Hola, este... no entendí sus reviews. Es que le dije a una amiga que lo
actualizara por mí porque la página no entraba o no se veía que es lo mismo, además de que estaba algo ocupada y pues... no sé que abra puesto ¬¬ pero bueno, este es el mío, perdón por el error, no sé ni que puso porque cuando quise abrir la página no salía la 7, solo la 6. Que extraño, pero
bueno Capitulo 7 y sí, leyeron bien, este es el FINAL.
DEJANDO LA INOCENCIA
Capitulo 7: Revelaciones de Harry
Hermione intentaba sostenerse de cualquier cosa pero estaba tan entregada en aquel momento que todo se le resbalaba, mientras tanto Harry no dejaba de besarla, empujándola hacia la pared para que esta no se moviese. Los besos eran cada vez más intensos, el aliento se les iba y Hermione perdía el equilibrio entre el lavamanos y Harry.
-Espera... –dijo entre besos Hermione- no quiero...
Harry se detuvo respirando agitadamente, sus lentes estaban empañados y estaba desnudo frente a ella, esta en las mismas condiciones.
-¿Qué estamos haciendo? –pregunto sonrojado- ¡Dios santo! –tomo la toalla más próxima y se tapo de la cintura para abajo y se volteo rápidamente- Lo siento, ahí hay una toalla.
Hermione la tomo riendo por la reacción de Harry- No tienes porque disculparte, me gusta tu lado salvaje –dijo esto con un sonido felino.
-Jejeje, gracias –sonrió nervioso acomodándose las gafas- tú, tú tampoco lo haces mal.
Salieron del baño y mientras se cambiaban Harry comenzó a hablar.
-¿Quieres ir a cenar?
-Si, bueno, si quieres después de que me cuentes... ya sabes.
-No, creo que me siento mejor si primero cenamos y después te cuento.
-Como quieras –sonrió viendo el perfecto trasero de Harry ocultarse tras el boxer.
-¡Oye, no veas! –se giro asustado.
-Lindo trasero, guapo –sonrió Hermione poniéndose el brasier.
Harry se sonrojo y se puso rápidamente los pantalones. Al terminar de vestirse, ambos, salieron tomados de la mano. Las nauseas de Harry se habían alejado desde que se había metido a la tina. Bajaron a la Sala Común donde los recibió su amigo Ron.
-¿Quieren esperar a Ginny? –pregunto Ron inseguro.
Hermione jalo la mano de Harry que estaba a punto de echarse encima de Ron, gracias a Dios, este no lo vio.
-No, vamos apurados –dijo Hermione cortante.
-De acuerdo –sonrió su amigo tomando la túnica.
La puerta del agujero se abrió al mismo tiempo que la voz de Ginny los interrumpió para salir.
-Esperen –bajo rápidamente las escaleras y se coloco la túnica- ahora si, continuemos.
Hermione rió sarcásticamente mientras le apretaba la mano a Harry, este sonrió y le soltó la mano para después ponerle el brazo por los hombros.
-¿Sabias que te amo? –pregunto en su oído.
-No... –sonrió robándole un beso.
-Pues te amo –sonrió dándole un golpecito con su dedo en la punta de la nariz de Hermione.
-Yo te amo aun más –dijo coquetamente.
Ginny oía con dolor las risitas de los tórtolos que tenía enfrente y al parecer no era la única, Ron se veía igual de mortificado.
-¿Por qué tan triste? –se acerco Ginny a su hermano mayor.
-Te hago la misma pregunta –dijo cruzándose de brazos y mirando con odio a Harry.
-¿Te gusta Hermione? –pregunto curiosa.
-Creo que es obvio, como lo es que a ti Harry –dijo mirándola suspicazmente.
-Si –suspiro resignada- ay hermanito, a ti y a mí nos gusta lo prohibido.
-A mí me gustaba mucho antes de que andará con Harry –dijo con pesadez.
-A mí desde que entre a Hogwarts o tal vez antes –suspiro tomando el hombro de Ron.
-Aun no entiendo porque la quiero tanto... y ella lo sabe.
-¿Lo sabe? ¿Y no hizo nada? –pregunto incrédula.
-No, ella si ama a Harry.
Cuando llegaron por fin al Gran Comedor, Hermione y Harry aun no se soltaban las manos, solo cuando la comida les apareció en sus platos.
-Hola, Harry. Por fin te dejas ver –sonrió Dean Thomas- ¿crees ya estar lo suficientemente sano para que el martes empiecen los entrenamientos? El partido contra Ravenclaw es en febrero y aunque falte mucho a los chicos ya se les olvido volar –rió con Harry.
-Por supuesto, extraño el campo de quiddicht –sonrió- este mismo martes estoy en él, ¡au! –gimió con dolor.
-¡Harry! Aun no has sanado completamente, el martes es muy pronto, Dean, Harry no podrá...
-Claro que podré, vamos Hermione, estuve como un mes en la enfermería.
-Y bien merecidos, tu cabeza ya esta mejor pero aun así no quiero que te pase nada...
-Nada me pasara, amor, tranquila –sonrió dándole un beso en la frente.
Dean sonrió por tal escena.
-Las novias de los jugadores... todas preocuponas –suspiro Dean.
-¡¡Que, que!!
-No, nada, Hermione. ¿Quieres más papás? –pregunto nervioso.
-Mira...
-Vamos, Hermione, esta bromeando –la calmo Harry.
-¡Pero me esta ofendiendo!
-Esta bromeando, calmada.
Hermione se cruzo de brazos y miro con odio su comida. Ron y Harry empezaron a reír mientras Ginny veía embobada a Harry. Al notarlo se sonrojo y se tomo el jugo de calabaza rápidamente, empinándose toda la copa y haciendo que cayesen varios chorros a su túnica.
-¡Ay! –grito levantándose- que torpe soy.
-¡Cuidado con la... –demasiado tarde-... copa!
Ginny derramo por completo el jugo de calabaza por toda su falda, varios Gryffindors se levantaron para ver y los Slytherin empezaron a reír a carcajadas. Ginny miro a todos y salió corriendo.
-Iré a ayudarle –dijo Harry levantándose.
