CAPÍTULO 14: MORTÍFAGOS

            Quedaron en silencio un momento. Solo el ruido de Fawkes quien estaba en su percha se escuchaba. Harry miró las caras de los profesores y del hombre al que no conocía. Éste, alto y delgado, llevaba una túnica verde botella bastante gastada y con algunos descosidos, que le quedaba un poco corta. Con cabellos negros alborotados, aunque mezclados con bastantes de color gris y banco. Los ojos los tenía de un oscuro color azul, no mostraban ninguna expresión. Estaba muy serio, en su piel morena, curtida por el sol, se veían muchas arrugas y cortes. Harry pensó por un momento de quien se podría tratar, aunque en ese momento le importaba más su sueño.

            -Harry –Dumbledore hablaba- deberías ir a la enfermería… dile a Madame Pomfrey que te de una poción para el sueño –viendo que el chico iba a protestar agregó- Remus, me harías el favor de acompañarlo?

            -Claro –se levantó de la silla en la que estaba, y antes de que Harry pudiera hacer nada, estaba siendo arrastrado por el hombre lobo

            -Vendré después Harry! –oyó que su padrino gritaba cuando Remus cerraba la puerta

            Bajaron con la gárgola móvil en total silencio. Harry estaba perdido en sus pensamientos cuando de repente notó una mano posarse en su hombro. Dio un respingo por el susto, pero se le pasó rápido al comprobar que se trataba de Remus.

            -Lo siento Harry… no pretendía asustarte –dijo como disculpa- en que pensabas?

            -Pues… -se calló al pensar en el horrible dementor- en Azkaban

            -Debe de haber sido terrible… yo nunca he estado allí, por suerte –suspiró

            -Profesor… Remus –Harry se había parado de repente

            -Dime

            -Esto… es igual –miró por un momento al adulto y volvió a emprender el paso

            -Harry –Remus lo alcanzó- si puedo hacer algo por ti, no dudes en pedirlo

            -Puedo… -empezó como un susurro- quedarme en vuestra habitación esta noche?? –no miraba a Remus, encontraba demasiado interesante el suelo

            -Creo que Madame Pomfrey te dejará quedar con nosotros –sonrió- y creo que al profesor Dumbledore no le importará

            Harry levantó la cabeza de repente para mirar a Remus, una pequeña sonrisa se instaló en sus labios. Necesitaba estar en un lugar seguro, no era que la enfermería o la torre Gryffindor no lo fueran, pero estar con Sirius y Remus sería mejor. Como mínimo si tenía otra pesadilla como esa, algo totalmente improbable ya que se tomaría la poción para dormir sin soñar, estaría cerca de los dos hombres. Entonces se fijó en el hombre que lo acompañaba. Remus estaba muy pálido, mas de lo normal, con enormes bolsas oscuras bajo los ojos, el pelo ceniciento, con algunos matices blancos, le caían a mechones por delante de los ojos dorados, Harry recordó que faltaba poco para la luna llena, quizás un día o dos, no más. Pronto llegaron a la enfermería y después de hablar con Poppy Pomfrey y explicarle muy por encima lo sucedido, y después de que la enfermera se asegurase de que a Harry no le pasaba nada con montones de hechizos, accedió a regañadientes que Remus se llevara el chico, de la seguridad de la enfermería, a su habitación.

            -Esto… Madame Pomfrey? –dijo Remus antes de salir de la enfermería

            -Si profesor Lupin?

            -Si viene ese enorme perro negro… Hocicos… puede decirle que Harry está en mi habitación, por favor?

            -Quiere que hable con un perro? –la expresión de la enfermera era todo un cuadro

            -Es muy inteligente –sonrió Remus- solo dígale eso. Hasta luego! –dijo mientras cerraba la puerta de la enfermería

            Pronto estaban delante del cuadro del lobo blanco. Remus murmuró algo que no llegó a oídos de Harry y entraron a la habitación de forma ovalada. El hombre lobo llamó a un elfo para que trajeran una cama de más a su habitación y para que subieran un poco de comida. Hasta ese momento Harry no se había dado cuenta que tenía hambre, seguramente el resto debían estar en el gran comedor.

