Disclaimer. Todos los personajes conocidos y lugares mencionados en este escrito pertenecen a J.R.R Tolkien, todos los demás desconocidos son inventos de mi imaginación. Advertencia: SLASH m/m
CAPITULO 16
Legolas trataba de detener el dolor no pensando en el, pero había cerrado sus ojos, mordía su labio inferior y se refugiaba en si mismo protegiendo aquella parte tan intima.
- Legolas te he preguntado.. – insistió Elessar enfadado tomándo su brazo obligando a mirarle
- Dame un minuto... por favor... – respondió Legolas zafando su brazo de la opresión.
Aragorn se sentó a su lado observándo como trataba de controlar el dolor, ¿que habría pasado para que tuviera esa reacción? Todo tenía que ver definitivamente con Haldir. Una vez que Legolas pareció sentirse mejor, se incorporó para sentarse al lado de su amado manteniendo sus piernas un poco separadas y empezó a hablar sin mirarlo directamente, tratando de ocultar un poco su culpa.
- ¿Recuerdas como has encontrado a Haldir?
- ¿Eso que tiene que ver con el dolor que has sentido? – demandó Elessar desesperado ante aquella cuestión.
- Ya me entenderas.. ¿Le recuerdas?
- Si, lo recuerdo, ¿qué tiene que ver...
- Dime como ha sido.
- Creí que Farrasil te lo había contado – declaró Aragorn frunciendo el ceño mientras cruzaba sus brazos sobre su musculoso pecho.
- Quiero escucharlo de ti
No veía el caso, si Haldir y Legolas había compartido algo mas que caricias, resultando con eso la herida de Legolas en aquella parte, no entendía el por que ir tan atrás, aún así comenzó a hacer memoria y empezó a decir:
- Cuando llegamos había dos hombres con el, supongo que los guardias, luego de que terminamos con ellos fui en tu busca...¿Qué tiene eso que ver con que no quieras que te toque? ¿Qué escondes? Dilo de una vez.
- No me has entendido, quiero que sepas que es lo que me orilló a .. a...
- ¿A que? ¿Lo hiciste con Haldir? ¿el fue quien te lastimo, cierto? ¿Fue en la carreta? ¡Por eso gritaste!.. – decía Aragorn levantando el tono de su voz
- Aragorn, Aragorn..- dijo Legolas tratando de calmarlo, si ambos se ponían a discutir acaloradamente entonces nada podría aclararse - entiéndeme por favor.. el no quiso lastimarme...
- ¡Ah! Entonces confiesas que fue el quien te lastimo.. ¡Yo que creí que me amabas!.. Porque conservaba alguna esperanza.. aun después de haberlos visto en el claro aquella noche...
Aragorn se puso de pie pues se hallaba muy molesto, nuevamente Legolas le había fallado, de nuevo sufría al saber que no le amaba, y lo que hacía poco le acababa de confesar fueron palabras huecas en sus oídos.
- ¿Nos viste? ¿Cuándo fue eso? – preguntó Legolas ahora poniéndose en pie lentamente – Nunca Haldir me a tocado de manera mas intima que tu.
- Mentira, aquella noche les escuche, casi podía ver como el y tu.. ¡oh! ¿cómo pude creerte? – termino Aragorn empezando a apartarse un poco mas del elfo .
- ¡Aragorn! – exclamó Legolas enfurecido, aceptaba su error en la carreta mas nada mas que un simple masaje había recibido de Haldir la noche que les encontró. - ¡Haldir y yo no hicimos nada la noche que nos encontraste!
- ¡Si! Si que lo hiciste, le rogabas que no terminara, que siguiera.. ¡oh! Debí saberlo, debí saber que tu y el son el uno para el otro... Son unas...
El golpe de Legolas a la quijada de Aragorn le impidió continuar, el mortal reaccionó y devolvió el golpe haciendo recordar el elfo viejas heridas en sus costillas. Le había sacado el aire y el dolor le había hecho agacharse un poco, el esfuerzo en el golpe dado y el dolor al recibirlo le hicieron recaer de nuevo sobre la manta.
- ¡Legolas! .. – exclamó Aragorn dando unos pasos hacia el pálido elfo.
- Haldir y yo.. no hicimos.. nada esa.. noche.. el .. me dio.. un masaje.. para relajarme...