-No, no vayas –dijo Hermione tomándole el brazo.
-Tú ve limpiando, por favor –dijo sacando el último pie y soltándose de Hermione.
-¡Maldita perra! –susurro para sí.
-¿Me ayudas Hermione? –pregunto Ron debajo de la mesa.
-Claro –dijo con disgusto.
-Soy una idiota –murmuraba limpiándose la falda.
-Ginny... ¿estas bien? –pregunto Harry a su encuentro.
-Si, iré a cambiarme, ya regreso –lo dijo pero no lo cumplió, sus ojos no dejaban de ver a los de Harry y se giro en dirección completa de la Sala Común de Gryffindor- Harry... ya no puedo más... te extraño, te amo.
-Ginny –dijo Harry retrocediendo- sabes que ya no...
-No sabes como he sufrido sin ti, como te extraño en las noches, todo el tiempo –Ginny se paro de puntitas intentando robarle un beso a Harry.
-Ginny, tú y yo, no, no se pudo, entiéndelo.
-No tuviste la culpa, nadie la tuvo, pero no por eso me dejes. Mejor ¡deja a Hermione! Ella no te quiere, hay rumores de que se acuesta con todos, vamos Harry, sé que aun me extrañas, lo vi en tu mirada el día de la enfermería –Ginny empezó a sollozar.
-¿Hablas de la mirada de pena que te di? Ginny ya no siento nada por ti, solo amistad, y nada más –dijo deteniéndola- ¡escúchame! –los brazos de los dos luchaban por sostenerse pero los de Harry ganaron bruscamente- ¡yo amo a Hermione! Y eso jamás lo podrás cambiar, por nada del mundo. Y desde que abortaste yo... no he podido tener relaciones con ella por el temor de que quede embarazada y suceda lo mismo que paso contigo.
-¡Pero ya paso Harry! No me paso nada, fue un accidente, fue nuestra primera vez, todos somos torpes en ese momento –Ginny aun luchaba con los brazos, pero Harry tenía bien agarrados los de ella.
-¡En primer lugar, jamás debimos tener sexo; y en segundo lugar, ya no te amo, esto se acabo! –por fin soltó los brazos de Ginny tan bruscamente como le acababa de romper el corazón.
-¡No me puedes hacer esto! Se lo diré a ella y te dejara ¡por lo bestia que fuiste, cabrón! –grito llorando con furia.
-No te molestes, yo mismo se lo diré esta noche.
Ginny lo miro con melancolía y se fue corriendo de ahí, estaba destrozada.
-Harry... –escucho el suspiro de Hermione a lo lejos- la... enfrentaste... –Hermione corrió hacia Harry y lo abrazo como nunca.
Las lagrimas brotaron de los ojos de Hermione, ¡estaba feliz! Harry si la quería y esa... esa... ¡piruja! De Ginny Weasley no se acercaría más a su novio, pero la pregunta era ¿Harry y Ginny eran novios?
-Creo que debemos hablar –escucho de Harry estas angustiosas palabras que salieron de su boca.
-Si, yo también quiero explicaciones –dijo separándose un poco, quedando frente a frente.
Hermione volvió a su pecho, donde respiro el varonil perfume de su novio. Harry la tomo de la cintura y la separo un poco para empezar la caminata.
-Todo comenzó el año pasado... ella y yo... nos enamoramos, aunque Ginny no quería que Ron supiera, sabíamos que él no aceptaría la relación. Yo si pensé en contarte pero Ginny insistió en que fuera un secreto entre los dos.
Doblaron la esquina y Hermione cada vez estaba más y más interesada en saber más de la vida de Harry.
-Un día antes de año nuevo, Ginny me dijo que estaba embarazada...
Hermione sintió un terrible golpe en su pecho.
-Que llevaba ya dos meses sin menstruar y que estaba realmente preocupada. Por supuesto que no sabía que hacer, solo tenía quince años y ella catorce, no podíamos tener al bebé y tampoco teníamos otra alternativas.
La voz de Harry sonaba realmente angustiada, como si lo estuviera reviviendo.
-Así que le di la opción de abortar...
-¿Ella... lo hizo? –pregunto Hermione en seco.
-Si, primero se opuso pero después acepto. Cómo estábamos en su casa pasando las vacaciones se nos hizo fácil ir a un hospital muggle y que abortara pero... gracias a mí y a mi estupidez Ginny casi pierde la vida, ahora es estéril y... ¡le arruine la vida!
Realmente Harry sonaba lastimado, era comprensible, la culpa lo había mantenido tan firme como para dejar de tener sexo.
-Tranquilo, amor –susurro Hermione abrazándolo, Harry se había detenido hundiendo su cabeza en el pecho de Hermione- no eres el único con culpa, tal vez el niño estaba mal... además fue responsabilidad de los dos.
-¡Pero yo pensé en esta puta idea primero! –Sonaba muy enojado consigo mismo, Harry jamás decía groserías.
-Algún día la iban a pensar, es una solución errónea hoy en día, y ¿estas seguro de que Ginny es... estéril?
-Si, en la supuesta operación el médico nos informó que sí, sería estéril por siempre. ¡Malditos muggles!
-De seguro en el mundo mágico hay cura, siempre la hay, tranquilo –Hermione sentía el dolor de Harry, esa culpabilidad si era grave, debía apoyarlo, demostrarle que estaba con él- ¿y porque Ginny te sigue buscando?
-Después de eso, le propuse terminar, era lo mejor, era una relación destructiva porque Ginny empezaba a tener problemas hormonales, peleas conmigo y de más. Cuando la corte, entro en una depresión terrible... no sabes como intentaba ayudarla, así fue como me acerque a ti... si lo recuerdas.
-Si, ibas a la biblioteca todo los días a leer libros médicos –sonrió quitándole las lagrimas a Harry.
-Tiempo después Ginny ya no me podía ver ni en pintura, estuve a punto de deprimirme cuando me enamore de ti, más bien siempre me gustaste pero vi algo más que cerebrito en ti jajaja –rió divertido- y cuando empezamos a andar no quería volver a echar todo a perder, por eso prefiero no tener sexo contigo, no por ahora. Y Ginny... ella me empezó a buscar, diciendo que me perdonaba y que me necesitaba. Pero yo estaba contigo, le di las gracias por disculparme pero te seguía fiel y hasta la fecha.