            -Remus… me prestas a Náyade para enviar un mensaje a Ron y a Hermione?

            -Claro –le sonrió el hombre de ojos ambarinos

            Harry garabateó un rápido mensaje, en que decía que se encontraba bien y que esa noche dormiría en la habitación de Remus y Sirius, para Ron y Hermione y lo ató a la pata del pájaro de plumas azules, quien ululo satisfecho y salió volando por la ventana. Poco después el elfo doméstico volvió con la comida y luego se dispuso a instalar otra cama con la ayuda de un par de elfos más, terminaron rápido y desaparecieron con suaves "plofs". Cuando Harry se disponía a empezar a comer su cena, el cuadro se abrió de nuevo y reveló al enorme perro negro que era Sirius. Pronto se transformó en humano.

            -Hey! Madame Pomfrey me ha dicho que estabas aquí –sonrió- parecía un poco contrariada a hablar con un "perro" –Harry sonrió débilmente

            -Ve a cenar Remus… yo me quedo con Harry

            -De acuerdo, no tardaré mucho –iba a salir por el retrato cuando de se giró otra vez- he hecho que pusieran otra cama en mi habitación… Harry se quedará esta noche aquí

            -Oh… -parecía un poco sorprendido pero conversó silenciosamente con la mirada con el hombre lobo y lo despidió con un asentimiento- Hasta luego –entonces se giró a Harry- como te sientes?

            -Mejor –le dio una falsa sonrisa a su padrino quien dejó ir un fuerte suspiro

            -Bueno… comete todo esto, y luego a dormir –habló paternalmente mientras le revolvía el pelo ya de por si revuelto

            Harry comió sin decir palabra y con la mirada fija en el plato. Por suerte los elfos no habían echo sopa de verduras para esa noche. Dudaba que nunca pudiera volver a comer ese tipo de sopa. Cuando hubo terminado con el postre, Sirius lo arrastró hasta la habitación de Remus, un poco estrecha por la cama de más. Harry se cambió con el pijama que los mismos elfos le habían traído y se tumbó en la cama. Sirius se sentó a su lado.

            -Sirius –dijo cerrando los ojos- antes de tomarme la poción… quiero hacerte una pregunta

            -Dime

            -Que estabais haciendo en el despacho del profesor Dumbledore? -abrió los ojos para fijarlos en su padrino

            -Eres muy curioso lo sabías? –sonrió- solo estábamos hablando

            -Con Snape? –Sirius hizo una mueca de asco- de que hablabais?

            -Si… por desgracia con él también –no respondió a la segunda pregunta y Harry volvió a hablar

            -Y quien era ese otro hombre que estaba con vosotros? No lo había visto nunca

            -Has dicho solo una pregunta –le sonrió y agarró la poción para dormir

            -Pero Sirius…

            -Nada de peros –le puso la poción en la boca y Harry no tuvo mas remedio que tragársela- buenas noches

            A Harry le empezaron a pesar los parpados, se sentía cansado, muy cansado. Sirius lo arropaba con cuidado. Ya le parecía que estaba empezando a flotar cuando oyó como Remus ingresaba en la habitación y cruzaba algunas palabras con Sirius, aunque solo oía trozos de la conversación.

            -Crees que puede ser verdad? Que se puede cumplir?

            -…Náyade…

            -Pero… ninguno…

            -…el ataque a mi casa…

            Entonces Harry no pudo soportarlo más y cayó dormido. Cuando se despertó a causa de que lo estaban zarandeando suavemente, quedó un poco descolocado, solo hasta que recordó que estaba en la habitación de su padrino, quien le estaba despertando y Remus.

            -Es que no quieres ir a Hogsmeade? –dijo el hombre de ojos azules

            -Eh?

Harry abrió los ojos y entonces le empezó a funcionar el cerebro. Se levantó con un salto, rápidamente se cambió de ropa y pronto estaba listo para irse. Sirius sonrió al ver a su ahijado. Harry había dormido muy bien, sin soñar nada, sin pensar en Azkaban.