Elessar veía como Legolas se agitaba, no le ayudo a sostenerse y continuaba frente a el, con el rostro duro e impasible.
- Eso no es cierto, le rogabas que siguiera cuando el quería parar, que estaba... duro y que sus manos no pararan.. ¿cómo te atreves a decirme que solo fue un masaje? Cuando yo te he encontrado con la ropa en desorden.
Como corre la imaginación en un hombre celoso cuando cree que el amor de su vida le engaña.
- Empezó con mi espalda.. a deshacer los nudos en ella.. por eso decía que estaba muy dura esa parte.. – dijo Legolas tratando de imaginar lo que Elessar habia pensado, y como es que ninguno de los dos elfos se dieron cuenta de su presencia cuando ambos se mantenían alerta.
- ¿Por qué entonces le decías que hacia mucho que no disfrutabas así? ¿No te basto aquella noche conmigo? ¿La noche que me dejaste así nada mas?
Poco a poco Legolas trataba de recuperar el aliento, un poco encorvado sobre la manta seguía explicando al mortal.
- Haldir me había dado un masaje una de aquellas noche que .. estuvimos en Lorien.. fue allí... cuando me confeso... lo que sentía por mi...
- ¿ya sabías tu que el..? – preguntó el mortal confundido.
- Si, pero el entendió.. que yo te amaba a ti.. aun en la comunidad.. el ya lo sabía..
"Legolas, ¿ya entonces, antes de nuestro encuentro tu sabias que me.."
Aragorn se arrodilló ante el asombrado ante tal revelación. Aquellos días Arwen estaba en su corazón, mas Legolas empezaba a ocupar lentamente su lugar, pero tan imperceptible era que no quería darse cuenta.
- Por eso no me agrada ... que le calumnies de ese modo... Y lo de la carreta...
- ¿Qué sucedió allí? ¿Otro masaje? – dijo con cinismo Aragorn
- Dime que recuerdas.. tal como le viste y percibiste..
- Como te dije llegamos allí, y Haldir estaba con dos hombres...
- ¿Qué hacían?... ¿Le vigilaban?
- Ahora que lo dices, no, creo que le estaban acariciando..
- ¿Cómo? ¿qué? ¿el cabello, las manos.. que?
- Uno le acariciaba el cuello, y el pecho, otro jugaba con sus cabellos y trataba de acercarse a su oreja.. eso parecía...
Ese recuerdo ponía molesto a Legolas, Dommo le había dicho que no le tocarían, aun en ese momento trataba de ganarse la confianza de ese maldito, para que pudiera darle un poco mas de libertad y liberar a Haldir una vez que hubiera terminado con el.
- Cuando nos encontraste.. unos momentos antes.. Dommo me dio a beber algún liquido extraño mezclado con vino.
- ¿Liquido? ¿De que clase?
- No lo supe en ese momento.. Pude percibirlo y..
- ¿cómo es que le has tomado? ¡Pudo ser un veneno!
- El le había bebido antes, y no quería mi muerte, y si no lo hacía habría ido con Haldir, con él quien no tenía la culpa de estar metido en mis problemas, ¿entiendes?
Las palabras iban tomando forma en la cabeza del mortal, que al principio no entendía la reacción de Legolas.
- Legolas.. ¿ibas a aceptar a Dommo..? ¿Ibas a aceptar que te tocara..? ¡Ese maldito!
- Yo.. yo no quería.. pero no sabía de Haldir.. y había escuchado hacia unos instantes el ruido en otra habitación.. yo.. no quería que Haldir sufriera por mi..
La tristeza invadió a Legolas ante aquel recuerdo, con gusto sacrificaría la vida por cualquiera de sus amigos, y mas aún por aquel que quiso ayudarle y creyó en el. Aragorn no lo podía creer, esa actitud de sacrificio por su parte hablaban muy bien del espíritu noble de Legolas, entendió entonces la preocupación del elfo al ver llegarle y preguntar por el sin hacer caso a sus propios sentimientos.
- ¡Oh! Legolas.. ¿y que era eso que Dommo te dio a beber?
- Por lo que me ha dicho Haldir, parece ser que el también le bebió, alguna clase de brebaje que despertaba nuestra lujuria y deseo. Eso creemos..
- ¿Por eso respondiste a aquel miserable?