-Cuándo dices eso me siento muy mal, porque yo te fui infiel desde que... somos novios –Hermione agacho la cabeza, la melancolía le volvió y de nuevo las lagrimas volvieron a sus ojos- ¡no sabes como me arrepiento, Harry! A veces sentía que algo más me controlaba o me sentía mal porque era así y tú... tú siempre... fuiste fiel... porque me amas... ¡no sé como demostrártelo! Te amo, te amo ¡TE AMO!
Harry le tomo la cara con las dos manos, Hermione no dejaba de llorar y miraba al cielo, no pudiendo ver los ojos de Harry. Este le acariciaba con los dedos mientras sus manos aun sostenían la cara de la chica.
-Con lo que hiciste hoy, me lo demostraste... esa confianza, en serio que jamás me sentí mejor –Harry busco su mirada, hasta que por fin Hermione levanto la vista, de los ojos más hermosos color esmeralda brotaban lagrimas, extrañamente sonreía y aun la sostenía- te amo más que a mi vida... daría todo por ti.
-Yo también, me sacrificaría por ti –Hermione dejo de poner oposición y se acerco a los labios de Harry, estos la recibieron con gusto, besándose desesperadamente, Harry la empujo hacia la pared comiéndosela a besos y presionando su cuerpo con el de él.
-Me siento mejor desde que te lo dije –apenas dicho esto los dos dejaron de besarse, viéndose mutuamente sin parpadear. Parecía un encuentro de años que no se veían.
A veces no pienso
me vuelvo tan frió y no estoy
a veces me ausento de mis sentimientos
y luego sonrió
recuerdo y me aferró a vivir
y a veces quisiera matar por tu amor
tan solo por un momento
-No culpes al sexo por eso... solo hay que protegernos –Hermione jalaba por los pasillos a Harry mientras sus labios no despegaban ni un solo instante.
-Realmente te deseo... te amo –Harry hace mucho que no sentía eso, esa adrenalina que gritaba por ser liberada y ¡hacer lo extremo!
Y es que todavía no encuentro
lo que en mí seria normal
para darte mucho más
y entregarme por completo
sexo, pudor o lagrimas me da igual
Cayeron los dos al mismo tiempo, comiéndose la boca y acariciándose locamente. Sus cuerpos lo pedían, sus almas, ¡su maldito corazón se lo gritaba! Debía ser de Harry y Harry debía ser suyo. Hermione deslizo sus manos bajo la camiseta de Harry entrando a ella, sus manos recorrieron su abdomen y pecho, la camiseta se desabotonó al instante por tales jalones. Harry hundió su mano por el esponjoso cabello de Hermione, bajando lentamente por su espalda, claro, por encima de la ropa, aun la confianza le fallaba. Los besos iban disminuyendo de velocidad, es decir, ya no tan apasionadamente, ahora más con cariño y amor, recorriendo con la yema de los dedos la piel de Hermione, que era muy suave y tersa. Por parte de Hermione, estaba medio adormilada, para ella era un sueño, jamás se imagino hacer el amor, siempre era sexo, sexo y sexo pero ahora se sentía lista para experimentarlo con el amor de su vida: Harry Potter.
-Como anhele este momento –le susurro entre besos.
Harry poso sus manos en la cintura de Hermione, empujándola ligeramente solo por sentir la estrecha cintura de su novia.
-Yo anhelaba amarte... espero no decepcionarte.
-No lo harás.
Me quieres ver grande
a pensar de lo débil que soy
y si toco hasta el fondo me sacas de nuevo
Por eso me quedo
me aferró y te quiero a morir
por eso aquí adentro tú estas todo el tiempo
viviendo del sufrimiento
Sus manos se entrelazaron besándose en una conexión que solo ellos distinguían, como un ritmo que solo ellos entendían, lo hacían con lentitud pero se notaba que con gran pasión y a la vez con ternura y sensualidad, todo mezclado perfectamente entre sus bocas. Sus cuerpos también se movían a un compás perfecto, desabrochándose prendas tan suavemente que no sentían ni como se las quitaban, en unos minutos los lentes de Harry se volvieron a empañar, quitándoselos por fin mientras el sudor invadía parte de su cara; su cabello azabache que se veía hermoso y sexy así de húmedo; su musculoso cuerpo sudaba, no a chorros, pero si brillaba. Hermione, en cambio, su cabello se estaba alisando (por si no saben cuando el cabello chino u ondulado se moja se alisa un poco) viéndose increíblemente hermosa, sus párpados, cerrados y tranquilos, también sudaban como sus mejillas coloradas, de su nariz bajaban pequeñas gotitas de sudor que se fusionaban al llegar a los labios que no se separaban en ningún instante, al parecer controlaban el aire, porque en todo aquel rato no habían tomado ni media bocanada o tal vez era que no se querían separar nunca jamás.
Hermione empezó a recorrer el cuerpo de Harry, deslizando rápidamente su mano por el sudor. A Harry le encanta la curva que estaba entre el costado del pecho de Hermione y la cadera (quiero decir, la cintura), aun la empujaba ligeramente aprisionándola varias veces y volviéndola a masajear.
-Quiero ser tuya... por siempre –le susurro después de un buen rato.
-Yo quiero ser tuyo... para la eternidad.
Se volvieron a enlazar las manos, abrieron los ojos por primera vez en esa cama y se miraron, sudados y sonrojados. Harry se veía increíblemente sexy y guapo, el pelo azabache le caía en la frente a Hermione rozándosela delicadamente haciéndole cosquillas, sus labios se veían exquisitos y un poco hinchados y rozados. Hermione, por otra parte, se veía muy natural, sin maquillaje, únicamente ella, una hermosa sonrisa apareció en sus labios y abrió las piernas recibiendo cuidadosamente el miembro de su amante.
-No tengas cuidado... ya no soy virgen –le susurro con cariño.
