Hermione, la bruja adolescente.
Capítulo VIII: Algo contigo.
-¿Ya están listos? ¡Son casi las 9!- exclamó Ron, consultando al reloj.
- Si, si lo estamos... –dijo Dean.
Todos los chicos salieron de la habitación. Se encaminaron hacia el vestíbulo.
Parvati y Lavender ya se encontraban allí. Ambas estaban muy bonitas; Parvati llevaba una hermosa falda azul y una camisa de seda blanca, llevaba el pelo suelto y un poco de maquillaje. Por su parte, Lavender lucía un vestido azul hasta las rodillas y los hombros descubiertos; su pelo estaba atado en una prolija media cola.
-¡Vaya, están hermosas!- dijo Seamus, admirando a Parvati.
- Gracias, pero no entiendo, Seamus, ¿para que nos dijiste que nos vistamos como muggles?- pregunto Parvati.
- Pues... me olvidé de mencionar que vamos a una disco muggle...
-¿¡Que!?- dijeron todos a la vez.
-¿Estas loco, Seamus? Se supone que no tenemos que salir al Sofía muggle...- exclamó Neville, horrorizado.
-¡Por Dios! No se preocupen, he estado escuchando que todo el mundo irá a ahí... Además, nosotros tenemos que ir... –respondió Seamus, mirando a los demás chicos.
- Ah... Entonces no hay problema, vamos.- dijo Harry, captando el mensaje de Seamus.
- Harry, debemos esperar a Alessia, ¿recuerdas?- le dijo Ron.
- Cierto...
- Vayan yendo, nosotros los alcanzaremos luego.- dijo Ron.
- Bueno, entonces nos iremos, no falten, ¿eh, Ron?- dijo Seamus, algo nervioso.
- Iremos, no te preocupes.- contestó Ron.
- Bien, nos vemos entonces.
Seamus, Dean, Parvati, Lavender y Neville se fueron, dejando a Harry y Ron esperando en el vestíbulo.
Ya eran casi las nueve y media y ni una pista de Alessia ni de su amiga.
-¡Se están demorando, Harry!- exclamó Ron, exasperado.
-¡Oh, relájate, Ron! Ya llegarán.- lo tranquilizó Harry.
- Solo espero que Hermione vaya...
- Irá, lo sé...
-¿Cómo estas tan seguro?
- Escuché a todo el mundo hablar que Krum vino hoy a buscar a Hermione.
Ron prefirió no hace ningún comentario.
Eran casi las diez, y Alessia y su amiga hicieron su aparición en el vestíbulo.
-¡Hola, chicos! Lamentamos la demora, pero ya nos conocen... –sonrió Alessia.- Harry, ella es mi amiga Camila, y el es Harry.
Camila era una bonita muchacha de cabellos rubios y brillantes ojos verdes. Ella y Alessia también vestían como muggles; Alessia usaba una corta pollera de cuero negro y una remera bastante pequeña, también negra. Su hermoso pelo negro estaba suelto. Camila estaba igual que Alessia, salvo que su pollera y su camisa eran de color rojo, que hacían que sus ojos verdes resaltaran aún más.
-¿Nos vamos?- opinó Ron.
Todos salieron rumbo a la calle muggle.
- Eh... ¿Ron? Se supone que no debemos salir al Sofía muggle... –murmuró Alessia.
- Lo sé... pero no te preocupes, la gran mayoría irá al mismo lugar que nosotros.- contestó Ron.
- Ah, esta bien, si tu lo dices, Ronnie.- sonrió Alessia, tomando la mano de Ron.
Caminaron unas cuantas dos cuadras. Ron no veía la hora de llegar, mientras que Harry parecía estar inmerso en su charla con Camila.
Llegaron a un lugar donde se encontraban muchos jovenes, haciendo una larga fila. Ron divisó a Seamus y a los demás y se acercaron a ellos.
- Hola... ¿tendremos que esperar mucho?- preguntó Ron, algo cansado.
