EPILOGO

Verla caminar por la escuela, era ya una obsesión. Su cuerpo moldeado, su sonrisa angelical, sus ojos tan dulces y tiernos, su boca, sus labios: todo parecía estar en su lugar. En las clases, jamás se podía concentrar, teniéndola al lado, una banca adelante y ver su pierna moverse nerviosamente bajo la mesa era como ver un partido de quidditch: simplemente estaba enviciado con ella.

¿Y cual era la mejor parte? ¡Qué era su novia! La novia de Harry Potter era la mujer, porque ya no la consideraba niña, Hermione Granger. Verla sonreír solo para él lo derretía a cada momento. Se conocían mucho, su noviazgo llevaba ya 2 años, aunque al parecer era ella la que tenía el control.

-Hola Harry –sonrió la chica sentándose a su lado- ¿cómo te fue hoy?

-Bien, ¿a ti?

-Genial, las clases están muy interesantes ¿no te parece?

...Sus bellos labios... como se le antojaban...

-¿Harry? –pregunto la chica frunciendo el cejo mientras se servía carne asada- ¿me estas oyendo?

Como se orgullecia al saber que era el único chico que disfrutaba de aquel bellísimo cuerpo cada semana, que era el único en besar sus labios, el único ser que ella amaba.

-¿Harry? –Hermione le tomo la mejilla comprobando su temperatura- ¡Dios! Estas ardiendo.

-Estoy bien –dijo Harry reaccionando- solo me quede sorprendido de lo bella que estas.

-¿Seguro que estas bien? –pregunto la chica sonrojándose un poco pero aun con un tono preocupado.

-Estoy bien, en serio –dijo tomándole la mano a su novia.

Hermione sonrió y le beso los labios, Harry le respondió. En general, Hermione solo quería un beso sin profundizar, solo un simple beso de amor, pero Harry le tomo el cuello y profundizo, parecía un beso muy apasionado.

-No se vayan a comer –susurro Ron riendo.

-¡No seas mal educado! –lo regañó una chica.

-Míralos –señalo con las palmas de las manos, extendiendo sus brazos.

-Ya quisiera yo que me dieras un beso así –protesto la chica sentándose a su lado.

Ron casi se atraganta con el jugo de calabaza.

-¡Qué! Pero si te he dado mejores –se puso colorado y la miro enojado.

-Nunca así tan de repente. ¡Nunca te nacen!

Harry rió divertido, dándole unos besos furtivos y rápidos a Hermione, se separo de ella. Vio los hermosos ojos de su novia verle impresionada y sorprendida, tenía los labios rojos y algo hinchados. Harry solo se volvió, sentándose correctamente e iniciando a comer.

-¿Me extrañaste mucho, eh? –pregunto Hermione pícara mientras se llevaba el tenedor a la boca.

-Por así decirlo... mucho –confirmo el Gryffindor sonriendo.

Hermione sonrió y empezó a comer también.

-¿Podrían comer? Por favor –pregunto Harry viendo como Ron se ponía de pie por lo enojado que estaba.

-¡Pero es que... yo no... maldición! –Ron tomó su mochila y salió del Gran Comedor.

-Creo que yo también me voy –dijo con voz queda Lavender Brown.

Harry y Hermione vieron como los dos se alejaban en direcciones opuestas.

-¿Cuánto crees que duren? –reto Harry a Hermione.

-Su récord es de cinco meses –pensó Hermione un momento- no, cuatro y medio. Pues creo que en una semana.

-Te apuesto quince galeones y una cerveza de mantequilla en las Tres Escobas a que pasado mañana ya no serán novios.

-Y es tu mejor amigo, Harry –Hermione lo miro con desaprobación.

-Si pero, hasta él ha apostado por mí –sonrió viendo a Hermione- ¿qué dices?

-Veinte galeones a que no –propuso sonriendo.

-¿Sin cerveza de mantequilla? –pregunto preocupado.

-De acuerdo, con cerveza.

-Trato hecho –sonrió estrechándole la mano.