Aun así, Harry lo hizo despacio, no quería lastimarla ni ser agresivo, sin dejar de verla empujo bruscamente, vio la expresión de incomodidad de Hermione pero rápidamente era tranquila. Esta se acercó al cuello de Harry empezándolo a besar con afán, muy delicadamente. Harry se mecía poco a poco, levantando la cabeza para darle más accesibilidad a Hermione, disfrutando de lleno aquellos dulces besos.
-Ah... ah... –la respiración de Hermione empezó a aumentar, abriendo la boca ligeramente mientras entrecerraba sus ojos, a Harry le encantaba aquella expresión.
Harry bajo la mirada, no se había dado cuenta de que Hermione estaba desnuda y sus pechos se mecían lentamente de arriba abajo, acerco su cabeza a ellos y los empezó a besar, sabían deliciosos, eran muy suaves y el botón erecto de Hermione lo mordisqueaba suavemente.
Hermione empezó a gemir con más fuerza, su respiración era incontrolable, Harry estrujaba con su mano izquierda el pecho derecho de Hermione mientras que al izquierdo lo seguía besando con pasión.
-¡¡Ahh!! –el primer orgasmo de Hermione. A Harry le encanto ese sonido, quería oírlo más fuerte, empezó a mecerse un poco más rápido, sintiendo como los flujos vaginales bajaban por su miembro hasta salir de la vagina de su novia.
Dejo aquel pecho y empezó con el otro, rápidamente la saliva de Harry se evaporizo sin darse cuenta, Hermione estaba realmente excitaba a tal grado de que pasara eso, el calor corporal subía aun más... que buena señal, para Harry.
Harry empezó a embestirla con más brusquedad, a él también le empezaba a gustar, pero de repente Hermione lo cambio de posición, poniéndose ella encima.
¡Que deleite! Hermione estaba empezando a moverse de una forma sensual y placentera, como si bailara encima del miembro de Harry, era exquisito. Hermione empezó a acelerar gritando de repente; el segundo orgasmo. Harry estaba demasiado excitado, las manos de Hermione dirigieron a las de Harry hacia sus pechos, moviéndolos circularmente mientras ella seguía moviéndose de adelante para atrás. Harry miro la cintura de Hermione, tan pequeña; sus caderas, anchas y sensuales. Las tomo, jalando a Hermione hacia sí.
-Así... ah... más fuerte... así... –Hermione susurraba sensualmente con una voz que Harry no había conocido de ella, era muy excitante y sexy. Harry empezó a obedecer, sintiendo como se excitaba aun más al jalarlas bruscamente. El clímax estaba llegando...
-Ah... ah... –Harry empezó a gemir, era delicioso... solo un poco más- ¡ah... ah...! –un movimiento más...
La cadera de Hermione empezó a ayudar a Harry, moviéndose a un ritmo desenfrenado, Hermione se tuvo que acostar para seguirlo, besando el pecho de Harry distraídamente mientras gemía sin control. Un poco más... así... un poco...
-¡¡AHH!! –Hermione grito con intensidad, Harry se vino, sintió como el condón se llenaba de semen y descanso. Hermione cayó encima de él, respirando agitadamente al igual que Harry. El pecho del Gryffindor no dejaba de subir y bajar, ahora sí sudaba a chorros, peor que en cualquier entrenamiento o partido de quidditch. Hermione se levanto un poco, dejando caer al exhausto pene en la entrepierna de Harry. Se acostó a su lado, abrazándose a Harry.
Y es que todavía no encuentro
lo que en mi seria normal
para darte mucho mas
y entregarme por completo
sexo, pudor o lagrimas me da igual
sexo, pudor y lagrimas me da igual
-Es la mejor noche, Harry –Hermione besaba lentamente el pecho de Harry.
-Tú fuiste la sensacional, me gustaron tus movimientos –Harry aun subía y bajaba su mano por la cintura de Hermione.
-Te juro que... jamás había estado encima, siempre son los hombres los que se ponen arriba.
-¿Y cómo te gusto más?
-Arriba. –Sonrió picara.
-Pues ahora será así, a mí me gusto más abajo. –Harry empezó a reír junto con Hermione.
Se quedaron callados, viendo el techo oscuro. Imaginando que pasaría después. El miedo empezó a invadir a Hermione.
-Tengo miedo –admitió en voz alta- Snape... me ha estado viendo últimamente y...
-No te pasará nada, yo estaré ahí para defenderte, te juro que por mí, correrán a ese cabrón.
-No es necesario, lo hecho, hecho esta.
-Y ¿quieres que otras alumnas sufran lo que tú? Si no lo detenemos lo seguirá haciendo.
-Si, tienes razón. Pero... no quiero que te pase nada, tú no debes arriesgarte.
-Ya te dije... por ti daría mi vida.
-Harry... –Hermione se limpió unas lagrimas traidoras- te prometo ser la mejor novia del mundo.
-Mejor se mi esposa –los ojos de Harry brillaron intensamente mientras el amanecer aparecía ante ellos iluminando sus rostros y su amor. Dejando su inocencia para iniciar a madurar.
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Hoa! Por fin lo termine, espero hacer un Epilogo o algo así, no sé que opinen ustedes. ¡Me encanto el final! Quería llorar, lo admito, es que Harry es tan tierno que... ejem... bueno ya tiene dueña. Muchísimas gracias por sus reviews, los que me apoyaron, los que no, no importa, estoy muy agradecida por su apoyo.
¡Ah! Y antes de despedirme quiero darle un fuerte aplauso a Vanesa C, ella adivino el final, vaya que eres adivina ¿eh? Este final lo tenía pensado desde que comencé y mira ¡me descubrió! Que buen ingenio ¡sigue así! Muchísimas gracias por tu review y espero que sigan leyendo mis fanfics.
Ah y con lo del Epilogo, pues, es si quieren saber que paso ¿eh? Jejeje. Es decir, con Ron, Malfoy, Zabini, la [disculpen fans de Ginny] odiosa de Ginny Weasley y pues con los demás personajes. Aunque me da weba pero es de regalo atrasadito del día de San Valentín, si lo aceptan ¡dejen review! Y si no ¡también dejen review!
