Hermione, la bruja adolescente.
Capítulo VI: Emociones y verdades.
Harry, Ron y Hermione tomaron sus pesados equipaje y bajaron del tren. La vista que encontraron fue maravillosa. Se encontraban en la capital de Bulgaria, Sofía, donde miles de búlgaros caminaban por vistosas calles llena de árboles y antiguas casas.
La profesora Mc Gonagall, Stofan y el profesor Snape, quienes eran lo que los acompañaban, los condujeron hacia un antiguo edificio de color mármol. Al llegar leyeron un cartel que decía "El brujo" que colgaba de la pared. Parecía ser un hospedaje. Inmediatamente, se dieron cuenta que se encontraban en el mundo mágico de Sofía. Hermione se volvió y vio el centro de Sofía muggle. Era sin duda una ciudad antigua, pero muy vistosa.
Enseguida, una bruja baja y de pelo gris salió de la hostería.
-¡Bienvenidos a Bulgaria!- gritó, sin poder ocultar su acento búlgaro.- Es un honorr tenerlos aquí, porr favorr pasen.
Los alumnos entraron entre miradas de curiosidad. Se encontraban en un amplio vestíbulo, donde se hallaban cómodos asientos.
Las chicas se dividieron en las habitaciones del segundo piso, mientras que los chicos se encontraban en el primero.
Hermione compartía su cuarto, afortunadamente con Parvati y Lavender.
-¡Por fin! Esto si que es vida... –exclamó Lavender, tirándose en la cama.
- Ajá... libres del colegio por una semana.- acotó Parvati, con una sonrisa amplia.
Hermione se acercó a un pequeño balcón. Se podía disfrutar de allí una hermosa vista de Sofía.
- Es un lindo lugar, ¿eh?- dijo Hermione.
- Si que lo es... Ojalá haya lindos búlgaros.- dijo Parvati, sonriendo.
-¡Es cierto! Tendremos que ir a dar una vuelta, chicas... –contestó Lavender.
- Yo no iré... no estoy interesada.- dijo Hermione, volviéndose hacia ellas.
- Ah... cierto... tu ya tienes a tu Ron... –se burló Lavender.
-¡Shh! Cállate... no es mi Ron... todos sabemos que nunca se fijará en mi... –dijo Hermione, en tono triste.
- No digas eso, Hermione. Esta loco por ti.- aseguró Parvati.
- Y si no lo esta, nos aseguraremos que lo esté.- añadió Lavender.
-¿Eh? ¿De que hablas?- repuso Hermione, confundida.
- Haremos que se fije en ti, Herm...
-¿Cómo?
- Tu déjanos a nosotras... pronto tendrás a Ronnie rendido a tus pies.- le dijo Parvati.
- Chicas, no es necesario...
-¡Si que lo es! Confía en nosotras Hermione... tu no tendrás que hacer nada...
Mientras tanto, en la pieza de los chicos, Ron, Harry, Seamus y Dean acomodaban sus cosas.
-¿Dónde esta Neville?- preguntó Seamus.
- Perdió su equipaje... –respondió Harry.
- Vaya, ese chico no pierde la cabeza porque la tiene puesta.- dijo Ron, sonriendo.
Dean se asomó a un pequeño balcón, donde se podía ver parte de la ciudad de Sofía.
- Ojalá que haya lindas búlgaras... –dijo, mirando a sus compañeros.
- Si, tendremos que ir a dar una vuelta.- respondió Seamus.- ¿Qué dicen?
- Por mí, esta bien.- aceptó Harry.- ¿Ron?
- No lo creo...
-¡Ah, cierto! Estarás muy ocupado con Hermione, ¿eh?- rió Dean.
-¡No! No es cierto. Ya basta, Dean. Hermione es mi amiga.
- Confiesa Weasley. Se te nota de lejos, ¿sabes?- opinó Seamus.
-¿Qué cosa?
- Que te gusta Hermione, pues.- dijo Harry.
-¿¡Que?! Por favor, no saben lo que dicen... que piense que ella es linda, simpática, inteligente, divertida, hermosa, maravillosa, agradable, dulce, tierna... no significa que me guste. –respondió Ron.
- Lo acabas de confesar.- dijo Harry, sonriendo con picardía.
-¡Esta dicho! Ron Weasley esta enamorado de Hermione.- exclamó Dean.
-¡Lo sabía!- gritó Seamus.
-¡Bueno, ya! Tienen razón... me gusta Hermione... –dijo Ron, casi en un susurro.
-¿Cómo? No te escuche... –dijo Seamus.
-¡Me gusta Hermione! ¿Satisfecho?- exclamó Ron, enfadado.
- Sí...
- ¬¬
- Bien, entonces, es hora de formar pareja.- dijo Dean, frotándose las manos eufóricamente.
-¿Qué? Ustedes no harán nada.
- Déjanos a nosotros, Ron. Ya veras que Hermione terminará rendida a tus pies.- dijo Harry.
