8- POR FIN JUNTOS
-Pero... ¿tú quieres ir? –volvió a preguntar Yoh.
-Ya te dije que como tú quieras... sería conocer otra cultura, algo nuevo –Anna repitió con aburrimiento.
-Pero dime, si tú quieres ir, de acuerdo.
Realmente lo que ha Yoh le preocupaba era Lyzerg, no si Anna quería o no ir a la dichosa ceremonia de homenaje a los dioses.
-Te invitaron a ti, no a mí, yo iré como tu prometida.
-Sabes que para mí no eres solo mi prometida, Annita, solo dime... ¿quieres ir con Lyzerg?
Anna miro hacia la pared, tomándose la frente con la mano izquierda, en señal de desesperada y enojada.
-Yoh, no estoy enamorada de Lyzerg si es lo que piensas, solo te estoy diciendo que sería una gran oportunidad, pero es tu decisión porque fue a ti a quien invitaron, no a mí –puntualizo algo irritada.
-Pero yo vi como te miraba a ti, no a mí –comentó Yoh celoso.
-Nos miraba a los dos –Anna empezó a ponerse algo nerviosa.
-¿Crees que no me di cuenta, Annita? Te miraba a ti, únicamente a ti, habrá dicho Asakura o Yoh ¡pero te miraba a ti y no confío en él!
-¡Qué no era tu amigo y que era bueno! Tanto que lo defendías –Anna se empezó a poner a la defensiva.
-En el sentido de amistad, pero me he fijado en como te mira... ¡en como se miran!
-¿Estas celoso? ¡Sabes perfectamente que cuando lo conocí no confíe jamás en él! Pero tú me decías que era bueno y ahora resulta que piensas...
-¡No pienso, lo he visto! Te mira, te habla, ¡todo a ti!
-Ya no quiero hablar –dijo Anna sentándose en su sillón que estaba enfrente de la ventana y le dio la espalda a Yoh.
-No te enojes, Anna.
-¡Cómo no quieres que me enoje si no confías en mí!
-Si confío en ti, es a él al que ahora no reconozco.
-Algo trama –murmuro Anna a lo bajo- cuando fue al bosque dijo que tenía asuntos que tenían que ver contigo.
-¿Entonces es verdad que lo has visto sin mí?
-¡Solo una vez! Y no era el punto a lo que yo me refería...
-¡Entonces a qué!
-¿Podrías dejar tus malditos celos a un lado y escucharme? Algo trama ese tal Lyzerg, nada bueno a mi parecer, no tiene que ver conmigo, sino contigo.
-No entiendo.
-Yo tampoco, pero más vale que nos alejemos lo antes posible de él.
Yoh se sentó en la cama y se dejo caer en ella. ¿Por qué se había dejado llevar por los celos de aquella forma? "Horo-Horo" Pensó inmediatamente, Len tenía razón, los celos no solucionaban nada, pero es que era una sensación terrible de inseguridad el solo pensar en Anna con cualquier otro chico.
-Lo siento –susurro sentándose en la cama- me porte como un niño idiota.
-No lo vuelvas a hacer, te pones muy histérico y me pones nerviosa y angustiada.
-No se me es fácil asimilar que cualquier chico se fija en ti por lo bella que eres.
Anna se sonrojo.
-¿Cómo lo consigues?
-¿El qué?
-Ponerme tan nerviosa con unas simples palabras, no sabes como me revuelves el estomago.
-No es difícil halagarte, con solo verte me salen hasta poemas, estoy seguro –sonrió al ver el nuevo sonrojo de su novia.
-¿Entonces qué le dirás a Lyzerg? Es tu decisión.
-¿Ya le preguntaste a la abuela que significan esas veneraciones?
-Si, dice que si existen y que son algo educativas para los shamanes.
-De todas formas, no iremos, no tengo ganas de ir a ningún lado.
-Bien –dijo Anna poniéndose de pie- es hora de entrenar.
-¡QUE! No, Annita, por favor.
-Aprovecha que hoy tendrás compañía –sonrió antes de salir de la habitación.
-¿Compañía? Espera, Annita, no me dejes con la duda.
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-Los entrenamientos son más divertidos así –comento Yoh para sí un rato después.
-Eres muy lento, ¡apúrate!
-Ya voy –grito Yoh feliz.