Por cierto, la canción es de Aleks Syntek, un cantautor mexicano que ¡mis respetos! No me gusta el pop pero pues esa canción concuerda, según yo. ¡Cuídense y AiOs!
actualizara por mí porque la página no entraba o no se veía que es lo mismo, además de que estaba algo ocupada y pues... no sé que abra puesto ¬¬ pero bueno, este es el mío, perdón por el error, no sé ni que puso porque cuando quise abrir la página no salía la 7, solo la 6. Que extraño, pero
bueno Capitulo 7 y sí, leyeron bien, este es el FINAL.
DEJANDO LA INOCENCIA
Capitulo 7: Revelaciones de Harry
Hermione intentaba sostenerse de cualquier cosa pero estaba tan entregada en aquel momento que todo se le resbalaba, mientras tanto Harry no dejaba de besarla, empujándola hacia la pared para que esta no se moviese. Los besos eran cada vez más intensos, el aliento se les iba y Hermione perdía el equilibrio entre el lavamanos y Harry.
-Espera... –dijo entre besos Hermione- no quiero...
Harry se detuvo respirando agitadamente, sus lentes estaban empañados y estaba desnudo frente a ella, esta en las mismas condiciones.
-¿Qué estamos haciendo? –pregunto sonrojado- ¡Dios santo! –tomo la toalla más próxima y se tapo de la cintura para abajo y se volteo rápidamente- Lo siento, ahí hay una toalla.
Hermione la tomo riendo por la reacción de Harry- No tienes porque disculparte, me gusta tu lado salvaje –dijo esto con un sonido felino.
-Jejeje, gracias –sonrió nervioso acomodándose las gafas- tú, tú tampoco lo haces mal.
Salieron del baño y mientras se cambiaban Harry comenzó a hablar.
-¿Quieres ir a cenar?
-Si, bueno, si quieres después de que me cuentes... ya sabes.
-No, creo que me siento mejor si primero cenamos y después te cuento.
-Como quieras –sonrió viendo el perfecto trasero de Harry ocultarse tras el boxer.
-¡Oye, no veas! –se giro asustado.
-Lindo trasero, guapo –sonrió Hermione poniéndose el brasier.
Harry se sonrojo y se puso rápidamente los pantalones. Al terminar de vestirse, ambos, salieron tomados de la mano. Las nauseas de Harry se habían alejado desde que se había metido a la tina. Bajaron a la Sala Común donde los recibió su amigo Ron.
-¿Quieren esperar a Ginny? –pregunto Ron inseguro.
Hermione jalo la mano de Harry que estaba a punto de echarse encima de Ron, gracias a Dios, este no lo vio.
-No, vamos apurados –dijo Hermione cortante.
-De acuerdo –sonrió su amigo tomando la túnica.
La puerta del agujero se abrió al mismo tiempo que la voz de Ginny los interrumpió para salir.
-Esperen –bajo rápidamente las escaleras y se coloco la túnica- ahora si, continuemos.
Hermione rió sarcásticamente mientras le apretaba la mano a Harry, este sonrió y le soltó la mano para después ponerle el brazo por los hombros.
-¿Sabias que te amo? –pregunto en su oído.
-No... –sonrió robándole un beso.
-Pues te amo –sonrió dándole un golpecito con su dedo en la punta de la nariz de Hermione.
-Yo te amo aun más –dijo coquetamente.
Ginny oía con dolor las risitas de los tórtolos que tenía enfrente y al parecer no era la única, Ron se veía igual de mortificado.
-¿Por qué tan triste? –se acerco Ginny a su hermano mayor.
-Te hago la misma pregunta –dijo cruzándose de brazos y mirando con odio a Harry.
-¿Te gusta Hermione? –pregunto curiosa.
-Creo que es obvio, como lo es que a ti Harry –dijo mirándola suspicazmente.
-Si –suspiro resignada- ay hermanito, a ti y a mí nos gusta lo prohibido.
-A mí me gustaba mucho antes de que andará con Harry –dijo con pesadez.
-A mí desde que entre a Hogwarts o tal vez antes –suspiro tomando el hombro de Ron.
-Aun no entiendo porque la quiero tanto... y ella lo sabe.
-¿Lo sabe? ¿Y no hizo nada? –pregunto incrédula.
-No, ella si ama a Harry.
Cuando llegaron por fin al Gran Comedor, Hermione y Harry aun no se soltaban las manos, solo cuando la comida les apareció en sus platos.
-Hola, Harry. Por fin te dejas ver –sonrió Dean Thomas- ¿crees ya estar lo suficientemente sano para que el martes empiecen los entrenamientos? El partido contra Ravenclaw es en febrero y aunque falte mucho a los chicos ya se les olvido volar –rió con Harry.
-Por supuesto, extraño el campo de quiddicht –sonrió- este mismo martes estoy en él, ¡au! –gimió con dolor.
-¡Harry! Aun no has sanado completamente, el martes es muy pronto, Dean, Harry no podrá...
-Claro que podré, vamos Hermione, estuve como un mes en la enfermería.
-Y bien merecidos, tu cabeza ya esta mejor pero aun así no quiero que te pase nada...
-Nada me pasara, amor, tranquila –sonrió dándole un beso en la frente.
Dean sonrió por tal escena.
-Las novias de los jugadores... todas preocuponas –suspiro Dean.
-¡¡Que, que!!
-No, nada, Hermione. ¿Quieres más papás? –pregunto nervioso.
-Mira...
-Vamos, Hermione, esta bromeando –la calmo Harry.
-¡Pero me esta ofendiendo!
-Esta bromeando, calmada.
Hermione se cruzo de brazos y miro con odio su comida. Ron y Harry empezaron a reír mientras Ginny veía embobada a Harry. Al notarlo se sonrojo y se tomo el jugo de calabaza rápidamente, empinándose toda la copa y haciendo que cayesen varios chorros a su túnica.
-¡Ay! –grito levantándose- que torpe soy.
-¡Cuidado con la... –demasiado tarde-... copa!
Ginny derramo por completo el jugo de calabaza por toda su falda, varios Gryffindors se levantaron para ver y los Slytherin empezaron a reír a carcajadas. Ginny miro a todos y salió corriendo.
-Iré a ayudarle –dijo Harry levantándose.
-No, no vayas –dijo Hermione tomándole el brazo.
