Saludos a tod@s, ¿Qué tal los exámenes y las clases? Espero que bien, mejor que a mi seguro, yo aquí hasta arriba de exámenes y teniendo que estudiar tropecientas mil hojas para dentro de dos días ( - jueves-y unas cuantas mas para el viernes), sipi, esto es la dura vida del estudiante :-( Hasta el cinco de marzo así voy, y para acabar, una presentación para el lunes ocho (bien, todo junto, muy "buenos" los profesores… se nota que no los quiero mucho, jejeje) Y a donde me lleva esto… pues a que mi mente trabaje en modo hiperactivo y tras las largas sesiones maratonianas de estudio, me quede unas cuantas horas mas (por la madrugada) escribiendo para así despejar la mente… es un buen ejercicio, lo recomiendo.

Bueno, ahora si, primero los reviews (poquitos, pero valiosos, gracias por ellos)

Jack Dawson = Me alegra que te hayan gustado, si, pobres, pero no es un fic alegre, no se por qué, pero me encuentro mas a gusto en la tragedia y el drama… o el misterio, además, la vida no es todo alegrías… Uhmm… ya ves, tengo tiempo para los estudios, aunque después las notas ya dirán el grado de atención que les presto, jeje. No, voy bien, solo que la universidad es muy dura, bastante… Ah, lee la nota please. Sin mas dilación, espero que este capitulo te guste.

Iraty Rowling = Ok, gracias por los dos reviews, lo agradezco mucho. Veamos, me sonrojaste cuando has puesto que te emocionaste… ^.^ Esa es de las escenas que una vez empiezas a escribirlas no sabes donde va a acabar (teóricamente solo el principio estaba planeado… después… pues el beso… uhm… salio solo… ya me gustaría estar en esa situación…) Mariposas en el estomago, cuando yo misma lo leía (al corregir las faltas y todo eso) me di cuenta de la emoción de la escena y no cambie absolutamente nada desde que la escribí (100% en el momento). Y en el otro capitulo, los latidos… el trozo ese, el que habla de los latidos… también me emocione con ello… esa rara poesía la escribí en una clase (me aburro mucho, ¿se nota?) y la metí allí. Creo que me pillo en plena época romanticota… (hace tiempo tuve la de tragedia… a saber donde acabo ahora, jeje). Veamos, la propuesta de Hermione, creo que en este capitulo la conocerás, no es tan difícil, ¿o si?, sorry, soy a veces tan rebuscada… Y ya ves, pronto continuo, aunque nadando entre exámenes y trabajos, jeje, y con la otra historia que llevo… no se como aguanto este ritmo… buff, a saber. Ah, espero que también te guste este capitulo y lee la nota y me opinas, ok. Muchos saludos.

KaTy = No vas a ganar para pañuelos muchacha. Ok, gracias por tu comentario. Ah, y antes de leer este capitulo, no se… creo que te recomendaría tener algunos pañuelos mas al lado (aunque no se si los necesitaras, eso depende del grado de sensibilidad que tengas…). Ehmm… que mas decirte… uhmm… solo disfruta del capitulo. (Y opina sobre la nota, gracias por adelantado).

angela30 = Si, es un fic triste (creo que ya se lo comento a alguien aquí), no se, me siento mejor con las cosas que son dramáticas, aunque no se de donde me salio esa racha… A tu pregunta, pues… Harry esta, lo que digamos, "fuera de combate", muerto o desaparecido, mas bien, "pagó el precio", es decir, era su vida a cambio de haber llamado a la muerte para cobrarse las muertes de ya-sabes-quien, no era tan fácil de derrotar y se sacrifico a si mismo (al final, pero lo hizo, sólo quería graduarse al final, nada mas)… Creo que sabremos mas cosas de ello, porque todavía falta muchas historia (o si no, lee la nota) poco a poco se ira entendiendo esa parte. Ah, y ves, continuo rápido, creo que cuando mas cosas tengo que hacer, parece que saco tiempo hasta de debajo de las piedras, jeje. Muchos besos y abrazos a ti también. Pd: Espero que te siga gustando la historia.