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Cómo le había costado a Hermione Granger quitarse aquella famita de fácil, le costo más que un año y aun hay personas que no le creen, tales como Draco Malfoy que aun la busca pero ¡si no fuera por el novio que la sigue a todas partes! Él ya la hubiera hasta obligado a tener relaciones, realmente extrañaba eso. Ron, por otra parte, ya no estaba enamorado de Hermione, desde que entendió que no podía ser, dos meses después del noviazgo "rehabilitado" de Harry y Hermione, empezó a salir con chicas. Su duración máxima, como había dicho Hermione, era de cuatro meses y medio, casi cinco, y lo había tenido con nada más y nada menos que con Cho Chang, la ex-novia de su mejor amigo. Sus amigos jamás supieron la razón de su rompimiento pero jamás se volvieron a hablar, es más, los dos esquivaban las miradas de ambos y se ignoraban.

Snape había sido expulsado un año atrás, Harry había conseguido su expulsión al descubrirlo teniendo sexo con una Slytherin que había justificado que el profesor Snape le había dicho que si tenían sexo, él la pasaría con diez en todo el año. El sustituto fue una profesora más agradable y amable, sin duda, mejor que Snape. Por fin todo era justo en esa clase.

Zabini ya tenía novia, una chica muy guapa de Ravenclaw.

Al parecer todo se veía en orden, solo faltaba ¡Ron!

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-¿Cómo que terminaron? –pregunto Hermione incrédula.

-Si, no voy a aguantar que se este quejando por todo lo que hago, comparándome con todos.

-Solo fueron novios... dos semanas –contó Harry sorprendido.

-Lo sé, imagínate un mes con ella. Me muero.

-No digas eso, Ron. Además, jamás encontraras a la mujer perfecta, debes conformarte con los defectos y todo. Sino jamás tendrás una novia fija como lo fue Cho... –Hermione se calló por un momento y con miedo hablo- Harry... ¿qué no tienes que ir a bañarte? ¡Yo te acompaño!

-Si, ya regresamos, Ron. –sonrió nerviosamente mientras veía como los ojos de Ron fulminaban a Hermione.

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-¡¡Soy una estúpida!! Casi me mata ¿verdad? –pregunto Hermione asustada.

-Casi... –sonrió Harry quitándose la túnica.

-Pero es que tengo razón ¿o no? Ron no va a encontrar nunca a la mujer perfecta porque... porque... –Hermione buscaba razones lógicas.

-Porque yo la tengo –dijo Harry aprisionándola con sus brazos.

-Yo no soy la mujer perfecta –dijo Hermione sonrojada y sonriendo pícara.

-No, eres una diosa. ¿No te quieres bañar? –pregunto Harry dándole ligeros besos en el cuello- yo te... enjabono... te visto... te... desvisto... y te hago el amor... –llego hasta su boca y sonrió- ¿qué opinas?

-Suena bien, señor Potter –sonrió Hermione abriendo los ojos que apretaba con placer- pero no he hecho mis deberes.

-El señor Potter se desvelara, si es necesario, para terminar con su hermosa novia la tarea –dijo haciéndole a un lado el cabello.

-Suena tentador, pero no me quiero desvelar –dijo poniéndose de pie y sonriendo- será mejor que Harry Potter se de una ducha.

-Me da miedo solito –dijo Harry rogándole- ¿anda sí?

Hermione frunció el cejo mientras sonreía.

-De acuerdo.

-¡Si!

Harry se abalanzo sobre Hermione y agacho un poco la cabeza (Harry creció demasiado) besándole los labios mientras la guiaba al baño, desvistiéndola aun sin despegar los labios. Hermione giro la llave y el agua hirviendo salió de ella a chorros. Los besos continuaron, hasta que se desvistieron completamente.

-Ya esta llena –lo detuvo Hermione con una mano en el pecho de Harry- ¿quieres...

-Claro que quiero, señorita Granger –Harry la tomo de la mano y la guió hasta la tina donde el agua se derramo un poco a los lados. Harry se acerco a su novia y, apoyándola en el respaldo, la empezó a besar con pasión.

-Espera... –susurro Hermione entre besos- no... espera... aquí...

-¿Qué sucede? –pregunto Harry abriendo los ojos y separándose por centímetros.