- No lo sé... No lo creo.- respondió Seamus.- ¿No nos vas a presentar?- agregó él, mirando a Alessia.
- Ah, lo siento... Seamus ella es Alessia, Alessia el es mi compañero Seamus.- dijo Ron.
- Un gusto, Seamus.- dijo Alessia con una sonrisa, besando a Seamus en la mejilla. Parvati miraba la escena furiosa.
-¿Y donde esta Harry?- preguntó Dean.
- Pues... Estaba con nosotros.- Ron se extrañó al no ver a Harry por ahí.
- Seguramente se atrasó con Camila, Ronnie, no te preocupes.- dijo Alessia, tomando la mano de Ron.
- Ejem... ¿Me disculpas un momento?- dijo Ron, zafándose de Alessia, y agarrando a Seamus por el brazo.
-¿Qué sucede Ron? Ella es hermosa... Te la cambio por Parvati.- dijo Seamus, con una sonrisa pícara, cuando se encontraron lo bastante alejados de ellos.
- ... ¬¬ Cállate, ¿quieres? ¿No sabes si llegó Hermione?
- Según los comentarios llegó con Krum hace bastante tiempo...
-¡Diablos! ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar en esta maldita fila?- exclamó Ron, harto.
- Tranquilízate, ¿quieres? Así no lograrás nada, Ron. ¿Por qué no disfrutas? A muchos les gustaría estar en tu lugar... –contestó Seamus, mirando a Alessia.
- Puede ser muy bonita, pero es una pesada... Volvamos a la fila.- dijo Ron, encaminándose con Seamus de nuevo a la cola.
Eran casi las once, cuando les tocó el turno de entrar. Cuando pasaron se encontraron en un lugar amplio, lleno de pequeñas mesas y una barra en el costado izquierdo. Había muchas luces de colores y varios muggles bailaban en la pista. La música sonaba muy fuerte y hacía que los vidrios del local vibraran.
- Acuérdense que estamos rodeados de muggles... Y no debemos hacer magia... ¿Lo recuerdas, Neville?- susurró Seamus.
- Claro que lo recuerdo, Seamus... Vaya en este lugar no se ve nada. ¡Lumus!- murmuró Neville, sacando la varita.
-¡Idiota! ¿Qué es lo que te acabo de decir! ¡Dame tu varita!- exclamó furioso Seamus.
-¡No, no te la daré!
-¡Ya basta!- gritó Parvati, exasperada.
-¿Ronnie? ¿Por qué no nos vamos un rato solos?- dijo Alessia, mirando a Neville y Seamus con una mirada despectiva.
-¿Eh? Esta bien, vamos.- contestó Ron, buscando con la mirada a Hermione o Krum, pero nada.
Ron y Alessia se encaminaron hacia una pequeña mesa. Varios muggles los rodeaban, echando humo de sus cigarrillos.
-¿Qué es eso, Alessia?- preguntó Ron, mirando como una chica muggle encendía un cigarro.
- Son cigarrillos, Ronnie.
-¿Para que sirven?
- No lo sé... Siempre he querido probar uno. Creo que le pediré, tan solo unito.- dijo Alessia, poniéndose de pie. Ron la perdió de vista unos minutos y la vio volver con un paquete rojo en las manos.
-¡Mira, esos muggles tan amables, me regalaron un paquete entero!- dijo, encantada. Alessia sacó uno y disimuladamente sacó su varita y con un hechizo prendió fuego.- Es genial, Ron, ¿quieres probar?
Ron, que no tenía la más remota o inexplicable idea de lo que era un cigarrillo, lo tomó se lo puso en la boca y una cantidad impresionante de humo llegó a su garganta, ahogándolo.
-¡Alessia! ¿Qué diablos me diste?- murmuró Ron, tosiendo.
- Ah, Ronnie, que exagerado eres... ¿Por qué no traes algo para tomar?
- Lo haré solo porque esa cosa me dejo un pésimo aliento...
Ron se puso de pie y fue hasta la barra.
-¿Me da cerveza de manteca?- preguntó Ron.