- Chicos no es necesario...
-¡Déjanos! Pronto Hermione no podrá resistirse...
-¿Qué harán?
- Ahora te decimos que vayas y busques a Hermione en su habitación... y vayan a dar una vuelta.- dijo Dean.
- Bueno, vamos Harry...
-¡No! Solo ustedes dos... –gritó Seamus
- Pero no podemos dejar a Harry...
- No te preocupes por Potter, nosotros lo cuidaremos.- dijo Dean.
- Si, anda Ron, es tu oportunidad.- acotó Harry.
- De acuerdo... me voy entonces...
- Suerte, Weasley- gritaron Harry, Dean y Seamus.
En la pieza de las chicas...
- Enserio, Lavender... no hagan nada... se puede dar cuenta... –rogaba Hermione.
-¡Ay, no te preocupes tanto, Herm! No se dará cuenta. Es bastante lento... –dijo Lavender.
-¡Oye!
- Fue solo una broma.
En ese momento tocaron a la puerta.
-¿Quién es?- gritó Parvati, que estaba acostada en su cama.
- Soy Ron... ¿esta Hermione?
-¡Es Ron!- exclamó Hermione, horrorizada.
-¡Sí, sí! Es tu oportunidad, Herm.- Lavender y Parvati daban saltitos de emoción.
-¿Qué hago? ¿Estoy bien?- pregunto Hermione, mirándose en el espejo.
-¡Estas perfecta! Lavender abre la puerta.- gritó Parvati.
Lavender se acercó y abrió la puerta.
- Hola chicas... ¿esta Hermione?- dijo Ron, mirando algo nervioso.
- Si, ya la llamamos... ¡Herm, Ron esta aquí!
Hermione, que estaba encerrada en el baño, salió temblando de pies a cabeza.
- Hooll..a Ron... ¿qué haces aquí?
- Vine a buscarte para que demos una vuelta, ¿quieres?
- Bueno, ¿y Harry?
- No quería venir. Solo vamos nosotros.
-¿Solo nosotros?
- Sí... ¿acaso te molesta?
Hermione miró espantada a sus amigas, que le hacían señas de ánimo.
- Ejem... disculpen que me meta, pero nosotras nos tenemos que ir... nos vemos luego, Herm... y sal un rato con Ron... la ciudad parece estar muy linda... ¡después los vemos! Vamos Parvati.- dijo Lavender, saliendo con Parvati a toda velocidad.
-¿Y bien? ¿Quieres ir?- dijo Ron, frunciendo el ceño.
- Eh... seguro, vamos...
Ambos chicos emprendieron caminata. Durante el recorrido no hablaron mucho.
-¿Adonde quieres ir?- preguntó Ron, sin saber que decir.
- Pues... no lo sé... adonde tu quieras.- respondió Hermione, arrepintiéndose de estar allí.
- No, dime adonde quieres ir, Hermione. Por mi, cualquier lugar esta bien.- dijo Ron.
- Enserio, donde tu quieras.
-¿Pero adonde quieres ir tu?
- A cualquier lugar, Ron.
-¡Pero miren que lindo! ¡Aquí llega la pareja feliz!- Draco se había acercado a ellos, sonriendo con maldad.
-¿No tienes algo mas que hacer que molestar a los demás Malfoy?- preguntó Ron con desagrado.
- Pues, ¿acaso interrumpo? Porque se los ve tan tiernos ahí, tan juntos. ¿Para cuando la boda, Weasley? Espero que me invites.
-¡Cállate Malfoy! Hermione no es mi novia.
- No sabía ese lado tuyo, Granger. No supiste ser tan lenta como pareces. El año pasado, Potter... este año, Weasley... ¿a quién atraparás el próximo? Seguramente no seré yo, porque antes de ponerme de novio con una sangre impura, prefiero morirme.
-¡Es suficiente, Malfoy, me cansaste!- exclamó Ron, fuera de sí, sacando la varita.
- No te conviene, Weasley... o sino, mira quién viene caminando por ahí... no creo que al profesor Snape le guste ver esta situación, ¿o sí?
Ron lanzó una mirada de furia. Hermione estaba en silencio; se estaba conteniendo las ganas de matar a Malfoy con una maldición. Y aparte su comentario la había echo sentirse muy mal... ¿todo el mundo pensaría que ella solo estaba con Harry y Ron porque eran populares?
- Vámonos, Hermione, aquí apesta... –Ron tomó a Hermione de la mano, y se alejó de allí.
-¡Nos vemos en la boda, Weasley! Pero, por si acaso, me cuido el año próximo, no vaya a ser que Granger me quiera conquistar... aunque no tiene con que... –gritó Draco, soltando una carcajada, y reuniéndose con los de Slytherin, que se reían a coro.
- No le hagas caso, Hermione, es un estúpido... de Slytherin tenía que ser... –comentó Ron apretando los dientes.