A ver, veamos… creo que algo se me olvida… ah, ya esta, la nota, aquí esta:

Esta historia esta llegando a su fin, ya quedan poco para que la palabra fin sea puesta… Lo que empezó como una pequeña manera de desahogar sentimientos se ha trasformado en un proyecto mas grande… Tengo que comunicarles que este fic va a formar parte de una trilogía, próximamente veremos "Nuevos Comienzos II" (nombre provisional, ya veremos como se llamara). Así que les pido su opinión, ¿Quiénes creen que lo van a protagonizar? ¿De que tratara?... ¿Es bueno este desvarío de la autora?, jeje. Espero que me digan lo que piensan, solo les adelanto que mas o menos creo que seguirá la línea de este, es decir, se mezclaran los recuerdos del pasado con los del presente (ya empiezan a adivinar de quienes se tratan?, espero que si). Espero que me contesten con lo que sea. En esa segunda parte sabremos más sobre lo sucedido y todo lo que se deja al aire en esta primera historia. Díganme su opinión, please.

Ahora si, ya pueden leer el capitulo, y no olviden ponerme todo lo que se les ocurra por la mente. Muchos besos a tod@s.

Capitulo 7: Revelaciones

"Ese verano, en la casa donde siempre se sentía alegría, donde las risas y las bromas parecían estar siempre, donde reinaba una armonía y una felicidad permanente, allí, en ese lugar, ahora, los rostros no reflejaban esos antiguos sentimientos.

Pues, una guerra había acabado, y muchas bajas sucedieron, mucho se perdió en ese ataque, y más después, cuando nadie lo esperaba, una persona muy especial para esa familia pelirroja hubo desaparecido, y eso se reflejaba en los rostros de todos los habitantes.

El padre de familia iba y venia a la casa cuando su trabajo se lo permitía, pues la reconstrucción y el retorno a la normalidad cuesta mucho a un gobierno, y si es mundial, todavía mas, pero siempre, siempre el panorama era el mismo, rostros sombríos y lágrimas de dolor.

Deambulaban como almas en pena, saliendo, entrando en las estancias, sirviéndose la comida, comiendo en silencio, cada uno dentro de sus propios pensamientos, cada uno perdido en sus recuerdos… desde que el curso había acabado, con mas pena que alegría, los rostros de los pelirrojos todavía no habían esbozado una sonrisa.

Uno a uno, todos en la mesa, el padre en la cabecera, la madre sirviendo la comida, pero el silencio siempre presente, se pasaban los platos, comían, con los pensamientos en el aire, pensando en lo vivido, y aunque sin palabras, sabían que todos ellos se acompañaban, todos estaban pensando en lo mismo, siempre en el mismo hecho…

- ¿Por que? – era la pregunta que mas veces se podía escuchar en las mentes de todos los miembros de la familia Weasley - ¿Por qué al final? ¿Por qué sucedió aquello?

Cada vez que se sentaban a la mesa, en la destartalada cocina, se hacia patente la ausencia de una persona, una que, aunque no miembro de la familia, para la mayoría había sido como un hijo, como un hermano…

Así que, cucharada tras cucharada, plato tras plato, las comidas trascurrían con tremendo silencio, el mismo que gobernaba toda la casa desde unas semanas atrás, ni siquiera los vivarachos gemelos y bromistas natos tenían su alegría típica, todo había cambiado desde el ataque.

La comida se vio de pronto interrumpida por el ruido de una silla que resbalaba, alejándose de la mesa, la menor de los hijos salía corriendo rápidamente, tras pedir permiso, en dirección al baño, se sentía indispuesta y esa no era la primera vez que le pasaba.

Arthur y Molly, los padres de todos ellos, se miraron, intentando adivinar que era lo que le podía ocurrir a su única hija, ella seria la única que volvería el año siguiente al colegio, ya los demás habían acabado. El resto de los varones de la mesa siguió comiendo.

- Voy a ver – acertó a decir la madre Weasley yendo por el camino por donde había desaparecido la muchacha.

No tuvo que andar mucho, pues, tras la puerta del baño que se encontraba en esa planta primera, se oían ruidos, como si una persona estuviera vomitando.

- Hija, ¿estas bien?

