CAPÍTULO 5: LA VISITA

            Cuando Harry se despertó, se sintió un poco descolocado, hasta que recordó que se encontraba en casa de Remus Lupin. Se desperezó un poco, y poniéndose sus gafas redondas, buscó alguna ropa, para ir a desayunar.

            Cuando llegó abajo, vio a Remus, sentado en la mesa, con el diario El Profeta entre las manos, leyendo con el ceño fruncido. Delante suyo, tenía una taza de humeante chocolate caliente, que parecía muy apetitoso. De repente levantó la cabeza, y sonrió en dirección a Harry.

            -Buenos días Harry

            -Buenos días

            -Has dormido bien? –preguntó amablemente

            -Si, gracias

            -Quieres desayunar? Hay chocolate caliente

            -De verdad? Me encantaría!! –se fijó una vez mas en la taza de delante de su ex profesor- Tiene muy buena pinta

            -La verdad es que está muy bueno, tan calentito, en una mañana fresca –hablaba mientras se dirigía a lo que Harry sería la cocina- Aquí tienes –dijo cuando volvió con una enorme taza de chocolate

            -Gracias

            Remus lo observó por un momento, antes de volver a leer el periódico mágico. Harry se tomó con ganas el chocolate, mientras comía algunas tostadas, que el profesor Lupin había traído poco después. Rápidamente quedó satisfecho del, aunque no abundante, delicioso desayuno.

            -Quieres dar un vistazo al jardín? Seguro que te gustará –sonrió mientras se levantaba- Además, quizás quieras volar un poco con la escoba

            -De verdad podré volar con la escoba?? –preguntó emocionado Harry

            -Claro! Por aquí no hay muggles, estamos en una zona bastante escondida

            Remus Lupin se levantó de la mesa, mientras Harry corría a su habitación a buscar su preciada Saeta de Fuego. Cuando llegó al lado de su ex profesor, en el jardín, quedó sin habla. Alzó la vista, y pudo contemplar un bello paisaje de tonos verdes, aunque empezaba a haber hojas de un color verde-amarilloso. Remus sonrió con satisfacción. La verdad es que el valle de Godric era precioso. Frondosos valles verdes que abarcaban todo el paisaje, ríos de aguas cristalinas se veían por doquier, en las altas montañas, se divisaban, aunque muy poco, altas cascadas que dejaban caer sus relucientes gotas de agua hacia abajo, y lo que sorprendió mas a Harry, fue un extraño pájaro que volaba cerca suyo. Era de un suave color azul, con el pico de un metalizado color gris, casi se podría decir que parecía mecánico, debía tener, según los cálculos de Harry la mitad de tamaño que Fawkes. Remus sonrió.

            -Te gusta Náyade?

            -Náyade?

            -Náyade, es un pájaro de agua, un Rivorum, solo vive aquí -lo miró por un momento-  sabías que éste pájaro, nace del agua y muere en ella… por lo que realmente no muere, renace…

            -Como el fénix? Vi a Fawkes, renacer de sus propias cenizas hará unos 3 años

            -De verdad lo viste quemarse y renacer de nuevo? Realmente no hay mucha gente que lo haya podido ver, ya que el fénix se consume cada 500 años

            -Oh! No lo sabía –se alegró de haber podido ver a Fawkes renacer, aunque era un polluelo muy feo- Y Náyade es tuyo?

            -Mmm… si y no –sonrió- si, vive aquí conmigo, pero en realidad no me pertenece

            -Y a quien pertenece? –preguntó con curiosidad

            -A Godric Griffindor… al fundador de la casa Griffindor

            -Que? Como es posible?! Si Godric Griffindor debe estar muerto hace tiempo?

            -Si, está muerto –sonrió- pero son los herederos de Griffindor, los que han poseído este pájaro. En realidad Fawkes, también era de Godric Griffindor

            -De verdad? Fawkes era de Godric Griffindor? No lo sabía

            -Te has fijado en el color de su plumaje verdad?

            -Rojo y dorado… es verdad! Son los colores de Griffindor!! Pero hay algo que no entiendo… eres el heredero de Griffindor?

            -No, yo no lo soy… pero me cuido de Náyade, mientras éste no aparezca –sonrió enigmáticamente- Porque no aprovechas este fantástico día y vuelas un poco con la escoba?

            Harry cabeceó con entusiasmo, tenía muchas ganas de subirse a su escoba, notar el vértigo, sentir el aire en su pelo, era una sensación maravillosa. Pronto estaba en el aire, sintiéndose libre por fin de todos los males, y todas las preocupaciones que había en su cabeza, y que parecía que había abandonado en el suelo.