-Supongo que no os importará si Hocicos viene con vosotros, verdad? –rió el hombre

-Es seguro que vengas? –se había puesto serio de repente- piensa que ya te habían visto por allí…

-No te preocupes –le revolvió el pelo- Remus también vendrá… él es mi amo, recuerdas?

Harry sonrió y salió de la habitación, seguido por el perro. Fueron hasta el gran comedor, donde los estudiantes de Gryffindor lo miraron un poco asustados, ya que no había vuelto a la torre y ni siquiera lo habían visto en la cena, pero pronto se olvidaron, al recordar que en poco rato estarían en Hogsmeade. En cambio Ron y Hermione si se interesaron más por saber, qué le había pasado a su amigo. Él no les pudo contar lo sucedido, ya que con Sirius debajo de la mesa y además miradas furtivas por parte de los otros estudiantes, era un poco difícil, les aseguró que esa misma noche, después de la fiesta, lo contaría.

Después de desayunar, cogieron sus capas, ya que en el exterior hacía bastante frío y marcharon en dirección a Hogsmeade, en compañía de algunos profesores entre ellos Remus y su fiel perro Hocicos. Estuvieron todo el día entrando y saliendo de las tiendas, aunque encontraron un rato para ir a Las Tres Escobas, donde tomaron una deliciosa y calentita cerveza de mantequilla. Por la tarde, volvieron al castillo, con los monederos mas vacíos que cuando habían salido, pero mas cargados de chucherias y bromas en los bolsillos. Era la noche de Halloween, por lo que esa noche tendría lugar el tradicional banquete.

Cuando Harry, Ron y Hermione bajaron al gran comedor, vieron la hermosa decoración de la sala. Con calabazas gigantes flotantes iluminadas por velas, murciélagos que volaban en todas direcciones por el techo encantado del comedor, y para desagrado de Ron, pequeñas arañas se desplazaban por la mesa furtivamente, aunque si cogías una, se transformaba inmediatamente en una golosina, incluso Ron comió algunas. Harry miró hacia la mesa de profesores, había un sonriente Albus Dumbledore y la profesora McGonagall a su lado. Cerca había Remus y Bella, quienes conversaban animadamente con la profesora Sinistra. El chico se fijó que el profesor Snape no estaba en la mesa. Entonces Harry digirió la vista a su lado, allí había Sirius, en su forma de animago, quien comía algún trozo de carne en el suelo, el chico sonrió para sí, su padrino había cogido la manía de comer a su lado.

La cena fue animada, todos estaban alegres. Los fantasmas intentaban asustar a los alumnos sin demasiado éxito, mas bien eran ellos los asustados y algunas armaduras del comedor entonaron canciones que los alumnos siguieron con entusiasmo. Harry de repente tuvo una sensación de Déjà vû (*), además la cicatriz le empezó a doler de forma muy intensa. Se la agarró con ambas manos mientras cerraba los ojos esperando que el dolor pasara. Ron y Hermione estaban muy preocupados, sabían que la marca que Voldemort le había hecho a Harry, era una especie de alarma para avisar si se acercaba el mago tenebroso. Algunos profesores, entre ellos Remus y Bella, se habían puesto de pie. Repentinamente se oyó un fuerte ruido. El comedor quedó en total silencio, solo los quejidos de Harry y las voces de Ron y Hermione se podían escuchar. Todo el mundo estaba girado para ver al chico de ojos verdes. Pero las puertas se abrieron con un estallido cegador. Entonces Harry cayó de espaldas, no podía aguantar el dolor de la cicatriz. Sirius no sabía que hacer, no podía transformarse en humano en ese momento. Agarró a Harry y lo arrastró hasta llevarlo debajo de la mesa de Gryffindor. Harry solo oía los gritos de los alumnos en el comedor, pero también escuchaba unas voces más fuertes y profundas que lanzaban maldiciones. Sentía la cicatriz arder, era horrible, parecía que le estuvieran poniendo un hierro ardiendo en la frente. Solo oyó una palabra antes de desmayarse: Imperius.

