CAPÍTULO 6: ETERNIDAD...

Era casi de madrugada cuando Kimy volvió al departamento de Hisashi. Golpeó suavemente la puerta pues sabía que la señora Tanaka había devuelto a Ryan. Un Hisashi semidormido y vestido con una remera y el pantalón del pijama lo recibió. Lo tomó de la mano y cerró la puerta a sus espaldas para luego guiarlo hacía la cocina. Kogure tomó aire para decir unas palabras pero Hisashi lo silenció al poner un dedo en sus labios.

- Después...primero debes cenar algo.- susurró sentándolo y poniendo bandejas con alimentos sobre la mesa.

Luego se sentó y observó como Kimy cenaba. Lo veía agotado y preocupado. Sabía que necesitaba hablar pero lo harían luego. Primero necesitaba que él comiera algo. Sus manos de dedos ágiles tomaban los palillos y los movían con rapidez sobre las distintas bandejas, tomando la comida y por un momento Hisashi deseó ser aquellos palillos que entraban en la boca de su amado. La sensualidad con la que disfrutaba de la comida ponía los pelos de punta a Hisashi y por un instante pensó si alguien había se había ocupado de él de la misma manera que ahora lo hacía.

-No estoy muy acostumbrado a que alguien me espere.-musitó Kimy respondiendo a sus pensamientos.- Casi siempre llegaba a casa y me acostaba a dormir. No me gusta que la señora Tanaka se desvele por mí.-tomó un sorbo de agua y se detuvo al ver la intensidad del amor que Hisashi sentía por él, refulgiendo de esos ojos azules.

-Kimy...- una voz infantil los hizo volverse a la entrada de la cocina. Era Ryan vestido con un enterito rojo.

- Ven, Ryan.- Kimy extendió sus brazos mientras Ryan corría contento a sus brazos. Hisashi se puso de pie, tomó un biberón preparado de la heladera y lo puso a calentar en el microondas. Ryan se acomodó contra el pecho de Kimy y comenzó a reírse cuando el doctor le hizo cosquillas.-...tienes hambre, eh?..eres un travieso...-dijo haciéndole cosquillas debajo de la barbilla.

-Shashi...Kimy se queda?.- preguntó mirando a su tutor, quien le acercaba un biberón listo para tomar.

- Sí...Kimy se queda hoy...- le respondió mientras lo acomodaba sobre el regazo del doctor y le ponía un trapito para evitar que ensuciara su ropa de dormir.

- Hisashi?- lo buscó con su mirada para hacerle una pregunta muy importante.- ¿Me harías el honor de convertirte en mi esposo?.- observó algo intranquilo como los ojos de su amor se llenaban de lágrimas que una brillante sonrisa desmentía que fueran de tristeza.

- Sí..será un gran placer.- respondió al tiempo que dejaba un beso suave sobre su mejilla tersa.

- Quiero que Ryan y tu se vengan a vivir conmigo....crees que podrás venirte a vivir conmigo?- le preguntó dejando el biberón vacío sobre la mesa y poniendo a Ryan sobre su hombro para que eructara.

- Bueno...la verdad es que extraño mucho el campo y es mejor para Ryan, de esa manera podrá tener más contacto con la naturaleza que encerrado aquí.- contestó tomando a Ryan para llevarlo a su cuarto recién remodelado.

Lo acostó en su cama y descubrió que había escapado bajando unos barrotes. Sonrió un poco ante la ocurrencia del niño y lo acompaño un momento mientras observaba cómo se iba quedando dormido. Minutos después salió del cuarto dejando a un Ryan profundamente dormido. Prendió la luz de noche y arrimó la puerta de su habitación. Se dirigió a la cocina para encontrarse con un Kimy cansado, por lo que lo tomó de la mano y luego de apagar las luces de la cocina, se encaminaron hacia la habitación de Hisashi, la cual estaba decorada con tonos suaves. En frente a la cama matrimonial, Hisashi le quitó los anteojos al doctor y lo despojó de toda su ropa, para luego ayudarlo a que se pusiera un pijama. Lo llevó hasta su cama y lo recostó allí. Apagó la luz de su velador y luego se recostó a su lado tomándolo en sus brazos, apoyando su cabeza en su hombro, cubriendo sus cuerpos con una frazada suave.