- ¡No! No lo hice por eso.. tu mismo lo viste.. ¿no es cierto? ¡Lo viste! – exclamó Legolas con la mirada húmeda, se sentía sucio al recordar, a pesar de haber sido aseado luego del rescate
- Si, llegue para ver como ese perro te besaba contra tu voluntad y trataba de acariciarte.
- La poción se retardo, como elfos, creo que tenemos algún grado mas de resistencia..
- ¿Entonces se la dio también a Haldir?
- Sí, si no podía conmigo, si me negaba, no me iba a forzar, mas se vengaría en mi amigo.
- Legolas...
Aragorn entonces pareció comprender por que abrazó a Legolas brindándole todo su apoyo, mas el reciente golpe afecto de nuevo la fractura de el par de costillas. Un leve quejido salió de los labios del elfo.
- ¿Y que paso en la carreta?
- Como nos habían puesto juntos.. – mencionó Legolas con un leve sonrojo. Había culpa en él y eso le avergonzaba un poco.
- Sigue.. te escucho..
- Una cosa llevo a otra, yo tenia mucho gusto en saber que se encontraba vivo y con bien, que no le habían tocado y el también se alegraba por mi.. Se dio.. y..
Lógico encontraba Aragorn que dos atractivos elfos, encerrados en una carreta, con las ansias de amar y sentirse amados terminaran en eso, mas pensaba que la fuerza de voluntad de Legolas hubiera resistido a tal tentación.
- ¿Y? ¿Por qué ese dolor en ...? ¿Por qué?
- Un accidente, tanto deseo reprimido, tanto placer que nos hacia sentir ese elixir..
- ¿qué paso Legolas?, ¡ya dilo de una vez!
- Me mordió al pasar la carreta por encima de una piedra.
Aragorn paso una mano por su cabeza, agachó la cabeza y no sabía si reír o enfadarse, la sola idea de los dos elfos metidos en la carreta, tratando de no hacer ruidos, el hecho de que por hacer cosas malas en lugares inadecuados resultara en aquel incidente le causaban risa. Pero también no aceptaba el hecho de que alguien mas hubiera tocado a su elfo. No podía concebir que alguien mas que el hubiera estado con Legolas.
Y aún mas que Legolas hubiera respondido a sus caricias, que no hubiera sido capaz de reprimir tales ansias.
después de unos minutos trato de serenarse, de pensar que Legolas le amaba y que aquello fue solo el resultado de esa extraña bebida. Además aun tenía una deuda que saldar y la situación a pesar de no agradarle por completo le hacia concebir malas ideas.
"La venganza es dulce, Legolas"
Mientras tanto un elfo en la carreta trataba en vano de reconciliar el sueño, la falta de el cuerpo tibio de Legolas a su lado no le dejaba descansar con tranquilidad, solo una tarde había pasado con el y ya se estaba acostumbrando a su presencia, pensaba que era lo mas maravilloso, el ver el cuerpo de Legolas desnudo junto a el, tentándolo y acariciándolo, trataba de revivir aquellos recuerdos, de sus labios presionando los suyos con total pasión, recorrer su pecho con su boca, saborear cada parte de él, fue algo sumamente candente.
Mas ahora había visto como el mortal se había separado del grupo y le había dejado para reunirse con Legolas, como había regresado por unas mantas después de decir algunas palabras a uno de los guardias, curiosamente nada había dicho al otro centinela, a pesar de ser de su propio reino.
¿Y por que el rey de Gondor había preferido pasar la noche lejos de su gente? ¿por qué pasaría la noche cerca de Legolas? Eso era obvio, el mortal amaba al elfo tanto o mas que el, aunque parecía imposible, esos eran los pensamientos que pasaban por Haldir.
"Tal vez, si no hubiera sido por la poción que bebimos, tal vez nunca hubiera sido capaz de pasar un momento así con Legolas.. Oh! Como quisiera tener la oportunidad de mostrarle lo hermoso que puede ser este sentimiento si ambos lo compartiéramos.."
"Mas ahora debe de estar con Aragorn y el tratara de enmendar su error, seguro que Legolas le perdonara y estarán juntos de nuevo.. ¡que envidia! .. y yo aquí solo sin.."
"Pero.. no.. ese accidente.. creo que no habrá pasado el .. y si .. ¿y si?..."
Haldir se sobresalto y se reincorporó sentándose en la carreta para asombro de Farrasil que le volteo a ver.