            Llevaba poco mas de una hora sobre la escoba, viendo el paisaje del Valle de Godric, cuando notó que Hedwig volaba a su lado. Pero Harry se fijó que en la pata de la lechuza, había una nota. La quitó de la pata de la ave, y la leyó con rapidez.

                                   Harry debes regresar rápidamente.     

                                                           Remus

            Harry se sorprendió, que habría pasado, para que Remus le dijera que volviera tan de repente. Velozmente se dirigió hacia la casa, haciendo una pequeña carrera con Hedwig. Cuando llegó se sorprendió de ver dos personas mirando hacia él, y uno de ellos haciendo señas para que descendiera. Cuando estaba mas cerca, pudo distinguir a un hombre alto, de pelo grasiento, envuelto en una túnica negra. Era Severus Snape, su profesor de pociones. Parecía estar muy débil, tenía muchas heridas en su mortalmente pálida piel. No parecía estar muy tranquilo.

            -Harry!! Harry!! Rápido!! –decía Remus con fuerza, mientras agitaba los brazos

            Harry descendió tan rápido como pudo, dando un salto de la escoba, antes de llegar al suelo. Antes de saber que pasaba, Remus lo cogió del brazo, y lo arrastró hacia dentro de la casa, seguido muy de cerca por el profesor de pociones.

            -Que pasa?! –Preguntó el chico una vez se hubo soltado de su ex profesor

            -Tenemos que hacerlo ya –dijo Snape con rapidez- No podemos esperar mas o será demasiado tarde

            -Que tenemos que hacer?

            -De acuerdo –contestó Remus Lupin- Fidelus!! –dijo mientras apuntaba al profesor Snape

            De la varita del profesor Lupin, salió un suave rayo de color azul, que impactó directamente en el pecho de Severus Snape, aunque a éste no pareció dolerle. Harry comprendió entonces lo que los profesores habían hecho, el encanto del guardasecreto, en el que un secreto se guardaba dentro de una persona, para proteger a otra. Antes de que pudiera preguntar algo, el profesor Snape, abrió los ojos de nuevo, y agarrando su varita, murmuró algo y otro suave rayo de color naranja, salió disparado de su varita y tocó a Harry, que notó un suave calorcito, y a Remus. Finalmente con un suave "plin", el profesor de pociones del chico de ojos verdes, desapareció de su vista.

            -Que… porque habéis hecho el encanto fidelus? –quiso saber Harry

            Remus lo miró durante un momento, intentando decidir si era mas prudente decirle al chico la verdad, o no. Supuso que sería peor si no lo sabía, además que perdería la confianza de chico si no se lo decía.

            -Veras… Voldemort ha descubierto que ya no estás en casa de tus tíos…

            -Voldemort??!

            -Si, Voldemort –inspiró profundamente y siguió- Y como Severus se ha enterado de que te está buscando, ha venido a decírmelo…

            -Como? Que el profesor Snape se ha enterado que Voldemort me busca?! Y como lo sabe él!!??

            -Veras, Severus, se ha infiltrado entre los mortífagos… y por eso ha sido el primero en enterarse… y ha venido directo aquí, para hacer el encanto

            -Y porque lo ha hecho él?! No es el peor indicado? No hubiera sido mejor el profesor Dumbledore o Sirius?

            -Aunque parezca mentira… él era el mas indicado para hacerlo… ya que Voldemort no desconfiaría de él… además Sirius y el director Dumbledore, no hubieran podido llegar a tiempo

            Harry miró a su ex profesor con un poco de resentimiento, justamente Severus Snape tenía que ser su guardasecreto? Es que no podía ser nadie mas? Volvió a su habitación, y allí se encontró con Náyade, sentada sobre su cama, mirándolo fijamente cuando entró.

            -Hola Náyade –la acarició y un sentimiento de calidez le recorrió el cuerpo

            El Rivorum abrió su pico, y salió un dulcísimo canto, se parecía al de Fawkes, pero no era exactamente igual. Náyade tenía un canto mas sentimental, hacía poner los pelos de punta de lo maravillosa que era su voz. Harry cerró los ojos sintiendo solo el sonido del canto del pájaro. Por la ventana entraba una suave brisa que hacía ondear suavemente sus cortinas, era tan relajante, que el chico se rindió al sueño y pronto se quedó dormido.