-¿Qué no dijiste que... me enjabonarías, vestirías, desvestirías y me harías el amor?

-Las cosas se adelantaron... un poco ¿te molesta? –pregunto inocentemente.

-Se me hace antihigiénico hacerlo aquí... –dijo insegura- en el agua...

-¿Lo has intentado antes? –después de formular esa pregunta, Harry se arrepintió rotundamente.

-No...

-Disculpa la pregunta.

-No importa. Oye ¿me frotarías la espalda? Es que la siento sucia, además... un masaje no estaría nada mal.

-Por supuesto –sonrió Harry.

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Draco caminaba por los pasillos rápidamente, girando a todos lados la cabeza y enojándose por todo aquel que se tropezara con él.

-¡Quítate, idiota! –le grito a un niño de primer año.

-Lo siento –respondió el niño colorándose.

"¿Dónde demonios esta Granger?" Dobló una esquina y su túnica voló elegantemente "tengo unas ganas de cogermela, pero si no fuera por ese estúpido Potter" volvió a girar la cabeza buscándola pero nada.

-¡Draco! –grito una voz femenina desde el otro extremo del pasillo.

-Weasley... –su voz sonó aburrida- ¿ahora qué quieres?

-Pues únicamente... hablar... –susurro acercándose lentamente al chico, con una sonrisa inocente en su rostro- si quieres... por supuesto.

-No estoy de humor –dijo con voz firme y fría- ¿has visto a Granger?

-Y dale con lo mismo –suspiro sonriente mientras caminaba a un salón vacío y entraba. Malfoy la siguió- ¿Qué no te hartas de lo mismo, de las mismas respuestas, de las mismas... –Ginny se sentó en una mesa, cruzando la pierna mientras la mini-falda se subía- quejas... hacia ti?

-Me vale lo que piensen de mí, lo sabes. Además, no dejo algo sin haberlo terminado... y con Granger no lo he terminado

Ginny hizo un gesto verdaderamente falso de impresión, pronunciando un "OH"

-¿Y me podrías explicar... qué es eso que no has terminado? –pregunto apoyándose más en la mesa. Con sus dos brazos apretaba a sus pechos que se amontonaban perfectamente en el pecho, haciéndolos ver más grandes.

-¿Te interesa mucho? –pregunto Malfoy mirando de reojo el pecho de Ginny.

-No sabes cuanto –dijo con sarcasmo.

-¿Te estas burlando de mí, Weasley?

-¿Yo? ¿Burlarme de ti? ¡De que diablos hablas...

-¡Mira, Weasley! No estoy aquí para que te estés muriendo de la risa, pensé que ayudarías, pero me saliste más puta que Granger. Y además de no tener ningún atributo físico –Ginny lo miro ofendida- eres horrible, feísima, así que a la próxima ve a buscar a Goyle o a Crabbe.

-Entonces... no te interesa mi propuesta –dijo con voz despreocupada y poniéndose de pie.

Las palabras mágicas las había pronunciado en el momento, lugar, y tono de voz indicado. Malfoy se volvió cuando estaba a punto de salir.

-¿Te interesa mucho? –sonrió sentándose de nuevo.

-Depende –dijo cerrando la puerta- ¿qué propuesta?

-Pues... te la diría pero... no tengo tiempo –se puso de pie y se limpio la falda- el consolador me espera.

-¿Pretendes que me acueste contigo para que lo digas?

Ginny se volvió- Yo no lo habría dicho mejor.

-Mejor, primero dime tu propuesta y me asegurare de sacarte los mejores orgasmos de tu vida, claro, dependiendo el nivel de lo que tengas en mente.

Ginny miro sus zapatos, sonrojada y pensativa.

-Bien –por detrás cerro la puerta con seguro- ¿qué te parece... matar a Potter?

-Ese plan no es nuevo en mi cabeza –dijo con sorna.

-Si, quién no sabe que tú eres el enemigo de Harry Potter, además de quién tú sabes... pero yo me refiero a... hacerlo realidad y lo mejor –Ginny se acerco sensualmente al oído de Malfoy- no moveremos ningún dedo.

Malfoy la miro algo extrañado- ¿Dime quién hará todo?