- ¿Sucede algo, señor Haldir? – preguntó Farrasil acercándose al elfo.
La mayoría de los elfos empezaban a embarcarse en su descanso y algunos hombres de Gondor que había seguido a Soberath ya se escuchaban roncar, el mismo Soberath se encontraba frente al fuego, atizándolo y perdiendo su mirada en él.
Farrasil pensó al principio que tal vez los oídos finos de Haldir hubieran escuchado algo que el no había captado, difícil sería de creer ya que la naturaleza de Farrasil, por ser elfica y refinada, le hacían uno de los mejores cazadores del reino del Bosque Negro, y entre esas habilidades que poseía, estaba estar siempre alerta, así que si se acercó con ese pretexto, era por que la vista de aquel elfo de Lorien le agradaba.
Los otros elfos, que no dejaban de ser hermosos y atractivos, eran demasiado celosos de su país, y no cruzaban muchas palabras aun con elfos de lejanas familias, este circulo tan cerrado de conversación, le hicieron creer que la gente de Lorien era muy parca en palabras, sin embargo aun no había intentando con el señor Haldir, quien parecía no tener problemas con los demás reinos elficos, la amistad que llevaba con su señor Legolas, le daban ese punto.
- Legolas... ¿Se encuentra bien? – preguntó Haldir mirando como esos extraños ojos verdes le examinaban
- Si, me parece que en este momento.. – dijo Farrasil, miró hacia donde anteriormente estaban el y el mortal y agregó – deben estar atendiéndole – sonrió ligeramente
Aún era joven la noche, apenas hacia tres horas que el sol se había ocultado, y debían seguir temprano el viaje, Haldir deseaba que Legolas descansara a su lado y no gastara sus energías en algo mas.. intenso.. ya que no le traería la pronta recuperación.
- Quisiera ir a buscarle, debe de descansar, aun su cuerpo no se recupera ...
Haldir empezó a acercarse a la orilla de la carreta pero Farrasil le ayudo sosteniéndole de los brazos hasta llegar al borde
- No debe preocuparse, señor Haldir, el se encuentra bien..
- ¿Esta con el rey, no es así? – preguntó lo obvio Haldir con tristeza en su mirada.
Farrasil asintió con la cabeza, la cercanía con el rubio elfo le hizo ver lo evidente, Haldir amaba a su señor Legolas y le dolía aceptar que no era correspondido. El loriende no pudo observar que el elfo de cabellos largos y oscuros que se encontraba junto a el, le contemplaba con un poco de lastima, cerró sus ojos ante el leve mareo que sintió y fue a tomar apoyo con Farrasil que le sostuvo pasando un brazo por su ancha espalda bajando hasta su cintura.
- ¿Se encuentra usted bien, señor Haldir? No debería de angustiarse así, si él no le corresponde alguien mas ocupara su lugar..
¿Sus acciones eran tan obvias? Indudablemente, ya que para que este ser desconocido, pudiera darse cuenta tan rápido de sus sentimientos. Muy sensible a todas las emociones debería ser, para notar el amor que albergaba el gran corazón de Haldir.
- No me has dicho tu nombre.. en cambio al parecer no desconoces el mío ¿quién es usted, mi señor elfo? – preguntó Haldir cortesmente
- Mi nombres es Farrasil, hijo de Faroun, y soy uno de los centinelas y el mejor cazador del reino del Bosque Negro.
- ¿Quién le ha dicho mi nombre?
- El rey Elessar ha pronunciado su nombre en el momento de su rescate.
- Te agradezco eso, Farrasil.. Llámame Haldir, por favor.
Haldir y Farrasil estrecharon sus manos en un amistoso saludo, sintiendo el calor en ese contacto las manos acostumbradas a la tareas pesadas de Farrasil disfrutaban del contacto de las curtidas en la pelea del Loriende.
Aragorn yacía al lado de Legolas que se encontraba aun sentado, el mortal no había pronunciado palabra desde que el elfo le confesó la verdad de aquel accidente. Su rostro era difícil de entender, a veces le veía fruncir el ceño, morderse un poco la comisura de los labios y esa ramita en su boca la masticaba en actitud meditabunda, había colocado uno de sus brazos bajo su nuca y el otro sostenía el fin de la rama.