- Habla.- susurró quedo. Sabía que Kimy necesitaba desahogarse. Y que sólo hablar de ello lo ayudaría. Acarició su espalda con movimientos circulares para relajarlo mientras escuchaba su relato. El bebé que había estado en ese accidente tenía la misma edad que Ryan. Había llegado al hospital casi sin pulso y con su cuerpito casi destrozado. Pero Kimy la atendió rápidamente, logrando salvar su vida. Sabía que estaría un tiempo prolongado en terapia, no obstante estaba con vida. Tomoe se llamaba, tenía tan solo 2 años y por la imprudencia de un borracho al volante casi se convertía en ángel. Y fue entonces cuando le habló de Hiro, el niñito de cinco años que había muerto en sus manos. Le habló de cómo había llegado al hospital y de que su muerte le había hecho abrir sus ojos y su mente. Hiro le había demostrado que la vida era demasiado corta como para desperdiciarla en sentimientos del pasado.

- Te amo, Hisashi.- musitó luego de unos minutos de silencio.

- Yo también, Kimy.- lo arropó y lo apretó contra su cuerpo.- Ahora duerme....necesitas descansar...- dejó un beso suave en sus labios y lo instó a dormir.

Segundos después solo el ruido de sus respiraciones acompasadas se oían en la habitación.

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La luz del sol entraba a través de las cortinas. Kimy protestó un poco y se apretujó contra la cálida figura recostada a su lado. Se sentía tan bien...tan seguro como nunca antes en su vida. Unos labios tibios se posaron sobre los suyos, acariciándolos, saboreándolos....para ser luego mordidos y tironeados delicadamente. Suspiró tembloroso por el deseo que inundaba sus venas en el momento en que Hisashi lamía sus labios, como si estuviera pidiendo permiso para adentrarse en ellos. Sus alientos se mezclaron cuando Kimy abrió su boca, cediendo completamente ante la demanda silenciosa de su amado Hisashi. Se besaron con avidez, y con infinita ternura, Hisashi lo fue desvistiendo, apartando su ropa para descubrir la suavidad de su piel. Cada botón de su pijama fue desabrochado lentamente y fue retirado por manos tibias y algo temblorosas. Temblorosas por la pasión contenida.

-Eres hermoso...Kimy.- musitó ronco al quitar cada trozo de tela, y con ternura observó cómo ese rostro que tanto amaba se cubría de un leve rubor que alguna vez había creído perdido, ya casi olvidado.

Sus manos siguieron un camino descendente hasta aferrarse a la cinturilla elástica del pantalón, quitándoselos junto con su ropa interior. Una vez que lo tuvo sin ninguna ropa que le estorbara, lo observó por unos dolorosos segundos, deleitándose con la imagen de su amante que lo esperaba, ruborizado y deseoso de compartir la manifestación física de su amor. Hisashi decidió desvestirse sin tanta ceremonia y sin decir una palabra, le hizo ver a Kimy que era su turno para que lo observara, nada más, pues era su turno para beber de su imagen. Sin poderlo evitar, Kimy extendió una mano y acarició el pecho de Hisashi, delineando sus músculos con un dedo que el escritor tomó y llevó a su boca para lamerlo y chuparlo con una sensualidad que le cortó el aliento. Luego, sin vestimentas que estorbasen, el escritor se recostó sobre su amor, quien lo recibió con su piernas abiertas, poniendo en contacto sus masculinidades ardientes.

- Mi amor......ahhhh- susurró Kimy aceptándolo contra su cuerpo.

- Síiii.......Kimy.- gimió Hisashi cuando su amor se arqueó juguetonamente.

Al unísono suspiraron de gozo al sentir cómo sus cuerpos se rozaban de manera erótica. El joven de ojos azules se incorporó sobre sus codos y acercó su rostro para besar al doctor, quien lo abrazó con fuerza por su cintura, acercándolo a sí y jugando con su control al acariciar su espalda musculosa y sus nalgas. Sus bocas se buscaban afanosamente, mientras sus lenguas peleaban por darse más placer y sus manos adoraban cada centímetro de piel expuesta, reconociendo sus ángulos y sus formas, tan distintas pero a la vez tan similares. Los labios de Hisashi dejaron la boca de Kimy para seguir camino por su níveo cuello, lamiéndolo y dando pequeños mordiscos, así hasta llegar a su pecho, el cual recorrió con besos ardientes. Instantes después tomó una de las dulces tetillas que aguardaban sus caricias y la introdujo en su boca, succionándola luego de haberla humedecido con su aliento.

-Ohhh...Hisashi.....- murmuró extasiado por la lujuriosa lengua que lo hacía derretirse.