            Pero por la ventana de la casa, Harry no pudo ver que alguien, vestido de un negro profundo, estaba escudriñando las habitaciones, buscando algo, que sin duda no encontró. De repente se apareció alguien mas, alguien a quien todo el mundo temía, el-que-no-debe-ser-nombrado, también buscando tanto en la casa, como en los parajes idílicos del valle de Godric. Pronto se cansaron y con un simple hechizo, hizo que la casa y todos los que había en ella, desapareciesen al instante.

            Harry se despertó muy sobresaltado, estaba en el suelo y la cicatriz le escocía mucho, y no gritó porque dudó que de su garganta saliera algún ruido. Se cogía la cabeza con fuerza, era como si se le fuera a partir, dudaba que pudiera aguantarlo mucho mas. No veía nada, solo formas borrosas, que su falta de gafas, hacían aumentar aun mas, lo perdido que estaba Harry.

            Remus Lupin, sin duda, alertado por Náyade que se encontraba volando cerca de la cabeza del profesor, se presentó en la habitación, abriendo de un revuelo la puerta. Encontró a Harry en el suelo, retorciéndose de dolor, con las manos en la cabeza, encima de la cicatriz. No sabía muy bien que hacer, tampoco sabía exactamente que le pasaba al chico de ojos verdes, por lo que lo intentó agarrar como pudo con su fuerza superior de hombre-lobo, y lo dejó en la cama, esperando a que el dolor del chico amainara un poco. Cuando parecía que Harry dejaba de sentir tanto dolor, y éste empezó a abrir los ojos, el profesor Lupin conjuró un paño frío para ponerlo encima de la frente de Harry, que sin duda tenía fiebre.

            Ante el paño frío, Harry reaccionó inmediatamente y se calmó de repente. Medio abrió los ojos para intentar descubrir que le había pasado, y la visión de Remus, arrodillado a su lado, con cara de preocupación, le ayudó bastante a recordar, lo que le pareció que sucedía de verdad. Se levantó de la cama de repente, asustado, y al ver que todo seguía en su sitio, aunque no lo tranquilizó del todo, si sirvió para apaciguarlo un poco. Remus le alargó las gafas.

            -Harry… me puedes contar que te ha pasado? –preguntó el hombre-lobo con evidente preocupación en la voz

            -No… no lo se –cerró los ojos intentando recordar y la vista de Voldemort destruyendo la mayoría del valle de Godric, le golpeó- creo que me quedé dormido mientras Náyade cantaba, y he soñando… -se calló al ver de nuevo las imágenes

            -Que soñaste? –hizo la pregunta con alguna intención mas a parte del interés

            -Pues… veía a alguien que miraba por la ventana, por esa ventana –dijo señalando la que tenía en su habitación- pero parecía que no podía verme… creo que era un mortífago –miró de nuevo a Remus a los ojos- Y… aparecía alguien mas…

            -Quien Harry? Quien aparecía en tu sueño? –se notaba que estaba mas que interesado en la respuesta del chico

            -Voldemort –dijo casi sin fuerza

            -Voldemort!! Y que pasaba mas??!!

            -Pues… pues… él… destruía la mitad del valle de Godric… y esta casa… y a mi

            -Tranquilo Harry… ya ha pasado todo –dijo poniéndole paternalmente las manos en los hombros y sonriendo, aunque de forma bastante tensa

            -Pero… la última vez que me dolió tanto la cicatriz –hizo una pausa porque aun le dolía recordar- era porque Voldemort estaba cerca… muy cerca…

            -Tranquilo Harry… Voldemort no podría destruir este valle, está protegido por demasiadas fuentes mágicas, magia muy antigua, además hay un montón de hechizos para proteger la casa… y recuerda que hicimos el fidelus con Severus…

            -Pero y si era una premonición? –la pregunta sobresaltó un poco a Remus

            -Has tenido nunca premoniciones de este tipo? –la respondió con otra pregunta

            -No… en realidad no… la última vez… creo que en mi sueño vi lo que estaba haciendo en ese momento Voldemort

            De nuevo Remus se sobresaltó con la respuesta, aunque no dijo nada mas, solo que debía enviar a Náyade. Salió rápidamente de la habitación de Harry, y antes de que este se recuperaba del todo, Náyade ya se había ido volando (o al menos eso creía Harry).

**Fin del capítulo 5**

Diox!! Cuantas cosas que pasan en este capítulo!!

Os he dicho que me encanta Sevy?? :ppppp Es uno de mis personajes preferidos (dps de Sirius y Remus ^_^)!!

Y lo del sueño :S Pobrecito!! Se hará realidad? Tendreis que continuar leyendo para saberlo ^_~

Kiss, Silver

P.D. Dejad Reviews!!!! ^O^