Estaba en la enfermería cuando recobró la conciencia. Le parecía que solo Madame Pomfrey estaba en la sala. Hizo ademán de levantarse, pero alguien le retuvo para que no lo pudiera hacer. A su lado se encontraba Albus Dumbledore. Iluminado por las velas de la enfermería, fuera aun era de noche.

-Como te encuentras Harry?

-Mejor… pero que ha pasado? Eran mortífagos? Alguien está herido? –habló muy deprisa y se incorporó de repente mirando a todos lados

-Tranquilo… –había vuelto a impedir que se levantara- todo a su tiempo –le sonrió- hay tiempo para todo… y sí, eran mortífagos –dijo al ver la cara del chico

-Profesor Dumbledore…

-Dime

-El profesor Snape… -los ojos del director centellearon y cortó al joven

-Aun no ha vuelto… y él no sabía nada… pero tampoco ha participado en el ataque… -parecía un poco preocupado, a decir verdad, estaba muy preocupado- Harry, debes descansar –le tocó la cabeza- mañana te llegaran algunas de las respuestas que buscas –le arropó un poco y esperó

Harry se sentía bien con el director cerca, se consideraba protegido. Supuso que no muchos alumnos estarían heridos, no parecía haber mucha más gente que la de costumbre en la enfermería. Cerró los ojos perezosamente, pero no se durmió. El director, pero, salió de la sala y marchó con paso rápido, parecía muy preocupado, algo que Harry pocas veces había notado en el hombre. Entonces los pensamientos se dirigieron a lo que había pasado esa noche. No había podido ver a los mortífagos, pero por el dolor de la cicatriz, estaba seguro que Voldemort estaría cerca, debía preguntarles a Ron y a Hermione lo que había sucedido, y esa extraña sensación, como de haber visto ya, mejor dicho, como si ya "hubiera vivido" esa parte de su vida. El sueño. Le había venido a la mente como un tiro. Él había visto lo que sucedía en el comedor en ese sueño en el tren. Igual que cuando atacaron la casa de Remus, él había visto lo que iba a ocurrir. También tendría que recordarse de preguntar a Hermione si sabía algo de los adivinos de sueños. Entonces se durmió, sin notar como un perro llegaba a su lado y le miraba preocupado.

***Fin capítulo 14***

Wenas!! Ke tal? Ale!! Por fin un poco de acción!!! Muahahahaha y pensar que en los próximos capítulos si hay BASTANTE acción (soy mala, muy mala… lo se… y me gusta (XDDD))… venga, ahora en serio, el ataque de los mortífagos traerá algunas consecuencias (quizá esperadas, quizá no)

Mmm… a ver, oh si! El "Déjà vû", quizá algunos no sabéis que es, así que lo intentaré explicar brevemente: Se podría considerar como una especie de visión del futuro, pero en el presente… o sea, (ay que complicado es de explicar), no habéis tenido nunca la sensación de estar viviendo una cosa que ya habéis visto? (diox que complicado -_-), no se si me explico muy bien. Cuando te encuentras en uno de estos "déjà vû", es como revivir una cosa ya experimentada. La traducción literal es: "ya visto" (si no lo comprendéis, dejad un review y lo intentaré explicar mejor)

Vamos con los reviews:

Joyce Granger: Gracias ^_^ me alegra que al menos a alguien le guste :P… pero ya verás, a partir del cap. 16 las cosas se ponen muy, pero que muy interesantes ^_^. Espero que lo haya subido suficientemente rápido :P.

Amhy Potter: Bueno... por el momento dos de los sueños de Harry se han hecho realidad, así que… pq no este? Tranquila que lo sabrás ^^. Los fantasmas de James y Lily, harán mas apariciones jijiji, poquitas, pero determinantes ^_~

Ale! Espero mas reviews!!! Que me alegran el día!!

Kissu, Silver

AVANCE DEL PRÓXIMO CAPÍTULO: Indicios: Harry vuelve a la torre Gryffindor, y por fin puede hablar con sus amigos, interesantes descubrimientos los que hace. También visita a Sirius y a Remus para que le resuelvan ciertas cuestiones que rondan su cabeza, además de avisar de que los mortífagos lanzaron una maldición imperdonable, provocando una reunión de La Orden.