Kimy se retorció de éxtasis sobre el lecho en tanto Micchy dispensaba el trato anterior sobre el otro bocado que lo esperaba ansioso. La deliciosa tortura no terminó allí. El escritor tenía hambre de más...lo quería todo...por lo que su aliento húmedo siguió avanzando hasta llegar a la latente hombría del doctor, que buscaba liberarse. Lo acarició con su lengua y luego lo introdujo en su boca, para imitar con precisión lacerante, su unión de amor. Siguió un ritmo impuesto por él y por las caderas de Kimy que buscaba desahogarse. Su ritmo lascivo y peligroso continuó hasta que Hisashi notó que estaba a punto de derramarse.

- ¿Qué pas...?- La protesta de Kimy fue silenciada por un beso caliente y húmedo, en tanto unas manos cálidas lo volteaban con delicadeza y acariciaban su cuerpo.

Esa lengua que había atormentado su masculinidad trazó un camino abrasador por toda su espalda hasta llegar a sus duras nalgas, las cuales separó suavemente para prepararlo para la búsqueda mutua del éxtasis. Lamió con cuidado y con fruición, llevando a Kimy hacia el abismo, disfrutando de la tortura...del placentero dolor....de la locura erótica...hasta que supo que ya estaba listo para él.

-Por favor....ahhhh...amor....por favor....- sollozaba Kimy, suplicante ofreciéndose para la invasión.- Hazme tuyo.....- la necesidad lo cegaba, el sudor corría por su espalda...su figura se arqueaba contra esa lengua que lo penetraba.

-He esperado tanto tiempo...........te amo, Kimy.-susurró en su oído al enderezarse y fue entonces cuando comenzó a tomarlo.

Centímetro a centímetro..tomó ese cuerpo que se le ofrecía, ese cuerpo que adoraba con todo su ser. Kimy se aferró a su almohada y se puso de rodillas, acomodándose sobre el lecho, cerrando sus ojos y mordiéndose los labios al sentir cómo la virilidad de su amor lo llenaba lentamente. Una vez que estuvo dentro de Kimy, Hisashi temblaba de anhelo y deseo contenido a la vez que esperaba unos segundos para que el cuerpo de su amante se acostumbrara a tenerlo dentro de sí; se acomodó de rodillas para estar más cómodo él y su pareja. Un movimiento de caderas por parte de Kimy le indicó que ya podía empezar con el ritual. Lo tomó por las caderas y comenzó a embestir ese delicioso orificio que lo apretaba como un guante, haciendo que Kimy gimiera de placer. En sincronía perfecta, buscaban la satisfacción mutua, el arribo al cielo del amor, al universo del placer.

-Ahhhh.....te amo, Hisashi...te amo...-exhaló en un suspiro de gozo cuando la cadencia de las embestidas se aceleró.

Kimy iba a su encuentro, cuya intensidad aumentaba a medida en que las oleadas de placer se volvían cada vez más rápidas, cada vez más seguidas, y el hecho de sentir a Hisashi dentro suyo era más allá de lo que alguna vez soñado...y sabía que había sido hecho para recibirlo únicamente a él porque le pertenecía entero, en cuerpo y en alma. Hisashi empujaba y empujaba cada vez más rápido, incrementando el ritmo, agonizando por el placer que lo llenaba, que lo sobrepasaba. Jamás había deseado tanto a alguien como deseaba a Kimy. Quería darle todo el placer que pudiera sentir. Quería que se desmayara de gozo, que susurrara su nombre cuando cayera rendido por el avasallante éxtasis. Y jadeando en busca de más aire para sus pulmones, tomó la erguida virilidad de Kimy, acariciándola al mismo ritmo que producía. El ansiado alivio era inminente y ambos se movieron como si estuvieran poseídos, tratando de prolongar la esclavizante unión hasta el límite y ambos se perdieron completamente, uno en el otro. El clímax llegó y arrasó con ellos. Ya sin voz, Kimy gritó el nombre de su amor en tanto se dejaba ir y se derramaba con fuerza sobre las sábanas, mientras que Micchy lo marcaba con un par de embestidas más y arqueándose, se desahogaba dentro de Kimy, introduciendo su fuego y calor en lo más hondo de éste.