-Tú ve limpiando, por favor –dijo sacando el último pie y soltándose de Hermione.
-¡Maldita perra! –susurro para sí.
-¿Me ayudas Hermione? –pregunto Ron debajo de la mesa.
-Claro –dijo con disgusto.
-Soy una idiota –murmuraba limpiándose la falda.
-Ginny... ¿estas bien? –pregunto Harry a su encuentro.
-Si, iré a cambiarme, ya regreso –lo dijo pero no lo cumplió, sus ojos no dejaban de ver a los de Harry y se giro en dirección completa de la Sala Común de Gryffindor- Harry... ya no puedo más... te extraño, te amo.
-Ginny –dijo Harry retrocediendo- sabes que ya no...
-No sabes como he sufrido sin ti, como te extraño en las noches, todo el tiempo –Ginny se paro de puntitas intentando robarle un beso a Harry.
-Ginny, tú y yo, no, no se pudo, entiéndelo.
-No tuviste la culpa, nadie la tuvo, pero no por eso me dejes. Mejor ¡deja a Hermione! Ella no te quiere, hay rumores de que se acuesta con todos, vamos Harry, sé que aun me extrañas, lo vi en tu mirada el día de la enfermería –Ginny empezó a sollozar.
-¿Hablas de la mirada de pena que te di? Ginny ya no siento nada por ti, solo amistad, y nada más –dijo deteniéndola- ¡escúchame! –los brazos de los dos luchaban por sostenerse pero los de Harry ganaron bruscamente- ¡yo amo a Hermione! Y eso jamás lo podrás cambiar, por nada del mundo. Y desde que abortaste yo... no he podido tener relaciones con ella por el temor de que quede embarazada y suceda lo mismo que paso contigo.
-¡Pero ya paso Harry! No me paso nada, fue un accidente, fue nuestra primera vez, todos somos torpes en ese momento –Ginny aun luchaba con los brazos, pero Harry tenía bien agarrados los de ella.
-¡En primer lugar, jamás debimos tener sexo; y en segundo lugar, ya no te amo, esto se acabo! –por fin soltó los brazos de Ginny tan bruscamente como le acababa de romper el corazón.
-¡No me puedes hacer esto! Se lo diré a ella y te dejara ¡por lo bestia que fuiste, cabrón! –grito llorando con furia.
-No te molestes, yo mismo se lo diré esta noche.
Ginny lo miro con melancolía y se fue corriendo de ahí, estaba destrozada.
-Harry... –escucho el suspiro de Hermione a lo lejos- la... enfrentaste... –Hermione corrió hacia Harry y lo abrazo como nunca.
Las lagrimas brotaron de los ojos de Hermione, ¡estaba feliz! Harry si la quería y esa... esa... ¡piruja! De Ginny Weasley no se acercaría más a su novio, pero la pregunta era ¿Harry y Ginny eran novios?
-Creo que debemos hablar –escucho de Harry estas angustiosas palabras que salieron de su boca.
-Si, yo también quiero explicaciones –dijo separándose un poco, quedando frente a frente.
Hermione volvió a su pecho, donde respiro el varonil perfume de su novio. Harry la tomo de la cintura y la separo un poco para empezar la caminata.
-Todo comenzó el año pasado... ella y yo... nos enamoramos, aunque Ginny no quería que Ron supiera, sabíamos que él no aceptaría la relación. Yo si pensé en contarte pero Ginny insistió en que fuera un secreto entre los dos.
Doblaron la esquina y Hermione cada vez estaba más y más interesada en saber más de la vida de Harry.
-Un día antes de año nuevo, Ginny me dijo que estaba embarazada...
Hermione sintió un terrible golpe en su pecho.
-Que llevaba ya dos meses sin menstruar y que estaba realmente preocupada. Por supuesto que no sabía que hacer, solo tenía quince años y ella catorce, no podíamos tener al bebé y tampoco teníamos otra alternativas.
La voz de Harry sonaba realmente angustiada, como si lo estuviera reviviendo.
-Así que le di la opción de abortar...
-¿Ella... lo hizo? –pregunto Hermione en seco.
-Si, primero se opuso pero después acepto. Cómo estábamos en su casa pasando las vacaciones se nos hizo fácil ir a un hospital muggle y que abortara pero... gracias a mí y a mi estupidez Ginny casi pierde la vida, ahora es estéril y... ¡le arruine la vida!
Realmente Harry sonaba lastimado, era comprensible, la culpa lo había mantenido tan firme como para dejar de tener sexo.
-Tranquilo, amor –susurro Hermione abrazándolo, Harry se había detenido hundiendo su cabeza en el pecho de Hermione- no eres el único con culpa, tal vez el niño estaba mal... además fue responsabilidad de los dos.
-¡Pero yo pensé en esta puta idea primero! –Sonaba muy enojado consigo mismo, Harry jamás decía groserías.
-Algún día la iban a pensar, es una solución errónea hoy en día, y ¿estas seguro de que Ginny es... estéril?
-Si, en la supuesta operación el médico nos informó que sí, sería estéril por siempre. ¡Malditos muggles!
-De seguro en el mundo mágico hay cura, siempre la hay, tranquilo –Hermione sentía el dolor de Harry, esa culpabilidad si era grave, debía apoyarlo, demostrarle que estaba con él- ¿y porque Ginny te sigue buscando?
-Después de eso, le propuse terminar, era lo mejor, era una relación destructiva porque Ginny empezaba a tener problemas hormonales, peleas conmigo y de más. Cuando la corte, entro en una depresión terrible... no sabes como intentaba ayudarla, así fue como me acerque a ti... si lo recuerdas.
-Si, ibas a la biblioteca todo los días a leer libros médicos –sonrió quitándole las lagrimas a Harry.
-Tiempo después Ginny ya no me podía ver ni en pintura, estuve a punto de deprimirme cuando me enamore de ti, más bien siempre me gustaste pero vi algo más que cerebrito en ti jajaja –rió divertido- y cuando empezamos a andar no quería volver a echar todo a perder, por eso prefiero no tener sexo contigo, no por ahora. Y Ginny... ella me empezó a buscar, diciendo que me perdonaba y que me necesitaba. Pero yo estaba contigo, le di las gracias por disculparme pero te seguía fiel y hasta la fecha.