Yoh intentaba alcanzar a Anna, aunque en vano puesto que la sacerdotisa tenía un ritmo muy bueno y una velocidad de rayo. Llevaban varios kilómetros e Yoh, por primera vez, no quería que su entrenamiento terminara. Cuando por fin llegaron al puente, el punto final de los entrenamientos de Yoh, los dos descansaron apoyados en el barandal viendo al sol ponerse.
Se quedaron callados, era muy relajante ver todo así, el viento soplaba suavemente, aquella brisa tan fresca les acariciaba los rostros. Yoh abrazo a Anna, la cual se acerco al pecho de Yoh, una seguridad inmensa cubrió su ser, apoyo su cabeza en el pecho fornido del shaman mientras respiraba su embriagante colonia. Por primera vez se sentía ella, dejaba de tener aquella mascara con Yoh, la mascara de rudeza, inseguridad, desconfianza, para quitársela y ser la inofensiva Anna y solo dejarse llevar por Yoh.
-Te amo, Anna... –Yoh olió el cabello de Anna.
Aquel vuelco en el estomago volvió a nacer, una necesidad inmensa sintió en sí, por alguna razón sintió que los labios de Yoh podrían calmarla, con algo de pena se giro y levanto la cabeza, apoyándose en el barandal y sujetando con fuerza el brazo de Yoh, acerco su cabeza a la de él, cerrando lentamente sus ojos, viendo los labios de Yoh, tan carnosos y dulces, se acercaban con impaciencia. ¡Era tan delicioso! Yoh, al parecer, sabia exactamente como hacer estremecer entre sus brazos a Anna Kyouyama. La rendía con aquellas suaves caricias, esos besos tan suaves, dulces y relajantes que solo él le daba, el único que había probado de ellos, el único en todo...
-Yo también te amo, Yoh –susurro Anna entre besos.
Anna siempre se preguntaba si aquello que tenían era amor, peleaban y se encontentaban, peleaban y se encontentaban, y así "¿Será amor?" Se pregunto con aquella seguridad que solo la boca de Yoh, sus brazos, palabras y caricias le proporcionaba "Claro que lo es"
Yoh se separo, algo adormilado y aturdido por aquella confesión, abrió los ojos y vio a una Anna apenada y hermosa...
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-Cómo sacerdotisa y abuela de este atolondrado de mi nieto Yoh, ¡hemos aceptado el matrimonio de Yoh y Anna Asakura!
Yoh tomo las manos de Anna y las beso con desesperación para después comérsela a besos.
-Las bodas... siempre me hacen llorar... –chilló Ryu.
-¡Bravo, bravo! –gritaba Manta echando arroz.
-¡Bien Yoh! –grito Horo-Horo.
Yoh y Anna se volvieron, miles de fantasmas sonrientes les aplaudían y los vitoreaban, entre ellos sus amigos y familiares.
-¡Felicidades, Yoh! –Len abrazo a su amigo con calidez- saben que en China tienen su casa.
-Si, gracias, Len –sonrió Yoh feliz.
Yoh y Anna bajaron la colina, la chica estaba muy feliz y hermosa aquella tarde, el vestido tradicional de sacerdotisa tuvo que cambiarse por uno de novia, claro, al estilo japonés, un hermoso kimono rosa pálido con pétalos blancos de Sakura. Yoh, en cambio, un traje del antiguo shaman, un traje rojo sangre, muy oscuro y abierto del pecho.
-¿Nos vamos?
-¿Adónde?
-¡Cómo que a donde, Anna! A nuestra casa, ya estamos casados y podemos hacer... de todo ¿no?
-Yoh... –Anna se sonrojo y lo miro con irritación.
-Solo bromeaba, hay fiesta en casa, vamos.
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Un final chafa, lo sé, pero no se me ocurría nada que no fuera una boda y con Lyzerg ah pues el se fue a Inglaterra, solo. Discúlpenme pero ando medio atareada y quiero despejar fanfics, para iniciar uno de SCC del que estaré muy agradecida si quieren compartir créditos, tengo ideas fijas y claras, pero quiero vivir la experiencia de trabajar en equipo y lo único que tienes que hacer, si te interesa, en enviarme un correo a: hakuna_gp@hotmail.com, por aquí no porque no quiero que los demás vean las ideas, si las dicen por aquí, solo di si te interesa y envíame un correo, ¿de acuerdo? GRACIAS POR TODOS SUS FICS, espero que les haya gustado y disculpen si no les gusto el final, les prometo uno mejor de mis otros ff, adiós.