-Mi querido Slytherin –camino hacia el escritorio moviendo sus caderas lenta y sensualmente- ¿nunca han quedado en deuda las personas hacia ti? Bueno, conmigo así es... y esa persona lo haría todo por pagarme.

-¿Segura que todo? Y ¿de quién diablos hablas? –Draco intentaba hacer su voz lo menos interesada e impresionada posible.

-Un mortífago... quedo en deuda cuando, además de que le salve la vida curándole sus heridas... le hice el amor. Él me dijo que... haría lo que fuese por pagarme y pues ¡aquí hay algo!

-¿Cuál es el nombre del mortífago? –pregunto Malfoy interesado.

-Es... confidencial –dijo sentándose en el escritorio, abriéndose lentamente la túnica y desabotonándose la camisa- ya cumplí mi trato, ahora demuéstrame cuanto te ha gustado.

Draco se acerco a Ginny, abriendo su cremallera.

-¿Te gusto mucho verdad?

Malfoy estaba muy cerca de la boca de Ginny con voz sensual susurro:

-Creo que el consolador aun te espera.

Y salió con más sentido del humor mientras oía los gritos de frustración de Ginny.

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-¡AHHH!

Harry cayo exhausto mientras salía de Hermione, la chica respiraba agitadamente, sus mejillas, sonrojadas, sudaban al igual que todo su cuerpo.

-Cada vez... lo haces mejor... –respiro Hermione sonriente.

-Tú siempre lo haces mejor –dijo Harry acariciándole el cabello a Hermione- ¿estas bien?

-Claro, solo... algo cansada –miro al techo y cerro los ojos.

-Aun tenemos tarea –suspiro Harry indignado.

-Te ayudo –sonrió abriendo los ojos- yo ya casi termino toda.

-Genial, gracias.

Hermione se levanto y se metió al baño. Harry, mientras tanto, se empezó a vestir.

"No sé si pedírselo antes o después de la graduación" Pensó el chico poniéndose los lentes "se lo preguntaré a Ron. ¡No! Prefiero que sea una sorpresa para todos" Harry se miro al espejo y vio lo sudado que estaba, sus músculos transpiraban y su trasero, ahora, se ocultaba tras los bóxers. "Mejor en la graduación" Pensó finalmente.

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-¡Abbott, Hannah! –grito la profesora McGonagall con alegría.

Por fin había llegado el día de la graduación, todos los alumnos del séptimo curso estaban muy nerviosos, esperando su rollo de pergamino.

-¡Estoy muy nerviosa, Harry! –comentó Hermione casi mordiéndose los dedos en vez de las uñas.

-Tranquila, Hermione, estoy seguro que ganaras –aquel año les daban un diploma a los alumnos con altas calificaciones y Hermione estaba en esa lista junto con Malfoy y otros más.

-Pero... ay... que nervios... –la chica se ocultaba en el pecho de Harry.

-¡Granger, Hermione!

-¡Ya es! ¿Gané? –pregunto Hermione exaltada.

-No, amor, tienes que ir por el pergamino –sonrió Harry levantando a Hermione.

Muchos chicos, a pesar del evento, le empezaron a chiflar y mandar piropos a Hermione, y no por nada, la Gryffindor vestía una mini-falda muy tentadora, aunque Harry miraba a todos con ganas de asesinarlos.

-Se nota que Hermione esta muy nerviosa –comento Ron con sorna- le tembló la mano al saludar a Dumbledore.

-No durmió bien por los nervios, creo que hizo hasta un discurso.

-Jajaja, Hermione no cambio mucho en ese aspecto –observo Ron al ver como se le salían las lagrimas al bajar las escaleras.

Se sentó al lado de Harry y se seco las lagrimas.

-¡Que nervios!

-Tranquila, amor, estoy segura que ganaras –la animo Harry sobandole el brazo.

-Gracias...

-¡Longbottom, Neville!

Neville con nerviosismo salió de la mesa de Gryffindor y camino torpemente hacia el centro del salón, donde lo esperaba la sonriente profesora McGonagall con el pergamino en la mano, Neville subió el primer escalón y con el segundo tropezó, muchos rieron. Neville casi había tumbado a la profesora McGonagall, la saludo y saludo con rapidez a todos y rápidamente se sentó en la mesa, sudando a chorros.