-¿Cerveza? ¿Cuál quieres?
- De manteca...
- Creo que no te entiendo... No tenemos de esas.
- Mejor llevará dos cervezas comunes.- dijo una voz a su lado.
Ron se volvió sorprendido y se encontró nada más ni nada menos que con...
-¡Hermione!- exclamó este, abriendo los ojos como platos.
- Hola, Ron...
Ella estaba hermosa. Usaba unos pantalones blancos bastante ajustados y una camisa negra que dejaba ver sus hombros. Tenía otra vez su pelo liso que caía suavemente en su espalda.
- Hermione, te ves... genial...
- Gracias...- repuso ella, sonrojada.
- Vaya, nunca pensé verte vestida así...- Ron no salía de su asombro.
- Fueron Parvati y Lavender... Ellas son las culpables... –se apresuró a decir Hermione.
- Ya veo... Oye... ¿y Viktor?- dijo Ron, aparentando tranquilidad.
- Pues... lo he perdido de vista... ¿lo has visto?
- En realidad no...
Ambos se quedaron callados por unos instantes.
- Vaya la coincidencia de habernos encontrado aquí, ¿no?- murmuro Ron.
- La verdad... ¡Pero se supone que no debes salir al mundo muggle, Ron!- exclamó Hermione, horrorizada.
- Pues, para el caso tu menos...
- Tengo permiso de la profesora Mc Gonagall. ¡Pero tu no! Como prefecto tendría que bajarte ya mismo una cantidad impresionante de puntos.
- No lo harás, ¿cierto?
- Claro que si.
-¿¡Que?!
- Solo estoy bromeando.- dijo Hermione, soltando una risita.
Ron sonrió también. En ese momento las luces del local se fueron apagando lentamente. Muchas parejas se iban hacia la pista listas para bailar. Ron miró a Hermione, que trataba de evitar su mirada. "Solamente eso... Tengo que pedirle que baile conmigo... solo un momento..." pensó Ron, mirando de reojo a Hermione.
-¿Hermione?- la llamó
- Eh... ¿puedo preguntarte algo?- Ron sintió que su cara se enrojecía.
- Si, ¿qué sucede, Ron?
- Bueno, yo...
-¡Hermione! ¿Dónde estabas?- Krum se acercaba a ellos.- Ah, hola Ron...
- Hola...
-¡Hermione, vamos a bailar!- exclamó Krum, dando un salto.
- Pero... – Hermione no tuvo tiempo de responder, ya que Krum la tomó por la muñeca y se la llevó.
Ron la observó irse, dando un suspiro.
-¡Ronnie! ¡Por fin te encuentro!- Alessia llegó corriendo hasta él.- Dame la cerveza.
- Ah, si toma... –Ron no apartaba su mirada de donde se habían ido Hermione y Krum.
-¡Ron! ¡Vamos a bailar!- sin que Ron pudiera evitarlo, Alessia se lo llevó hasta la pista.
La música era electrizante y ruidosa. Ron no entendía nada, los muggles bailaban como si estuvieran locos, y Alessia empezó a bailar descontroladamente.
-¡Vamos, Ronnie!- Alessia tomó sus manos y lo hizo girar sobre su propio eje.
- Creo que me estoy mareando, Alessia.- murmuró Ron, totalmente confundido.
-¡Ay, no dramatices, Ron!
- Me iré a sentar un rato.- dijo Ron, pero era obvio que Alessia no lo había escuchado.
Divisó a Harry sentado solo en una mesa.
-¡Harry! ¿Dónde andabas?- dijo Ron, sentándose a su lado.
- Pues... con Camila.
- Mejor no pregunto, ¿verdad?
- Veo que me entiendes, amigo.
- Lo sé...
-¿Y como van las cosas? ¿Ya has visto a Hermione?
- Si... si la he visto.
-¿Y? ¿Qué tal?
-¡Pues nada! ¡Krum se la ha llevado! Como siempre...
- Ron, invítala a bailar.