- No, no… - dijo Ginny sentándose en el suelo, tras haber vaciado por completo su estomago de la comida anteriormente tomada, se sentía extraña, muy extraña, desde su vuelta de vacaciones siempre se levantaba con nauseas, y las ganas de vomitar eran frecuentes, pero nunca se le habían manifestado antes enfrente de su familia. – Me encuentro… - no terminó la frase, una arcada mas le hizo doblar de nuevo el cuerpo hacia la taza, vaciando lo poco que le quedaba.

- ¿Es por…?

- No lo se – de nuevo un respiro.

- Todo fue muy duro – su madre se acercó y le limpio cuidadosamente – todo lo que sucedió esa noche, las muertes que vistes, el dolor, las perdidas, el desastre… - sacudió la cabeza, como intentando alejar todos esos pensamiento – ahora te vuelven a la mente… Cariño, si nos necesitas, ahí estaremos, algún día lograras que no duelan los recuerdos…

"No se porqué, pero mi mano se deslizó hasta mi estomago, mientras veía como mi madre salía de la habitación, en ese momento no recordaba malos recuerdos, si no uno muy especial, uno de unas semanas atrás… uno con un muchacho que ya había partido hacia el sueño eterno, salvándome a mi de las garras de la muerte"

******

En una de las blancas camas del hospital San Mungo se hallaba acostada una muchacha pelirroja de aproximadamente unos dieciséis años, miraba hacia el techo, esperando la venida del doctor, le acompañaba su madre, la misma que le acompañó a la consulta, tras unos días con malestar general.

No se oía ni una palabra, solo en lento paso de las hojas de la revista que la más mayor de ambas estaba hojeando, mas que nada para pasar el rato, en espera de que alguien les atendiese, llevaban ya mucho tiempo en esa habitación y nadie les parecía hacer caso.

La ocupante de la cama dio una vuelta, quedándose recostada sobre su lado izquierdo, ahora se quedaba mirando hacia la cortina que delimitaba la zona de su cama, los mechones de su pelo cayeron sobre su cara, y un suspiro de aburrimiento salio de sus labios, ¿Qué era lo que le pasaba para que tardaran tanto?

De improviso, un hombre con bata verde entró en la sala, en las manos llevaba varios papeles y en el rostro una expresión indescriptible, era difícil de averiguar que era lo que ocurría, si era bueno o era malo.

- Señora Weasley – saludó, y esta dejó la revista encima de la silla desocupada que tenia al lado – señorita Weasley – una leve inclinación hacia la figura que se incorporaba en la cama, sentándose.

- Doctor, ¿Qué es lo que ocurre? – Molly se aproximó hacia él, quería saber que era lo que le provocaba a su hija esos malestares.

- Es mas fácil de lo que parece – dijo el doctor con una sonrisa en la boca, la primera que se le veía desde que les atendiera – felicidades, va a ser abuela.

*****

- ¿Qué? – la noticia cayó como una jarra de agua fría en el resto de la familia, nadie se podía esperar ese desenlace a la misteriosa enfermedad de la pequeña de la casa.

- ¿Quién?

- ¿Cuándo?

- ¿Cómo?

- Fred, el como ya lo sabes – contesto alguien y la tensión se liberó solo un poco en la pequeña cocina de la casa, solo un poco pero lo suficiente para que el nerviosismo de la futura madre se evadiera algo.

- No lo se… fue… una… vez… – la mirada baja y las manos nerviosas, no quería mirar a los ojos a sus hermanos, sobretodo a aquel que tenia enfrente, que seguro le retiraría la palabra en cuanto dijera el nombre del padre.

- Él… ya sabes… ¿esta vivo? – negación con la cabeza.

- ¿Tiene tu misma edad?

- Un… año… mas – alcanzó a decir en un hilo de voz

- Entonces… ¿murió este año? – afirmación.

Murmullos se oyeron en ese momento en la sala, pero a los oídos de la pelirroja no llegó clara ni una palabra, tampoco le apetecía escuchar lo que pensaba su familia de la identidad del padre de su hijo.

Levantó poco a poco la mirada, hasta encontrarse cara a cara con su hermano un año mayor que ella, allí estaba él, fijando sus ojos sobre ella, mirándola como si hubiera descubierto algo, una sombra de sospecha empezaba a verse en su pupila, hasta que, de repente, en sus labios pareció vislumbrarse una sonrisa, como si acabase de averiguar algo importante.