-Creo que Hermione no es la única con nervios –sonrió Ron a lo bajo.

Más tarde:

-¡Malfoy, Draco!

Draco hizo a un lado su túnica negra, con aire galán, y salió de su mesa, camino con elegancia hacia McGonagall que con desprecio tomo su mano y así lo hizo con todas, hasta con Dumbledore.

-Que arrogante –murmuraron algunas chicas de Gryffindor.

-Que engreído –susurro otro grupito de niñas.

Más tarde:

-¡Potter, Harry!

Fue el alumno que más recibió aplausos, vítores y gritos de felicidad, estrecho con felicidad la mano de todos los profesores y bajo con normalidad.

-¡Maten a Potter! –se oyó cerca.

Todo el Gran Comedor se quedo callado, muchos vieron a Malfoy pero hasta él buscaba con ansias aquel comentario de tan buen humor, bueno solo para él y los Slytherin que rieron a coro.

Harry se sentó y fue recibido con calidez en su mesa.

-Solo faltas tú, Ron –comento Harry dándole unas palmaditas a su amigo.

-Sabes Harry... esto es de historia, llegaste vivo a la graduación ¿cómo le hizo usted, señor Potter? –Ron hizo un ademán como si tomara un micrófono.

-Oh... no fue fácil, derrotar a Voldermort fue algo sencillo a comparación de ser el novio de esta belleza –abrazo a su novia.

-¿Qué insinúa, señor Potter? ¿Le fue difícil?

-Oh si, mucho, se hacia la difícil y pues... al final la tengo conmigo, sin más comentarios –le dio un beso a la mejilla de Hermione y Ron empezó a reír.

-¡Weasley, Ronald!

Ron camino con seguridad hacia la profesora McGonagall y con educación saludo con la mano a todos los profesores. Cuando al final Zabini se sentó en la mesa de Slytherin, la profesora McGonagall enrolló el pergamino y camino hacia su asiento.

-¡Gracias, profesora McGonagall! –se puso de pie Dumbledore- ¡Otro año de despedidas y lloriqueos, espero que Hogwarts haya cumplido su misión en ustedes y ahora son ustedes los que deben decidir el nuevo camino que emprenderán! En cambio los demás se quedaran más años conmigo, lo sé, ya quieren salir pero ¡les falta poco! Solo les daré unos comentarios importantes: no tomen la carrera de alquimista, ya no se les paga bien y recuerden a Hogwarts como el segundo hogar que esperemos que jamás olviden, gracias. Puede continuar profesora McGonagall.

-Los premios serán... –la profesora McGonagall se sonó la nariz- después de la cena... pero la copa de las casas, solo el profesor Albus Dumbledore lo sabe hacer.

-Me pondré colorado –dijo Dumbledore esperando a que la profesora McGonagall se sentase- ¡Este año ha sido un año muy atareado para muchos, para otros aburridos y debo presumir que se han dado los mejores partidos de quidditch que he visto... por ello Gryffindor es el ganador de la copa de las casas!

Toda la mesa parecía que iba a temblar, todos gritaban y se vitoreaban entre sí, los de Ravenclaw y Hufflepuff también aplaudieron con emoción, pero como siempre Slytherin se quedaba con los brazos cruzados.

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Por fin habían dado los premios, Hermione había ganado en casi todas las materias, excepto en Pociones y DCLAO, aunque en Herbología había empatado con su amigo Neville Longbottom que habían tenido el mismo promedio, en las demás, Malfoy en Pociones y Harry en DCLAO.

-¡Que bien! –grito Hermione dándole un fuerte abrazo a Harry- ¡los dos ganamos algo!

-¿Algo? Me ganaste en todas –dijo Harry respondiendo al abrazo.

Hermione solo lo abrazo y después felicito a Neville.

-¿Y a mí no me felicitas, Granger? –pregunto una voz fría y burlona- También gane tal como Potter y Longbottom.

-No felicito a idiotas –dijo Hermione mientras Harry se ponía enfrente de ella.