-¿Qué? Ni loco, Harry.
-¿Por qué no?
- Me moriría de la vergüenza...
Mientras tanto, Hermione terminaba de bailar con Krum.
-¿Me esperas, Viktor? Vuelvo enseguida...- dijo.
- Claro, no te demores.
Hermione se escapó de Krum, en busca de Ron. Se encontró con Parvati y Lavender.
-¡Hermione! ¡Por fin nos vemos! ¿Cómo van las cosas?- preguntó Parvati, emocionada.
- Pues, ahora estoy buscando a Ron... ¿lo han visto?
- Negativo...
-¡Diablos! ¡Esto va mal!
- Pídele que baile contigo.
-¿¡Que?! ¿Acaso están locas? ¡Antes me muero!
-¿Por qué no?- se extraño Lavender.
- Porque me moriría de la vergüenza... Además se supone que él es el que me tiene que sacar a bailar, ¿no?
- Tu sabes bien como son los chicos, Herm... Y él no lo hará.- dijo Lavender.
- Pues yo menos.
- Entonces te quedarás con las ganas.- dijo Parvati y se fue con Lavender de nuevo a su mesa.
Hermione quedó aún más enojada. Siguió buscando y vio a Harry y a Ron.
-¡Que suerte que los encuentro!- exclamó sentándose al lado de Harry.
- Hola, Herm... ¿dónde esta Krum?- preguntó Harry.
- Eh... por allá...
-¿La estas pasando bien?
- Eh... Por supuesto que si... Viktor si que sabe como divertirse. Además que es un gran bailarín.
Ron prefirió tragar su comentario. Se quedaron callados por un segundo.
-¡Ron! Pregúntale a Hermione lo que le querías preguntar.- dijo de repente Harry.
-¿Yo? ¿Preguntar? ¿A Hermione?- Ron fulminaba a Harry con la mirada.
- Si, eso me decías antes que ella venga...
-¿Qué sucede, Ron?- preguntó Hermione, confundida.
- Eh...
- Bueno, él quería preguntarse si querrías bailar.- dijo Harry. Ron miró a Harry con furia, como si le hubiera clavado un puñal.
-¡¿Qué?! ¿Bailar? ¿Quiénes?- Hermione parecía horrorizada.
- Pues, ustedes dos.- dijo Harry.
-¿Bailar? ¿Ron... y yo?- preguntó Hermione, con ojos como platos.
- Y si... ¿por qué no? ¿Acaso no son amigos?
- Claro...
- Bueno, tengo que irme, supongo que Camila estará buscándome... Adiós.- Harry se puso inmediatamente de pie y se alejó de allí.
Ron y Hermione no se atrevían a mirarse.
-¿Y bien? ¿Quieres bailar... Hermione?- dijo Ron por fin, con todo el valor del mundo.
- Eh... Si... – respondió Hermione, sintiendo como se le hacia un nudo en el estómago.
Caminaron hacia la pista. Ron tomó temblorosamente la mano de Hermione y colocó su otra mano en la cintura de ésta. Hermione estaba sumamente tensa. Ron hubiera dado la vida porque la tierra lo tragara en ese momento, y Hermione había sacrificado sus notas a que ese momento terminara lo más pronto posible. Pero no, allí estaban y tenían que terminar con su vergüenza y bailar una simple canción. Enseguida una música algo lenta comenzó a sonar.
¿Hace falta que te diga
que me muero por tener algo contigo?
¿Es que no te has dado cuenta
de lo mucho que me cuesta ser tu amigo?
Ya no puedo acercarme a tu boca
Sin deseártela de una manera loca
Necesito controlar tu vida
Ver quien te besa y quien te abriga.
Ron creía que estaba soñando al encontrarse tomando la mano de Hermione. Notó que ella estaba algo tensa, pero para tranquilizarla sujetó su mano con más fuerza.
Hermione sentía que la mano de Ron era demasiado grande, pero trató de concentrarse en seguir el paso de baile.
¿Hace falta que te diga
que me muero por tener algo contigo?