- ¿Es…? – empezó a preguntar Ron a su hermana, pero esta le interrumpió negando con la cabeza.

Agachó la cabeza, no quería ver su reacción, no quería ver como iba a mirarla desde entonces, en cuanto dijese el nombre seguro que le retiraría de su vida.

- El padre… es…… - las voces se acallaron en unos segundos, todos los oídos dispuestos a escuchar el nombre - …… Draco……. Malfoy….

En cuanto lo dijo subió corriendo a su dormitorio, dejando al resto de su familia en un silencio nunca antes visto en la pequeña cocina, todavía pensando si aquel nombre que habían oído o habían creído oír era el correcto y el que había salido de la boca de la muchacha, de la inocente y delicada Ginny Weasley

*****

Lo que había pensado ocurrió, su hermano ya no le volvió a dirigir la palabra, en los meses que trascurrieron desde que comunicó la noticia a sus padres y a sus hermanos, cada vez que se cruzaban en los pasillos de la casa o en la comidas, la mirada de Ron era indiferente, como si a partir de ese día ya no tuviese una hermana.

Fueron unos días malos, después de saber que en su interior estaba desarrollándose una vida, de dar la noticia, de conocer todo lo que sucedió en ese año en la escuela, de sincerarse con su madre y recuperar la confianza y los lazos perdidos, ya todo pasó, ahora los días eran mas normales, y la trataban como siempre, aunque ahora un poco mas delicadamente, sabiendo que pronto serian uno mas en la casa… todo continuaba como antes a excepción del trato con su hermano.

Poco a poco el mundo se fue recuperando de todo el desastre acaecido, la normalidad empezaba a manifestarse y todo volvía a ser como una vez fue antes de la oscuridad. A pesar de que las heridas tardaran en cerrarse, ya se volvía a la tranquilidad de saber que todo había acabado al fin.

El tiempo trascurrió inexorablemente, los meses pasaron y de la guerra ya solo quedaba el recuerdo, reciente si, pero recuerdo nada mas, no mas muertes ni mas desastres o ataques injustificados.

No volvió a la escuela aquel año, tenia que empezar su séptimo y ultimo año, pero esta vez no le apetecía regresar y rememorar los sucesos trascurridos bajo esas cuatro paredes, así que, haciendo caso al consejo de un gran amigo, hizo con su vida lo que quería, dirigió su rumbo hacia donde su corazón le señalaba, ella era dueña de su propio destino.

Y ahí se encontraba, en su habitación, mirando por la ventana el paisaje, recordando cuanto le gustaba hacer eso y como había cambiado su vida desde el año anterior, ahora pronto iba a ser madre, su mano acariciaba inconscientemente su abdomen, bastante abultado, ya faltaba poco…

- ¿Vienes? – una cabeza pelirroja apareció tras la puerta, era uno de sus hermanos.

- Ahora voy, en unos cinco minutos, Fred – respondió la muchacha, irían unos minutos mas tarde a la tienda que ellos tenían, les ayudaba desde principios de año, y era una buena dependienta y amable con los demás.

- Ok, te esperamos allí – desapareció del lugar, rumbo al local, ella iría con polvos flu, se lo habían recomendado por su avanzado estado de gestación y porque era mas seguro.

El silencio que se hizo patente al irse su hermano le indico que se encontraba sola en casa.

- Bien pequeño, es hora de trabajar – se volvió a acariciar, se sentía ese día mas pesada que de costumbre, aunque quizás fuera porque empezaba ya a hacer calor.

Se aproximo hacia el armario, a coger la túnica que se pondría para la tienda cuando, de repente, sintió un agudo dolor, uno que le recorrió la espina dorsal y que le hizo apoyarse y agarrarse fuertemente a la pared

- No, no puede estar ocurriendo esto ahora. Ahora no – con lágrimas en los ojos aguantó otra sacudida de dolor, era mucho mas fuerte que la anterior, mucho mas. – No, por favor…. – empezó a suplicar mientras las oleadas se hacían cada vez más seguidas y más fuertes, sentía como su interior se desgarraba por dentro, sentía que algo empujaba y que los dolores no cesaban.