Otras veces un sonrisa de maldad asomaba en la boca de Aragorn como si disfrutara con sus pensamientos, mucho asustaba a Legolas el pensar que Elessar quisiera tomar venganza en Haldir, y mas ahora que su salud estaba un poco franqueada. Pero no creía que el mortal pudiera planear algo en contra de su amigo elfo, tal deshonor le haría perder mucho a su mirada. Y Haldir no era cualquier contrincante.
¿Que pasaba por mente de Aragorn para hacerle expresar tales gestos? Confundido ante la lealtad de Legolas a ese amor que hacia poco le confesó, trataba de elegir el mejor camino a seguir, ¿debía olvidarse de Legolas y dejar que ambos elfos exploraran sus sentimientos? Pero si Legolas le había dicho la verdad, entonces eso no era posible, la debilidad de Legolas por Haldir le daba mucho que pensar, y no sabía si en un futuro se presentaría otra ocasión y llegarán mas allá que simples caricias. Pero si la bebida que llevaban en la sangre no fue capaz de hacerle llegar mas allá del límite, nada lo haría, así que eso le tranquilizaba.
Una idea cruel y descabellada aun para el, nacía en su mente y le divertía pensar en lo que podría significar su venganza.
Ese silencio se estaba haciendo algo molesto, pero el elfo aun no había dicho lo peor, tal vez actuó mal y no lo pensó, ¿por qué habría dado esperanzas a Elessar si sabía que llegando a su hogar Nariel y el consejo le esperaban para su unión?
Aun tendría tiempo mientras el reino se enteraba de la verdad, de cómo Dommo había sido castigado con su muerte, y de la inocencia del príncipe, pero no por eso los rumores del enlace de Legolas dejarían de circular. Aragorn podría sentirse terriblemente traicionado, y su orgullo quedaría pisoteado y mancillado, si Legolas iba a desposarse con alguien mas, ¿por que había confesado su amor hacia él? Oh, no, Aragorn no iba a retirarse sin luchar, ambos tendrían que oponerse a ese enlace, Legolas mismo pensaba hacerlo pero al igual que una situación pasada, el beneficio del reino estaba antes que el suyo propio. ¿entendería eso Elessar?
- Legolas.. – llamó el rey con voz grave y serena sin mudar de posición
- ¿Sí, Aragorn?
- Debes de tener cuidado y no jugar con fuego, podrías quemarte – advirtió el mortal fijando en él una extraña mirada
Lo que Elessar acaba de decir respondía a lo que Legolas llevaba en la mente.
- ¿ a que te refieres.. Aragorn?
El mortal se reincorporó y se acercó mucho al hermoso elfo que compartía la manta con él, le miro de arriba abajo, le tomó del mentón con cuidado y agregó con un leve suspiro.
- No seas una tentación para los demás.. Ya es suficiente que lo seas para mi... y así quiero que siga..
- No entiendo, ¿por qué..
Los labios gruesos del mortal chocaron con los del elfo, suaves y cálidos, la mano fría y rugosa se poso en el cuello de Legolas, quien recibía ese beso sin comprender. Aragorn disfrutaba mucho de ese tipo de contacto, tan dulces eran esos labios, tan tentadores que deseaba morderles, pero lo que mas le excitaba y encendía su pasión era el ver como Legolas le respondía, cerraba sus ojos y disfrutaba de sus caricias, sintió las manos del príncipe rodeándole la cintura, atrayéndole lentamente hasta el mas sin embargo poniendo un limite a su acercamiento. Empezó a retirar su camisa, dejando sus hombros desnudos a su tacto.
Aragorn sabía que Legolas aun no se encontraba en posición de realizar gran esfuerzo y la molestia que llevaba en su entrepierna no le permitirían concretar su primera noche juntos, la primera noche para ambos, pero sin embargo, Elessar estaba dispuesto a cumplir su venganza, haría suplicar al elfo que le amara y a la vez que se detuviera, un sacrificio sería para él mismo, el no llegar a la cumbre juntos, pero Aragorn podría terminar, lo que Legolas no haría. Mucho dolor sentiría el príncipe con esas acciones, pero él disfrutaría con esa mezcla de sentimientos. Sabía que sus caricias llevarían a Legolas hasta el éxtasis pero el dolor le haría contenerse, el mortal sería malo. Muy malo. Le haría saber lo que era sentir el no poder tenerle a su lado. ¿Llegaria a disfrutarlo? Eso tendría que verse.