-Cuándo dices eso me siento muy mal, porque yo te fui infiel desde que... somos novios –Hermione agacho la cabeza, la melancolía le volvió y de nuevo las lagrimas volvieron a sus ojos- ¡no sabes como me arrepiento, Harry! A veces sentía que algo más me controlaba o me sentía mal porque era así y tú... tú siempre... fuiste fiel... porque me amas... ¡no sé como demostrártelo! Te amo, te amo ¡TE AMO!
Harry le tomo la cara con las dos manos, Hermione no dejaba de llorar y miraba al cielo, no pudiendo ver los ojos de Harry. Este le acariciaba con los dedos mientras sus manos aun sostenían la cara de la chica.
-Con lo que hiciste hoy, me lo demostraste... esa confianza, en serio que jamás me sentí mejor –Harry busco su mirada, hasta que por fin Hermione levanto la vista, de los ojos más hermosos color esmeralda brotaban lagrimas, extrañamente sonreía y aun la sostenía- te amo más que a mi vida... daría todo por ti.
-Yo también, me sacrificaría por ti –Hermione dejo de poner oposición y se acerco a los labios de Harry, estos la recibieron con gusto, besándose desesperadamente, Harry la empujo hacia la pared comiéndosela a besos y presionando su cuerpo con el de él.
-Me siento mejor desde que te lo dije –apenas dicho esto los dos dejaron de besarse, viéndose mutuamente sin parpadear. Parecía un encuentro de años que no se veían.
A veces no pienso
me vuelvo tan frió y no estoy
a veces me ausento de mis sentimientos
y luego sonrió
recuerdo y me aferró a vivir
y a veces quisiera matar por tu amor
tan solo por un momento
-No culpes al sexo por eso... solo hay que protegernos –Hermione jalaba por los pasillos a Harry mientras sus labios no despegaban ni un solo instante.
-Realmente te deseo... te amo –Harry hace mucho que no sentía eso, esa adrenalina que gritaba por ser liberada y ¡hacer lo extremo!
Y es que todavía no encuentro
lo que en mí seria normal
para darte mucho más
y entregarme por completo
sexo, pudor o lagrimas me da igual
Cayeron los dos al mismo tiempo, comiéndose la boca y acariciándose locamente. Sus cuerpos lo pedían, sus almas, ¡su maldito corazón se lo gritaba! Debía ser de Harry y Harry debía ser suyo. Hermione deslizo sus manos bajo la camiseta de Harry entrando a ella, sus manos recorrieron su abdomen y pecho, la camiseta se desabotonó al instante por tales jalones. Harry hundió su mano por el esponjoso cabello de Hermione, bajando lentamente por su espalda, claro, por encima de la ropa, aun la confianza le fallaba. Los besos iban disminuyendo de velocidad, es decir, ya no tan apasionadamente, ahora más con cariño y amor, recorriendo con la yema de los dedos la piel de Hermione, que era muy suave y tersa. Por parte de Hermione, estaba medio adormilada, para ella era un sueño, jamás se imagino hacer el amor, siempre era sexo, sexo y sexo pero ahora se sentía lista para experimentarlo con el amor de su vida: Harry Potter.
-Como anhele este momento –le susurro entre besos.
Harry poso sus manos en la cintura de Hermione, empujándola ligeramente solo por sentir la estrecha cintura de su novia.
-Yo anhelaba amarte... espero no decepcionarte.
-No lo harás.
Me quieres ver grande
a pensar de lo débil que soy
y si toco hasta el fondo me sacas de nuevo
Por eso me quedo
me aferró y te quiero a morir
por eso aquí adentro tú estas todo el tiempo
viviendo del sufrimiento
Sus manos se entrelazaron besándose en una conexión que solo ellos distinguían, como un ritmo que solo ellos entendían, lo hacían con lentitud pero se notaba que con gran pasión y a la vez con ternura y sensualidad, todo mezclado perfectamente entre sus bocas. Sus cuerpos también se movían a un compás perfecto, desabrochándose prendas tan suavemente que no sentían ni como se las quitaban, en unos minutos los lentes de Harry se volvieron a empañar, quitándoselos por fin mientras el sudor invadía parte de su cara; su cabello azabache que se veía hermoso y sexy así de húmedo; su musculoso cuerpo sudaba, no a chorros, pero si brillaba. Hermione, en cambio, su cabello se estaba alisando (por si no saben cuando el cabello chino u ondulado se moja se alisa un poco) viéndose increíblemente hermosa, sus párpados, cerrados y tranquilos, también sudaban como sus mejillas coloradas, de su nariz bajaban pequeñas gotitas de sudor que se fusionaban al llegar a los labios que no se separaban en ningún instante, al parecer controlaban el aire, porque en todo aquel rato no habían tomado ni media bocanada o tal vez era que no se querían separar nunca jamás.
Hermione empezó a recorrer el cuerpo de Harry, deslizando rápidamente su mano por el sudor. A Harry le encanta la curva que estaba entre el costado del pecho de Hermione y la cadera (quiero decir, la cintura), aun la empujaba ligeramente aprisionándola varias veces y volviéndola a masajear.
-Quiero ser tuya... por siempre –le susurro después de un buen rato.
-Yo quiero ser tuyo... para la eternidad.
Se volvieron a enlazar las manos, abrieron los ojos por primera vez en esa cama y se miraron, sudados y sonrojados. Harry se veía increíblemente sexy y guapo, el pelo azabache le caía en la frente a Hermione rozándosela delicadamente haciéndole cosquillas, sus labios se veían exquisitos y un poco hinchados y rozados. Hermione, por otra parte, se veía muy natural, sin maquillaje, únicamente ella, una hermosa sonrisa apareció en sus labios y abrió las piernas recibiendo cuidadosamente el miembro de su amante.
-No tengas cuidado... ya no soy virgen –le susurro con cariño.