Se apoyó de nuevo en la pared del pasillo, tratando de aguantar otra contracción, miraba, con lágrimas en los ojos, que el camino que le quedaba hasta la chimenea era muy largo, y no sabía si iba a poder aguantar hasta allí sin desmayarse, pero tenía que intentarlo…

Un paso mas, y el dolor le recorrió de nuevo la espalda, ahora mas fuerte que antes, todavía mas… sintió que corría liquido por sus piernas… había roto aguas… poco quedaba para el parto, y ella no quería estar sola… quería tener a alguien a su lado…

Resbaló por la pared, no podía dar andar más, el dolor y las contracciones eran muy seguidas, se sentía desgarrar por dentro, sabia que la hora ya estaba cerca, y se encontraba sola…se desmayó.

- Nunca dejes de luchar – en la inconsciencia provocada por el dolor creyó escuchar una voz muy conocida para ella, abrió los ojos y se encontró frente a ella dos luceros grises que la miraban, la otra figura se encontraba agachada a su lado y le sostenía la mano

- ¿Draco? – el otro sonrió, y pasó su mano sobre su abultado estomago, haciendo que el dolor remitiese un poco.

- Te dije que siempre estaré a tu lado – las manos del muchacho rozaron el colgante que Ginny llevaba al cuello – Siempre estaré contigo... y con él… - posó su boca sobre el abdomen y seguidamente sobre la frente de la muchacha, un beso delicado.

Cuando volvió a abrir los ojos él ya no se encontraba allí, pero nuevas fuerzas nacieron de ella, las suficientes para levantarse del sitio y encaminarse de nuevo hacia la chimenea, tenia que ser fuerte y luchar para conseguir ayuda, para que alguien viniese a ayudarla.

- ¡Ginny! – escuchó decir a alguien, pero ya no podía mas, y se desmayó en los brazos de la persona que había aparecido en aquellos momentos, y que la abrazaba con seguridad.

*****

- Es un niño grande y fuerte…

- Todo un Weasley…

- Exceptuando esas mechas rubias…

- Pero el color es totalmente rojo intenso quitando eso…

- Y las pecas características…

- Tiene los ojos grises…

- Y la nariz igual a su padre…

Empezaba a distinguir todo lo que escuchaba en la habitación, recostada sobre su cama ya no sentía aquel dolor que amenazaba con matarle de hace unos momentos. La oscuridad que anteriormente le embargaba empezaba a disiparse y una sensación de paz le inundaba. Creyó oír el llanto de un niño, alguien fue y lo calmó, sus manos inmediatamente bajaron hasta su estómago, todavía no abría los ojos, se encontraba muy bien tumbada en una cama… no… algo no encajaba en todo aquello… lo ultimo que recordaba era estar en su casa… Draco… y los dolores del parto…

Quiso abrir los ojos, quería saber donde se encontraba y que había pasado con su hijo, donde estaba y que era lo sucedido.

- Shh… calma, tranquila – la voz de su madre y la mano tranquilizadora en su hombro la obligaron a recostarse de nuevo, todavía no distinguía muy bien las formas que se arremolinaban en torno a su cama

- ¿Dónde… donde estoy?

- En el hospital – respondió su padre desde el otro lado de la cama, llevaba una gran sonrisa en la cara.

- ¿Qué… que ha pasado? ¿Dónde…?

- Ya ha pasado lo peor, te encontraron a tiempo, el niño esta bien – no distinguió el rostro de quien le hablaba, pero por el tono de voz podría bien ser uno de los gemelos.

- ¿Dónde esta? – intentaba enfocar las caras, la luz de la habitación era demasiado fuerte y ella todavía se encontraba muy débil tras lo sucedido.

- Con el único que lo puede coger sin que llore, a los demás no nos deja, él es el único que lo puede calmar…

- …Y quien te encontró en casa – George terminó la explicación de su padre.

- Felicidades… - una figura se aproximo a ella, llevaba en los brazos un pequeño bulto… su hijo… aquel de quien habían estado hablando cuando recupero la conciencia. Miró a la persona que se aproximaba a la cama, no podía ser él… - Felicidades… hermanita – Ron depositó a su sobrino en brazos de su madre, al fin había comprendido, tras unos meses de reflexión, que no era tan malo lo sucedido, y ahora, con el niño en brazos, supo que nunca mas dejaría a su hermana sola…"

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- Lo decidí, acepto tu propuesta Hermione – una adulta Ginny Weasley entró en el despacho de la actual profesora de Trasformaciones de Hogwarts, esta se levantó del asiento dejando el tomo que tenia en sus manos sobre el escritorio.