Se dejaron caer sobre el lecho, uno encima del otro y pasó mucho tiempo hasta que Micchy se retiró con delicadeza del cuerpo exhausto de Kimy. Lo volteó y lo tomó entre sus brazos con suavidad, luego cubrió sus sudorosas figuras con un acolchado liviano. La caricia repetitiva de la mano de Kimy sobre su pecho lo devolvió poco a poco a la realidad, y lo apretó fuerte contra su pecho. La dulce entrega de Kimy había sido el regalo más hermoso que había recibido en su vida. Sus estremecimientos cuando lo marcaba íntimamente. Sus mejillas ruborizándose por las caricias desatadas. Sus tiernos labios mordidos por el gozo. Lo observó un momento y luego se inclinó, y lo besó con delicadeza, tomándose su tiempo para saborear esa boca tan deliciosa.

-¿Te lastimé?- preguntó contra sus labios, algo preocupado. Su experiencia había reconocido inmediatamente la inexperiencia de Kimy.

- No...bueno quizás al principio dolió un poco pero después no...-contestó mordiendo el labio inferior de Hisashi, quien dejaba salir un suspiro entrecortado.-...aunque cuando tenga un poco de fuerzas me gustaría intentarlo otra vez, pero con otra variante.-

- ¿Otra variante?- se le ocurrían muchas....tantas que sintió como se excitaba otra vez.

- Si...esta vez yo te tomaré.-dijo sonrojándose con un brillo de determinación en la mirada.

- Vale...pero deja que te enseñe algunos trucos primero...ya sabes...consejos de un escritor con una gran imaginación..-lo abrazó con fuerza, acercándolo a su cuerpo.

- Y si...ohh..por Kami...-las manos lujuriosas de Micchy lo mataban de placer.- y si...ahh....te quedas sin fuerzas....puedo ayudarte con unos consejos de primeros auxilios...ya sabes...consejos de un doctor con ganas de practicar..- tomó su boca por asalto en un beso arrebatador y cadente que Micchy respondió igualando su pasión.

Y durante lo que quedaba de la mañana se amaron.....hasta que el sueño los venció....

EPÍLOGO.

Una risa infantil fue lo primero que escuchó al abrir la puerta cuando llegó a su casa. Kiminobu sonrió. Sus dos amores habían llegado antes que él. Y ahora lo esperaban y para él lo eran todo. Entró y cerró la puerta a sus espaldas, dejando su maletín en la mesa del recibidor al mismo tiempo que un niñito vino corriendo hacia él. Su risa era contagiosa y parecía que venía huyendo de alguien.

-PAPÁ KIMY!!!- gritó un niño de cinco años que se tiró a su brazos, riéndose de alegría.

-Hola, Ryan.- lo saludó abrazándolo con fuerza y plantando un beso en su mejilla regordeta. Luego lo dejó en el suelo mientras Ryan tironeaba de él para llevarlo a la cocina, parloteando sin parar.

-Sabes, papá, hoy en la escuela me enseñaron que no debo decir malas palabras pero papá Hisashi se las pasó diciendo toda la tarde...creo que primero fue porque su laptop se descompuso....dijo que pudo hacer un "bak up"....¿Que es un bak up, papá?- preguntó en tanto seguía tironeando.

- Quiere decir que pudo guardar lo que estaba escribiendo en un disco.- contestó riéndose un poco al imaginar a Hisashi lidiar con su laptop.

- Dijo más malas palabras cuando se acordó que Tany se va al bingo, hoy es su día para salir con otras señoras, y entonces se puso a cocinar...pero volvió a decir más malas palabras cuando se quemó la mano...yo le dije que estaba caliente el wok pero no me escuchó...pero pudo hacer la cena a tiempo...aunque no sé que hizo...parece mas un revoltijo.-llegó a la cocina y lo dejó detrás de Hisashi que en ese momento estaba concentrado en que la tarta de verduras no se le quemara.

-Hola, amor...mal día eh?- lo abrazó por la espalda y le besó el cuello, suspirándole en el oído.

-Hola. Kimy...perdona el desorden se me pasó que hoy me tocaba cocinar..- respondió volviéndose para dejar un beso tierno en esa boca tan hermosa.- mmmm......sabes a menta...me gusta...Ryan.!.- lo llamó un momento y el torbellino volvió- ve a poner la mesa que en cinco minutos comemos.-se volvió a concentrar en la tarta, con Kimy aferrado a su espalda.-..ya te dijo que se me rompió la laptop?.-

-Sí...además agregó que aprendió que no hay que decir malas palabras.- le susurró en el oído, mordiéndole el lóbulo de la oreja.

- Y yo las dije todas hoy...bueno...menos mal que sabe que no debe decirlas.-dijo un poco aliviado.- hey...deja de hacer eso que sino comemos tarta quemada.-el timbre sonó e Hisashi se apresuró a sacarla del horno..- ayúdame y lleva las otras fuentes...después seguimos con lo otro.- dijo sonriendo.

