, pero rápidamente rectificó - Virginia… hay alguien que se ha preocupado por ti.

- ¿Quien?, nadie se daría cuenta de mi desaparición – dijo con lágrimas en los ojos, sin darse cuenta de que Draco había pronunciado su nombre, no su apellido.

- Hay una persona que se ha dado cuenta de que no estabas allí. – lentamente se acercó a la ventana, donde se encontraba apoyada la muchacha. – Hay alguien que te buscaba, y al no encontrarte vino a buscarte – cogio la barbilla de la pelirroja y alzándola hasta que las dos miradas se cruzaron, no hizo falta palabras, los ojos se dijeron todo, y las bocas de ambos se juntaron sin oponer resistencia por parte de ninguno de los dos…"

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

- ¿Ginny? – se escuchó decir a una voz desde la puerta de la habitación, seguidamente, una cabeza pelirroja apareció tras el marco de la puerta, Ron Weasley entró a las tinieblas de la sala encontrándose a su hermana apoyada en la pared, sentada y agarrándose las rodillas, sollozando silenciosamente. Esta, al comprobar de quien se trataba intento contener sus lágrimas, pero no lo logró, las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.

- Ginny, ¿estas bien? – volvió a preguntar su hermano agachándose hasta su altura y mirándola directamente a la cara, el gesto de la muchacha fue echarse a sus brazos y dejarse consolar sin palabras, en ese momento no necesitaba decir nada, pues sabia o creía saber lo que le sucedía.