- No importa, Ron... –Hermione caminaba con la mirada baja. ¿Tendría Malfoy razón, que nadie podría fijarse en ella? – Pero tiene razón... nadie puede fijarse en mí...
-¿Por qué dices eso?
- Porque todo el mundo piensa que soy una sabelotodo, que solo le importa el estudio, Ron... nunca nadie se fijará por lo que realmente soy... –Hermione sentía como su autoestima se baja por el suelo.
- Yo no pienso eso, Herm...
- Dices eso porque eres mi amigo...
- No, enserio. Eres una persona muy buena, y tienes hermosas cualidades. Y además... bueno... eres muy bonita.- Ron se sonrojó al máximo al decir esto.
-¿Enserio crees eso?- Hermione miró los azules ojos de Ron, que ese atardecer estaban particularmente brillantes.
- Claro. Y el chico que no pueda ver lo maravillosa que eres, es porque es un tonto.- dijo Ron, sonriendo.
"¡Pues, eres un tonto, Ron Weasley!- pensó Hermione- Como me gustaría poder estar contigo, siempre... te quiero, Ron... ¿por qué no te das cuenta?"
"¡Claro que soy un tonto! ¿Por qué no puedo decírtelo?- pensó Ron- Me gustas, Herm... eres lo mejor que me ha pasado... ¿por qué no te das cuenta?"
Ya la noche había caído, y el sol terminaba de ocultarse.
Ron y Hermione caminaban sin rumbo por una vistosa calle, llena de vidrieras y negocios de artículos mágicos.
En ese momento, vieron que se acercaban Seamus, Harry, Dean y Neville. Los tres primeros iban mirando a Neville furiosamente. Parecía que el pobre Neville no se daba cuenta de que estaba interrumpiendo...
-¡Hola, chicos!- gritó Neville, sonriendo. Seamus, Dean y Harry le lanzaron miradas asesinas
- Hola... ¿qué hacen?- preguntó Hermione.
- Nada interesante... pero por lo que veo, ustedes lo estaban pasando bien.- comentó Neville, mirando las manos unidas de Ron y Hermione.
Inmediatamente, Ron sacó su mano. No se había dado cuenta que la tenía ahí, aunque sentir la pequeña mano de Hermione tocando la suya, había sido bastante placentero.
Hermione, totalmente colorada, metió rápidamente su mano en el bolsillo de la túnica. Lamentaba que se hayan separado; la piel blanca y llena de pecas de Ron, era tan suave y hermosa, que daban ganas de siempre quedarse tocándola.
- Como sea, hay que volver a la hostería para cenar. Los vinimos a buscar.- dijo Neville.
-¡Neville! ¿Puedes venir un segundo?- Dean y Seamus se llevaron a Neville, dejando a los tres amigos solos.
-¿Y bien? ¿Cómo la pasaron?- preguntó Harry, emprendiendo camino con Ron y Hermione.
- Y normal... ¿acaso tenía que pasar algo?- dijo Hermione.
- No, nada... ¿por qué lo dices Hermione?- dijo Harry.
- Por nada... –respondió Hermione, sonrojándose un poco.
-¡Hermione!- Parvati y Lavender se acercaban corriendo hacia ellos.
- Hola chicas.
- Tenemos que hablar contigo...
- Bueno, después los veo.
Las tres chicas empezaron a caminar rápidamente para alejarse de Harry y Ron.
-¿Y que paso, Herm? ¿Ya son novios?- exclamó Lavender emocionada.
-¡No! Solo dimos un paseo...
- Pero algo tuvo que pasar, ¿o no?- razono Parvati.
- Bueno, si... paso algo...
-¿Qué?- gritaron las chicas.
- Malfoy comenzó a insultarme... me dijo que era horrible...
- Es un estúpido, Herm... no le hagas caso.- dijo Parvati.
- Lo se... pero yo estaba mal... y Ron me dijo que yo era... bonita... –Hermione se sonrojó al recordarlo.
-¿Te dijo eso?- gritó Lavender.
- Ajá...
-¡Esta funcionando! Te lo dijimos, Herm...
- Pero no creo que pase nada...
- Uy, si que eres pesimista, Herm...
Las chicas ya habían llegado a "El brujo". Harry y Ron ya se encontraban ahí.
-¡Señorita Granger! Por fin la encuentro, tiene visita.- dijo la profesora Mc Gonagall.
-¿Qué? ¿Yo?
-¿Hay otra Granger aquí? Vamos, que la están esperando.
Hermione se dirigió al vestíbulo seguida de Harry y Ron, y al ver quien era, casi se cae de la sorpresa.
-¿¡Viktor!? ¿Qué estas haciendo aquí?
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Hola, lamento la demora!!! Espero que estén bien y que les haya gustado el capítulo.
Sigan leyendo y gracias por sus reviews!
R&R!
~Vero Granger~