Aun así, Harry lo hizo despacio, no quería lastimarla ni ser agresivo, sin dejar de verla empujo bruscamente, vio la expresión de incomodidad de Hermione pero rápidamente era tranquila. Esta se acercó al cuello de Harry empezándolo a besar con afán, muy delicadamente. Harry se mecía poco a poco, levantando la cabeza para darle más accesibilidad a Hermione, disfrutando de lleno aquellos dulces besos.
-Ah... ah... –la respiración de Hermione empezó a aumentar, abriendo la boca ligeramente mientras entrecerraba sus ojos, a Harry le encantaba aquella expresión.
Harry bajo la mirada, no se había dado cuenta de que Hermione estaba desnuda y sus pechos se mecían lentamente de arriba abajo, acerco su cabeza a ellos y los empezó a besar, sabían deliciosos, eran muy suaves y el botón erecto de Hermione lo mordisqueaba suavemente.
Hermione empezó a gemir con más fuerza, su respiración era incontrolable, Harry estrujaba con su mano izquierda el pecho derecho de Hermione mientras que al izquierdo lo seguía besando con pasión.
-¡¡Ahh!! –el primer orgasmo de Hermione. A Harry le encanto ese sonido, quería oírlo más fuerte, empezó a mecerse un poco más rápido, sintiendo como los flujos vaginales bajaban por su miembro hasta salir de la vagina de su novia.
Dejo aquel pecho y empezó con el otro, rápidamente la saliva de Harry se evaporizo sin darse cuenta, Hermione estaba realmente excitaba a tal grado de que pasara eso, el calor corporal subía aun más... que buena señal, para Harry.
Harry empezó a embestirla con más brusquedad, a él también le empezaba a gustar, pero de repente Hermione lo cambio de posición, poniéndose ella encima.
¡Que deleite! Hermione estaba empezando a moverse de una forma sensual y placentera, como si bailara encima del miembro de Harry, era exquisito. Hermione empezó a acelerar gritando de repente; el segundo orgasmo. Harry estaba demasiado excitado, las manos de Hermione dirigieron a las de Harry hacia sus pechos, moviéndolos circularmente mientras ella seguía moviéndose de adelante para atrás. Harry miro la cintura de Hermione, tan pequeña; sus caderas, anchas y sensuales. Las tomo, jalando a Hermione hacia sí.
-Así... ah... más fuerte... así... –Hermione susurraba sensualmente con una voz que Harry no había conocido de ella, era muy excitante y sexy. Harry empezó a obedecer, sintiendo como se excitaba aun más al jalarlas bruscamente. El clímax estaba llegando...
-Ah... ah... –Harry empezó a gemir, era delicioso... solo un poco más- ¡ah... ah...! –un movimiento más...
La cadera de Hermione empezó a ayudar a Harry, moviéndose a un ritmo desenfrenado, Hermione se tuvo que acostar para seguirlo, besando el pecho de Harry distraídamente mientras gemía sin control. Un poco más... así... un poco...
-¡¡AHH!! –Hermione grito con intensidad, Harry se vino, sintió como el condón se llenaba de semen y descanso. Hermione cayó encima de él, respirando agitadamente al igual que Harry. El pecho del Gryffindor no dejaba de subir y bajar, ahora sí sudaba a chorros, peor que en cualquier entrenamiento o partido de quidditch. Hermione se levanto un poco, dejando caer al exhausto pene en la entrepierna de Harry. Se acostó a su lado, abrazándose a Harry.
Y es que todavía no encuentro
lo que en mi seria normal
para darte mucho mas
y entregarme por completo
sexo, pudor o lagrimas me da igual
sexo, pudor y lagrimas me da igual
-Es la mejor noche, Harry –Hermione besaba lentamente el pecho de Harry.
-Tú fuiste la sensacional, me gustaron tus movimientos –Harry aun subía y bajaba su mano por la cintura de Hermione.
-Te juro que... jamás había estado encima, siempre son los hombres los que se ponen arriba.
-¿Y cómo te gusto más?
-Arriba. –Sonrió picara.
-Pues ahora será así, a mí me gusto más abajo. –Harry empezó a reír junto con Hermione.
Se quedaron callados, viendo el techo oscuro. Imaginando que pasaría después. El miedo empezó a invadir a Hermione.
-Tengo miedo –admitió en voz alta- Snape... me ha estado viendo últimamente y...
-No te pasará nada, yo estaré ahí para defenderte, te juro que por mí, correrán a ese cabrón.
-No es necesario, lo hecho, hecho esta.
-Y ¿quieres que otras alumnas sufran lo que tú? Si no lo detenemos lo seguirá haciendo.
-Si, tienes razón. Pero... no quiero que te pase nada, tú no debes arriesgarte.
-Ya te dije... por ti daría mi vida.
-Harry... –Hermione se limpió unas lagrimas traidoras- te prometo ser la mejor novia del mundo.
-Mejor se mi esposa –los ojos de Harry brillaron intensamente mientras el amanecer aparecía ante ellos iluminando sus rostros y su amor. Dejando su inocencia para iniciar a madurar.
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Hoa! Por fin lo termine, espero hacer un Epilogo o algo así, no sé que opinen ustedes. ¡Me encanto el final! Quería llorar, lo admito, es que Harry es tan tierno que... ejem... bueno ya tiene dueña. Muchísimas gracias por sus reviews, los que me apoyaron, los que no, no importa, estoy muy agradecida por su apoyo.
¡Ah! Y antes de despedirme quiero darle un fuerte aplauso a Vanesa C, ella adivino el final, vaya que eres adivina ¿eh? Este final lo tenía pensado desde que comencé y mira ¡me descubrió! Que buen ingenio ¡sigue así! Muchísimas gracias por tu review y espero que sigan leyendo mis fanfics.
Ah y con lo del Epilogo, pues, es si quieren saber que paso ¿eh? Jejeje. Es decir, con Ron, Malfoy, Zabini, la [disculpen fans de Ginny] odiosa de Ginny Weasley y pues con los demás personajes. Aunque me da weba pero es de regalo atrasadito del día de San Valentín, si lo aceptan ¡dejen review! Y si no ¡también dejen review!
Por cierto, la canción es de Aleks Syntek, un cantautor mexicano que ¡mis respetos! No me gusta el pop pero pues esa canción concuerda, según yo. ¡Cuídense y AiOs!