La cena trascurrió en medio de un bullicio ocasionado por los tres. Kiminobu tratando de hacer que Ryan comiera, Hisashi tratando de que Kimy comiera y Ryan contando su día en la escuela y dando un sermón a su padre acerca de las malas palabras. Más tarde, mientras Hisashi lavaba los trastos, Kimy ayudó a Ryan a prepararlo para dormir. Rezó con su hijo y luego lo arropó con cuidado. Crecía cada vez más rápido y se había adaptado a tenerlos a él y a Hisashi como papás. Le dejó un beso en su mejilla y le deseo buenas noches. Apagó la luz y prendió una pequeña lucecita de noche, salió de la habitación y se encaminó hacia la cocina pero no encontró a nadie allí. Se dirigió al dormitorio que compartía con Hisashi pero no lo encontró allí. Escuchando como alguien canturreaba, se dirigió al baño y allí encontró a Hisashi, estaba metido en la bañera llena de agua caliente que despedía un agradable aroma a rosas.

- ¿Vienes?.-le preguntó guiñándole el ojo.- me hace falta un poco de compañía.-

- Seguro.-contestó y se desvistió rápidamente luego de cerrar con la presilla la puerta del baño. Segundos después estaba con Hisashi entre sus brazos, totalmente relajado por el efecto del agua caliente.

- ¿Te dije que mi último libro se convirtió en bestseller?.-preguntó Hisashi tocando con un dedo los labios de Kimy, haciendo destellar la banda dorada que adornaba su dedo anular.

- ¿Ya un bestseller?....si hace menos de una semana que salió a la venta...- dijo asombrado mientras tomaba su mano y mordisqueaba todos sus dedos; en su dedo anular también brilló una banda dorada.-..vaya..te felicito..Alex..-

-...hey...mi nombre es Hisashi...señor Kogure...no lo olvide...- se incorporó del pecho de Kimy y se sentó a horcajadas, sobre él, torturándolo con el roce de sus cuerpos.-...mmm....le apetece un viaje de ida al paraíso?...- acercó su rostro lentamente al del doctor hasta rozar sus labios tersos con su lengua.

-Mmmm....si me apetece...aquí?-Kogure envolvió con sus brazos a su amor, abrazándolo fuertemente contra sí. Estaba tan excitado...no iba a poder aguantar mucho. Cada vez que hacían el amor era como la primera vez pero a la vez era excitante y abrasador. Jamás se cansaba de ser poseído y de poseerlo a él también.

-Aquí...no puedo esperar más.....- con paciencia y la ayuda de Kimy se acomodó tomándolo dentro de su cuerpo.- Ahhhh....por Kami....-musitó al sentirlo en su interior; se aferró a los bordes de la bañera mientras trataba de controlarse.- Te amo, Kimy....ahhhh- gimió aturdido por el deseo.

- Te amo, Hisashi....mi amor....mi dulce amor...- musitó besando su pecho, sosteniéndolo contra su boca.

Comenzaron a moverse lentamente, saboreando la unión de sus cuerpos. Tenían toda la noche y más. Sus vidas habían cambiado para siempre desde el momento en que se habían visto por primera vez pero ambos habían necesitado tiempo para entender lo que en verdad era el amor. Ahora sólo quedaba disfrutar el paraíso....por siempre.

FIN.

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Hola a todos!!!!!!!....cómo están?...espero que bien...bueno..este es el quinto que escribo de esta pareja...empezó como un oneshot pero terminó teniendo seis capítulos..jejeje... El título del fic pertenece a una línea de una canción de Linkin Park llamada "Figure Nº 9"...debo confesar que es mi grupo de nü metal favorito....me ayuda mucho a inspirarme para escribir....^_^! Bueno, espero que les guste este fic , también quiero decirles que he colaborado en un fic de Mickaelle..(^_^me encanta como escribe..)...se llama "Quien besará tu pelo"..es hermoso..le agradezco de todo corazón a Mickaelle por darme la oportunidad de colaborar con él...(GRACIAS, MICKAELLE! ^_^!)..también quiero darle las gracias a todas las personas que me escriben diciendo que les gusta mis fics...Kimber, Nya, Ken Ohki.....es importante para mí saber si les gusta o al menos conocer sus opiniones...así que ya saben pueden hacer sus comentarios, réplicas o correcciones a mi dirección de mail: CI5_J@hotmail.com mailto:CI5_J@hotmail.com.

Cuídense y besitos.

Jackie O.

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