¿Es que no te has dado cuenta
de lo mucho que me cuesta ser tu amigo?
Ya no puedo continuar espiando
día y noche, tu llegada adivinando
ya no se, con que inocente excusa
pasar por tu casa... oh...
Los dos bailaban muy tensos y nerviosos.
-¡Ay! – exclamó de repente Hermione.- Ron, me pisaste...
-¡Lo siento! No fue mi intención...- pensó que Hermione se enojaría y se iría fastidiada, pero ella le regaló una radiante sonrisa.
- No importa... –dijo.
-¿Sabes algo, Herm? Te ves... muy... bonita... hoy.- tartamudeó Ron, sintiéndose de pronto bastante acalorado.
- Gracias... Tu también te ves bien... –murmuró Hermione, sin mirar a Ron a los ojos.
- Yo... Hermione... hay algo que me gustaría decirte...
- Dime, Ron.
- Bueno, antes que nada quiero decirte que eres una gran amiga...
- Gracias, Ron. Tu también eres un gran amigo.
- Pero, ese no es el caso.
-¿Entonces?
- El caso es que... yo... desde que te conocí...- Ron sentía su cara tan roja como el fuego.
-¿Si, Ron?- Hermione levantó su mirada y se encontró con Ron, sumamente sonrojado.
Ron no apartaba sus ojos de los de Hermione que brillaban de manera particular.
-¿Ron? ¿Me decías?- dijo Hermione esperanzada.
- Bueno yo... Hermione yo...
Ya me quedan tan pocos caminos
y aunque pueda parecerte un desatino
no quisiera yo morirme sin tener
Algo contigo...
En ese momento la música dejó de sonar. Ron se acercaba lentamente a Hermione, que no podía articular palabra.
- Hermione, tu me... -
-¡HERMIONE!
Inmediatamente Ron y Hermione se separaron bruscamente. Viktor Krum se acercaba hacia ellos con el entrecejo fruncido.
- Hermione, se supone que vendrías, te estuve esperando como un tonto solo en la barra- dijo algo enojado, dirigiéndole una mirada furiosa a Ron.
- Lo siento, Viktor... Ron justamente me había pedido que bailemos...- repuso Hermione totalmente apenada por la interrupción de Krum.
- Ah... Como sea, ahora vamos...
- Nos veremos luego, Ron...
Ron solo se limitó a asentir con la cabeza. Sentía enormes ganas de golpear a Krum... ¡Todo estaba tan... perfecto! Y como siempre alguien lo tenía que arruinar. Parecía que todo le pasaba a él...
Se encontró con Harry que seguía sentado solo.
-¡Ron! ¿Qué paso?
- Bailamos...
-¿Y?
- Todo estaba bien. Estuve a punto de confesarle todo...
-¡¿Y?!
-¡Krum apareció!
-¡¿Qué?! Increíble...
-¡Lo sé! Tuve ganas de llorar... y a la vez de matar a ese imbécil...
- Fue un buen comienzo, Ron. No te preocupes, tendrás otras oportunidades.
- Eso espero... ¿Y Camila donde esta?
- Se fue con Alessia.
-¿Se fueron? ¿Por qué?
- Se me hace que se pasaron con las cervezas muggles...
- Ya me lo imaginaba.
Ron y Harry se fueron enseguida de vuelta al "Hechicero". Conversaron un rato y enseguida la puerta se abrió y entraron Dean, Seamus y Neville.
-¿Qué tal la noche?- preguntó Dean.
- No una de mis mejores...- respondió Ron.
-¿Paso algo con Hermione?
Ron contó todo lo que había sucedido en la noche. Los chicos se quedaron furiosos con Krum, pero no dejaban de darle ánimos a Ron. Eran casi las cuatro de la mañana y decidieron meterse en la cama. Pero Ron no conseguía el sueño. Su mente volvía siempre al mismo lugar: Hermione. Hoy la había sentido tan cerca de él... Pero ahora, acostado en esa cama, la sentía más lejos que nunca.
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