-Pero... ¿tú quieres ir? –volvió a preguntar Yoh.
-Ya te dije que como tú quieras... sería conocer otra cultura, algo nuevo –Anna repitió con aburrimiento.
-Pero dime, si tú quieres ir, de acuerdo.
Realmente lo que ha Yoh le preocupaba era Lyzerg, no si Anna quería o no ir a la dichosa ceremonia de homenaje a los dioses.
-Te invitaron a ti, no a mí, yo iré como tu prometida.
-Sabes que para mí no eres solo mi prometida, Annita, solo dime... ¿quieres ir con Lyzerg?
Anna miro hacia la pared, tomándose la frente con la mano izquierda, en señal de desesperada y enojada.
-Yoh, no estoy enamorada de Lyzerg si es lo que piensas, solo te estoy diciendo que sería una gran oportunidad, pero es tu decisión porque fue a ti a quien invitaron, no a mí –puntualizo algo irritada.
-Pero yo vi como te miraba a ti, no a mí –comentó Yoh celoso.
-Nos miraba a los dos –Anna empezó a ponerse algo nerviosa.
-¿Crees que no me di cuenta, Annita? Te miraba a ti, únicamente a ti, habrá dicho Asakura o Yoh ¡pero te miraba a ti y no confío en él!
-¡Qué no era tu amigo y que era bueno! Tanto que lo defendías –Anna se empezó a poner a la defensiva.
-En el sentido de amistad, pero me he fijado en como te mira... ¡en como se miran!
-¿Estas celoso? ¡Sabes perfectamente que cuando lo conocí no confíe jamás en él! Pero tú me decías que era bueno y ahora resulta que piensas...
-¡No pienso, lo he visto! Te mira, te habla, ¡todo a ti!
-Ya no quiero hablar –dijo Anna sentándose en su sillón que estaba enfrente de la ventana y le dio la espalda a Yoh.
-No te enojes, Anna.
-¡Cómo no quieres que me enoje si no confías en mí!
-Si confío en ti, es a él al que ahora no reconozco.
-Algo trama –murmuro Anna a lo bajo- cuando fue al bosque dijo que tenía asuntos que tenían que ver contigo.
-¿Entonces es verdad que lo has visto sin mí?
-¡Solo una vez! Y no era el punto a lo que yo me refería...
-¡Entonces a qué!
-¿Podrías dejar tus malditos celos a un lado y escucharme? Algo trama ese tal Lyzerg, nada bueno a mi parecer, no tiene que ver conmigo, sino contigo.
-No entiendo.
-Yo tampoco, pero más vale que nos alejemos lo antes posible de él.
Yoh se sentó en la cama y se dejo caer en ella. ¿Por qué se había dejado llevar por los celos de aquella forma? "Horo-Horo" Pensó inmediatamente, Len tenía razón, los celos no solucionaban nada, pero es que era una sensación terrible de inseguridad el solo pensar en Anna con cualquier otro chico.
-Lo siento –susurro sentándose en la cama- me porte como un niño idiota.
-No lo vuelvas a hacer, te pones muy histérico y me pones nerviosa y angustiada.
-No se me es fácil asimilar que cualquier chico se fija en ti por lo bella que eres.
Anna se sonrojo.
-¿Cómo lo consigues?
-¿El qué?
-Ponerme tan nerviosa con unas simples palabras, no sabes como me revuelves el estomago.
-No es difícil halagarte, con solo verte me salen hasta poemas, estoy seguro –sonrió al ver el nuevo sonrojo de su novia.
-¿Entonces qué le dirás a Lyzerg? Es tu decisión.
-¿Ya le preguntaste a la abuela que significan esas veneraciones?
-Si, dice que si existen y que son algo educativas para los shamanes.
-De todas formas, no iremos, no tengo ganas de ir a ningún lado.
-Bien –dijo Anna poniéndose de pie- es hora de entrenar.
-¡QUE! No, Annita, por favor.
-Aprovecha que hoy tendrás compañía –sonrió antes de salir de la habitación.
-¿Compañía? Espera, Annita, no me dejes con la duda.
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-Los entrenamientos son más divertidos así –comento Yoh para sí un rato después.
-Eres muy lento, ¡apúrate!
-Ya voy –grito Yoh feliz.