- Lo sabia – dijo con una sonrisa – sabía que al final aceptarías el trabajo de profesora aquí. Estaremos muy bien juntas, ya lo veras.

- Eso espero, además… ¿Cómo iba a separarme de mi niño? – hizo un mohín de pena, cosa que a Hermione le provocó una ligera risa. Tras una pausa, continuo – Así puedo convencerte a ti también

- ¿A mi? ¿de que?

- Ya lo sabes

- Oh, no vengas ahora con lo mismo

- Es hora de que ambos penséis en tener hijos, sois todavía jóvenes – se aproximo a su amiga – y se que a Ron le gustan mucho los niños, se le cae la baba con su sobrino, lo malcría a veces. ¿No te gustaría tener a un pequeño pelirrojo correteando por la casa?

- A ese ya lo tengo, Ron se comporta como tal…

- ¿Sabes?, a veces todavía sigo sin creerme que esto sea real – la pelirroja estaba ahora apoyada en la ventana, mirando al exterior – todo lo que ha pasado, todo lo sucedido desde que ocurrió aquello… a veces me parece vivir en un sueño… es todo tan tranquilo

- Una cara tranquilidad, una paz duradera…

- No se, a veces temo despertarme de toda esta burbuja de felicidad y encontrarme de nuevo en los años de colegio, como si todo esto no hubiera sucedido, tengo miedo de que mi mundo sea una falsa mentira… que todo esto no sea mas que un calido y apacible sueño y que el despertar sea muy duro…

- Pero no lo es – la joven de pelo castaño se apoyo junto a su amiga – todo es real, nada es un sueño, todo sucedió, y eso nos ha llevado a esta situación, al ahora y al presente. Es real, es palpable, es…

- Lo se, pero a veces me gustaría poder retroceder en el tiempo, cambiar los hechos, dar un nuevo final a las situaciones… ser de nuevo…

- Pero eso cambiaria el futuro, ya no seria lo mismo, cambiaria todo, estaríamos de otra manera… quizás peor…

- O quizás mejor… no lo sabemos…

- Ni lo sabremos nunca… lo sucedido… no se puede cambiar…

- Muchachas, ¿Qué hacen? – una voz interrumpió los pensamientos, que vagaban ahora por extraños caminos, de las dos personas que miraban el cielo estrellado esa noche de agosto – Ginny, cariño – el pelirrojo se aproximó a la morena y le deposito un tierno beso en los labios, llevaba de la mano a un pequeño niño de unos once años mas o menos - ¿En que pensabais?

Al ver la estampa que tenia delante, Ginny comprendió que todo lo sucedido desde que su vida cambiase había sido para bien, no podía quejarse, tenia una gran familia, tenia amigos, tenia compañeros, tenia a su hijo, y, aunque no tuviera a alguien a quien quería mucho, los demás hacían menos duro el recuerdo.

- Nada Ron – se abalanzo sobre los brazos de su hermano, en una muestra espontánea de afecto – sólo divagábamos sobre el destino

- ¿Y que han decidido? – preguntó curioso el pelirrojo.

- Que las cosas están bien como están ahora, no vale la pena pensar en que hubiera pasado si algo hubiera cambiado… no merece la pena vivir en los recuerdos… hay que pensar en el presente… viviendo cada día lo mejor que se pueda y… - se agachó hasta la altura de su hijo – que todo esta bien como esta ahora – removió el pelo del niño, el cual esbozó una sonrisa al gesto de su madre – Todo esta perfectamente…

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Fin del capitulo.

Ya saben, pónganme todo lo que se les ocurra y se les pase por la mente en estos momentos, admito todo tipo de criticas, ideas, sugerencias, propuestas, etc, etc… Ah, y no olviden opinarme sobre la nota del inicio (¿Cómo?, ¿no la han leído?, pues al inicio del capitulo y a decirme que piensan sobre eso, please, lo que se les ocurra).

Muchos besos y nos vemos en el próximo capitulo.

Lady Lily