-¿Y entonces porque saludaste al gordo de Longbottom, lindura? –pregunto sonriendo con un gesto muy molesto para los demás.

-¡Con Neville no te metas, es más inteligente que tú!

-Déjalo, Hermione –dijo Harry mirando con desafió a Malfoy.

-No te metas, Potter –dijo Malfoy intimidando a Harry, golpeándolo con su fornido pecho.

-Me meto porque es mi novia, Malfoy –puntualizó Harry mirándolo con un odio profundo.

-¿Quieres pelear a duelo? –pregunto molesto sacando su varita.

-Nada me haría mas feliz –dijo enfrentándolo con el pecho y sacando su varita.

-No, Harry... no vale la pena –dijo tomándole el brazo a su novio- ven, vamonos.

-¿Dejas que tu novia te defienda, Potter? –pregunto Malfoy- Pagaras la muerte de mi padre.

-Tu padre murió por cobarde –se defendió Harry ignorando los jalones de Hermione- al igual que tu madre.

-¡NO TE METAS CON MI FAMILIA, POTTER! –Draco levanto su varita pero de repente sonrió- me las pagaras... ¡Orchideous!

Un hermoso ramo de rosas salió de la varita, pasando por el hombro de Harry se las dio a Hermione y sonriendo irónicamente se alejo con aire superior.

-Esta algo chiflado –comentó Ron apoyando su brazo en el hombro de Harry.

-¡Deja esas flores, Hermione! –repuso Harry celoso.

-Están bonitas –dijo oliéndolas- ¿no?

-Si –opino Ron esperando la reacción de su amigo.

-¡Están horribles! Es el peor hechizo de orchideous que he visto –comentó molesto- yo te puedo dar mejores.

Harry saco su varita de nuevo y conjuro, apareciendo las flores favoritas de Hermione, los alcatraces aunque estos tenían una sorpresita dentro.

-¡Harry! –grito Hermione con emoción tomando el ramo y viendo el interior, se quedo muda y lagrimas empezaron a brotar de sus ojos marrones- ¿es un sueño, verdad? ¿Es una broma? Dime que no –dijo tomando el anillo que estaba incrustado en un pistilo del alcatraz- Harry... ¿es en serio?

Harry se arrodillo ante Hermione mientras Ron algo impaciente por saber que pasaba veía a su amigo y a Hermione al mismo tiempo.

-Cásate conmigo, Hermione Granger.

De repente el gran comedor se quedo callado, todos miraban a Harry arrodillado y a Hermione llorando.

-¡Claro que sí, tonto! Levántate –dijo abrazando con desesperación a Harry- este es el mejor día, Harry... no puedo creerlo.

Harry también quería llorar de emoción pero rió al ver como su amigo Ron saltaba de felicidad.

-¡Lo sabía! –gritaba emocionado.

Todas las chicas se acercaron a Hermione para felicitarla y ver el hermoso anillo.

Hermione se abanicaba a sí misma, lloraba y sonreía de emoción y nerviosismo, miles de veces miraba a Harry y lo abrazaba con fuerza.

FIN

NOTAS DE LA AUTORA: Tarde como tres o cuatro días haciendo este fic, lo borre como diez veces y por fin esto fue lo que me gusto, espero que a ustedes también, mil gracias por sus reviews, les prometí epilogo y aquí lo tienen, espero que les haya gustado. Pobre Ginny, tuvo que usar el consolador toda la noche por las ganas que traía pero bueno, haya ella. Manden reviews y lo que quieran. Mil gracias, en serio.

Otra cosa, mmm... estoy pidiendo un tipo ayuda para hacer un fanfic, es decir, quiero compartir créditos, mi idea es hacer un fic de SCC, ya tengo ideas fijas pero me gustaría probar la experiencia, para cualquier lector que me quiera ayudar ya saben mi correo: hakuna_gp@hotmail.com, preferible que me manden un correo que un review para decirme esto, pero si les interesa únicamente decir pues si pueden usar el review, pero les agradecería mucho su apoyo en esto, bueno me despido.

Cuídense y sigan leyendo mis fics... AiOs!