Yoh intentaba alcanzar a Anna, aunque en vano puesto que la sacerdotisa tenía un ritmo muy bueno y una velocidad de rayo. Llevaban varios kilómetros e Yoh, por primera vez, no quería que su entrenamiento terminara. Cuando por fin llegaron al puente, el punto final de los entrenamientos de Yoh, los dos descansaron apoyados en el barandal viendo al sol ponerse.
Se quedaron callados, era muy relajante ver todo así, el viento soplaba suavemente, aquella brisa tan fresca les acariciaba los rostros. Yoh abrazo a Anna, la cual se acerco al pecho de Yoh, una seguridad inmensa cubrió su ser, apoyo su cabeza en el pecho fornido del shaman mientras respiraba su embriagante colonia. Por primera vez se sentía ella, dejaba de tener aquella mascara con Yoh, la mascara de rudeza, inseguridad, desconfianza, para quitársela y ser la inofensiva Anna y solo dejarse llevar por Yoh.
-Te amo, Anna... –Yoh olió el cabello de Anna.
Aquel vuelco en el estomago volvió a nacer, una necesidad inmensa sintió en sí, por alguna razón sintió que los labios de Yoh podrían calmarla, con algo de pena se giro y levanto la cabeza, apoyándose en el barandal y sujetando con fuerza el brazo de Yoh, acerco su cabeza a la de él, cerrando lentamente sus ojos, viendo los labios de Yoh, tan carnosos y dulces, se acercaban con impaciencia. ¡Era tan delicioso! Yoh, al parecer, sabia exactamente como hacer estremecer entre sus brazos a Anna Kyouyama. La rendía con aquellas suaves caricias, esos besos tan suaves, dulces y relajantes que solo él le daba, el único que había probado de ellos, el único en todo...
-Yo también te amo, Yoh –susurro Anna entre besos.
Anna siempre se preguntaba si aquello que tenían era amor, peleaban y se encontentaban, peleaban y se encontentaban, y así "¿Será amor?" Se pregunto con aquella seguridad que solo la boca de Yoh, sus brazos, palabras y caricias le proporcionaba "Claro que lo es"
Yoh se separo, algo adormilado y aturdido por aquella confesión, abrió los ojos y vio a una Anna apenada y hermosa...
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-Cómo sacerdotisa y abuela de este atolondrado de mi nieto Yoh, ¡hemos aceptado el matrimonio de Yoh y Anna Asakura!
Yoh tomo las manos de Anna y las beso con desesperación para después comérsela a besos.
-Las bodas... siempre me hacen llorar... –chilló Ryu.
-¡Bravo, bravo! –gritaba Manta echando arroz.
-¡Bien Yoh! –grito Horo-Horo.
Yoh y Anna se volvieron, miles de fantasmas sonrientes les aplaudían y los vitoreaban, entre ellos sus amigos y familiares.
-¡Felicidades, Yoh! –Len abrazo a su amigo con calidez- saben que en China tienen su casa.
-Si, gracias, Len –sonrió Yoh feliz.
Yoh y Anna bajaron la colina, la chica estaba muy feliz y hermosa aquella tarde, el vestido tradicional de sacerdotisa tuvo que cambiarse por uno de novia, claro, al estilo japonés, un hermoso kimono rosa pálido con pétalos blancos de Sakura. Yoh, en cambio, un traje del antiguo shaman, un traje rojo sangre, muy oscuro y abierto del pecho.
-¿Nos vamos?
-¿Adónde?
-¡Cómo que a donde, Anna! A nuestra casa, ya estamos casados y podemos hacer... de todo ¿no?
-Yoh... –Anna se sonrojo y lo miro con irritación.
-Solo bromeaba, hay fiesta en casa, vamos.
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Un final chafa, lo sé, pero no se me ocurría nada que no fuera una boda y con Lyzerg ah pues el se fue a Inglaterra, solo. Discúlpenme pero ando medio atareada y quiero despejar fanfics, para iniciar uno de SCC del que estaré muy agradecida si quieren compartir créditos, tengo ideas fijas y claras, pero quiero vivir la experiencia de trabajar en equipo y lo único que tienes que hacer, si te interesa, en enviarme un correo a: hakuna_gp@hotmail.com, por aquí no porque no quiero que los demás vean las ideas, si las dicen por aquí, solo di si te interesa y envíame un correo, ¿de acuerdo? GRACIAS POR TODOS SUS FICS, espero que les haya gustado y disculpen si no les gusto el final, les prometo uno mejor de mis otros ff, adiós.
